Familias gallegas se querellan contra la residencia DomnusVi de Cangas por el trato a dos ancianas durante la pandemia
Una de las demandantes consigui¨® rescatar a su madre del centro de mayores tras haber sufrido 50 ca¨ªdas en ocho meses y haber perdido 20 kilos de peso. La madre de la otra falleci¨®
Dos familias gallegas han registrado este jueves una querella criminal conjunta contra la residencia DomusVi de Ald¨¢n (en Cangas, Pontevedra) y la consejera delegada de Geriatros S.A.U., Josefina Fern¨¢ndez, por homicidio, lesiones, abandono de incapaces y omisi¨®n del deber de socorro durante los meses de la pandemia.
La querella, que hacen extensible al director general de Mayores y Personas con Discapacidad de la Xunta, as¨ª como a la jefa del Servicio de Inspecci¨®n de Mayores, recoge los desgarradores relatos de los familiares de dos mujeres residentes sobre el trato que aseguran que estas recibieron. Los demandantes incluyen una documentaci¨®n que ¡°ilustra una actuaci¨®n absolutamente negligente, imprudente y err¨¢tica¡±, seg¨²n consta en el texto de la demanda.
Una de las familias que firma la querella explica c¨®mo tuvo que ¡°rescatar¡± de la residencia a su madre y trasladarla a su casa ¡°tras sufrir 50 ca¨ªdas¡± en sus ochos meses de ingreso en ese centro y la mayor¨ªa en el periodo de confinamiento.
La otra familia tuvo peor suerte: su madre muri¨® en la residencia.
En el primero de los casos, la mujer ingres¨® con un peso de 70 kilos, caminando por su propio pie y aut¨®noma en sus funciones de aseo y necesidades fisiol¨®gicas.
Cuando su hija se la llev¨® a su casa, hab¨ªa perdido 20 kilos y ¡°su situaci¨®n y grado de independencia empeoraron dr¨¢sticamente al haberla postrado [en la residencia] en una silla de ruedas que no necesitaba durante m¨¢s de dos meses y haberla incluso obligado a utilizar pa?al¡±.
Las constantes ca¨ªdas le provocaron ¡°diversas lesiones entre ellas derrames en distintas partes del cuerpo y la rotura de la pr¨®tesis dental¡±.
Ante las dificultades para contactar con el centro y recibir informaci¨®n, remiti¨® un burofax reclamando datos sobre el estado de su madre y que le entregasen un tel¨¦fono que le permitiese estar en contacto con ella. No le contestaron por lo que acudi¨® al 061 para recibir informaci¨®n.
Cuando consigui¨® llevar a su madre a casa no le dieron el historial m¨¦dico ni informaci¨®n sobre las medidas implementadas durante el estado de la pandemia.
La otra familia demandante enumera una situaci¨®n de abandono de su madre (suciedad constante en la boca, en la ropa y en el calzado) durante el tiempo, anterior a la pandemia, en que la visitan.
Empezaron entonces a gestionar un traslado a otro centro que no consiguieron nunca. Mientras dur¨® la crisis sanitaria por la covid-19 no lograron informaci¨®n del centro, que suspendi¨® las videollamadas, ni respuesta a la oferta de la demandante para ejercer como voluntaria.
Ante la ausencia de noticias de su madre, hablaron con la Conseller¨ªa de Asuntos Sociales, con Inspecci¨®n, Guardia Civil, Polic¨ªa y Fiscal¨ªa del Ayuntamiento de Cangas para que alguien acudiese a la residencia a comprobar la situaci¨®n.
A finales de marzo, la Xunta intervino las residencias de Ald¨¢n y Barreiro convirti¨¦ndolas en ¡°integradas¡±, pero seg¨²n los demandantes la ausencia de comunicaci¨®n no mejor¨®.
Tras numerosas peticiones consiguieron que una animadora social les enviase peque?os v¨ªdeos de su madre, que aparece levantando el pulgar, aunque ¡°en un estado deplorable, con suciedad, sin la dentadura, con la silla de ruedas bajo la cama¡¡±. Su familia tem¨ªa que pudiera estar deshidratada y reclam¨® constantemente que le diesen agua. Finalmente, la ingresaron afectada por coronavirus en el Hospital ?lvaro Cunqueiro de Vigo, donde falleci¨®.
Los demandantes advierten de que hay otros familiares de residentes en esa misma residencia pendientes de ejercitar tambi¨¦n acciones judiciales y que denuncian otros hechos graves. La cascada de acusaciones sobre la residencia DomusVi de Ald¨¢n incluye adem¨¢s de las bajadas de peso de hasta 17 kilos en solo unos meses, cuadros graves de deshidrataci¨®n, falta de limpieza e higiene, sobremedicaci¨®n y administraci¨®n de medicamentos pautados para otros pacientes, entrega de pertenencia de otros residentes, faltas de medidas de prevenci¨®n y seguridad, desinformaci¨®n sobre la situaci¨®n cl¨ªnica del familiar, fallecimientos inesperados y previsiblemente en soledad, abandono absoluto por parte de la administraci¨®n auton¨®mica y respuestas evasivas por parte de los servicios de inspecci¨®n, entre otras.
Los familiares aseguran que durante estos meses trataron de colaborar con el centro de forma reiterada y solo encontraron una ¡°actitud de desidia, obviando ofrecimientos de entrega de material sanitario, de voluntariado¡±.
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