Llueve pl¨¢stico en los parques nacionales de EE UU
Un estudio calcula que la atm¨®sfera transporta m¨¢s de 1.000 toneladas de micropl¨¢sticos al a?o hasta estos espacios naturales protegidos del oeste del pa¨ªs
Hasta ahora se ha incidido en c¨®mo los pl¨¢sticos se est¨¢n diseminando por el planeta a trav¨¦s de los r¨ªos y los oc¨¦anos, pero los cient¨ªficos empiezan a tener cada vez m¨¢s en cuenta otra v¨ªa de propagaci¨®n: la atm¨®sfera. El ¨²ltimo trabajo de investigaci¨®n sale publicado esta semana en la revista Science y muestra c¨®mo la lluvia, el aire, las nubes est¨¢n desplazando micropl¨¢sticos hasta lugares tan inesperados como los parques nacionales de EE UU. A partir de las deposiciones atmosf¨¦ricas recogidas en 11 de estos espacios naturales desde el oto?o de 2017 al verano de 2019, investigadores de la Universidad Estatal de Utah llegan a estimar que cada a?o caen del cielo m¨¢s de 1.000 toneladas de micropl¨¢sticos en los parques nacionales del oeste de este pa¨ªs, el equivalente a entre 120 y 300 millones de botellas de pl¨¢stico de agua que fueran desperdigadas en trozos microsc¨®picos.
¡°Nos sorprendi¨® el n¨²mero tan alto de pl¨¢sticos en las muestras, pues es algo que no podemos ver a simple vista. Pero utilizamos dos m¨¦todos distintos de conteo y los dos dieron resultados similares¡±, detalla por tel¨¦fono Janice Brahney, profesora auxiliar de la Universidad Estatal de Utah y autora principal de este estudio.
Encontrar micropl¨¢sticos en parques nacionales como las Monta?as Rocosas o el Gran Ca?¨®n no solo sorprende porque se trate de enclaves protegidos de gran valor. Esto tiene una relevancia especial porque confirma el papel de la atm¨®sfera para desperdigar por todo el planeta un material que no exist¨ªa en la naturaleza hasta que fue inventado por los humanos en el siglo XX. Una propagaci¨®n a gran escala de la que, hoy en d¨ªa, no se sabe realmente hasta d¨®nde puede llegar su impacto.
Un estudio de investigadores franceses ya document¨® el a?o pasado deposiciones en altitud en monta?as de Pirineos y otro trabajo del pasado agosto encontr¨® micropl¨¢sticos en la nieve del ?rtico. Ahora, esta nueva investigaci¨®n aporta m¨¢s pistas sobre el viaje del pl¨¢stico a trav¨¦s de la atm¨®sfera.
Como explica Brahney, algunos trabajos han tratado de cuantificar el movimiento global del pl¨¢stico en el planeta, pero ignoraban la parte atmosf¨¦rica: ¡°Nuestros datos muestran que el ciclo del pl¨¢stico es una reminiscencia del ciclo mundial del agua, que tiene vidas atmosf¨¦ricas, oce¨¢nicas y terrestres¡±. El mismo n¨²mero de Science en el que aparece el trabajo de los parques nacionales incluye un comentario en el que los cient¨ªficos Chelsea Rochman y Timothy Hoellein defienden la necesidad de pensar en grande con las peque?as part¨ªculas e investigar este ciclo del pl¨¢stico como otros de los ciclos elementales globales.
Para estudiar el viaje de los micropl¨¢sticos hasta los parques nacionales de EE UU se utiliz¨® un sistema que recolecta a la vez deposiciones atmosf¨¦ricas h¨²medas y secas. B¨¢sicamente, se trata de dos cubos con un sensor de lluvia: cuando empiezan a caer gotas del cielo, de forma autom¨¢tica se tapa el cubo de las muestras secas y se deja al descubierto el de las h¨²medas, ocurriendo lo contrario al acabar de llover. En total, los investigadores recogieron 236 muestras h¨²medas y 103 secas (el n¨²mero de las primeras es mayor porque se recog¨ªan de forma semanal, mientras que con las otras se hac¨ªa cada mes o dos meses). A continuaci¨®n, todas estas deposiciones recolectadas en estos santuarios de la naturaleza fueron analizadas en el microscopio: el 98% de ellas conten¨ªan micropl¨¢sticos.
Si un pelo humano tiene un grosor de unas 80 micras (?m), el tama?o de las part¨ªculas pl¨¢sticas recogidas variaba entre 4 y 188 ?m, adem¨¢s tambi¨¦n se encontraron fibras de entre 20 ?m y 3 mil¨ªmetros. Gran parte de estos micropl¨¢sticos estaban en un rango similar al polvo que se mueve en la atm¨®sfera. No obstante, seg¨²n se recalca en el estudio, el pl¨¢stico tiene menor densidad que las part¨ªculas de tierra por lo que todav¨ªa resulta m¨¢s ¡°transportable¡±. En cuanto a su composici¨®n, la mayor parte de los micropl¨¢sticos fueron identificados como pol¨ªmeros utilizados en aplicaciones industriales y textiles.
Despu¨¦s de combinar los resultados de las muestras con la localizaci¨®n de las ciudades cercanas, los patrones meteorol¨®gicos locales y los modelos clim¨¢ticos, los investigadores concluyeron que los micropl¨¢sticos m¨¢s grandes fueron depositados durante la ca¨ªda de lluvia y posiblemente llegaron hasta all¨ª desde zonas urbanas cercanas durante tormentas. Al mismo tiempo, las part¨ªculas m¨¢s peque?as (que compon¨ªan la mayor¨ªa de la masa pl¨¢stica recogida) fueron recolectadas con tiempo seco y se cree que recorrieron mayores distancias.
Como se?ala Ga?l Le Roux, investigador de la Universidad de Toulouse (Francia) y uno de los autores del trabajo cient¨ªfico del a?o pasado que detect¨® deposiciones de pl¨¢stico en Pirineos, si bien el papel de la atm¨®sfera en la propagaci¨®n de micropart¨ªculas de este material se ha empezado a estudiar de forma reciente, cada vez son m¨¢s los indicios que prueban su importancia. ¡°Lo m¨¢s impresionante de nuestro estudio es que la cantidad de pl¨¢stico hallado en las monta?as era similar al que se encuentra en las grandes ciudades¡±.
Este especialista en biogeoqu¨ªmica incide en que cuando se eval¨²a la cantidad de pl¨¢stico en los oc¨¦anos hay una parte que no se sabe d¨®nde va. ¡°Deber¨ªa estar en los oc¨¦anos, pero no la encontramos: o bien desaparece, lo que es posible, pues puede ser descompuesto por organismos vivos, o bien va a la atm¨®sfera. Nos hacen falta m¨¢s datos", recalca.
?Qu¨¦ impacto tiene toda esta contaminaci¨®n para los seres vivos en la naturaleza y en las personas? Como se especifica en el estudio de los parques nacionales, aunque todav¨ªa es escasa la literatura cient¨ªfica sobre los efectos de los micropl¨¢sticos en los organismos terrestres, hay trabajos cient¨ªficos que han documentado da?os internos, reducci¨®n de la energ¨ªa o modificaci¨®n del comportamiento en organismos acu¨¢ticos por la ingesti¨®n de pl¨¢sticos. Asimismo, los investigadores de EE UU inciden en que, si bien se sabe todav¨ªa menos de lo que ocurre con los microbios, algunos estudios sugieren que este material puede influir en la composici¨®n de la comunidad microbiana. Expertos en toxicolog¨ªa advierten no tanto de los micropl¨¢sticos, como de determinados aditivos utilizados en su fabricaci¨®n. Por su parte, Le Roux incide en la degradaci¨®n de los micropl¨¢sticos en fragmentos todav¨ªa m¨¢s peque?os, nanopl¨¢sticos, que pueden llegar m¨¢s lejos en un organismo vivo.
¡°No sabemos realmente todas las implicaciones que tiene la acumulaci¨®n de estos materiales, hace falta m¨¢s investigaci¨®n¡±, destaca Brahney, que cree que un primer paso para encontrar soluciones a escala global pasa por identificar los mecanismos clave en la emisi¨®n del pl¨¢stico. Aun as¨ª, como incide, ¡°aunque se dejara de producir pl¨¢stico ahora mismo, la liberaci¨®n de pl¨¢stico en el entorno durante tanto tiempo hace que no se pueda parar su propagaci¨®n en la atm¨®sfera¡±.
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