Am¨¦rica no ve la salida
El mundo camina hacia el pico de la pandemia sin un horizonte claro. La emergencia sanitaria golpea ahora con m¨¢s fuerza a una regi¨®n profundamente desigual, que acumula casi la mitad de los casos
En marzo Am¨¦rica observaba el avance del coronavirus en el mundo con preocupaci¨®n desigual. Mientras Europa ya estaba desbordada por la pandemia, en la otra orilla del Atl¨¢ntico se tomaron las primeras medidas sin tener claro el horizonte. Despu¨¦s de Mil¨¢n y Madrid llegaron Nueva York, S?o Paulo o Guayaquil. Hoy los papeles se han invertido, aunque la incertidumbre sobre el desenlace es la misma. Lo ¨²nico cierto es que la emergencia sanitaria ...
En marzo Am¨¦rica observaba el avance del coronavirus en el mundo con preocupaci¨®n desigual. Mientras Europa ya estaba desbordada por la pandemia, en la otra orilla del Atl¨¢ntico se tomaron las primeras medidas sin tener claro el horizonte. Despu¨¦s de Mil¨¢n y Madrid llegaron Nueva York, S?o Paulo o Guayaquil. Hoy los papeles se han invertido, aunque la incertidumbre sobre el desenlace es la misma. Lo ¨²nico cierto es que la emergencia sanitaria est¨¢ lejos de remitir y no ha alcanzado su pico. Y Am¨¦rica es ahora el epicentro del virus, al tiempo que comienzan a registrarse rebrotes en Asia, algunos pa¨ªses europeos y los datos m¨¢s recientes indican que la India es una potencial bomba de relojer¨ªa.
La aceleraci¨®n de la propagaci¨®n de la enfermedad no es objeto de debate. Lo confirm¨® el viernes la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y la expansi¨®n de la covid-19 amenaza a una regi¨®n profundamente desigual. De Canad¨¢ a Argentina, seg¨²n los datos oficiales proporcionados por las autoridades locales, se cuentan alrededor de 220.000 muertes y m¨¢s de cuatro millones de contagios, casi la mitad del total a escala mundial. Estos n¨²meros explican las palabras de Tedros Adhanom Ghebreyesus, m¨¢ximo responsable del organismo multilateral. El mundo, afirm¨®, se asoma a una ¡°nueva fase peligrosa¡± con un horizonte poco claro.
Esa fase ya ha tenido en las ¨²ltimas semanas una colecci¨®n sobrecogedora de fotograf¨ªas que va m¨¢s all¨¢ del colapso sanitario y refleja debilidades estructurales, sobre todo en el sur del continente. Cad¨¢veres en las puertas de las viviendas en la provincia de Guayas, en Ecuador; muertos en la calle tras ser rechazados por los hospitales en Bolivia; desplazamientos de miles de personas sin trabajo, un fen¨®meno que se dio principalmente en Per¨², adem¨¢s de los m¨¢s de 75.000 venezolanos que regresaron a su pa¨ªs ante la desprotecci¨®n frente al coronavirus; cientos de casos de corrupci¨®n; falta de transparencia y repetidas muestras de irresponsabilidad, incluso negacionismo, de algunos Gobiernos como el de Jair Bolsonaro en Brasil.
Cada pa¨ªs tiene sus especificidades, pero Latinoam¨¦rica comenz¨® a aislarse muy pronto, en algunos casos cerrando a cal y canto sus fronteras como Colombia, al observar los efectos de la covid-19 en Europa. As¨ª las cosas, la regi¨®n va camino de registrar una de las cuarentenas m¨¢s largas del mundo. Inevitables, aunque con consecuencias devastadoras en ecosistemas econ¨®micos donde la informalidad laboral supera a menudo el 50%. El panorama general lo describi¨® a finales de abril la epidemi¨®loga colombiana Zulma Cucunub¨¢, del Imperial College de Londres. Esto es, la situaci¨®n es de enorme incertidumbre y todos tienen ante s¨ª caminos no transitados.
Esa reflexi¨®n no ha perdido hoy su vigencia. ¡°Para todos est¨¢ claro que el nuevo epicentro est¨¢ en el continente americano, predominantemente en Estados Unidos, que con m¨¢s de dos millones se ha convertido en el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de casos. Pero Am¨¦rica Latina probablemente se constituya en breve como otro, ya lo hemos observado en cinco pa¨ªses¡±, explica a EL PA?S H¨¦ctor Ra¨²l P¨¦rez G¨®mez, infect¨®logo de la Universidad mexicana de Guadalajara. En Brasil la epidemia avanza sin freno, con m¨¢s de un mill¨®n de contagios y casi 50.000 muertes. Per¨² est¨¢ postrado ante el coronavirus, los servicios sanitarios est¨¢n desbordados y las comunidades rurales del Amazonas y los pueblos ind¨ªgenas no logran hacer frente a la emergencia. Aunque oficialmente los casos son unos 250.000, a finales de mayo ya era el pa¨ªs del mundo con m¨¢s exceso de muertes, el 54% m¨¢s de lo habitual. M¨¦xico nunca decret¨® un confinamiento f¨¦rreo y ya ha superado los 20.000 fallecidos. Chile, con menos de 20 millones de habitantes, tiene m¨¢s de 230.000 casos. Y Colombia, que ha logrado contener con estrictas medidas de prevenci¨®n los estragos del virus y cuenta cerca de 2.000 muertes, ya ha emprendido un camino de reactivaci¨®n econ¨®mica que puede echar por tierra los esfuerzos de los ¨²ltimos meses. El viernes el pa¨ªs andino celebr¨® un ¡°d¨ªa sin IVA¡± que multiplic¨® las aglomeraciones en los comercios.
Sin embargo, mientras Europa ensaya su nueva normalidad y otras latitudes se preparan para afrontar la fase m¨¢s dura de la pandemia, resulta imposible estimar cu¨¢ndo llegar¨¢ el pico del coronavirus. Para ello ser¨ªa necesario poder realizar pruebas a todo el mundo y, adem¨¢s, la humanidad tendr¨ªa que responder a los mismos patrones de comportamiento y prevenci¨®n.
El caso de Latinoam¨¦rica es de alguna manera paradigm¨¢tico para ilustrar esa incertidumbre. ¡°?Qu¨¦ en particular resulta preocupante? Hay varios factores¡±, prosigue P¨¦rez G¨®mez. ¡°En primer lugar muchos pa¨ªses no est¨¢n realizando el suficiente n¨²mero de pruebas de laboratorio PCR para la detecci¨®n oportuna de la enfermedad. El no realizar suficientes pruebas de laboratorio genera primero incertidumbre en las cifras y en segunda instancia dificultad para cortar la cadena de transmisi¨®n. Hay pa¨ªses que se encuentran en la fase 3, donde el n¨²mero de contagios comunitarios se cuentan por miles cada d¨ªa. Tambi¨¦n es preocupante la prevalencia de comorbilidades. En M¨¦xico el 12% de la poblaci¨®n adulta tiene diabetes mellitus, el 35% tiene hipertensi¨®n arterial y hasta el 70%, sobrepeso y obesidad¡±.
A esos factores se a?aden las dificultades para mantener el aislamiento social. La cantidad de grandes metr¨®polis, los asentamientos informales sin servicios de salud, la necesidad de salir a trabajar de millones de personas que viven al d¨ªa o la precariedad del transporte. En definitiva, la desigualdad econ¨®mica, que en medio de estas circunstancias corre el riesgo de desatar una tormenta perfecta. Esto es, acentuar las turbulencias de la regi¨®n y limitar la capacidad de respuesta de los gobiernos. ¡°La desigualdad tiene muchos mecanismos mediante los cuales puede afectar el desempe?o econ¨®mico; hay uno inmediato y es la agravante de las tensiones sociales¡±, indica Juan Huitzilihuitl Flores Zendejas, profesor del Instituto de Historia Econ¨®mica Paul Bairoch de la Universidad de Ginebra. ¡°Estas tensiones, t¨ªpicas en pa¨ªses tan desiguales como los latinoamericanos, se agudizan durante las crisis econ¨®micas. ?Qu¨¦ quiere decir esto? Que existen riesgos de inestabilidad pol¨ªtica, porque hay m¨¢s incentivos de los sectores m¨¢s afectados por la crisis para recurrir a canales no institucionales para manifestar su descontento, como ya ven¨ªa siendo el caso antes de la crisis¡±.
Aunque las caracter¨ªsticas del pa¨ªs son muy distintas, ese es tambi¨¦n el desaf¨ªo de la India, que pese a haber informado de alrededor de 13.000 muertes desde el comienzo de la pandemia ha registrado un aumento exponencial de los casos esta ¨²ltima semana. El gigante asi¨¢tico, con alrededor de 1.300 millones de habitantes, decret¨® el confinamiento desde finales de marzo y lo extendi¨® hasta el 30 de junio en las llamadas ¡°zonas de contenci¨®n¡±, donde se concentra el mayor n¨²mero de contagiados. Los efectos de la reapertura son a¨²n una inc¨®gnita, pero si no hay una inversi¨®n de tendencia se producir¨¢ antes de alcanzar el pico de la crisis sanitaria.
?frica es otra gran desconocida en medio de esta emergencia. Sigue siendo, seg¨²n los datos oficiales, uno de los continentes menos afectados por la covid-19 con unos 300.000 casos declarados, que representan cerca del 3% mundial cuando tiene el 17% de la poblaci¨®n del planeta y unos 7.500 fallecidos (el 1,6% mundial). Sin embargo, todas las alertas est¨¢n encendidas por la creciente aceleraci¨®n de los contagios en el ¨²ltimo mes. La pandemia lleg¨® m¨¢s tarde, tanto por la menor conectividad africana con el exterior como por la rapidez de los cierres de fronteras, pero la batalla ser¨¢ larga y est¨¢ lejos de haberse ganado. Adem¨¢s, para tratar de amortiguar un brutal batacazo econ¨®mico, las fronteras se ir¨¢n reabriendo en las pr¨®ximas semanas, incluso en plena aceleraci¨®n de la pandemia, informa Jos¨¦ Naranjo.
La reapertura de las fronteras y la reactivaci¨®n plantean un dilema similar en Am¨¦rica Latina. ¡°Podr¨ªa ser un riesgo enorme para Latinoam¨¦rica si contin¨²a o piensa que va a poder continuar igual que siempre¡±, se?ala Sergio Guzm¨¢n, director de la consultora Colombia Risk Analysis. ¡°El modelo de sobredependencia de las materias primas y la falta de valor agregado en la cadena de servicios nos ha hecho especialmente vulnerables a los choques externos¡±. La paradoja es que eso representa tambi¨¦n una oportunidad para cambiar el paradigma y centrar los esfuerzos en ¡°crecimiento verde, educaci¨®n, tecnificaci¨®n de la mano de obra o la manufactura, ahora que el mundo se va a desligar un poco de China¡±. Pero todos son escenarios de futuro que dependen, en definitiva, de la evoluci¨®n de la pandemia. Que se acelera, que continuar¨¢ y que a¨²n no ha alcanzado su pico.
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