Ciudadanos elegidos por sorteo para buscar soluciones al cambio clim¨¢tico

A Hugues-Olivier Brillouin, un fot¨®grafo de un peque?o pueblo de 520 habitantes en el centro de Francia, le llamaron en septiembre para decirle que era uno de los elegidos. Uno de los 150 ciudadanos escogidos al azar en todo el pa¨ªs para participar en la Convenci¨®n Ciudadana sobre el Clima, la variante francesa de las asambleas que se est¨¢n realizando en diversos pa¨ªses europeos para escuchar las propuestas de la sociedad contra el cambio clim¨¢tico, uno de los compromisos de la Declaraci¨®n de Emergencia Clim¨¢tica aprobada por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez en enero.

¡°No s¨¦ si ocurre tambi¨¦n en Espa?a el acoso telef¨®nico de empresas que quieren vender algo, yo al principio pens¨¦ que era algo de eso y no hice caso¡±, cuenta este franc¨¦s de 61 a?os. ¡°Me volvieron a llamar y dije que no, porque entonces era esc¨¦ptico con el cambio clim¨¢tico. S¨ª que pensaba que algo fallaba con el clima, pero consideraba que este desorden no se deb¨ªa a la acci¨®n humana, sino a la actividad solar, por lo que no entend¨ªa c¨®mo podr¨ªamos luchar nosotros contra ello¡±.

La primera iniciativa de este tipo surgi¨® en 2014 en Suecia, form¨¢ndose all¨ª el llamado Parlamento Popular por el Clima (Klimatriksdagen), que desde entonces hace llegar propuestas contra el cambio clim¨¢tico al Gobierno del pa¨ªs. En este caso, fue un movimiento desde abajo liderado por organizaciones ambientalistas y personas preocupadas por estas cuestiones. En cambio, en el Reino Unido y en Francia se ha organizado desde los poderes p¨²blicos, y con una especie de loter¨ªa ciudadana para seleccionar a un grupo de personas representativo de la sociedad. As¨ª fue como llamaron a Brillouin y le intentaron persuadir para que aceptara formar parte de la asamblea ciudadana francesa, aunque fuera esc¨¦ptico con la responsabilidad humana en el calentamiento del planeta. ¡°Estuvimos 45 minutos al tel¨¦fono y esa persona me convenci¨® para que participara¡±, relata este fot¨®grafo que vive en Saint-Quentin-sur-Indrois (centro del pa¨ªs).

Aparte de ¨¦l, el azar junt¨® a muy diversos perfiles de toda Francia, con realidades muy distintas, a los que no se les pidi¨® tener ning¨²n conocimiento de climatolog¨ªa, econom¨ªa o cualquier otro ¨¢mbito. La misi¨®n de estos elegidos era sentarse a hablar sobre c¨®mo lograr los dr¨¢sticos recortes de emisiones que se requieren para evitar que el planeta siga calent¨¢ndose y que tanto pueden influir en las vidas de todos. ¡°Ha sido una gran idea hacer esta asamblea, se puede poner en tela de juicio que hayamos sido escogidos por sorteo, pues no somos especialistas, pero despu¨¦s de haber escuchado y debatido con profesionales, expertos y cient¨ªficos nos damos cuenta de que s¨ª podemos sacar algo positivo para reducir las emisiones¡±, destaca Brillouin, ahora un convencido de la responsabilidad humana en el cambio clim¨¢tico despu¨¦s de escuchar a varios climat¨®logos en la primera sesi¨®n de la convenci¨®n. La primera reuni¨®n de un proceso que con la pandemia se ha alargado nueve meses y que acaba de terminar justo ahora.

Informe final en Francia

Los trabajos de la Convenci¨®n Ciudadana por el Clima de Francia empezaron en octubre y terminaron hace una semana. El foro, organizado por el Consejo Econ¨®mico, Social y Medioambiental y con un presupuesto de 5,4 millones de euros, se puso en marcha por decisi¨®n de Emmanuel Macron como respuesta a la revuelta de los chalecos amarillos entre finales de 2018 y principios de 2019, en su origen, una protesta contra la subida de una ecotasa al carburante, que penaliz¨® a los franceses de zonas perif¨¦ricas de Francia que necesitan el autom¨®vil para desplazarse. La tasa evidenciaba las contradicciones potenciales entre medidas para reducir las emisiones que provocan el cambio clim¨¢tico, y la justicia social.

Los 150 ciudadanos elegidos, por medio de un sorteo organizado por el instituto demosc¨®pico Harris, conformaban una muestra representativa de Francia por sexo, edad, nivel de estudios, categor¨ªas profesionales y territorios. Estos participantes voluntarios recib¨ªan una indemnizaci¨®n por su trabajo. El objetivo fijado era ¡°definir una serie de medidas que [permitan] alcanzar una reducci¨®n de al menos un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aqu¨ª a 2030 (respecto a 1990) en un esp¨ªritu de justicia social¡±.

El informe final, con 149 propuestas, se adopt¨® el 21 de junio. Plantea, entre otras medidas, introducir en la Constituci¨®n francesa la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la defensa del medio ambiente, y el reconocimiento en el C¨®digo Penal del crimen de ecocidio. Tambi¨¦n propone reducir la velocidad m¨¢xima en las autopistas de 130 a 110 kil¨®metros por hora, renovar todos los edificios en 2040 para limitar el consumo energ¨¦tico, reducir en un 20% el consumo de carne y productos l¨¢cteos, la regulaci¨®n estricta de la publicidad de productos contaminantes como los veh¨ªculos SUV, y una incitaci¨®n a reducir el consumo superfluo.

La inc¨®gnita es qu¨¦ ocurrir¨¢ con las propuestas. Macron, que tiene en la mesa otras iniciativas para dise?ar el mundo poscovid-19, debe decidir si somete todo el documento a refer¨¦ndum ¡ªuna operaci¨®n de alto riesgo, pues la votaci¨®n podr¨ªa convertirse en un refer¨¦ndum sobre sus pol¨ªticas, m¨¢s all¨¢ del medioambiente¡ª o, como desea la convenci¨®n, solo dos puntos: el reconocimiento del cambio clim¨¢tico en la Constituci¨®n y la introducci¨®n del ecocidio en el Derecho franc¨¦s. Otra opci¨®n ser¨ªa limitarse a aplicar por la v¨ªa legislativa o reglamentaria las medidas de la convenci¨®n. Se espera que hoy lunes el presidente reciba a los 150 ciudadanos.

Primer informe en el Reino Unido

Los 108 brit¨¢nicos que participan en Climate Assembly UK, la primera asamblea ciudadana contra el cambio clim¨¢tico en el Reino Unido, han reclamado al Gobierno de Boris Johnson que aproveche la oportunidad generada por la pandemia del coronavirus ¡°para cambiar el modo en que funciona la econom¨ªa y los h¨¢bitos de vida¡± de las personas. La asamblea fue una iniciativa parlamentaria surgida a finales del a?o pasado despu¨¦s de las protestas por todo el pa¨ªs impulsadas por el movimiento Extinction Rebellion. Seis comisiones de la C¨¢mara de los Comunes (Comercio e Industria, Medio Ambiente, Vivienda, Administraciones Locales, Ciencia y Tecnolog¨ªa y Econom¨ªa) organizaron las primeras reuniones en la localidad de Birmingham, de enero a marzo, hasta que la irrupci¨®n de la covid-19 oblig¨® a proseguir los trabajos de modo telem¨¢tico. El primer informe provisional se public¨® el pasado 22 de junio, a la espera de unas conclusiones definitivas que deber¨¢n ajustarse a los planes presupuestarios que el Gobierno de Johnson dar¨¢ a conocer antes del verano.

El 79% de los miembros de la asamblea defiende que ¡°los pasos que adopte el Gobierno para ayudar a una recuperaci¨®n de la econom¨ªa deben ser dise?ados para lograr el objetivo de cero emisiones¡±. Entre las propuestas incorporadas destacan la limitaci¨®n de inversiones en industrias dependientes del carb¨®n, replanteamiento de las infraestructuras del pa¨ªs o apoyo a las industrias de baja emisi¨®n.

La ¡°oportunidad¡± creada por la pandemia, sostiene la asamblea, debe ser un impulso para cambiar h¨¢bitos de vida como el fomento del teletrabajo o nuevos modos de desplazamiento. ¡°Debe animarse a la gente a que siga caminando, corriendo o usando la bicicleta a diario, como modo de reducir el uso de coches para recorridos cortos¡±, dice uno de los ciudadanos brit¨¢nicos que ha participado. Las opiniones de todos ellos aparecen reflejadas en el informe de modo an¨®nimo, para facilitar el libre debate. La asamblea publicar¨¢ su informe definitivo el pr¨®ximo mes de septiembre.