Hoy me quedo en casa, ma?ana ir¨¦ a la oficina. O no
Una mirada al teletrabajo totalmente flexible, uno de los modelos m¨¢s alabados por los expertos
Cuando David Gea vuelva de vacaciones, ir¨¢ a la oficina unos d¨ªas. Otros se quedar¨¢ en casa. Depender¨¢ de si tiene que llevar a sus dos hijos a clase esa semana o de las reuniones que como responsable de Experiencia de Cliente de ING quiera mantener con su equipo cara a cara. ¡°No me planteo un plan inicial¡±, cuenta por tel¨¦fono el directivo, de 44 a?os, apurado por ultimar tareas previas al asueto. Est¨¢ teletrabajando desde la habitaci¨®n del hijo. El 1 de septiembre, los 1.400 empleados del banco en Espa?a podr¨¢n trabajar en la sede del centro de Madrid o donde decidan y cuando decidan. La s¨²bita migraci¨®n a casa impuesta por el confinamiento, en el que todos se llevaron el port¨¢til, un tel¨¦fono y un monitor, adem¨¢s de una silla ergon¨®mica si quer¨ªan ¡ªen ese momento el banco se estaba mudando de la localidad madrile?a de Las Rozas a la capital y el antiguo mobiliario se puso a disposici¨®n de los trabajadores¡ª ha acelerado un proceso que llevaban m¨¢s de un a?o preparando, dice el director de recursos humanos, Isaac Vitini. ¡°Los trabajadores lo demandaban, lo m¨¢s valorado para ellos es la flexibilidad¡±. La compa?¨ªa ya ofrec¨ªa la posibilidad de entrar y salir en horario variable.
Alrededor de 150 personas de todas las ¨¢reas, Gea entre ellos, hab¨ªan probado tres f¨®rmulas de teletrabajo. En el primer piloto, un d¨ªa fijo de la semana, que no se pod¨ªa cambiar, estaba fuera de la oficina. En el siguiente, el directivo trabajaba a distancia hasta dos d¨ªas y decid¨ªa cu¨¢les ¡ª¡±pod¨ªan ser incluso dos ma?anas y dos tardes¡±, puntualiza¡ª. En el ¨²ltimo, la libertad era total. ¡°Este fue el mejor porque te da la mayor flexibilidad, cuando tienes un d¨ªa obligado para ir a la oficina, muchas veces no te viene bien. Con dos d¨ªas y organiz¨¢ndote t¨², mejoraba, claro¡±. El rendimiento de todos durante el experimento, dice el director de recursos humanos, fue igual o mayor. Gea tuvo la sensaci¨®n de ser m¨¢s productivo, se ahorraba los 40 minutos de ir a la oficina y pod¨ªa visitar m¨¢s a su madre, que vive cerca de su casa, sacar tiempo para jugar al p¨¢del o encargarse de los ni?os. Pero le costaba diferenciar entre el trabajo y lo personal.
Sus compa?eros optaron tambi¨¦n por el modelo m¨¢s flexible: logr¨® un 8,73 sobre 10 en satisfacci¨®n, a¨²n m¨¢s puntuaci¨®n al valorar la conciliaci¨®n (8,94) y un 10 en adaptaci¨®n. Esta f¨®rmula es la m¨¢s alabada por los expertos. ¡°El teletrabajo bien hecho es dar opciones al trabajador para que se organice como mejor le convenga¡±, dice Eva Rimbau, profesora de la UOC y especialista en teletrabajo. ¡°No es decirle ¡®tienes que estar siempre en casa¡¯. Que haya una cierta interacci¨®n en persona es beneficioso. Hay gente que prefiere no ir a la empresa pr¨¢cticamente para nada m¨¢s que lo imprescindible, y hay a quien le va mejor ir a la oficina. Imponer que hay que teletrabajar dos d¨ªas o tres o cuatro o tres semanas de cada mes no ser¨ªa lo ideal. Lo ideal ser¨ªa dar opciones¡±.
El directivo ha echado de menos a sus compa?eros, metido en casa. ¡°La paradoja es que estamos hiperconectados, pero a la vez hiperaislados¡±, asegura el psic¨®logo social Francisco D¨ªaz Bretones, experto en teletrabajo. ¡°Por eso, la soluci¨®n no puede ser el teletrabajo total, cierta dosis de presencialidad es importante¡±.
El responsable de recursos humanos de ING calcula que los empleados pasar¨¢n el 40% del tiempo en casa, ¡°pero el que no quiera teletrabajar nunca, tendr¨¢ la posibilidad de hacerlo¡±, dice. ?Qu¨¦ inconvenientes observaron en el experimento? Uno de ellos fue el aislamiento y la falta de contacto personal. Para ello funciona la organizaci¨®n en equipos de cinco a siete personas que acuerdan cu¨¢ndo acuden a la oficina todos. ?Algo m¨¢s? ¡°Hab¨ªa m¨¢s reuniones y los horarios de trabajo se dilataban¡±. La soluci¨®n: los encuentros virtuales ya no duran m¨¢s de 45 minutos, tienen que tener un objetivo y se deben realizar entre las diez de la ma?ana y las cuatro de la tarde. Y luego est¨¢ la regla de las siete-siete: no se puede llamar ni mandar correos antes de las siete de la ma?ana ni despu¨¦s de las siete de la tarde.
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