Una clienta del restaurante de Formentera que mantuvo a camareros infectados: ¡°Las siete que comimos all¨ª hemos dado positivo¡±
La afectada denuncia que el grupo de amigas regres¨® a varias ciudades de la Pen¨ªnsula y tuvieron que pagar su PCR tras enterarse ¡°de casualidad¡± del cierre del local
La historia de unas vacaciones por las Baleares que pod¨ªan haber sido el viaje del verano terminaron en pesadilla para un grupo de amigas por culpa del coronavirus. El pasado 7 de agosto Irene y sus siete amigas, todas de unos 30 a?os, desembarcaron en Formentera procedentes de varias ciudades de la Pen¨ªnsula como Murcia y Madrid. Amigas desde los a?os de universidad decidieron pasar unos d¨ªas disfrutando de las playas y calas de una isla que a principios de agosto contaba con una quincena de casos activos. Hasta que todo se torci¨® tras una comida en el restaurante kiosko El Pirata, clausurado por orden del Gobierno de Baleares despu¨¦s de que cinco empleados en cuarentena estuvieran trabajando y se hayan detectado 15 positivos en la plantilla.
El propietario del local y tambi¨¦n juez de paz de la isla fue detenido el pasado domingo y qued¨® posteriormente en libertad acusado de presuntos delitos de lesiones y contra los derechos de los trabajadores por tener a los empleados en cuarentena trabajando. El local fue clausurado el 14 de agosto por orden del Gobierno de Baleares despu¨¦s de que una inspecci¨®n constatara las irregularidades. Adem¨¢s, se hizo un llamamiento para que los clientes que hab¨ªan estado en el establecimiento entre el 10 y el 14 de agosto se sometieran a pruebas PCR para comprobar si se hab¨ªan contagiado.
Tras tres d¨ªas en la isla, el lunes 10 de agosto por la ma?ana el grupo despidi¨® a una de sus integrantes, que tuvo que adelantar su regreso a Madrid y que ha resultado ser la ¨²nica que se libr¨® de la infecci¨®n. Unas horas despu¨¦s las siete amigas decidieron ir a comer a El Pirata, un local con gran parte del mobiliario al aire libre ubicado en la arena de Ses Illetes, una de las playas m¨¢s visitadas de la isla. Sangr¨ªa de cava, mejillones, ensaladas y algunos postres en un d¨ªa soleado. La cuenta fue de 591 euros, incluyendo la comida y las copas de la sobremesa. ¡°All¨ª es casi todo al aire libre, los camareros es verdad que en algunos casos llevaban la nariz fuera de la mascarilla, pero tampoco reparas en ese momento¡±, cuenta Irene. Sin embargo, en el viaje de regreso a la Pen¨ªnsula -en vuelos a tres ciudades diferentes- Irene ley¨® en la prensa local que el restaurante El Pirata hab¨ªa sido clausurado porque cinco trabajadores que deb¨ªan estar en cuarentena por dos positivos en la plantilla hab¨ªan estado trabajando.
¡°Al llegar a Murcia me asust¨¦ bastante porque vi que el Gobierno balear hab¨ªa hecho un llamamiento a los clientes que hab¨ªan estado en el establecimiento entre el 10 y el 14 de agosto. Fui a mi centro de salud y les expliqu¨¦ lo del llamamiento para la prueba, pero me dijeron que un camarero no era un contacto directo y que no me hac¨ªan la PCR porque no ten¨ªa s¨ªntomas¡±, se?ala Irene, que decidi¨® pagar por la prueba en un centro privado por temor a portar la enfermedad y contagiar a sus padres, que regentan un negocio propio en la ciudad.
Como sospechaba y ratific¨® el test se hab¨ªa contagiado de coronavirus, igual que las otras seis componentes del grupo, del cual la mayor¨ªa tuvo que pagar por la PCR. ¡°Solo hubo una a la que el centro de salud le hizo la prueba y fue porque ten¨ªa s¨ªntomas muy evidentes. Otra de las amigas se encontraba de viaje y termin¨® contagiando a otra compa?era¡±, dice Irene, que no ha sufrido s¨ªntomas de la enfermedad y est¨¢ esperando a que una nueva PCR confirme que ya est¨¢ curada. Sus amigas han desarrollado s¨ªntomas, aunque ninguna ha precisado ingreso hospitalario. Ella decidi¨® autoaislarse tras leer sobre lo ocurrido en el restaurante pero lamenta que nadie les advirtiera de lo ocurrido.
¡°Nosotras lo vimos de casualidad en la prensa local porque alguien nos envi¨® la noticia, pero mucha gente quiz¨¢s no se ha enterado. Tendr¨ªan que haber tenido un registro de las reservas y los clientes del restaurante. Puede que con ese listado si llamas al que ha hecho la reserva, puedas avisar al resto de los comensales¡±, a?ade la clienta afectada. Irene y sus amigas creen que se contagiaron en el local, ya que la ¨²nica amiga que no dio positivo es la que se march¨® por la ma?ana, antes de la comida en El Pirata.
A trav¨¦s de amigos comunes han dado con otro grupo de 14 chicas que estuvo comiendo en el restaurante en las mismas fechas de las que posteriormente 11 han dado positivo por coronavirus.
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