¡°La gente a¨²n se molesta si le dices que no se debe compartir la paella¡±
Isaura Navarro, secretaria auton¨®mica de Salud P¨²blica de la Generalitat valenciana, pone el foco en la relajaci¨®n de las normas en la intensa vida social en Espa?a como causa del incremento de contagios
Isaura Navarro, secretaria auton¨®mica de Salud P¨²blica de la Generalitat valenciana, se muestra especialmente preocupada por la relajaci¨®n de las normas contra el coronavirus. Lo ve todos los d¨ªas: tapas y comidas que se comparten en el mismo plato, encuentros de amigos y familiares en terrazas o en casa en los que la confianza acaba por hacer olvidar los riesgos dela pandemia. Esta pol¨ªtica de Comprom¨ªs y abogada valenciana, de 46 a?os, recuerda que el 75% de los brotes tiene un origen social y, aunque no llega a eximir a los Gobiernos central y auton¨®micos de la responsabilidad de que Espa?a sea el pa¨ªs de Europa con m¨¢s contagiados despu¨¦s de Rusia, s¨ª incide en la responsabilidad de los ciudadanos.
Pregunta. ?A qu¨¦ atribuye el mayor crecimiento del n¨²mero de contagios en Espa?a con respecto a otros pa¨ªses?
Respuesta. Lo primero que har¨ªa falta es pararse un poco y realizar un estudio riguroso sobre los brotes y los comportamientos sociales. Pero la pandemia no para. Todo el mundo es consciente de que en Espa?a las relaciones familiares y de amistad son amplias, que nos gusta tocarnos y vernos; nos juntamos mucho para comer, en los bares, en casa, en la calle, tenemos un clima agradable... Todo esto ya se sabe. Pero en un entorno en el que la gente se siente c¨®moda es m¨¢s f¨¢cil quitarse la mascarilla y olvidarse del cumplimiento de las normas, de mantener la distancia de metro y medio. Esto se olvida cuando se est¨¢ con amigos de confianza y familiares en un ambiente relajado. Cualquiera puede verlo y comprobarlo. Es muy dif¨ªcil cambiar estos h¨¢bitos sociales aunque se recuerde continuamente a la gente que tu amigo o tu familiar puede ser portador y a¨²n no haber desarrollado el virus o ser asintom¨¢tico, aunque todo el mundo se encuentre bien en la comida del domingo.
P. ?Entonces la culpa es solo de la gente y de las costumbres?
R. No, no se puede decir eso. Hay que estudiar todos los factores, pero los comportamientos sociales est¨¢n encima de la mesa. Y lo m¨¢s f¨¢cil es echarle la culpa al Gobierno. Veo a la gente, a mis amigos, a mis familiares, hablamos con los expertos, y vemos c¨®mo nos comportamos dentro y fuera de casa, cuando estamos relajados. Muchos se olvidan de la pandemia y cuando se pone la paella en medio de la mesa hay gente que a¨²n se molesta si le dices que no se debe compartir [en el mismo caldero] o que no lo saben¡
P. Hay establecimientos que han dejado de ofrecer tapas¡
R. Tenemos la costumbre de compartir los platos, de ir picando directamente, de no ponerte en el plato, y eso no ocurre en otros pa¨ªses, ni en Italia, con la que se nos compara. Y es un elemento contagioso, no hay duda. Te sacan un plato de ensaladilla rusa, de aceitunas sin palillos.... Cuesta mucho que la gente cambie sus h¨¢bitos. Tambi¨¦n hay un problema de llamarlo nueva normalidad. El t¨¦rmino normalidad no encaja bien para hacer entender a la gente que tiene que cambiar los h¨¢bitos anteriores.
P. ?Est¨¢ mal visto advertir socialmente sobre el incumplimiento de las normas?
R. A qui¨¦n no le ha pasado que viene un amigo muy querido, un familiar, que te quiere abrazar o besar, incluso con mascarilla, a pesar de que nosotros intentamos cumplir. Sigue estando mal visto no corresponder.
P. ?Exime a los Gobiernos, central o auton¨®micos, de cualquier responsabilidad en c¨®mo se han disparado los contactos?
R. Son cosas diferentes. Cada uno tiene su responsabilidad. Pero, insisto, si se cumplen las normas se reducen los contagios y cumplirlas es responsabilidad de cada uno. No se puede estar vigilando continuamente. Y en Espa?a el 75% de los brotes son de ¨¢mbito social y familiar. Ese es un dato objetivo.
P. Y la falta de material sanitario en un principio, los problemas en las residencias, los cambios de criterio, la falta de previsi¨®n, de rastreadores¡
R. La compra de material sanitario es otra cuesti¨®n. Desde el principio, cuando apareci¨® el virus en China, preguntamos a los hospitales valencianos sobre su abastecimiento y empezamos a encargar las compras. Cuando el virus se dispar¨® en Europa era muy dif¨ªcil, porque quien prove¨ªa de material era China y esta estaba en plena pandemia. Alemania hizo lo mismo, y Estados Unidos, y luego Francia. Esta situaci¨®n evidenci¨® que no podemos depender de otro pa¨ªs en la fabricaci¨®n de productos sanitarios por muy baratos que lo vendan. Ahora se est¨¢ trabajando en una reconversi¨®n de la industria textil de esta comunidad aut¨®noma para garantizar los suministros. Tambi¨¦n a nivel estatal se han adoptado medidas. Se tuvo que reaccionar con mucha celeridad ante un problema desconocido. Aqu¨ª y en todo el mundo.
P. ?Y a qu¨¦ atribuye la extensi¨®n de las teor¨ªas conspirativas?
R. Cuando no quieres aceptar algo, la negaci¨®n es una opci¨®n. Que esto lo hagan algunos profesionales, aunque sean pocos, que atienden a la ciudadan¨ªa lo convierte en un problema.
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