¡°Estamos abocados a un segundo confinamiento¡±
Aurora Bueno, catedr¨¢tica de Salud P¨²blica en la Universidad de Granada, estima que no quedan ¡°otras alternativas¡±
El horizonte pr¨®ximo que dibuja Aurora Bueno (Villanueva del Arzobispo, Ja¨¦n, 1960), catedr¨¢tica de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica en la Universidad de Granada, es oscuro. Con tono pausado y did¨¢ctico, explica que ve ¡°quemados¡± a los pol¨ªticos que informan sobre la pandemia y critica su falta de previsi¨®n y reformas para frenar la segunda ola. Vive en una ciudad con una incidencia acumulada desorbitada, al borde de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, que en breve tendr¨¢ toque de queda ¡ªsi los jueces lo autorizan¡ª y desde ma?ana estar¨¢ confinada perimetralmente.
Pregunta. ?C¨®mo observa el avance del coronavirus?
Respuesta. Se ve¨ªa venir, pero las cifras est¨¢n descontroladas a todos los niveles, con lo cual los hospitales est¨¢n pr¨®ximos a la saturaci¨®n. La atenci¨®n primaria est¨¢ absolutamente colapsada. Est¨¢ pasando lo mismo en toda Europa, por lo que tampoco se puede culpar a nuestro Gobierno exclusivamente. El presidente ha pedido responsabilidad social a los ciudadanos, pero est¨¢n cansados, han perdido la confianza en las autoridades sanitarias, eso es muy importante.
Estamos abocados a un segundo confinamiento, parece que no quedan otras alternativas m¨¢s que limitar absolutamente la movilidad de la gente. Desde que se acab¨® el confinamiento hasta ahora no se ha hecho ninguna reforma en el sistema sanitario ni se han dado pasos para frenar una segunda oleada, que era totalmente previsible. Ni a nivel hospitalario ni mucho menos en la atenci¨®n primaria. Aun as¨ª, estamos mucho mejor que en marzo porque tenemos m¨¢s herramientas diagn¨®sticas, m¨¢s recursos terap¨¦uticos, y ya no damos palos de ciego. Pero la prevenci¨®n sigue fallando.
P. ?Cu¨¢n cerca estar¨ªa ese segundo confinamiento?
R. Las cifras son elevad¨ªsimas y los recursos hospitalarios se saturan. Est¨¢ aumentando de nuevo el exceso de mortalidad y la tasa de contagio, no quedar¨¢ otra alternativa. Pero todo el que ha hecho previsiones se ha equivocado, por el imprevisible comportamiento de la enfermedad. Hace falta la colaboraci¨®n individual de todos y cada uno, y eso requiere confianza y la gente ya no se f¨ªa.
P. Si en Espa?a la incidencia acumulada media es de 348 casos por 100.000 habitantes. ?C¨®mo califica la situaci¨®n de Granada con 976 casos, que casi triplica esa cifra y sigue al alza?
R. La situaci¨®n de Granada es de alto riesgo, sin duda. Pero tambi¨¦n la de Pa¨ªs Vasco, Navarra, gran parte de Castilla y Le¨®n... Las medidas hay que tomarlas a partir de los 50-60 por 100.000 habitantes. Ha habido un relajamiento muy grande durante todo el verano. Vamos con mascarilla, pero en cuanto podemos nos sentamos para quit¨¢rnosla. Estamos pidiendo imposibles a la poblaci¨®n porque a cualquier persona que ha sido contacto de riesgo se le pide confinarse, pero el se?or que tiene que hacer un porte para comer, se calla. Entre un riesgo futuro y uno inmediato, cualquiera elige el riesgo futuro. El se?or que trabaja en una cafeter¨ªa y da positivo, cuando lo comunica a su jefe, este le pide que diga que estaba de vacaciones, porque si no cierra el establecimiento.
P. ?Cu¨¢l puede ser la alternativa?
R. O bien se da un soporte social junto a las recomendaciones sanitarias, o ajustamos estas a lo posible. Estamos pidiendo a la poblaci¨®n que sea m¨¢s responsable que nuestros pol¨ªticos, y eso no funciona.
P. ?Es eficaz el toque de queda, que afecta de manera leve a la movilidad?
R. La eficacia de cada medida depende del momento en que se tome. El mes pasado asumimos que el incremento de los contagios se deb¨ªa a la movilidad juvenil, por sus dificultades para mantener el aislamiento social. Ah¨ª el toque de queda ten¨ªa mucho sentido porque limitabas este ocio vinculado al alcohol y a fiestas privadas, pero en este momento tenemos el contagio en toda la comunidad, no sabemos de d¨®nde viene la fuente: en la panader¨ªa a las 12.00 tienes el mismo riesgo de contagiarte que en un bar a medianoche.
Si todo el mundo mantiene la precauci¨®n, limita su movilidad y se queda en casa salvo lo imprescindible, hay alguna posibilidad de controlarlo. Pero somos 47 millones de personas, cada una con su propia ideolog¨ªa, y mucha gente piensa que lo mejor es contagiarse lo antes posible porque as¨ª se quitan problemas. Es complicado. Lo ideal ser¨ªa no recurrir a medidas coercitivas, pero en este momento todas las medidas llegan tarde.
P. ?Es ut¨®pico el objetivo del Gobierno de reducir la incidencia a 25 casos por cada 100.000 habitantes?
R. Por debajo de esa cifra hemos estado en verano, claro que es posible. Pero no lo veo inmediato. Estamos con tasas muy altas de contagio, sin recursos sanitarios y sociales para aislar los casos y los contactos.
P. ?Qu¨¦ nota le pone al Gobierno y la Junta en su gesti¨®n de la pandemia?
R. Los Gobiernos han hecho lo que han podido. Tomar decisiones en un escenario de incertidumbre siempre es dif¨ªcil. No critico la gesti¨®n del Gobierno porque no puedo pensar que yo lo hubiera hecho mejor. Mi cr¨ªtica fundamental es que est¨¢n quemados, han perdido la confianza de la gente, han dado mensajes contradictorios en muy repetidas ocasiones, con lo cual hace falta cambiar las caras que dan informaci¨®n al p¨²blico.
Se reforz¨® la atenci¨®n hospitalaria cuando hizo falta y eso hay que aplaudirlo, pero no se ha reforzado la respuesta de atenci¨®n primaria ni tampoco en salud p¨²blica para evitar que la segunda ola nos pillara tan desprevenidos como la primera. Los hospitales est¨¢n alcanzando un nivel de saturaci¨®n important¨ªsimo y ahora se est¨¢n cancelando otras intervenciones, decisi¨®n que deber¨ªa haberse tomado hace dos semanas. Los profesionales sanitarios est¨¢n absolutamente extenuados, no han tenido tiempo de recuperarse y ya les estamos pidiendo que vuelvan a ser h¨¦roes.
P. ?Qu¨¦ ha pesado m¨¢s para que la gesti¨®n de la segunda ola haya sido deficiente?
R. No lo s¨¦, es muy dif¨ªcil que la clase pol¨ªtica anteponga la salud de la poblaci¨®n ante otros intereses. La salud no es una necesidad imperiosa, asumes que la vas a tener siempre. Han dado por resuelto el problema y no han pensado que podr¨ªa volver y que habr¨ªa que reforzar, hab¨ªa otras prioridades. Ni se han abordado reformas econ¨®micas teniendo en cuenta que la situaci¨®n mundial hace muy poco probable que Espa?a pueda seguir viviendo del turismo en los pr¨®ximos cinco o 10 a?os. Tiene que ser una prioridad la reforma del sector servicios y buscar otros mecanismos de producci¨®n.
En cuanto se vio que hab¨ªa puntos negros en el consumo de ocio se ten¨ªan que haber tomado medidas, y una sensata para este Gobierno, al que tanto le gusta subir impuestos, ser¨ªa poner una tasa alt¨ªsima de responsabilidad social a las bebidas alcoh¨®licas. Tambi¨¦n es fundamental la reforma sanitaria y trabajar en prevenci¨®n, que requiere investigaci¨®n en vacunas. La vacuna ser¨¢ la mejor soluci¨®n, pero tiene que ser eficaz y muy segura, porque al ponerse masivamente, como tenga una tasa mediana de efectos adversos crear¨¢ much¨ªsimo rechazo, es alimentar a los antivacunas. Pero mientras, hay que poner los medios para que la gente respete las indicaciones de prevenci¨®n y a la vez poderse ganar la vida, y eso es muy complicado.
P. ?Qu¨¦ le pareci¨® el cierre del campus en Granada con los bares abiertos?
R. Un disparate. Una medida innecesaria e imprudente, por no tener en cuenta los aspectos adversos. Cerrar las aulas supone cerrar sitios seguros, pero sobre todo liberar al sector joven de cualquier obligaci¨®n. E incitamos a la dispersi¨®n, ya que no deben acostarse pronto y pueden consumir ese ocio nocturno con mayor tranquilidad. Cuando esos estudiantes vuelven con sus familias, entran en contacto con personas mayores.
P. ?Qu¨¦ efecto tiene cerrar los parques?
R. Es una de las medidas que no he entendido en ning¨²n momento. Cerramos los parques y permitimos salir a los ni?os, y despu¨¦s nos quejamos de que est¨¢n todos agrupados en el mismo espacio. Los espacios abiertos tienen que estar accesibles para todo el mundo, hay que facilitarlos porque el riesgo de transmisi¨®n es mucho m¨¢s bajo. En Espa?a tenemos muchas horas de sol, que es un elemento de desinfecci¨®n natural bastante importante. Prefiero que los ni?os est¨¦n tocando superficies sin desinfectar y lavarles las manos, a que est¨¦n en un espacio cerrado.
P. La clase pol¨ªtica pide responsabilidad y autocuidado a los ciudadanos, pero el mensaje de prevenci¨®n no ha calado. ?Se ha invertido poco tiempo en educar y sensibilizar?
R. Probablemente, m¨¢xime cuando no todos los mensajes han sido coherentes. Un error frecuente es pensar que los mensajes son comprendidos por toda la poblaci¨®n, en general las campa?as de sensibilizaci¨®n tienen un efecto desigual en los distintos niveles culturales de la poblaci¨®n. Hace falta buscar una l¨ªnea coherente, sin vaivenes. Y cuando haya cambios de tendencias, hay que ser humildes y no hacerse el tonto, hay que reconocer que uno se equivoca e identificar d¨®nde est¨¢ fallando.
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