El jurado declara culpable a la joven que abandon¨® a su beb¨¦ con un biber¨®n y unas galletas hasta morir
Sara, de 22 a?os, dej¨® encerrada sola a su hija, de 17 meses, durante un mes en su piso de M¨¢laga. La fiscal¨ªa pide 16 a?os de prisi¨®n
Con sudadera oscura, pantalones vaqueros, mascarilla negra y pelo recogido en un mo?o, Sara pas¨® las ma?anas del lunes y el martes mirando permanentemente el suelo. Sentada en el banquillo de los acusados, manten¨ªa un balanceo casi autom¨¢tico sobre la silla. Solo levantaba la mirada para secarse las l¨¢grimas con pa?uelos de papel mientras escuchaba a polic¨ªas, a sus amigas o a su pareja. Todos testificaban en el proceso celebrado esos dos d¨ªas en la Audiencia Provincial de M¨¢laga, en el que se juzgaba a Sara por abandonar, hasta morir, a su hija de 17 meses, Camelia. Cuando lleg¨® el turno de los forenses, su gesto se torci¨® y se llev¨® las manos a los o¨ªdos: no quiso escuchar c¨®mo estaba el cuerpo de su peque?a cuando lo encontraron, c¨®mo los especialistas calcularon el tiempo aproximado que tard¨® en fallecer. Los hechos eran claros, ella misma reconoci¨® lo ocurrido desde el inicio. Tambi¨¦n al final. ¡°Lo siento mucho. Me arrepiento mucho¡±, dijo la mujer ¨Dque cumple 23 a?os a finales de mes¨D en el ¨²ltimo turno de palabra del proceso. Este jueves, el jurado popular ¨Dcinco hombres, cuatro mujeres¨D la ha considerado culpable por unanimidad de los delitos de abandono de menores y asesinato.
La joven marroqu¨ª lleva desde noviembre de 2018 en prisi¨®n provisional, pero le quedan muchos por delante. Menos de los que el fiscal ped¨ªa originalmente, ya que tras el juicio rebaj¨® su petici¨®n de pena de los 21 a?os iniciales hasta los 16 (que deber¨¢ cumplir cuando se publique la sentencia, aunque continuar¨¢ en prisi¨®n preventiva mientras tanto), 15 de ellos por asesinato con alevos¨ªa ¨Del m¨ªnimo recogido en la ley¨D y uno m¨¢s por abandono de menores. El abogado de Sara, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Candela, se sum¨® ¡°sin quitar una coma¡± a la solicitud de la Fiscal¨ªa. ¡°Odien el delito, pero compadezcan al delincuente¡±, dijo Rodr¨ªguez Candela al jurado que escuchaba este martes su exposici¨®n final. En ella habl¨® de las circunstancias que podr¨ªan haber ejercido de atenuantes de la pena impuesta ¨Dexclusi¨®n social, presi¨®n familiar, problemas psicol¨®gicos¨D pero tambi¨¦n fue claro: ¡°Sara va a asumir su responsabilidad y va a cumplir muchos a?os de prisi¨®n¡±. El jurado, de hecho, ha rechazado una posible suspensi¨®n de la pena o un indulto parcial o total y tambi¨¦n ha declarado probados todos los hechos: el abandono de la ni?a y que la mujer era consciente de que conllevar¨ªa su muerte.
Nadie sabe, ni ella misma, qu¨¦ ocurri¨® en su cabeza cuando, en la segunda quincena de octubre de 2018, Sara dej¨® a su beb¨¦ encima de la cama de matrimonio, junto a un biber¨®n y unas galletas, baj¨® la persiana, cerr¨® la habitaci¨®n y luego ech¨® la llave del apartamento para nunca volver. Los forenses que han testificado en el juicio hablaron de un ¡°bloqueo temporal¡±, pero pas¨® aproximadamente un mes ¨Den el que Sara hizo vida normal¨D hasta que confes¨® a sus hermanos, tras una discusi¨®n, lo que hab¨ªa hecho. Fue el 30 de noviembre de aquel a?o y, tras la confesi¨®n, unos agentes de la Polic¨ªa Local forzaron la puerta del peque?o piso en alquiler de Sara ¨Dsal¨®n con cocina americana, un dormitorio¨D en la calle Viento del centro de M¨¢laga. El apartamento estaba en ¡°condiciones de insalubridad palpables y manifiestas¡±, seg¨²n declar¨® un Polic¨ªa Nacional del Grupo de Homicidios y all¨ª encontraron el cad¨¢ver de la ni?a. Para los forenses, Sara muestra ¡°inmadurez afectiva¡± pero total consciencia de saber lo que hizo. Tambi¨¦n destacaron que hab¨ªa mostrado ¡°arrepentimiento, sentimiento de culpa y ansiedad¡±, as¨ª como que la reintegraci¨®n en la sociedad tras pasar por la c¨¢rcel ser¨¢ ¡°muy positiva¡±.
Un embarazo no deseado y violencia machista
Hasta el oto?o de 2018, Sara era una persona m¨¢s. Pero en aquel momento, ¡°determinadas vivencias¡± la desbordaron, seg¨²n dijo uno de los forenses, que la describi¨® como ¡°delincuente por conflicto¡±. Seg¨²n explic¨®, son personas habitualmente sin antecedentes, que en su contexto personal cometen hechos comprensibles (¡°aunque desmesurados¡±) y que tienen una personalidad ¡°de marcado egocentrismo, conductas narcisistas, cierta incapacidad para la autocr¨ªtica e impulsividad¡±. Cuando Sara lleg¨® a M¨¢laga en marzo de 2017, con 19 a?os, en su mochila tambi¨¦n inclu¨ªa un embarazo no deseado y episodios de violencia machista. El padre de la ni?a nunca la reconoci¨® como suya y la joven viaj¨® a Espa?a, con el apoyo econ¨®mico de sus dos hermanos mayores, que resid¨ªan en Marruecos, para evitar la presi¨®n social y familiar. Intent¨® primero abortar. M¨¢s tarde, quiso dar en adopci¨®n a su peque?a, aunque durante el juicio no se ha aclarado qu¨¦ paraliz¨® este proceso.
Residi¨® inicialmente en V¨¦lez-M¨¢laga, en casa de su hermana y su cu?ado, quienes viv¨ªan habitualmente en Marruecos, aunque se desplazaban regularmente para visitarla. En esta localidad naci¨® Camelia el 4 de mayo, cuando la joven madre intentaba sin mucho inter¨¦s prepararse la selectividad. A principios de julio de 2018 se mud¨® a M¨¢laga, a un piso que le pagaba su familia. Comenz¨® a trabajar como limpiadora en la discoteca Bubbles, en el centro de la capital. M¨¢s tarde pas¨® a la barra, a poner copas. Desde las once de la noche que sal¨ªa de casa hasta las seis estaba en la discoteca. Luego, se iba a dormir a casa de su amiga Salma y volv¨ªa a su piso ¡°entre las dos y las cinco de la tarde¡±, seg¨²n dijo esta mujer en el juicio. Cada d¨ªa, durante ese tiempo, su hija se quedaba sola. Semanas despu¨¦s, Sara repet¨ªa rutina durmiendo en casa de su amigo Hassan, continuando la desatenci¨®n a su peque?a. A cambio, manten¨ªa una ¡°intensa vida nocturna¡±, seg¨²n relataron sus amigos el juicio. La juerga inclu¨ªa alcohol y coca¨ªna.
Sara ten¨ªa entonces una pareja, Emilio, al que hab¨ªa conocido en la Feria de M¨¢laga. En el juicio, ¨¦l defini¨® la relaci¨®n como ¡°espor¨¢dica¡±. Le pidi¨® ver alguna vez a la ni?a, a la que solo conoc¨ªa por fotos, pero ella no quiso y ¨¦l no insisti¨®. De hecho, desde que encerr¨® para siempre a Camelia en la habitaci¨®n, la mujer minti¨® a todo el entorno sobre su paradero, diciendo que estaba al cuidado de una mujer. Sin noticias de ella desde septiembre, sus dos hermanos mayores viajaron a M¨¢laga para ver a Sara el 30 de noviembre de 2018. Cuando le presionaron para saber el paradero de la peque?a, termin¨® confesando que la hab¨ªa dejado sola en casa un mes atr¨¢s. Entonces huy¨®, primero al hostal donde trabajaba su amiga Samia. ¡°Dijo que se hab¨ªa pelado con su familia, que quer¨ªan mandarla a la c¨¢rcel y ella quer¨ªa irse a Marruecos¡±, cont¨® en el juicio. Le prometieron ayudarla si dec¨ªa qu¨¦ ocurr¨ªa. Entonces confes¨® lo que hab¨ªa hecho. Emilio la recogi¨® sin saber nada y, en el coche, le dijo que a su hija la hab¨ªa ¡°matado una loca¡±. ?l supuso que era la cuidadora, hasta que recibi¨® una llamada policial donde le contaron la verdad. ?l temi¨® por su vida y la encerr¨® dentro de su propia casa con llave. All¨ª la encontr¨® la polic¨ªa, escondida bajo una manta. Luego, en comisar¨ªa, declar¨®: ¡°La dej¨¦ encerrada en la habitaci¨®n, con un biber¨®n y galletas, y ya no volv¨ª m¨¢s a la casa¡±. Ah¨ª acab¨® la huida hacia adelante de Sara.
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