Las tres muertes de Dominique
Un jurado declara culpable por unanimidad a una mujer por el asesinato del hijo de acogida de 8 a?os de su pareja en Elda (Alicante)
Un jurado ha declarado culpable por unanimidad este lunes a Alejandra G.P. por el asesinato de Dominique, el hijo de ocho a?os de su pareja, Daniel, y por simular un ataque para tratar de desviar la atenci¨®n de la investigaci¨®n y exculparse. A juicio de los miembros del jurado, fue Alejandra quien asfixi¨® al menor sin que hubiera prueba alguna de que hubieran podido intervenir terceros. La fiscal del caso, Alicia Serra, ha solicitado para la acusada la pena de prisi¨®n permanente revisable.
Todo ocurri¨® el 30 de agosto de 2017, cuando Daniel volvi¨® a su trabajo de entrenador deportivo, despu¨¦s de disfrutar de un periodo de vacaciones. Dominique, su hijo de acogida, se qued¨® a cargo de Alejandra, su pareja. Ella estaba embarazada y ya era madre de otro ni?o, Enzo, fruto de una relaci¨®n anterior, que se hab¨ªa marchado con sus abuelos. As¨ª que se qued¨® sola con Dominique. En torno a las 20.00 horas, tanto Daniel como los servicios de emergencia recibieron una llamada de la madre de la acusada. Algo grave hab¨ªa ocurrido en el domicilio familiar.
Los agentes de la Polic¨ªa Local de Elda que se personaron en la casa hab¨ªan sido informados de que se hab¨ªa producido un ataque. Una mujer hab¨ªa sufrido el asalto de unos motoristas desconocidos que usaban casco y guantes y que, aparentemente, hab¨ªan abusado de ella. La hab¨ªan maniatado, le hab¨ªan roto la camiseta y el sujetador, la hab¨ªan manoseado, y solo la dejaron cuando la supuesta v¨ªctima, que es sorda, les hab¨ªa hecho entender que estaba embarazada. Tras dejarla inconsciente de una pedrada en la cabeza, se hab¨ªan marchado, dejando la casa completamente revuelta. Lo que los agentes no esperaban encontrarse era el cad¨¢ver de un ni?o. El cuerpo del peque?o Dominique yac¨ªa en el suelo, desnudo de cintura para abajo y sin se?ales de vida.
Los servicios de emergencia no pudieron m¨¢s que certificar la muerte del menor. Dominique, tutelado por los servicios sociales de la Generalitat Valenciana desde su primer mes de vida, padec¨ªa epilepsia aguda, hipoacusia y una discapacidad intelectual leve. Fue acogido por Daniel y su anterior pareja, Pen¨¦lope, a los cuatro a?os. Tras su separaci¨®n, se repartieron la custodia del menor, que hab¨ªa pasado los ¨²ltimos 15 d¨ªas de vacaciones con su padre. Falleci¨® de una parada cardiorrespiratoria.
Inmediatamente, la Polic¨ªa Nacional se hizo cargo de la investigaci¨®n. En su declaraci¨®n, Alejandra narr¨® el asalto. Iba a salir a pasear con el peque?o cuando dos personas se cruzaron en su camino. La forzaron a volver a casa y la agredieron. Al despertar del golpe en la cabeza que le propinaron, vio a Dominique y llam¨® por videoconferencia a su madre, para explicarle su situaci¨®n. En principio, todo parec¨ªa veros¨ªmil. La primera muerte de Dominique habr¨ªa sido causada por una brutal agresi¨®n.
Sin embargo, las pesquisas iniciales ya demostraron que hab¨ªa algo que no encajaba en la versi¨®n del crimen ofrecida por la acusada. Pese a que las paredes del edificio ¡°eran de papel¡±, seg¨²n el relato policial, ninguno de los vecinos oy¨® nada hasta que lleg¨® Daniel, momento en que Alejandra comenz¨® a gritar pidiendo auxilio. Durante el juicio, dos declaraciones giraron en torno a esta circunstancia. Primero, la de Pen¨¦lope, la madre del menor, quien asegur¨® que cuando Dominique gritaba, ¡°se le o¨ªa hasta en China¡±. Segundo, la de la fiscal, quien indic¨® que ¡°como Alejandra no oye, no se dio cuenta de que las paredes oyen¡±.
Posteriormente, el comportamiento de la acusada tambi¨¦n levant¨® sospechas. Daniel record¨® en la vista que tras los hechos ¨¦l se convirti¨® en ¡°un muerto viviente¡± y que le ¡°costaba trabajo hasta respirar¡±. Sin embargo, la actitud de Alejandra no vari¨®. A los polic¨ªas les result¨® extra?o que, tras vivir un suceso tan traum¨¢tico, la agredida pudiera salir sola a la calle, sin problema alguno. La investigaci¨®n se intensific¨®. Alejandra comenzaba a pasar de v¨ªctima a principal sospechosa del asesinato. Y as¨ª se lo insinuaron a Daniel, que hasta ese momento hab¨ªa cre¨ªdo en lo que su pareja contaba.
Y si en un principio la imaginaci¨®n de la acusada pudo desviar la atenci¨®n de los agentes, posteriormente apuntal¨® su culpabilidad. Meses despu¨¦s del aparente asalto, los padres de Alejandra recibieron una nota en la que supuestamente un hombre contaba que hab¨ªa o¨ªdo a dos individuos en Mercalicante, el principal mercado mayorista de la provincia, que se les hab¨ªa ido la mano en Elda y hab¨ªan matado a un cr¨ªo. Otra nota similar, seg¨²n cont¨® la acusada a Daniel, hab¨ªa aparecido en el parabrisas de su veh¨ªculo, aunque despu¨¦s ¡°se hab¨ªa volado¡±. Para los agentes, nada de esto ten¨ªa sentido. Los supuestos atacantes no pod¨ªan saber d¨®nde viv¨ªan los padres de ella, su supuesta v¨ªctima, ni cu¨¢l era su coche. Era imposible.
Los indicios y huellas fueron desentra?ando el enigma. La autopsia revel¨® que Dominique hab¨ªa muerto por asfixia. No hab¨ªa huellas extra?as en el domicilio ni en sus accesos. Las c¨¢maras de vigilancia de la calle de Don Quijote, donde todo sucedi¨®, no registraron la llegada ni la salida de ninguna motocicleta con dos ocupantes. Y las tijeras con las que, supuestamente, los atacantes hab¨ªan cortado la ropa de Alejandra solo ten¨ªan huellas de la acusada. A finales de mayo de 2018, casi un a?o despu¨¦s del crimen, Alejandra fue detenida por estrangular a Dominique con la manga de una camiseta, por la espalda. Ella misma se maniat¨®, se golpe¨®, se rompi¨® la ropa, desnud¨® al ni?o y le unt¨® de aceite de ba?o los genitales para simular la agresi¨®n. La segunda muerte de Dominique.
Tras su arresto, Alejandra reconoci¨® que hab¨ªa mentido y cambi¨® su versi¨®n de lo sucedido. Narr¨® entonces lo mismo que ha declarado en su juicio. Al quedarse solos, el ni?o le dijo que ten¨ªa hambre. Le dio un par de lonchas de jam¨®n de york y se meti¨® en la ducha. Al salir, seg¨²n Alejandra, el peque?o se hab¨ªa atragantado. Trat¨® de salvarlo, pero no pudo. Era la tercera muerte de Dominique. E ide¨® toda la historia. ¡°Fue de repente, una sensaci¨®n inexplicable, como si estuviera sin concentraci¨®n y sin pensamiento¡±, sostuvo en el juicio ¡°Ten¨ªa miedo de perderlo [a su pareja], lo hab¨ªa hecho todo mal¡±, dijo. Para la fiscal, el ni?o le ¡°estorbaba¡±, ¡°no encajaba en su proyecto de familia con Daniel¡±.
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