La derecha se queda sola con un desaforado ataque a la ley de eutanasia
Los aliados del Gobierno y Ciudadanos garantizan un amplio apoyo al proyecto en el pleno del Congreso
Espa?a regular¨¢ por primera vez el derecho a la eutanasia con una ley que se ha garantizado un amplio apoyo del Congreso, m¨¢s all¨¢ de la habitual base parlamentaria del Gobierno. El proyecto une a toda la izquierda y tambi¨¦n a los liberales de Ciudadanos y del PDeCAT o a una formaci¨®n de ra¨ªz cristiana como el PNV. Otra cosa es la derecha nacional, que no gana para cat¨¢strofes. PP y Vox, juntos en este caso, advirtieron este jueves con t¨¦rminos ominosos de la nueva hecatombe que se cierne sobre Espa?a. Para el PP, se trata de un ¡°proyecto de ingenier¨ªa social¡± que abrir¨¢ entre los ciudadanos una ¡°herida dif¨ªcil de cerrar¡±. Vox advierte de ¡°consecuencias aterradoras¡±: un Gobierno convertido ¡°en se?or de la vida y de la muerte de las personas¡±, con carta blanca para consentir el ¡°asesinato¡±.
El texto casi definitivo del proyecto, que se debatir¨¢ la pr¨®xima semana en el Pleno del Congreso, sali¨® este jueves de la Comisi¨®n de Justicia con ese respaldo transversal, tras incorporar aportaciones de los grupos a trav¨¦s de enmiendas. La ley, que establece un proceso de un mes desde que el paciente solicita la eutanasia ¡ªpetici¨®n que est¨¢ obligado a ratificar en cuatro ocasiones¡ª, deber¨ªa entrar en vigor en las primeras semanas del a?o, seg¨²n los socialistas, sus principales promotores.
La regulaci¨®n de la eutanasia ha provocado afinidades muy poco habituales. Ciudadanos y los independentistas catalanes defendieron este jueves al mismo tiempo que el proyecto supone un ¡°avance en los derechos de las personas¡±. Varios portavoces aludieron a que la sociedad est¨¢ ya ¡°madura¡± para abordar el asunto. Entre ellos, el del PNV, Joseba Agirretxea, quien se?al¨® que es necesario ¡°legislar m¨¢s all¨¢ de las creencias propias¡±. Carolina Telechea, de ERC, subray¨® que la ley ¡°no obliga a nadie, solo da un derecho para quien lo necesita¡±. Sara Gim¨¦nez, de Ciudadanos, hizo el gesto de retirar una enmienda sobre la regulaci¨®n de los cuidados paliativos, cuesti¨®n que los socialistas prefieren abordar aparte. Todos concordaron con la exministra de Sanidad Mar¨ªa Luis Carcedo, del PSOE, en que el texto es ¡°extremadamente garantista¡±. Incluso en exceso, seg¨²n la diputada de Unidas Podemos Rosa Medel, aunque lo disculp¨® en aras del acuerdo con otros grupos.
La ley saldr¨¢ la semana pr¨®xima del Congreso con el presumible apoyo de unos 200 de los 350 diputados. Las encuestas se?alan que el respaldo de la sociedad a la regulaci¨®n de la eutanasia es a¨²n mayor ¡ªhasta de un 85%, seg¨²n un sondeo de Metroscopia de abril de 2019¡ª y no ha dejado de crecer. Pero ni cifras as¨ª pueden conseguir que desfallezca la decidida vocaci¨®n por el juego de ataque de diputados veteranos como Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz. Frente a la gelidez de los n¨²meros, el diputado popular opuso la ardiente certeza de sus propias impresiones: esto es, que no hay una ¡°demanda social¡± sobre el particular, que ¨¦l ni siquiera conoce ¡°datos demosc¨®picos¡± al respecto y que, en cualquier caso, lo que est¨¢ meridianamente claro es que ¡°el conjunto de la sociedad espa?ola se ha manifestado en contra¡±. ?Qu¨¦ entiende Ech¨¢niz, m¨¦dico, exconsejero de Sanidad de Castilla-La Mancha y ahora portavoz nacional de asuntos sanitarios del PP, por ¡°el conjunto de la sociedad espa?ola¡±? Pues, seg¨²n detall¨®, los colegios m¨¦dicos, los sanitarios, las sociedades cient¨ªficas o catedr¨¢ticos de Derecho Constitucional de m¨¢s de 30 universidades. Todos juntos, enfatiz¨® Ech¨¢niz, para frenar una ley que va a ¡°cambiar los pilares b¨¢sicos de nuestra sociedad¡± y tendr¨¢ ¡°graves consecuencias sobre la vida y la muerte¡±.
Vox ven¨ªa avisando de que el Gobierno ¡°socialcomunista¡± y sus adl¨¢teres van a romper Espa?a, derrocar la Monarqu¨ªa, sustituir la democracia por un r¨¦gimen bolivariano y dejar que los inmigrantes implanten el ¡°terror multicultural¡± en los barrios de las ciudades. Y ah¨ª no se acaba la cosa: tambi¨¦n existe algo parecido a un plan de exterminio. ¡°Esta es una ley eugen¨¦sica maquillada de bonhom¨ªa¡±, alert¨® la diputada Lourdes M¨¦ndez Monasterio, asombrada por el ¡°escalofriante¡± texto que se va a aprobar. Se trata, explic¨® dirigi¨¦ndose a los diputados de la mayor¨ªa, de ¡°eliminar aquellas vidas que ustedes crean que carecen de valor¡±. Con varios objetivos finales: provocar en la sociedad una ¡°transgresi¨®n cultural¡±, evitarse el problema de las ¡°cosas despiadadas¡± que han sucedido en los geri¨¢tricos por la pandemia y, en ¨²ltima instancia, practicar el ¡°asesinato¡± para ¡°aliviar econ¨®micamente el sistema¡±.
Los grupos que apoyan la ley fueron aguantando sin protestar -¡±como un sepulcro¡±, seg¨²n la exministra Carcedo- hasta que M¨¦ndez Monasterio sentenci¨®: ¡°Ahora tu propio hijo se puede convertir en una amenaza¡±. Los dem¨¢s diputados ya no pudieron reprimir los murmullos de desagrado, como tampoco lo hicieron los del PP y Vox durante la ¨²ltima y apasionada intervenci¨®n de Carcedo, quien se?al¨® que la ley solo pretende ocuparse de un asunto ¡°que est¨¢ en la condici¨®n humana¡±. La diputada socialista pidi¨® ¡°respeto¡± a sus oponentes y les dej¨® un mensaje final: ¡°Les deseo de todo coraz¨®n que ni ustedes ni su entorno tengan que utilizar nunca esta ley¡±.
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