El paciente deber¨¢ confirmar al menos en cuatro momentos distintos que quiere una eutanasia
La Comisi¨®n de Justicia del Congreso hace este jueves una primera criba de las enmiendas a la ley que quedan. Las encuestas dan un apoyo mayoritario a la regulaci¨®n
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El proyecto de ley org¨¢nica para la regulaci¨®n de la eutanasia y la ayuda a morir (el suicidio asistido) llega este jueves a uno de sus d¨ªas decisivos, aquel en el que la Comisi¨®n de Justicia decidir¨¢ qu¨¦ enmiendas de las presentadas quedan vivas y cu¨¢les no. Entre ellas, hay dos de PP y Vox que evitan regular la eutanasia y apuestan por promover los cuidados paliativos, como si fueran actuaciones antag¨®nicas. Tambi¨¦n Ciudadanos presenta pr¨¢cticamente una ley alternativa, pero en este caso tambi¨¦n regulando la posibilidad de quitarse la vida. Por parte de los otros grupos, favorables a la norma, muchas enmiendas ¨Dpr¨¢cticamente todas son de car¨¢cter t¨¦cnico o de mejora, por lo que no discuten las l¨ªneas b¨¢sicas del proyecto¨D se han transaccionado, y hay espacio para m¨¢s¡±, dice Mar¨ªa Luisa Carcedo, portavoz de Sanidad del PSOE, el partido que promueve la regulaci¨®n.
El proyecto es ¡°extremadamente garantista¡± y prev¨¦ que el proceso desde que el paciente solicita ayuda para morir hasta que la reciba dure ¡°m¨¢s de un mes¡±, en el que deber¨¢ confirmar su voluntad al menos cuatro veces, explica Carcedo. ¡°Se trata de evitar que la decisi¨®n se tome en un calent¨®n¡±, afirma la exministra de Sanidad. Eutanasia es que un m¨¦dico aplique a un enfermo en una situaci¨®n de grave sufrimiento irreversible medicamentos para provocarle la muerte. Suicidio asistido es facilitar al afectado los f¨¢rmacos que deber¨¢n acabar con su vida, pero ¨¦l ser¨¢ quien se los administre.
Es la tercera vez que el PSOE presenta una propuesta para regular la eutanasia. La primera, al final del ¨²ltimo Gobierno del PP, fue rechazada. La segunda, decay¨® con la legislatura tras ser congelada en la Mesa del Congreso por PP y Ciudadanos. Tambi¨¦n Izquierda Unida intent¨® que se regulara, sin ¨¦xito. Esta vez, la mayor¨ªa que permiti¨® la investidura de Pedro S¨¢nchez, con el apoyo de Ciudadanos, ha dejado que siga adelante. Pero el debate est¨¢ en la sociedad al menos desde que el tetrapl¨¦jico Ram¨®n Sampedro intentara, sin ¨¦xito, que le ayudaran a quitarse la vida (su campa?a comenz¨® en 1993 y concluy¨® en 1998, cuando se suicid¨® con el cianuro que le hab¨ªan proporcionado). Desde entonces, han sido varios los casos de personas que han pedido ayuda para morir, bien por su propia mano (suicidio asistido), bien por la mano de un m¨¦dico (eutanasia). El ¨²ltimo caso, hecho p¨²blico expresamente para impulsar este debate, fue el de la muerte de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, incapacitada por una esclerosis m¨²ltiple avanzada, que se quit¨® la vida en abril de 2019 con un medicamento que le suministr¨® su marido, ?ngel Hern¨¢ndez, quien est¨¢ pendiente de juicio (la Fiscal¨ªa le pide seis meses de c¨¢rcel) por un supuesto delito de violencia de g¨¦nero.
La proposici¨®n de ley fija un calendario exhaustivo desde que el enfermo, que debe ¡°sufrir una enfermedad grave e incurable o padecer una enfermedad grave, cr¨®nica e invalidante, solicita por primera vez por escrito la eutanasia. A los 15 d¨ªas, debe volverlo a hacer, y dos d¨ªas m¨¢s tarde, el m¨¦dico que le atienda le deber¨¢ explicar su situaci¨®n ¨Dproceso deliberativo, lo llama la ley¨D, las alternativas terap¨¦uticas y los cuidados paliativos que podr¨ªa recibir, ¡°asegur¨¢ndose de que comprende la informaci¨®n que se le facilita¡±. Entonces, el paciente tendr¨¢ 24 horas para formarse una opini¨®n y confirmar si quiere seguir con el proceso.
A continuaci¨®n, el facultativo deber¨¢ exponer el caso a un ¡°m¨¦dico o m¨¦dica consultor¡± (un segundo especialista ajeno al proceso), que en 10 d¨ªas deber¨¢ trasladar el caso a la comisi¨®n de evaluaci¨®n y seguimiento que se crear¨¢ en cada comunidad (en el Ministerio de Sanidad, para Ceuta y Melilla) ¡°por acuerdo de los respectivos Gobiernos auton¨®micos¡±. El presidente de este ¨®rgano tiene dos d¨ªas para asignar el caso a dos de sus miembros, que en siete d¨ªas deber¨¢n trasladar su propuesta de autorizar la eutanasia o el suicidio asistido. La resoluci¨®n se comunicar¨¢ ¡°en el plazo m¨¢s breve posible¡± al m¨¦dico que la solicit¨®, que a partir de ah¨ª deber¨¢ volver a hablar con el paciente para aplicarle (si es eutanasia) o proporcionarle (suicidio asistido) los medicamentos que van a quitarle la vida. Es obligaci¨®n de los sanitarios seguir y acompa?ar al enfermo en este proceso.
En cualquier momento, el afectado puede renunciar al proceso, y los distintos m¨¦dicos implicados pueden rechazar la propuesta, en cuyo caso la ley establece el sistema para recurrir. Para personas incapacitadas, en vez de su conformidad, bastar¨¢ que su representante acceda a la pr¨¢ctica en funci¨®n de lo que ponga el testamento vital del afectado. En el caso de que los m¨¦dicos prevean que el enfermo no va a sobrevivir al tiempo de la tramitaci¨®n, se podr¨¢n acortar los plazos, dice la proposici¨®n. Tambi¨¦n se establece la objeci¨®n de los profesionales sanitarios a participar. La prestaci¨®n se podr¨¢ recibir en un centro sanitario o en el domicilio.
Tr¨¢mite parlamentario
El 25 de noviembre, la ley pas¨® su pen¨²ltima votaci¨®n, la del informe de la ponencia de la comisi¨®n, en la que recibi¨® 22 de los 36 votos posibles. Solo se opusieron el PP y Vox. ¡°Hay una mayor¨ªa pol¨ªtica clara, y m¨¢s ahora que Ciudadanos ya est¨¢ convencido¡±, dice Carcedo, quien conf¨ªa en que esta vez va a salir adelante. Los dos partidos de derecha ya hab¨ªan intentado parar su tramitaci¨®n en el pleno del Congreso que deb¨ªa admitir el proyecto para iniciar su camino parlamentario, y presentaron proyectos alternativos en los que volv¨ªan a la idea de que no se regulara la eutanasia a cambio de fomentar los cuidados paliativos, incluida la sedaci¨®n terminal (dar tratamiento contra el dolor u otros s¨ªntomas a una persona hasta dejarle completamente sedado, aun a riesgo de que ello acorte su vida, como defiende ahora la Conferencia Episcopal) pero sus propuestas fueron rechazadas en el pleno del 10 de septiembre.
¡°La sedaci¨®n paliativa es para enfermos a los que les queden horas, d¨ªas como mucho. Nuestra propuesta es para procesos m¨¢s largos en pacientes que prev¨¦n que van a sufrir o pasar un proceso que no quieren¡±, dice Carcedo. ¡°Antes, la derecha se opon¨ªa a ella, como pas¨® con el caso de Legan¨¦s [se acus¨® a m¨¦dicos del hospital de practicar hasta 400 eutanasias, cuando lo que efectuaban eran sedaciones a pacientes terminales], pero ahora la defienden para oponerla a la eutanasia¡±, a?ade.
Esa opci¨®n por los cuidados paliativos como alternativa excluyente a la eutanasia es la que defiende oficialmente la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial. En una declaraci¨®n en septiembre, citaba el art¨ªculo 5 del C¨®digo de Deontolog¨ªa M¨¦dica, seg¨²n el cual ¡°el m¨¦dico nunca provocar¨¢ intencionadamente la muerte de ning¨²n paciente ni siquiera en caso de petici¨®n expresa por parte de ¨¦ste¡±, y ped¨ªa el desarrollo de una ley de cuidados paliativos.

Pero esta postura de la jerarqu¨ªa de los colegios de m¨¦dicos se ve contestada por los facultativos de a pie, seg¨²n Diego Real de As¨²a, coordinador del Grupo de Trabajo en Bio¨¦tica de la Sociedad Espa?ola de Medicina Interna (SEMI), que dedic¨® una sesi¨®n al tema en su ¨²ltimo congreso, el 24 de noviembre. En ¨¦l se recordaron cuatro encuestas llevadas a cabo entre 2018 y 2019 entre los afiliados de los colegios de m¨¦dicos de Bilbao, Las Palmas, Tarragona y Madrid, que recogen que m¨¢s del 67% de los consultados estaba convencido con toda seguridad de que hab¨ªa que regular la eutanasia y otro 13%, como poco, cre¨ªa que hab¨ªa que hacerlo aunque no estuviera completamente seguro. Tambi¨¦n el Colegio de Enfermer¨ªa de La Rioja utiliz¨® el cuestionario con resultados incluso m¨¢s favorables (un 83,3% a favor de que personal sanitario aplique la eutanasia).
Real admite que su sociedad cient¨ªfica no se ha pronunciado como tal sobre la eutanasia, y explica que ¡°el debate es cercano, pero no id¨¦ntico, al de los cuidados paliativos¡±. Aunque si mejoran las atenciones, menos personas pedir¨¢n una eutanasia, dice, hay personas que seguir¨¢n pidiendo este tipo de ayuda para morir. Tambi¨¦n cree Real que la idea de la autonom¨ªa del paciente que subyace en el proyecto de ley, ¡°ha habido que construirla con un cambio cultural que ha llevado su tiempo y ahora est¨¢ m¨¢s asentado¡±. Y se?ala que a los m¨¦dicos les preocupa lo que se ha venido a llamar la ¡°pendiente resbaladiza¡±: que de los enfermos con graves sufrimientos se pase a ofrecer la eutanasia a enfermos mentales o incluso menores.
Por ¨²ltimo, Real apunta a otro aspecto de las encuestas llevadas a cabo: que el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido est¨¢ en la sociedad. En este sentido, Carcedo afirma que esta vez ¡°la mayor¨ªa social a favor de que se regule la eutanasia coincide con la parlamentaria¡±. Diversas encuestas avalan este apoyo. La ¨²ltima vez que el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) pregunt¨® por ello, en 2009, un 77% de la poblaci¨®n quer¨ªa que se regulara esta pr¨¢ctica. En 1988 era el 53%, seg¨²n el CIS. Datos m¨¢s actuales da Metroscopia, que se?ala c¨®mo el apoyo ha pasado al 87% en 2019.
Tambi¨¦n el Comit¨¦ de Bio¨¦tica de Espa?a ha rechazado este proyecto en un informe del 9 de octubre, y se?ala que ¡°legalizar la eutanasia y/o auxilio al suicidio supone iniciar un camino de desvalor de la protecci¨®n de la vida humana cuyas fronteras son harto dif¨ªciles de prever, como la experiencia de nuestro entorno nos muestra¡±. El presidente del Comit¨¦, Federico de Montalvo, advierte de que su informe no era una respuesta a la ley, sino que quer¨ªa ir m¨¢s all¨¢. Y, desde el rechazo a la eutanasia, cree que hay otras posibles soluciones, como disminuir el tipo penal por cooperar con el suicidio para que no implique c¨¢rcel (ya hay una rebaja en el C¨®digo Penal si es por causa de sufrimiento extremo de un enfermo) y trabajar m¨¢s en la sedaci¨®n terminal, incorporando entre sus causas el ¡°sufrimiento existencial refractario¡± (el ps¨ªquico que no responde a tratamiento) y utilizarla en pacientes que est¨¢n sufriendo de manera insoportable pero no necesariamente van a morir en d¨ªas.
En su declaraci¨®n, el comit¨¦ de bio¨¦tica se centra en un aspecto: que esta pr¨¢ctica se considere un derecho. Eso es lo que motiva que el debate se lleve a cabo en la Comisi¨®n de Justicia del Congreso y no en la de Sanidad. En su informe concluye que ¡°existen s¨®lidas razones para rechazar la transformaci¨®n de la eutanasia y/o auxilio al suicidio en un derecho subjetivo y en una prestaci¨®n p¨²blica, que a?ade que la compasi¨®n que causa ¡°el deseo de una persona de que un tercero o el propio Estado acabe con su vida, directa o indirectamente, en aquellos casos de gran sufrimiento f¨ªsico y/o ps¨ªquico¡±, no legitima ¡°¨¦tica y legalmente una solicitud que, ni encuentra respaldo en una verdadera autonom¨ªa, atendido el contexto actual de los cuidados paliativos y sociosanitarios, ni, adem¨¢s, queda limitada en sus efectos al propio espacio privado del individuo¡±.
La ponente socialista rechaza esta apreciaci¨®n, y remite a la exposici¨®n de motivos de la ley, en la que se afirma que ¡°la legalizaci¨®n y regulaci¨®n de la eutanasia¡± debe compatibilizar ¡°los derechos fundamentales a la vida y a la integridad f¨ªsica y moral¡± con ¡°bienes constitucionalmente protegidos como son la dignidad, la libertad o la autonom¨ªa de la voluntad¡±. ¡°Cuando una persona plenamente capaz y libre se enfrenta a una situaci¨®n vital que a su juicio vulnera su dignidad e integridad, el bien de la vida puede decaer en favor de los dem¨¢s bienes y derechos con los que debe ser ponderado [integridad f¨ªsica y moral de la persona, dignidad humana, el valor superior de la libertad, la libertad ideol¨®gica y de conciencia o el derecho a la intimidad], toda vez que no existe un deber constitucional de imponer o tutelar la vida a toda costa y en contra de la voluntad del titular del derecho a la vida¡±, afirma el texto.
Todo esto es un proyecto para el que no se esperan grandes cambios, dada la mayor¨ªa de los que apoyan la ley en el Congreso (todos los grupos menos PP, Vox y UPN). ¡°Como toca derechos fundamentales es una ley org¨¢nica que deber¨¢ votar el pleno del Congreso despu¨¦s de pasar por la comisi¨®n. No hay un calendario establecido, peor no deber¨ªa retrasarse mucho¡±, dice Carcedo.
Si la ley se aprueba finalmente, Espa?a ser¨¢ uno de los pocos pa¨ªses del mundo que han regulado la eutanasia, con Holanda, B¨¦lgica y Luxemburgo, en Europa; Canad¨¢, Colombia y el Estado estadounidense de Oreg¨®n. El suicidio asistido, por su parte, est¨¢ permitido en Suiza, algunos territorios de EE UU y el Estado de Victoria, en Australia.
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