El riesgo de dos pont¨ªfices opuestos
Los sectores m¨¢s tradicionalistas llevan tiempo atacando al papa Francisco, al que acusan incluso de poner en peligro la fe
Ha tenido gran repercusi¨®n en los medios el adelanto en Le Figaro de un libro que se publica en Francia y que contiene una fuerte llamada al pont¨ªfice ¡ª¡°un grito de alarma¡±, como titul¨® en primera plana el diario parisino¡ª para mantener en la Iglesia cat¨®lica de rito latino la doctrina del celibato obligatorio para los sacerdotes. El inter¨¦s y la discusi¨®n que surgieron enseguida, a veces muy acalorados, pueden explicarse por dos razones: ante todo, porque los autores del libro son el papa em¨¦rito Benedicto XVI y el cardenal africano Robert Sarah. Despu¨¦s, porque en octubre el s¨ªnodo sobre el Amazonas, por una mayor¨ªa de dos tercios, emiti¨® un parecer favorable a la ordenaci¨®n sacerdotal, en este inmenso territorio, de di¨¢conos permanentes ya casados. Ahora el pont¨ªfice debe publicar un documento (que ser¨¢ una ¡°exhortaci¨®n apost¨®lica¡±) y decidir tambi¨¦n sobre este punto.
Desde hace al menos medio siglo se debate sobre la conveniencia de ordenar sacerdotes a hombres de fe probada (viri probati, en lat¨ªn), mientras que los sectores m¨¢s tradicionalistas llevan alg¨²n tiempo atacando al papa Francisco, al que acusan de querer modificar esta antigua disciplina eclesi¨¢stica e incluso de poner en peligro la fe. Naturalmente, los partidarios m¨¢s firmes de Bergoglio rechazan estas acusaciones y critican duramente a los adversarios del Papa. En Alemania, adem¨¢s, se debate sobre la posibilidad de ordenar sacerdotes casados, y la mayor¨ªa de los cat¨®licos alemanes se muestran favorables.
Desde luego, hist¨®ricamente, el celibato de los ministros del culto cristiano tiene ra¨ªces y motivaciones muy antiguas, pero la obligaci¨®n se fue introduciendo progresivamente desde el siglo IV. Por razones pr¨¢cticas, como la preservaci¨®n del patrimonio eclesi¨¢stico, y al mismo tiempo ideales, el celibato se extendi¨® durante la Edad Media en la Iglesia latina con numerosas transgresiones (especialmente en los siglos X y XV), se afirm¨® definitivamente en la era moderna y fue confirmado por el concilio Vaticano II. En cambio, en las iglesias orientales, ortodoxas pero tambi¨¦n cat¨®licas, se ordena sacerdotes a hombres casados, mientras que los monjes y los obispos deben ser solteros.
Al inter¨¦s por el tema, que siempre es muy elevado, se a?ade, con el libro de Benedicto XVI y del cardenal Sarah, la novedad de una nueva intervenci¨®n del papa em¨¦rito, que muchos presentan como opuesto a su sucesor, junto a un cardenal al que se considera jefe de filas de los adversarios de Bergoglio. En otras palabras, existe el riesgo de que haya ¡°dos papas¡± opuestos. Un peligro temido tambi¨¦n por la Santa Sede, como se ha podido observar inmediatamente por las reacciones un¨¢nimes de los medios de comunicaci¨®n vaticanos, y que ha confirmado el ¨¦xito de dos pel¨ªculas sobre la ¡°cohabitaci¨®n¡± papal, la de Fernando Meirelles y, sobre todo, la de Paolo Sorrentino, de fantas¨ªa, desde luego, y con trazos caricaturescos, pero que van al meollo de la cuesti¨®n. Circunstancias que evidencian la divisi¨®n existente en el mundo cat¨®lico, avivada de forma irresponsable por los extremistas, que nunca faltan.
Giovanni Maria Vian es experto en historia de la Iglesia y exdirector de L'Osservatore Romano.
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