Crece la ira en China sobre c¨®mo se gest¨® la epidemia de coronavirus

Le dieron la noticia este mi¨¦rcoles en el hospital n¨²mero 4 de Wuhan. Su suegro hab¨ªa fallecido, uno de los m¨¢s de 200 v¨ªctimas mortales del coronavirus que asuela esa ciudad. El individuo al que un informe policial publicado este viernes identifica como Ke no pudo contenerse. Se abalanz¨® sobre dos m¨¦dicos y comenz¨® a golpearlos, arranc¨¢ndoles la ropa protectora. Se encuentra ahora bajo custodia policial.

Es un incidente m¨¢s de los muchos que dejan en evidencia estos d¨ªas la furia del p¨²blico en torno a una crisis, la epidemia de coronavirus, de la que culpan a la desastrosa gesti¨®n de las autoridades locales de Wuhan y su provincia, Hubei. Una epidemia que ya ha infectado a cerca de 10.000 personas y en la que, pese al refuerzo de los suministros y al env¨ªo de miles de m¨¦dicos y sanitarios adicionales, sigue faltando material protector suficiente en los hospitales y doctores y enfermeras se encuentran al borde del agotamiento.

La tensi¨®n entre el Gobierno central -dispuesto a acabar con la epidemia y el descontento de la oblaci¨®n a toda costa-, y unas autoridades locales que quieren evitar que se les responsabilice del caos, es evidente estos d¨ªas, en los que llueven las acusaciones del uno y el otro lado. Y el escal¨®n m¨¢s bajo lleva las de perder. Seg¨²n la revista?Southern Weekly, ya 33 funcionarios de nivel municipal o provincial han sido destituidos, amonestados o se les ha abierto un expediente por mala gesti¨®n de la crisis.

Al malestar por el desbordamiento en los centros sanitarios se ha sumado la publicaci¨®n de una serie de informaciones cient¨ªficas que corroboran las sospechas de que se ocult¨® informaci¨®n clave al p¨²blico durante las primeras semanas, mientras el problema se hac¨ªa cada vez mayor en diciembre y la mayor parte de enero.

Un informe de un numeroso grupo de expertos oficiales chinos, que publicaba el mi¨¦rcoles el New England Journal of Medicine, encontraba, tras examinar los primeros 425 casos de infecci¨®n en Wuhan, que los contagios entre seres humanos empezaron a darse desde mediados de diciembre. Pero las autoridades insistieron en que no hab¨ªa indicios de ello. Finalmente, se admiti¨® el 20 de enero, cuando la propagaci¨®n de la epidemia comenz¨® a dispararse.

¡°Decir que estoy furioso es quedarme corto. No tengo palabras¡±, publicaba en Weibo, el Twitter chino, el catedr¨¢tico de Biolog¨ªa en la Universidad de Zhejiang Wang Liming, tras leer el informe, ¡°es la primera prueba s¨®lida de que se ocult¨® intencionadamente que hab¨ªa contagios entre humanos¡±. Su mensaje desde entonces ha sido borrado.

Buena parte de las iras se dirigen no contra el Gobierno central -el consenso entre la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es que las cosas han mejorado desde que ha tomado el control de la crisis-, sino contra las autoridades provinciales de Hubei y el alcalde de Wuhan, Zhou Xianwang, una figura que parece tener los d¨ªas contados en el cargo. El ¨²ltimo en arremeter contra ¨¦l ha sido el epidemi¨®logo jefe en el Centro de Prevenci¨®n y Control de Enfermedades, Zeng Guang. En una entrevista con el peri¨®dico estatal Global Times, ha apuntado que el gobierno municipal de Wuhan pudo haber tardado en responder a la crisis ¡°principalmente por la falta de conocimientos cient¨ªficos¡± sobre el nuevo tipo de coronavirus, pero tambi¨¦n por ¡°cierta indecisi¨®n en la toma de medidas¡±.

Durante esas primeras semanas vitales, seg¨²n las cr¨ªticas, Zhou no solo tard¨® en ofrecer informaci¨®n, sino que actu¨® de modo que, a todas luces, contribuy¨® a diseminar la infecci¨®n. A principios de enero organizaba una comida con 40.000 personas para batir un r¨¦cord de participaci¨®n. E insist¨ªa en que la gente se fuera de vacaciones para el A?o Nuevo lunar: antes del cierre por cuarentena el d¨ªa 23, se hab¨ªan marchado de la ciudad cinco millones de personas.

Tambi¨¦n se le acusa de haber intentado suprimir informaci¨®n. El 1 de enero, la Polic¨ªa de Wuhan anunci¨® que hab¨ªa tomado ¡°medidas legales¡± contra ocho personas sospechosas de ¡°difundir rumores¡± -un cargo que puede suponer hasta siete a?os de c¨¢rcel- por denunciar que esos casos de enfermedad extra?a que se hab¨ªan detectado parec¨ªan SARS. El S¨ªndrome Respiratorio Agudo Severo, originado tambi¨¦n en China y que mat¨® a casi 800 personas en todo el mundo en 2003, est¨¢ causado por otro coronavirus de la misma familia que el actual.

Esta semana, la Polic¨ªa ha retirado las acusaciones contra los ocho, despu¨¦s de que el Tribunal Supremo se mostrara muy cr¨ªtico contra la actuaci¨®n de ese cuerpo. ¡°Hubiera sido una suerte si la gente los hubiera cre¨ªdo (los ¡®rumores¡¯), y hubiera empezado a llevar mascarillas y tomar medidas de precauci¨®n¡±, se ha lamentado.

En una entrevista televisada el lunes, Zhou reconoci¨® que su Ayuntamiento no divulg¨® la informaci¨®n necesaria en cuanto la tuvo a mano y ofreci¨® su dimisi¨®n. Pero, en una acusaci¨®n inusualmente directa contra estamentos m¨¢s altos de poder, asegur¨® que no lo hizo porque no ten¨ªa permiso de arriba para revelarla. ¡°Como gobierno local, solo podemos informar (sobre una enfermedad infecciosa) con una autorizaci¨®n¡±.