China confirma la muerte del m¨¦dico que alert¨® sobre el coronavirus tras horas de confusi¨®n
Varios medios chinos y la OMS hab¨ªan informado sobre su muerte, pero entre una oleada de manifestaciones de dolor en las redes sociales, el hospital aseguraba que segu¨ªa vivo. El centro ha ratificado finalmente su muerte
Li Wenliang, el oftalm¨®logo que junto con otros siete m¨¦dicos fue el primero en lanzar la alarma sobre el nuevo coronavirus y acab¨® enfermando ¨¦l mismo, ha muerto, seg¨²n han confirmado finalmente el hospital de Wuhan en el que estaba ingresado y la prensa estatal china. El fallecimiento ha sido ratificado tras horas de confusi¨®n en el pa¨ªs, debido a que por la tarde se anunci¨® su muerte, pero posteriormente, en medio de una oleada de manifestaciones de dolor y rabia en las redes sociales, las autoridades del pa¨ªs aseguraban que aunque el m¨¦dico hab¨ªa sufrido?un paro cardiaco, segu¨ªa vivo y conectado a un respirador artificial.?Li Wenliang ha acabado sus d¨ªas convertido en un h¨¦roe nacional tras ser represaliado por?¡°difundir rumores¡±.
Seg¨²n el hospital Central de Wuhan, Li hab¨ªa sufrido una parada card¨ªaca en torno a las 21.30 de la noche. Pero se le hab¨ªa conectado a una m¨¢quina ECMO (oxigenaci¨®n por membrana extracorp¨®rea), un sistema que insufla aire en los pulmones y bombea sangre por el sistema circulatorio, por lo que segu¨ªa vivo, sostenido artificialmente.?
Con este anuncio, el hospital consegu¨ªa parar la riada de duelo, en unos niveles ins¨®litos en China, por un doctor que se hab¨ªa convertido en un h¨¦roe nacional. Y cuya muerte, la de un hombre joven y sin aparentes problemas de salud previos ¡ªun perfil muy distinto del que las autoridades describen como el de la v¨ªctima m¨¢s habitual del virus, una persona mayor de 70 a?os con otras dolencias anteriores¡ª podr¨ªa generar una reacci¨®n popular que pusiera en peligro la prioridad sacrosanta para el r¨¦gimen chino, la estabilidad social. Finalmente, el hospital ha anunciado que, esta vez s¨ª, hab¨ªa muerto.
El m¨¦dico, de 34 a?os, casado, con un hijo y con otro en camino, hab¨ªa escrito un mensaje el 30 de diciembre en un grupo de antiguos compa?eros de la facultad en las redes sociales. Seg¨²n les explicaba, en su hospital de Wuhan hab¨ªan ingresado siete pacientes, todos ellos con s¨ªntomas muy similares al SARS, la epidemia causada por otro coronavirus que en 2003 mat¨® a casi 800 personas. Li tambi¨¦n precisaba que los siete enfermos ten¨ªan alg¨²n tipo de relaci¨®n con el mercado de pescado y marisco Huanan, donde se vend¨ªan tambi¨¦n todo tipo de animales salvajes y que posteriormente se identificar¨ªa como el lugar de donde la infecci¨®n se transmiti¨® al ser humano.
Cuando escribi¨® el mensaje, Li no ten¨ªa intenci¨®n de diseminar la informaci¨®n m¨¢s all¨¢ de su c¨ªrculo de amistades. Simplemente, ped¨ªa a sus antiguos compa?eros que tuvieran cuidado y que advirtieran a sus familias. Pero alguien en el grupo comenz¨® a difundirlo y las redes hicieron el resto. Cuatro d¨ªas m¨¢s tarde recib¨ªa una visita de la polic¨ªa: le acusaban de ¡°difundir rumores¡±, un cargo que en China puede suponer hasta siete a?os de c¨¢rcel. Otros siete m¨¦dicos tambi¨¦n recibieron la misma acusaci¨®n.
En su caso, Li tuvo que acudir a comisar¨ªa y firmar una declaraci¨®n en la que admit¨ªa su falta y promet¨ªa no reincidir, antes de que se le permitiera regresar a su casa.
El 8 de enero atendi¨® en el hospital a una paciente con glaucoma, sin saber que era portadora del virus. El d¨ªa 10 comenz¨® a sentirse mal, con los s¨ªntomas que provoca ese pat¨®geno: dolor de garganta, tos seca, fiebre, dificultad para respirar. A los dos d¨ªas tuvo que quedar ingresado en un hospital, donde continu¨® empeorando.
Finalmente, el 1 de febrero recibi¨® el diagn¨®stico. Sufr¨ªa la neumon¨ªa at¨ªpica que puede causar el virus, algo que se encarg¨® ¨¦l mismo de comunicar en su cuenta de Weibo, el Twitter chino. ¡°Hoy ha llegado la prueba del ¨¢cido nucleico con un resultado positivo. La suerte est¨¢ echada, finalmente diagnosticado¡±, escrib¨ªa.
El caso de Li hab¨ªa alimentado la furia de un p¨²blico chino que desde que se declar¨® el bloqueo de Wuhan y otra quincena de ciudades en Hubei, la provincia m¨¢s afectada por la epidemia, hab¨ªa criticado duramente la gesti¨®n de las autoridades en el comienzo de la crisis.
De haber permitido que el p¨²blico prestara o¨ªdos a las denuncias de los ocho m¨¦dicos, se lamentaba el clamor en las redes, los ciudadanos habr¨ªan podido tomar precauciones. Y si las autoridades locales, en lugar de silenciarlos, les hubieran hecho caso, se habr¨ªan visto obligadas a tomar medidas que habr¨ªan frenado antes la propagaci¨®n de la enfermedad. Ahora el virus ha matado ya a m¨¢s de 500 personas e infectado a m¨¢s de 28.000, en China y cerca de una treintena de pa¨ªses.
La semana pasada, el propio Tribunal Supremo de China dio la raz¨®n a esas cr¨ªticas. Emiti¨® un dictamen en el que se mostr¨® muy cr¨ªtico con el comportamiento de la polic¨ªa. Seg¨²n afirmaba, deb¨ªan haber permitido que circulara la advertencia de los m¨¦dicos. Pese a que no fuera cierta al 100% ¨Caunque emparentados, el nuevo coronavirus es distinto del causante del SARS¨C habr¨ªa permitido a la poblaci¨®n precaverse llevando mascarillas o evitando aglomeraciones.
Desde su cama de hospital, y mientras recib¨ªa millares de mensajes de agradecimiento y ¨¢nimo de numerosos internautas a trav¨¦s de las redes sociales, enviaba breves textos de tranquilidad en Weibo: no le hab¨ªan retirado la licencia para ejercer como resultado de la denuncia; tampoco iba a denunciar ¨¦l a la polic¨ªa. Le bastaba con que se supiera la verdad.
Este jueves sufr¨ªa un fallo cardiaco que hac¨ªa que numerosos medios chinos anunciaran su muerte. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud se apresuraba a rendirle tributo. En un tuit, se declaraba ¡°profundamente entristecida por la muerte del doctor Li Wenliang. Todos debemos celebrar el trabajo que hizo sobre el #2019-nCoV¡±.
En WeChat, el WhatsApp chino, y otras redes sociales se multiplicaban tambi¨¦n los homenajes ciudadanos al m¨¦dico, en una oleada sin precedentes por su n¨²mero, su tristeza y su rabia. ¡°Es terrible. Realmente es una muerte que no deb¨ªa haber ocurrido. Era tan joven. Lo siento¡±, comentaba una internauta que se identificaba como ¡°Ai Dandan¡±. ¡°Esta vez la bandera roja de cinco estrellas (la china) est¨¢ en deuda contigo¡±, comentaba otro.
Tras el anuncio del hospital, los mensajes de dolor se cambiaban por otros de ¨¢nimo. Aunque algunos ya parec¨ªan anticipar un anuncio del fallecimiento en un futuro, cuando esa posibilidad hubiera calado entre la poblaci¨®n y la reacci¨®n de la opini¨®n p¨²blica fuera, previsiblemente, menos airada: "Recordad despu¨¦s c¨®mo nos sentimos ahora", apuntaba una usuaria de las redes. Ahora, ya de madrugada en China, ha vuelto la oleada de mensajes de duelo tras la confirmaci¨®n del fallecimiento de?Li Wenliang, tambi¨¦n confirmada en Weibo.
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