Xi Jinping aparece en p¨²blico con mascarilla
En su primera aparici¨®n tras la muerte del doctor Li, el presidente chino pide "medidas m¨¢s firmes" contra la epidemia mientras el coronavirus complica la reincorporaci¨®n laboral en el pa¨ªs
Gran parte de China, incluida Pek¨ªn, volv¨ªa este lunes al trabajo, al menos en teor¨ªa, para intentar relanzar la actividad econ¨®mica tras el par¨®n de casi tres semanas por el A?o Nuevo Lunar. La idea era empezar a recuperar la normalidad. Pero las dr¨¢sticas medidas para frenar la epidemia de coronavirus siguen en pie y quienes regresan a trabajar o lo intentan ¨Calgunas provincias siguen retrasando la vuelta a la producci¨®n¨C lo hacen en condiciones at¨ªpicas. Las precauciones siguen dominando la vida diaria.
Al mensaje de tranquilidad ha querido sumarse el propio presidente chino, Xi Jinping. Ha sido un gesto muy medido, despu¨¦s de la rabia popular vertida en las redes sociales tras el fallecimiento por el coronavirus el jueves pasado del m¨¦dico Li Wenliang, que hab¨ªa tratado de alertar sobre la epidemia. Xi, que en las ¨²ltimas dos semanas solo se hab¨ªa dejado ver en una reuni¨®n con el primer ministro de Camboya, Hun Sen, en el Gran Palacio del Pueblo, ha visitado este lunes uno de los centros m¨¦dicos designados para tratar los casos de infecci¨®n en la capital. All¨ª ha saludado a los trabajadores comunitarios y ha conversado por v¨ªdeo conferencia con m¨¦dicos en Wuhan, la ciudad origen de la epidemia y donde se concentra la gran mayor¨ªa de los casos.
"La situaci¨®n sigue siendo muy grave", ha reconocido Xi, antes de pedir a Wuhan "medidas m¨¢s firmes y resolutivas" contra la epidemia.
La televisi¨®n estatal china CCTV ha mostrado im¨¢genes del l¨ªder chino cubierto con una mascarilla. De las quir¨²rgicas, las de batalla. Otro paso muy medido: la semana pasada, im¨¢genes desde Hubei en las que se ve¨ªa en una reuni¨®n a los m¨¦dicos con protectores baratos y a los pol¨ªticos con los mejores del mercado, en medio de denuncias de que los hospitales no ten¨ªan suficientes reservas de estos materiales crearon un profundo malestar en la opini¨®n p¨²blica. El gobierno municipal de Pek¨ªn, entre otros, ha prohibido a sus funcionarios portar las mascarillas de mejor calidad, que deber¨¢n entregarse a los centros m¨¦dicos.
Xi tambi¨¦n se dej¨® mostrar mientras se le tomaba la temperatura. Hasta ahora no se le hab¨ªa visto ni en mascarilla ni ante el term¨®metro, dos actitudes que han entrado a formar parte de la vida cotidiana de la poblaci¨®n china desde que el 23 de enero se impuso un bloqueo por cuarentena a Wuhan y buena parte de la provincia de Hubei, donde se encuentra esa ciudad. Aunque el modo de comprobar la fiebre del l¨ªder fue un poco distinta a la del pueblo llano: en lugar de la frente, en la mu?eca, una zona corporal un poco m¨¢s fiable y menos susceptible de convertirse en meme.
Por el momento, el coronavirus ha dejado al menos 911 muertos, todos en China menos dos en Hong Kong y Filipinas, y ha contagiado a m¨¢s de 40.000. Y, pese a los mensajes de normalidad, la reincorporaci¨®n laboral est¨¢ siendo tan escalonada que apenas se nota la diferencia.
Xu Ying, limpiadora de 49 a?os, tard¨® 16 horas en regresar este domingo a Pek¨ªn desde su casa familiar en Anhui, en el sur, donde hab¨ªa pasado las prorrogadas vacaciones de A?o Nuevo Lunar. Le tomaron la temperatura en la estaci¨®n, al salir; varias veces en el tren; al llegar a la capital; en el metro. Al llegar a su domicilio, ya de noche, y en la entrada del complejo de viviendas donde habita, le esperaba un miembro del comit¨¦ de barrio, formulario en mano para tomar nota de qui¨¦n entraba y sal¨ªa, bajo un gran cartel: ¡°quienes regresen de fuera, deben declararlo¡±. Xu recibi¨® instrucciones de controlar la posible aparici¨®n de fiebre durante dos semanas y de salir de su casa lo menos posible. ¡°Las familias con las que trabajo tambi¨¦n prefieren que espere dos semanas para volver a trabajar. Pero tengo suerte, al menos me han prometido que me pagar¨¢n igual¡±, explica por tel¨¦fono desde su aislamiento.
Las calles de la capital ya no estaban este lunes tan desoladas como hasta ahora; pero los vagones de metro y autobuses continuaban sin apenas pasajeros incluso en hora punta, la mayor parte de las tiendas cerradas, y los edificios de oficinas, casi vac¨ªos salvo por los guardias de seguridad que, apostados en cada puerta, tomaban los datos y la temperatura corporal de quien entrase.
En empresas y oficinas se han dado facilidades para que, quien pueda, trabaje desde casa y no contribuya a crear aglomeraciones que puedan facilitar la difusi¨®n del virus. Algunos contin¨²an a¨²n en las localidades donde pasaron el a?o nuevo: la gran mayor¨ªa de los ocho millones de personas que, seg¨²n las autoridades locales, salieron de Pek¨ªn antes de las vacaciones todav¨ªa no hab¨ªan regresado a finales de la semana pasada.
Fu Gui, de 23 a?os y consultora de educaci¨®n en Pek¨ªn, es una de las oficinistas que ha retomado el trabajo, pero solo desde su vivienda, en el distrito perif¨¦rico de Daxing. ¡°Al llegar de regreso de las vacaciones, en la entrada de mi residencia me tomaron los datos y la temperatura. El comit¨¦ vecinal (encargado de vigilar lo que ocurre en cada uno de los complejos de viviendas) me recomendaba fuertemente que no fuera a trabajar y que observara cuarentena. Pero era una recomendaci¨®n, no una obligaci¨®n. Y de todos modos, mi empresa tambi¨¦n quiere que no vayamos a la oficina y trabajemos desde casa. As¨ª que aqu¨ª estoy, trabajando por internet. No s¨¦ cu¨¢nto tiempo durar¨¢ esto¡±.
El largo par¨®n, y la tardanza en recuperar la normalidad, amenazan con asestar un duro golpe econ¨®mico. Un estudio de la C¨¢mara Brit¨¢nica de Comercio en Pek¨ªn entre 126 de sus empresas miembros encuentra que un 97% reconoce haberse visto afectada de un modo u otro por la epidemia de coronavirus y sus consecuencias. M¨¢s de una cuarta parte no puede calcular cu¨¢ndo recuperar¨¢ la normalidad, y un 17% ha suspendido por completo sus operaciones en China.
Un estudio similar elaborado por la C¨¢mara de Comercio estadounidense en Shanghai entre 127 empresas encuentra que el 87% prev¨¦ que sus resultados en el ejercicio 2020 se vean perjudicados por la epidemia.
En su misi¨®n de transmitir tranquilidad, durante su visita al hospital Xi ha querido calmar esos temores sobre el impacto en la econom¨ªa y los empleos. El presidente chino ha asegurado que su Gobierno dar¨¢ pasos para garantizar los puestos de trabajo durante esta crisis, seg¨²n la cadena CCTV.
Problemas para llegar a trabajar
Una vez retornados a la capital, llegar al trabajo no es necesariamente coser y cantar. Las ciudades dormitorio de Yanjiao y Dachang aportan cada una m¨¢s de 100.000 oficinistas a Pek¨ªn, pero administrativamente pertenecen a la vecina provincia de Hebei. T¨¦cnicamente, seg¨²n los reglamentos impuestos en esa provincia, cada desplazamiento de estos empleados a su puesto de trabajo deber¨ªa conllevar catorce d¨ªas de cuarentena. Aunque muchos, seg¨²n la cadena de televisi¨®n Phoenix TV, simplemente no tienen ese problema porque carecen de manera de desplazarse: los autobuses interprovinciales est¨¢n suspendidos y los coches compartidos, seg¨²n la matr¨ªcula que tengan, tampoco pueden cubrir ese servicio.
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