La mano dura del Gobierno chino asfixia a Wuhan
Mandatarios locales cesados, persecuci¨®n de los contagiados y desaparici¨®n de activistas cr¨ªticos con la gesti¨®n de la crisis. El Gobierno central aprieta, mientras las reservas de ox¨ªgeno se agotan en los hospitales
El se?or Zhang estos d¨ªas se siente mucho m¨¢s aliviado. Su esposa, Zhan Guifang, de 56 a?os, est¨¢ por fin ingresada en un hospital. El matrimonio reside en el barrio de Baibuting, en Wuhan. Creen que ella se infect¨® cuando compraba verduras. Tuvieron que esperar m¨¢s de doce d¨ªas para el ingreso. Llamaron a la l¨ªnea directa especial de la alcald¨ªa. Llamaron a los l¨ªderes provinciales. Nada. No hab¨ªa camas disponibles en ninguna parte. ¡°Se supone que tienes que informar al comit¨¦ de barrio, y ellos reportan tu caso. Te dicen que esperes en cuarentena en casa y te vayas controlando los s¨ªntomas. Ellos no pueden conseguir una plaza. Hay mucha gente que ha muerto as¨ª, esperando¡±, se lamenta Zhang.
La pareja tuvo suerte: una cadena de televisi¨®n necesitaba im¨¢genes de ingresos en una cl¨ªnica privada reconvertida en centro de tratamiento de COVID-2019 ¨Cel nuevo nombre oficial de la dolencia¨C, y la se?ora Zhan fue admitida. Ahora su urbanizaci¨®n ha sellado los accesos, nadie puede entrar ni salir, como es preceptivo en los bloques donde se han dado casos de contagio en Wuhan. La comida para los vecinos se reparte a domicilio, se la dejan ante la puerta, como a los leprosos de otros tiempos.
Este mi¨¦rcoles, Wuhan y su provincia, Hubei, foco de la epidemia, han recibido, por fin, una buena noticia. Por primera vez desde hace un mes han bajado las cifras de nuevos casos confirmados de infecci¨®n: 1.638, frente a los 2.097 contagios certificados un d¨ªa antes. Sin embargo, los expertos llaman a la cautela: el pico a¨²n est¨¢ por llegar, advierten, y los n¨²meros pueden repuntar a medida que se comprueban los casos sospechosos. La situaci¨®n es a¨²n muy confusa, ante la escasez de equipos para efectuar las pruebas que confirmen definitivamente la enfermedad.
Y luego est¨¢n los barrios como el de Baibuting. All¨ª fue donde el mes pasado, apenas dos d¨ªas antes de que se diera a conocer el verdadero alcance de la crisis, las autoridades de Wuhan organizaron una comida para 10.000 familias en un espacio cerrado que muchos expertos temen que haya contribuido a propagar el virus.?
La situaci¨®n contin¨²a complicada en la provincia, donde se ha dado la gran mayor¨ªa de las infecciones ¨Cy de las muertes¨C.?La tasa de mortalidad supera el 4% en Hubei, mientras que ronda el 2% en toda China. Probablemente debido a las condiciones de saturaci¨®n de los centros m¨¦dicos, seg¨²n el epidemi¨®logo estadounidense Ian Lipkin, de la Universidad de Columbia y asesor del Gobierno chino sobre la crisis. ¡°Si puedes proporcionar cuidados y oxigenaci¨®n, las posibilidades de salir adelante son mucho mayores¡±, explicaba este domingo en una teleconferencia.
A la escasez de mascarillas, material protector y equipos de detecci¨®n del virus, se suma ahora la falta de botellas de ox¨ªgeno, fundamentales para facilitar la respiraci¨®n a unos enfermos con los pulmones afectados, publica Caixin. Faltan tambi¨¦n m¨¢quinas de respiraci¨®n artificial. Incluso uno de los dos flamantes hospitales construidos en tiempo r¨¦cord, Leishenshan, ha pedido p¨²blicamente donaciones. Seg¨²n el peri¨®dico South China Morning Post, al menos 500 m¨¦dicos y enfermeras en hospitales de la zona se han contagiado.
Medidas m¨¢s dr¨¢sticas
Ante la creciente impaciencia de las autoridades centrales por la gesti¨®n local de la crisis, los mandatarios provinciales han tomado medidas cada vez m¨¢s dr¨¢sticas. Ordenando, por ejemplo, la conversi¨®n temporal de edificios de oficinas, colegios mayores y centros de convenciones en hospitales y centros de cuarentena para los infecciosos menos graves. Todos los recursos se destinan a combatir la enfermedad, hasta el punto de que en Weibo, el Twitter chino, los familiares de pacientes con otras dolencias graves se lamentan de falta de atenci¨®n para los suyos, con etiquetas como ¡°da?o colateral por el coronavirus¡±. ¡°Vine de Chengdu este a?o por mi abuelo, que est¨¢ muy enfermo. Y ahora estamos todos en cuarentena en el piso, siete personas. Nos preocupa que le de un ataque y nadie le pueda atender, porque las ambulancias y las salas de emergencia est¨¢n colapsadas por los casos de coronavirus¡±, dice desde su encierro en Wuhan Xi Gou, una analista de 30 a?os.
Las autoridades de Wuhan aseguran haber examinado a 10,6 millones de personas, el 99% de la poblaci¨®n, para comprobar posibles contagios. Han puesto en marcha una campa?a para "atrapar a todos cuantos deban ser atrapados", en un lenguaje que evoca las ¨®rdenes de captura para los internos en los campos de adoctrinamiento en Xinjiang. Los que deben ser ¡°atrapados¡± son tanto quienes tengan fiebre como quienes hayan estado en contacto con ellos.
A¨²n as¨ª, el Gobierno central sigue sin estar satisfecho. La reacci¨®n de dolor y rabia en las redes sociales tras la muerte del doctor Li Wenliang, que trat¨® de alertar sobre el alcance de la epidemia y muri¨® el el virus, termin¨® de persuadir a Pek¨ªn de la necesidad de tomar totalmente las riendas. El s¨¢bado se incorpor¨® al equipo de coordinaci¨®n Chen Yixin, uno de los hombres de confianza del? presidente chino, Xi Jinping. El lunes, en una visita a un hospital Xi ped¨ªa a Wuhan medidas m¨¢s "contundentes". Este mi¨¦rcoles, el propio l¨ªder encabezaba una reuni¨®n sobre la epidemia del m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n del pa¨ªs, el Comit¨¦ Permanente del Politbur¨®. Es la tercera en tres semanas, cuando lo habitual es que apenas tenga lugar una al a?o.
Como resultado de este endurecimiento desde el Gobierno central ya se ha anunciado el cese de los responsables sanitarios de Wuhan. Y habr¨¢ mano a¨²n m¨¢s dura contra quienes puedan ¡°perjudicar la lucha contra la epidemia¡± o pongan en peligro la estabilidad social. Los encargados de hacer cumplir la ley ¨Cel Ministerio de Justicia, el de Seguridad P¨²blica y el Tribunal Supremo¨C?han publicado una gu¨ªa con diez comportamientos que ser¨¢n especialmente castigados: entre ellos, propagar intencionadamente la enfermedad al rehusar el aislamiento y la diseminar de rumores.
Dos periodistas ciudadanos desaparecidos en Wuhan
Fang Bin, un periodista ciudadano cuyos v¨ªdeos han contribuido a dar a conocer la desesperada situaci¨®n en los hospitales de Wuhan, desbordados por la epidemia, se encuentra desaparecido desde el pasado domingo. Es el segundo v¨ªdeo-bloguero en paradero desconocido: nadie sabe nada del?antiguo abogado de derechos humanos Chen Qiushi?desde el jueves pasado.
Fang, seg¨²n la televisi¨®n hongkonesa, fue detenido tras colgar en Internet un v¨ªdeo mostrando un papel en el que se le¨ªa ¡°Resistid, ciudadanos, devolved al pueblo el poder del Gobierno¡±. Su mensaje lleg¨® en plena ola de furia tras el fallecimiento del m¨¦dico Li Wenliang, el oftalm¨®logo que intent¨® avisar de la epidemia y muri¨® contagiado por el virus.
El periodista ciudadano, empresario de profesi¨®n, ya hab¨ªa sido detenido brevemente la semana pasada por un v¨ªdeo en el que denunciaba que su apartamento estaba rodeado de polic¨ªa y aseguraba que los agentes a¨²n no hab¨ªan entrado debido a la atenci¨®n medi¨¢tica generada por sus v¨ªdeos fuera de Wuhan.
El abogado?Chen Qiushi?desapareci¨® tras?contarle a su familia que iba a un hospital provisional a grabar. El tambi¨¦n bloguero Xu Xiaodong, amigo suyo, ha indicado en YouTube que el joven letrado, de 34 a?os, ha sido internado en un centro de cuarentena pese a que no mostraba s¨ªntomas de enfermedad. Otro amigo suyo, que ha asumido el control de las cuentas de Twitter y YouTube del activista a la espera de que se esclarezca la situaci¨®n, sostiene en cambio que la familia contin¨²a sin noticias.
Chen, que en Twitter cuenta con m¨¢s de 250.000 seguidores y en YouTube con cerca de 440.00, hab¨ªa cubierto en agosto las manifestaciones en Hong Kong, desde donde fue llamado de vuelta a China por la polic¨ªa para interrogarle. El activista ¨Ccuyo nombre de pila suena similar a "buscar la verdad" en mandar¨ªn¨C?lleg¨® a Wuhan en uno de los ¨²ltimos trenes antes de que la ciudad quedara bloqueada. All¨ª grab¨® varios v¨ªdeos sobre las duras condiciones en los hospitales. En uno criticaba los centros provisionales creados en palacios de convenciones o pabellones deportivos, al considerar que no al no aislar debidamente a sanos y enfermos se corr¨ªa el riesgo de facilitar los contagios.
¡°Las autoridades en Wuhan deben divulgar si retienen al periodista Chen Qiushi, Si ese es el caso, deben ponerle en libertad de inmediato¡±, ha declarado Steven Butler, coordinador del programa para Asia del Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas (CPJ) en Washington DC. ¡°China no parece haber aprendido la clara lecci¨®n de que ocultar la verdad sobre una enfermedad que se propaga solo va a empeorar las cosas¡±.
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