Europa presiona a los laboratorios ante la lentitud en la vacunaci¨®n
Europarlamentarios y organizaciones civiles pelean por levantar la confidencialidad de los contratos firmados entre Bruselas y la industria farmac¨¦utica
Cumplidas las cuatro semanas de campa?a de vacunaci¨®n en la Uni¨®n Europea, que arranc¨® oficialmente el domingo 27 de diciembre, a Bruselas se le complican los frentes y ya reconoce que va a ser complicado cumplir con los ambiciosos plazos de vacunaci¨®n fijados esta misma semana, en parte por imprevistas complicaciones log¨ªsticas y por la dificultad de trazar un calendario de producci¨®n y distribuci¨®n claro con las compa?¨ªas farmac¨¦uticas.
Mientras que en el Reino Unido se han administrado 10 dosis por cada 100 habitantes y en Estados Unidos cerca de 6 inyecciones por cada 100 habitantes, en la Uni¨®n Europea no llegan a dos por cada 100 habitantes, seg¨²n c¨¢lculos de este diario a partir de datos de la p¨¢gina en l¨ªnea Covid Visualizer (si bien empezaron tres y dos semanas antes que en la UE, respectivamente).
El primer susto log¨ªstico vino de la compa?¨ªa Pfizer, fabricante junto a BioNTech de la primera vacuna aprobada para su uso en el club comunitario, quien comunic¨® la semana pasada de forma repentina a los Gobiernos de la UE un descenso temporal en los env¨ªos debido a una reestructuraci¨®n en su planta de producci¨®n en Puurs (B¨¦lgica). Aunque aseguraba que la mejora impulsar¨ªa la producci¨®n en el futuro, las capitales temblaron: ah¨ª estaba el miedo a un par¨®n, con la tercera ola cubriendo ya el continente.
La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, dej¨® ver su desconcierto, llam¨® ¡°inmediatamente¡± al consejero delegado del laboratorio para pedir explicaciones, seg¨²n cont¨®, y le transmiti¨® que los Veintisiete necesitaban ¡°urgentemente las dosis garantizadas en el primer trimestre¡±. La UE les ha comprado 600 millones de dosis, m¨¢s que a ninguna otra.
Este viernes fue la compa?¨ªa AstraZeneca, cuya vacuna ser¨¢ aprobada previsiblemente la semana que viene para su uso en la UE (ser¨ªa el tercer f¨¢rmaco en el mercado, junto a las de Pfizer y Moderna), la que anunciaba el retraso en las entregas a los Estados miembros. Y esta vez fue la comisaria de salud, Stella Kyriakides, quien expres¨® cara a cara en una reuni¨®n con sus directivos la ¡°profunda insatisfacci¨®n¡± de la Comisi¨®n y exigi¨® a los responsables de la compa?¨ªa ¡°un calendario preciso¡±, para que los Estados puedan planificar la vacunaci¨®n.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, remat¨® este domingo, en una entrevista en la radio francesa Europe 1, las cr¨ªticas a los laboratorios. Reclam¨® ¡°un di¨¢logo transparente¡± con ellas sobre los retrasos, y asegur¨® que la UE usar¨ªa ¡°todos los medios legales¡± para que respetaran los contratos firmados. Pero tambi¨¦n dej¨® ver las grietas en la ambiciosa estrategia de vacunaci¨®n fijada por el Ejecutivo comunitario.
La Comisi¨®n pidi¨® esta semana a los Gobiernos ¡°acelerar la vacunaci¨®n¡± ante un escenario epidemiol¨®gico ¡°preocupante¡±, con la propagaci¨®n de las nuevas, m¨¢s contagiosas y mort¨ªferas variantes del virus. Y fij¨® unos objetivos ambiciosos: inmunizar al 80% de las personas mayores de 80 a?os y al 80% del personal sanitario antes de abril, y al 70% de la poblaci¨®n general hasta el verano. Estos no son de obligado cumplimiento, pero s¨ª una gu¨ªa del camino a seguir.
En la entrevista de este domingo, Michel dijo que ve¨ªa ¡°dif¨ªcil¡± alcanzar el umbral de ese 70% de inmunidad estival, debido precisamente a las ¡°dificultades en las l¨ªneas de producci¨®n en las pr¨®ximas semanas, lo que har¨ªa el proceso m¨¢s complejo¡±. A?adi¨® que la UE se ve obligada a dar ¡°un pu?etazo en la mesa¡± para hacer cumplir esos acuerdos. Y que si se logran movilizar las l¨ªneas de producci¨®n, ¡°quiz¨¢ logremos tener ¨¦xito¡±.
Los problemas log¨ªsticos son en parte un reflejo de las crecientes parcelas de poder que los laboratorios han ido conquistando desde el inicio de la pandemia: son la gran esperanza para salir de ella, pero siguen cubiertas por un manto de opacidad.
Muchos pensaban que de alg¨²n modo su r¨¢pida respuesta ante la crisis sanitaria, desarrollando vacunas a una velocidad jam¨¢s vista, las redimir¨ªa de su tradicional imagen oscura de sector bien engrasado por los lobbies y guiado por el puro beneficio. Pero, tal y como dice el europarlamentario Pascal Canfin, que lleva meses peleando por conocer las condiciones contractuales entre la UE y las farmac¨¦uticas, aunque la primera parte del relato ha funcionado, falta por ver el desenlace.
Programa claro
En una comunicaci¨®n de esta semana la Comisi¨®n aseguraba ¡°que trabajar¨¢ con las compa?¨ªas para desarrollar un programa claro y transparente de la entrega de las diferentes vacunas¡±. Pero se trata de unos tiempos que en realidad tampoco se han hecho p¨²blicos, protegidos por la confidencialidad contractual. Canfin, presidente de la comisi¨®n de Sanidad de la Euroc¨¢mara y miembro del grupo liberal Renew, reclam¨® esta semana por carta a la ministra de Sanidad de Portugal (pa¨ªs que ejerce la presidencia semestral de la UE) que todos los Estados miembros publiquen sus cifras mensuales de env¨ªos previstos de dosis, para saber cu¨¢ntos pinchazos deber¨ªan ser enviados y para que se pueda ir evaluando el progreso hacia la inmunidad objetivo de forma detallada.
A pesar de que se les han adelantado cientos de millones de dinero p¨²blico para apoyar sus investigaciones, sus ensayos, sus f¨¢bricas y el escalado de su producci¨®n, a¨²n se desconocen los t¨¦rminos exactos firmados por Bruselas, que ha liderado en nombre de los Veintisiete la compra de 2.300 millones de dosis de una cartera de seis vacunas diferentes. No se sabe el precio oficial de compra (aunque con los pagos por unidad que filtr¨® la ministra de Salud belga a trav¨¦s de un tuit que borr¨® de inmediato saldr¨ªan 20.510 millones de euros). Tampoco se conoce el calendario exacto de entrega. Ni la distribuci¨®n detallada por pa¨ªses, que en principio ha de seguir criterios prorrateados en funci¨®n de la poblaci¨®n. Ni la forma en que se dirimir¨ªa la responsabilidad en caso de efectos adversos derivados de su uso.
La semana pasada, tras una intensa batalla en favor de la transparencia por parte de algunos eurodiputados, la Comisi¨®n hizo p¨²blico uno de los seis acuerdos de compra anticipada, el de la compa?¨ªa alemana CureVac. Su f¨¢rmaco a¨²n no ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento, pero ya en marzo de 2020, en los albores de la pandemia, lleg¨® a desatar la tensi¨®n diplom¨¢tica entre Berl¨ªn y Washington, tras el inter¨¦s mostrado por el presidente estadounidense, Donald Trump, en llevarse su f¨®rmula y toda su producci¨®n al otro lado del Atl¨¢ntico. Se acab¨® quedando en esta orilla, y a principios de enero se anunci¨® su uni¨®n con Bayer para el ¡°desarrollo y suministro¡± de su pinchazo. Seg¨²n el Ejecutivo comunitario, que siempre ha defendido que son las compa?¨ªas quienes han impuesto la confidencialidad, el contrato se hizo p¨²blico debido a que Curevac accedi¨® a mostrar una versi¨®n censurada.
¡°Es un primer paso, pero no puede ser el ¨²ltimo¡±, dice en entrevista telef¨®nica Pascal Canfin. La transparencia, asegura, es clave en estos momentos ¡°porque necesitamos la confianza de los ciudadanos para llevar a cabo esta campa?a¡± de vacunaci¨®n y porque ¡°para evitar las noticias falsas, y los debates puramente electoralistas necesitamos hechos sobre la mesa¡±.
Canfin fue el primer eurodiputado en tener acceso a la versi¨®n con tachones del contrato de CureVac. Sali¨® decepcionado de su primera revisi¨®n de los 67 folios del documento en el interior de una estancia vigilada a la que tuvo que entrar con el tiempo tasado y dejando el m¨®vil. As¨ª se lo hizo saber a la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, en un debate en el Parlamento Europeo esta semana. ¡°De seis p¨¢rrafos sobre la responsabilidad jur¨ªdica, y sobre qui¨¦n es el responsable de los problemas, hay dos que est¨¢n tachados, que no se pueden leer¡±, le espet¨®. ¡°?C¨®mo quieren ustedes que nosotros, como representantes de los europeos, podamos estar satisfechos con esta transparencia parcial?¡±.
El contrato que la Comisi¨®n ha colgado en l¨ªnea a disposici¨®n de todo el mundo contiene disposiciones de las que podr¨ªa deducirse que se exonera a los laboratorios de responsabilidad. ¡°La administraci¨®n de los Productos ser¨¢ llevada a cabo bajo la responsabilidad exclusiva de los Estados miembro participantes¡±, se lee en un art¨ªculo. Al que sigue otro en el que los pa¨ªses se comprometen a librar de la responsabilidad al contratista por los da?os o perjuicios causados, entre los que se incluyen la muerte, pero debido a los tachones en el articulado resulta imposible inferir a ciencia cierta el alcance de los compromisos. ¡°Puede haber de todo en los dos p¨¢rrafos tachados¡±, dice Canfin.
Compensar riesgos
Cuando la Comisi¨®n firm¨® sus primeros contratos, asegur¨® a trav¨¦s de una nota que la responsabilidad recaer¨ªa en la compa?¨ªa. ¡°Sin embargo¡±, a?ad¨ªa el comunicado, ¡°con el fin de compensar los posibles riesgos asumidos por los fabricantes debido a los plazos inusualmente cortos para el desarrollo de las vacunas¡±, los contratos prev¨¦n ¡°que los Estados miembros indemnicen al fabricante por las posibles responsabilidades incurridas solo bajo condiciones espec¨ªficas¡±. Condiciones que siguen sin conocerse, pues est¨¢n tachadas en el ¨²nico contrato hecho p¨²blico.
¡°Dado que es dinero p¨²blico los contratos deber¨ªan hacerse p¨²blicos. Fin de la historia¡±, reclama la parlamentaria Manon Aubry, copresidenta del grupo de la izquierda en la Euroc¨¢mara. Protesta porque la Comisi¨®n es quien compra las vacunas, quien hace las leyes, quien entrega la financiaci¨®n, pero a la hora de dotar de transparencia al proceso se ve maniatada.
Corporate Europe Observatory (CEO), un grupo de investigaci¨®n dedicado a exponer la influencia de las corporaciones en la elaboraci¨®n de las pol¨ªticas de la UE, denunci¨® en septiembre de 2020 que el de las grandes farmac¨¦uticas es uno de los lobbies ¡°m¨¢s poderosos¡± en Bruselas. Las 10 compa?¨ªas del sector que m¨¢s gastan en influencia pol¨ªtica abonaron entre 14,75 y 16,5 millones de euros anuales en campa?as de lobby en la capital europea, seg¨²n una investigaci¨®n de CEO.
La industria, que emplea unos 175 lobistas en Bruselas, ¡°est¨¢ usando la crisis para amarrar su modelo problem¨¢tico de maximizaci¨®n de beneficios¡±, asegura. Y advierte el grupo de investigaci¨®n de que su presi¨®n ¡°para lograr dinero p¨²blico sin ataduras y unas normas monopol¨ªsticas de las patentes m¨¢s estrictas podr¨ªa restringir el acceso a los medicamentos y vacunas del covid 19, prolongando la pandemia en nombre del beneficio¡±.
El viernes la defensora del Pueblo de la UE les confirm¨® la apertura de una investigaci¨®n sobre la falta de transparencia en los contratos por parte de la Comisi¨®n.
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