La archidi¨®cesis de Madrid admite por primera vez ocho casos de pederastia cometidos por cl¨¦rigos
La oficina de atenci¨®n a v¨ªctimas abierta hace un a?o y su proyecto de ayuda Repara ha recibido denuncias de abusos sexuales de sacerdotes y religiosos a 10 adultos
La archidi¨®cesis de Madrid ya puede hacer un primer balance de las denuncias de abusos que ha recibido desde que hace un a?o abri¨® su oficina de atenci¨®n a las v¨ªctimas y puso en marcha el proyecto Repara para acoger y ayudar a los afectados. El resultado es que por primera vez admite ocho casos de abuso sexual de sacerdotes o religiosos sobre menores, que sucedieron hace d¨¦cadas y no hab¨ªan trascendido hasta ahora. Adem¨¢s, ha recibido otras 10 denuncias de abuso sexual sobre adultos. Otros nueve cl¨¦rigos han sido acusados de violencia f¨ªsica, maltrato o abuso de autoridad. En 2018, cuando EL PA?S pregunt¨® por primera vez a las 70 di¨®cesis espa?olas sobre cu¨¢ntos casos de abusos de menores les constaban, la de Madrid se neg¨® a responder, como la inmensa mayor¨ªa. Pero algo va cambiando, ya opta por la transparencia.
Con estos ocho, el total de casos de abusos de menores en la Iglesia conocidos en Espa?a asciende ya a 231, con m¨¢s de 500 v¨ªctimas, seg¨²n el recuento que lleva EL PA?S, ante la ausencia de datos eclesi¨¢sticos y oficiales. La Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) se ha negado a revelar cu¨¢ntos casos conoce y a investigar el pasado. Tras la apertura obligatoria de oficinas de atenci¨®n a las v¨ªctimas en cada di¨®cesis, impuesta por el Vaticano el a?o pasado, su portavoz asegur¨® hace tres meses que hab¨ªan recibido ¡°cero o muy pocas¡± denuncias. La de Madrid, dirigida por el actual vicepresidente de la CEE, el cardenal Carlos Osoro, es una de las que mayor esfuerzo ha dedicado a este problema, con un proyecto espec¨ªfico, y no tiene problemas en dar cifras.
La contabilidad de casos en Espa?a de EL PA?S: 231 desde 1986
Hasta ahora, el ¨²nico caso del pasado del que se ten¨ªa constancia en Madrid, solo en cuanto a los sacerdotes diocesanos, no de ¨®rdenes religiosas, era el del cura Rafael Sanz Nieto. Fue condenado en 2006 a dos a?os de c¨¢rcel por abusar de un ni?o de 12 a?os y el obispado a pagar 30.000 euros como responsable civil subsidiario. El caso se destap¨® a ra¨ªz de la denuncia de un grupo de catequistas, que acusaron al por entonces arzobispo de la capital, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, de ejercer presiones para que el caso no saliera a la luz.
La nueva oficina, que se abri¨® con la intenci¨®n de atender a cualquier persona afectada por ¡°cualquier tipo de abuso¡±, tanto dentro como fuera de la Iglesia, ha recibido tambi¨¦n a otras 35 v¨ªctimas que sufrieron abusos dentro del ¨¢mbito familiar y 13 que los denuncian en otros entornos. De ese grupo, nueve de las v¨ªctimas eran menores en el momento de la denuncia. En estos casos la di¨®cesis inform¨® a la Fiscal¨ªa, ¡°siguiendo lo prevenido por la Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n Jur¨ªdica del Menor¡±. ¡°A los adultos se les informa siempre de la posibilidad de denunciar ante la jurisdicci¨®n civil¡±, explica un portavoz del episcopado.
Con todo, el obispado no ha querido dar detalles de los casos. Ni los lugares donde ocurrieron ni los nombres de los ocho cl¨¦rigos pederastas ¡°con el objetivo de proteger el anonimato de las v¨ªctimas¡±. Ha precisado que solo uno pertenece a la di¨®cesis, y ya se ha abierto una investigaci¨®n can¨®nica, mientras que los otros siete son miembros de ¨®rdenes religiosas. Estos ¨²ltimos cometieron los delitos en colegios y entornos educativos ¡°la mayor¨ªa de las veces¡±. Las v¨ªctimas, ahora entre los 50 y 65 a?os, ten¨ªan entre 8 y 15 en el momento de los abusos. ¡°Algunas est¨¢n conversando con Repara y con la congregaci¨®n. A otras les basta con que les creamos, escuchemos y pidamos perd¨®n. Es decir, que no quieren denunciar ni iniciar ning¨²n tr¨¢mite al respecto¡±, explica un portavoz, que a?ade que a algunos se les ha brindado asesoramiento can¨®nico. Algunas v¨ªctimas, a?aden fuentes de Repara, acudieron a la entidad en busca de ayuda psicol¨®gica despu¨¦s de haber presentado su denuncia en otra di¨®cesis u orden, ya que en ellas no lo ten¨ªan.
Ante la pregunta de si el cardenal Osoro ha comunicado a los superiores de las congregaciones las denuncias contra sus miembros que han recibido, la di¨®cesis responde: ¡°Hay v¨ªctimas a las que se acompa?a y, si son adultas, lo que se hace es informar de las posibilidades jur¨ªdicas que tienen, pero no nos corresponde a nosotros presentar la denuncia ante la otra realidad eclesial cuando no se trata de menores¡±. Sin embargo, el motu proprio (norma emanada directamente del papa Francisco) Vos estis lux mundi, fruto de la cumbre vaticana contra los abusos de hace dos a?os, obliga a informar ¡°sin demora¡± al responsable competente de cada provincia o di¨®cesis religiosa donde haya tenido lugar el delito. Su art¨ªculo 31 dice as¨ª: ¡°El Ordinario [obispo o superior religioso] que haya recibido la noticia de delito debe transmitirla sin demora al Ordinario o al Jerarca del lugar donde hayan ocurrido los hechos, [...] en el caso de un religioso, a su Superior Mayor, o en el caso de un diocesano, al Ordinario de la di¨®cesis o al Obispo eparquial de incardinaci¨®n¡±.
Por otro lado, la di¨®cesis tambi¨¦n precisa que, de momento, ninguna v¨ªctima se ha acercado a la oficina con la intenci¨®n de recibir una indemnizaci¨®n, pero aclara que, si en el futuro se diera el caso, estudiar¨ªa c¨®mo llevarla a cabo en cada caso. Si hubiera un proceso civil en curso, cumplir¨ªa lo que dicten las autoridades pertinentes. Hasta ahora, comenta el obispado, el servicio m¨¢s solicitado ha sido la atenci¨®n psicol¨®gica y la escucha. De hecho, cuenta la entidad, la mayor¨ªa de casos donde el afectado era menor de edad en el momento de la denuncia, llegaron a Repara con la denuncia civil realizada con la ¨²nica intenci¨®n de buscar apoyo de este tipo. A lo largo de este a?o se han realizado m¨¢s de 400 sesiones, dedicadas tanto a las v¨ªctimas como a una decena de familiares. ¡°Cuando una persona sufre, el sistema familiar sufre; de ah¨ª que, a veces, se le preste atenci¨®n psicol¨®gica tambi¨¦n al familiar que lo necesite (v¨ªctima de segundo orden)¡±, comenta el portavoz diocesano.
Un aumento de denuncias durante el confinamiento
El equipo que coordina el primer contacto de la v¨ªctima con Repara afirma que not¨® un crecimiento del n¨²mero de llamadas de afectados. ¡°Ha sido un alivio para muchas personas. Durante el confinamiento se han reabierto las heridas y se han despertado los fantasmas¡±, explica Lidia Troya, responsable de primera acogida de la organizaci¨®n. Para ellos, no poder acoger f¨ªsicamente a las v¨ªctimas ha sido un reto, aunque Troya dice que las videollamadas son un recurso con el que ya estaban familiarizados. Los portavoces de Repara tambi¨¦n afirman que, durante este primer a?o, ¡°otras entidades¡± les han llamado para derivarles casos, aunque la mayor¨ªa de las veces no han podido atenderlos, ya que ¡°no son un recurso de emergencia¡±. Otro dato relevante es el n¨²mero de mujeres atendidas, 57 frente a 18 hombres. ¡°A menudo, han vivido durante muchos a?os con la incomprensi¨®n de sus propias familias, de la misma sociedad, de sus ¨¢mbitos comunitarios o de la propia Iglesia. Lo que m¨¢s necesitan es que la creamos y la comprendamos. No buscan venganza. A veces, ni siquiera nos dicen los nombres de los victimarios¡±, relata Troya. A su vez, Repara tambi¨¦n ha puesto en marcha un curso b¨¢sico de formaci¨®n para sacerdotes y catequistas, entre otros, para prevenir y ofrecer claves para la atenci¨®n de estas situaciones.
Si conoce un caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escr¨ªbanos a abusos@elpais.es
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