Las variantes del virus reavivan las tensiones fronterizas en la UE

La propagaci¨®n de las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 amenaza con devolver a la Uni¨®n Europea a la casilla de salida de la crisis fronteriza desencadenada por la pandemia en la primavera de 2020. Ahora como entonces, Alemania encabeza la imposici¨®n de restricciones al paso de personas y veh¨ªculos, lo que ya ha provocado las primeras grandes colas de camiones en la Rep¨²blica Checa. El efecto domin¨® del cierre de fronteras amenaza ya con extenderse a otros pa¨ªses lim¨ªtrofes con el territori...

La propagaci¨®n de las nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 amenaza con devolver a la Uni¨®n Europea a la casilla de salida de la crisis fronteriza desencadenada por la pandemia en la primavera de 2020. Ahora como entonces, Alemania encabeza la imposici¨®n de restricciones al paso de personas y veh¨ªculos, lo que ya ha provocado las primeras grandes colas de camiones en la Rep¨²blica Checa. El efecto domin¨® del cierre de fronteras amenaza ya con extenderse a otros pa¨ªses lim¨ªtrofes con el territorio alem¨¢n, como Austria y Dinamarca. La Comisi¨®n Europea, por ahora, se limita a recordar la obligaci¨®n de franquear el paso al transporte de mercanc¨ªas, para no quebrar las cadenas de suministro, y a los trabajadores transfronterizos de servicios esenciales. Pero la tensi¨®n entre Berl¨ªn y las capitales vecinas va en aumento y la integridad de la zona Schengen vuelve a estar en peligro.

Desde principios de a?o, cuando la propagaci¨®n de las nuevas variantes comenz¨® a generalizarse, ocho de los 26 pa¨ªses que integran la zona Schengen han comunicado a la Comisi¨®n Europea la reintroducci¨®n de controles en alguna parte de sus fronteras interiores: Finlandia, Hungr¨ªa, B¨¦lgica, Austria, Espa?a, Noruega, Portugal y Alemania. La Comisi¨®n vigila para garantizar que las restricciones son proporcionales al riesgo de propagaci¨®n del virus y que no suponen una ruptura del mercado interior ni una limitaci¨®n excesiva de la libertad de movimiento. Pero Bruselas no oculta su inquietud ante alguna de las medidas, en particular, las de B¨¦lgica, que ha restablecido los controles en todas sus fronteras, y Alemania, que desde el domingo impide la libre circulaci¨®n por sus fronteras terrestres desde Rep¨²blica Checa y Austria.

Bruselas, sin embargo, se limita de momento a recordar a los Estados la recomendaci¨®n sobre restricciones aprobada por el Consejo de la UE el 1 de febrero en la que se estipula que ¡°en principio, no se debe exigir un test a los trabajadores del sector del transporte y proveedores de servicios de transporte¡±. Las directrices pactadas se?alan que, en caso de que la prueba a los transportistas sea imprescindible, ¡°deber¨¢n usarse test r¨¢pidos de ant¨ªgenos¡±. La recomendaci¨®n introdujo una nueva categor¨ªa en el mapa epidemiol¨®gico para se?alar como ¡°rojo oscuro¡± las zonas donde la presencia del virus, incluidas las nuevas variantes, se sit¨²e en m¨¢s de 500 casos por 100.000 habitantes en 14 d¨ªas. En esos casos, los Estados podr¨¢n aislar esas zonas y restringir al m¨¢ximo la entrada y salida de viajeros, aunque sin cortar del todo los flujos del transporte.

Pero los controles impuestos por Alemania han provocado los primeros atascos en v¨ªas de entrada desde Rep¨²blica Checa. El lunes, primer d¨ªa laborable de restricciones, se formaron largas filas de camiones en puntos fronterizos con los Estados alemanes de Sajonia y Baviera. Varios transportistas entrevistados por la televisi¨®n p¨²blica aseguraban haber esperado entre dos horas y media y tres horas para cruzar.

El cierre entr¨® en vigor la medianoche del s¨¢bado al domingo. Desde entonces solo pueden entrar por la frontera con Rep¨²blica Checa ciudadanos alemanes o con residencia fija en el pa¨ªs, transportistas y trabajadores transfronterizos de sectores esenciales, como el sanitario. Y deben presentar una prueba PCR negativa o someterse a un test de ant¨ªgenos en la frontera.

30.000 trabajadores

Seg¨²n cifras de la Agencia Federal de Empleo, 33.800 checos cruzan a diario para trabajar en Alemania. Y solo una peque?a parte de ellos, 1.500, lo hacen en la sanidad. Esto significa que las empresas alemanas no esenciales que los emplean no podr¨¢n contar con ellos mientras duren las restricciones, de momento, 10 d¨ªas.

Alemania defiende el cierre pese a las advertencias de Bruselas. La canciller, Angela Merkel, viene avisando desde enero de que no iba a permitir viajes innecesarios a su territorio desde otros con medidas laxas. Alemania tiene una incidencia acumulada a 14 d¨ªas de 137 casos por 100.000 habitantes y lleva cayendo cuatro semanas seguidas. Rep¨²blica Checa, siete veces m¨¢s (964). Los alemanes aguantan desde primeros de noviembre el cierre pr¨¢cticamente total de la vida p¨²blica. Desde entonces no abren la hosteler¨ªa, el ocio ni la cultura. A mediados de diciembre cerr¨® tambi¨¦n el comercio no esencial y la ense?anza. Colegios de primaria y guarder¨ªas est¨¢n empezando a abrir en algunos Estados federados.

El primer ministro de Baviera, Markus S?der, viaj¨® el domingo al punto fronterizo de Schirnding, donde explic¨® que las regiones b¨¢varas con mayor incidencia son las que lindan con Rep¨²blica Checa. Mientras Baviera tiene, de media, 58 casos por 100.000 habitantes en siete d¨ªas, estas zonas superan los 300. Justo al otro lado, la regi¨®n checa de Cheb est¨¢ en 848. ¡°Esta situaci¨®n es peligrosa para nosotros¡±, dijo S?der. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, asegur¨® el lunes que la medida, a la que no quiso referirse como ¡°cierre fronterizo¡± sino como ¡°controles temporales¡±, es ¡°extraordinaria¡±.

El Tirol

La decisi¨®n de cerrar la frontera con Austria tiene que ver con un brote de la variante sudafricana del coronavirus en la regi¨®n del Tirol. Hasta el domingo se hab¨ªan contabilizado 251 casos sospechosos. En marzo del a?o pasado esta regi¨®n, y m¨¢s concretamente la famosa estaci¨®n de esqu¨ª de Ischgl, se convirti¨® en el epicentro de la expansi¨®n del virus por Europa. Las estaciones han seguido abiertas pese a los casos que se est¨¢n registrando estas semanas. El Gobierno austriaco tambi¨¦n ha impuesto limitaciones de salida del Tirol al resto de su territorio para tratar de evitar la expansi¨®n de la variante. Seg¨²n el diario austriaco Kurier, m¨¢s de 1.000 viajeros fueron controlados en la frontera b¨¢varo-tirolesa en las primeras 10 horas despu¨¦s de la entrada en vigor de las restricciones en Alemania. La polic¨ªa impidi¨® cruzar a una cuarta parte. Varios pol¨ªticos austriacos, entre ellos el ministro del Interior, han tachado las restricciones de ¡°inaceptables¡±. El gobernador del Tirol asegur¨® que cerrar la frontera no servir¨¢ para contener el virus y ser¨¢ un caos.

La industria del autom¨®vil, una de las potencialmente m¨¢s afectadas si se interrumpe la cadena de suministros, ya ha disparado las alarmas. Sigrid de Vries, secretaria general de Clepa (la patronal europea de componentes de automoci¨®n), advierte que el cierre de fronteras y las inspecciones en los pasos fronterizos ¡°pueden suponer retrasos cr¨ªticos en la cadena de suministros¡± que podr¨ªan llegar a ¡°frenar la producci¨®n y poner en peligro puestos de trabajo¡±. El sector teme que se produzca un atasco masivo como el registrado en Dover (Reino Unido) a finales de diciembre cuando Francia impuso la realizaci¨®n de test a los camioneros que llegaban al pa¨ªs.

La recomendaci¨®n pactada por los 27 se?ala que en caso de que las medidas restrictivas supongan un impacto en las cadenas de suministro ¡°deber¨¢n levantarse inmediatamente los requisitos de test sistem¨¢ticos para preservar el funcionamiento de los carriles verdes¡±, es decir, las v¨ªas preferentes habilitadas al comienzo de la pandemia para mantener el paso del transporte de un pa¨ªs a otro.

Bruselas tambi¨¦n ha recordado que las directrices prev¨¦n un tratamiento especial para los trabajadores transfronterizos, es decir, los que residen en un pa¨ªs, pero cruzan a diario a otro por motivos laborales. La recomendaci¨®n se?ala que debe eximirse de la obligaci¨®n de pruebas y cuarentenas a las personas que cruzan la frontera a diario o con mucha frecuencia ¡°por trabajo, negocios, educaci¨®n, familia, atenci¨®n m¨¦dica u otros cuidados¡±. Si se introduce la obligaci¨®n de realizar pruebas, deber hacerse con una periodicidad que no sea desproporcionada. Y si ambos lados de la frontera se encuentran en la misma situaci¨®n epidemiol¨®gica, no deber¨ªa imponerse ning¨²n tipo de test.