Un audio en el juicio del ¡®caso Costumero¡¯ revela que madre e hija fueron separadas entre gritos
La grabaci¨®n rebate la versi¨®n ofrecida por Diputaci¨®n y Ertzaintza de que la separaci¨®n de la ni?a y la madre ocurri¨® sin resistencia
El falso s¨ªndrome de alienaci¨®n parental ha estado en el centro de todas las declaraciones de testigos y encausados en la vista que comenz¨® el lunes contra cuatro funcionarios de la Diputaci¨®n de Bizkaia a los que Irune Costumero se?ala como responsables de haberle quitado a su hija en 2017. El proceso termin¨® ayer. Pero mientras poco a poco los imputados y los testigos de la defensa comenzaron a utilizar t¨¦rminos como ¡°instrumentalizaci¨®n¡± de la ni?a o simplemente ¡°alienaci¨®n parental¡± para describir las razones que movieron a la Diputaci¨®n Foral a quitarle a la ni?a, la fiscal, Rosario Ram¨ªrez, defendi¨®, sin complejos, que se trata de una patolog¨ªa. Adem¨¢s de asegurar que ¡°el s¨ªndrome de alienaci¨®n existe¡±, en sus conclusiones ha puesto como ejemplo varias sentencias en las que se cita, ¡°aunque quiz¨¢s como desorden¡±.
Ram¨ªrez no tuvo en cuenta que el supuesto s¨ªndrome nunca ha estado como enfermedad en ning¨²n cat¨¢logo de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, y que el propio Consejo General del Poder Judicial lo rechaza. Tampoco que la Ley de Protecci¨®n a la Infancia aprobada el mes pasado va a prohibir su uso como argumento en los pleitos porque menoscaba la credibilidad de las madres volviendo hacia ellas las denuncias de malos tratos, recientemente aprobada.
Varios psic¨®logos forenses cuestionaron el informe de la psic¨®loga Beatriz Lafuente que sirvi¨® a la Diputaci¨®n para tomar la decisi¨®n de separar a la ni?a de su madre y que conclu¨ªa que el riesgo grave que sufr¨ªa la ni?a se deb¨ªa a la ¡°alienaci¨®n parental¡± que en este caso ejerc¨ªa Costumero. ¡°De todo lo que describe ese informe no hay nada que diga que puede haber alteraci¨®n como el s¨ªndrome de alienaci¨®n parental¡±, critic¨® la psic¨®loga Dolores Serrat.
Sin aval judicial
Una orden foral firmada y ejecutada por los cuatro imputados dio luz verde el 4 de agosto de 2017 a la separaci¨®n de la ni?a y su madre en unas instalaciones p¨²blicas, con presencia de dos polic¨ªas uniformados y con arma. Aunque un juez hab¨ªa dictado la custodia compartida, la Diputaci¨®n entreg¨® la ni?a al padre sin aval judicial. A los procesados se les acusa de prevaricaci¨®n, maltrato y lesiones ps¨ªquicas contra la madre y la hija. Se les piden penas de cinco a?os, ocho meses y un d¨ªa de prisi¨®n, adem¨¢s de 15 a?os de inhabilitaci¨®n especial para cargo o empleo p¨²blico
El resultado de aquellas actuaciones fue que la Costumero le retiraron la custodia de la ni?a y solo puede verla en encuentros con supervisi¨®n de los servicios sociales.
En el juicio tambi¨¦n se presentaron unos audios supuestamente del momento en que la ni?a y la mujer fueron separadas. ¡°?Soltadme, soltadme! ?ama, ama!¡±. Los gritos continuados durante varios minutos de la ni?a llenaron de angustia la sala. Sin embargo, las posibilidades de que la grabaci¨®n sea admitida como prueba se redujeron tras el cuestionamiento de la Fiscal¨ªa y de la defensa, que han solicitado en sus conclusiones que se declare nula, y la libre absoluci¨®n de los imputados.
El audio se escuch¨® durante la tercera y ¨²ltima jornada del juicio. Los gritos de la ni?a cuestionan frontalmente las versiones ofrecidas por una de las funcionarias que comunic¨® la orden a la madre y por los polic¨ªas que participaron en la operaci¨®n y que describieron aquellos hechos como una separaci¨®n absolutamente normal, no traum¨¢tica. La funcionaria que se encarg¨® de coger a la ni?a y llev¨¢rsela al padre, relat¨® en la primera jornada que recordaba que la madre y la abuela se agitaron en un principio, pero que ella solo tuvo que coger ¡°a la ni?a de las manitas¡± y que esta luego estuvo tranquila. Costumero y su madre se derrumbaron durante esa primera sesi¨®n del juicio recordando aquellos hechos que consideraron que se hab¨ªan producido con violencia.
Pero esas dos versiones radicalmente diferentes se han reproducido a lo largo de todo el juicio, tambi¨¦n con los informes psicol¨®gicos y las evaluaciones de la ni?a, dependiendo de si los peritos son de una parte o de otra.
La grabaci¨®n fue entregada por ¡°alguien del Servicio de Infancia de la Diputaci¨®n¡± a la propia denunciante, seg¨²n la versi¨®n de Costumero. La acusaci¨®n particular solicit¨® las grabaciones y la respuesta fue que no estaban disponibles. Fiscal¨ªa y defensa cuestionaron la prueba. La juez se reserva el derecho de no admitirla, que interrumpi¨® su emisi¨®n despu¨¦s de varios minutos de gritos en los que se mezclaban los de la ni?a, la madre y la abuela.
La defensora fue tajante. ¡°Me tengo que creer que la grabaci¨®n es de la ni?a, pero es una prueba nula de pleno derecho¡±, afirm¨®.
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