La UE planea secundar a Biden en una nueva investigaci¨®n sobre el origen de la covid-19
El borrador de la declaraci¨®n conjunta de la cumbre bilateral con EE UU del pr¨®ximo martes respalda la necesidad de seguir indagando tras un primer informe de la OMS que sufri¨® la interferencia de Pek¨ªn
La Uni¨®n Europea parece compartir las dudas de Estados Unidos sobre el origen de la pandemia de covid-19. El club comunitario se muestra partidario de secundar la petici¨®n de Washington para que se lleve a cabo una nueva investigaci¨®n despu¨¦s de que la primera, realizada en China por expertos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), descartase como ...
La Uni¨®n Europea parece compartir las dudas de Estados Unidos sobre el origen de la pandemia de covid-19. El club comunitario se muestra partidario de secundar la petici¨®n de Washington para que se lleve a cabo una nueva investigaci¨®n despu¨¦s de que la primera, realizada en China por expertos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), descartase como ¡°extremadamente improbable¡± la tesis de que el pat¨®geno se hubiera escapado de un laboratorio chino en Wuhan. El respaldo de la Uni¨®n a proseguir con las pesquisas para descubrir el origen de la pandemia se recoge ya en el borrador de la declaraci¨®n conjunta de la cumbre UE-Estados Unidos del pr¨®ximo martes.
¡°Pedimos que se avance en la fase 2 de un estudio sobre el origen de la covid-19 que sea transparente, basado en evidencias, liderado por expertos de la OMS y libre de interferencias¡±, se?ala el borrador de la declaraci¨®n sobre la pandemia al que ha tenido acceso este diario. El texto ha sido revisado este mi¨¦rcoles por los representantes permanentes de los 27 socios de la UE en Bruselas y a¨²n puede variar antes de la cumbre. Pero ya indica que al menos una buena parte de las delegaciones comparte las dudas sobre el primer estudio de la OMS y apoya la petici¨®n estadounidense de seguir investigando. El alineamiento de la UE con Washington puede agriar a¨²n m¨¢s las relaciones con China, que observa con disgusto las crecientes sospechas occidentales sobre la posible salida del mort¨ªfero virus de uno de sus laboratorios.
Las primeras acusaciones hacia Pek¨ªn surgieron durante la presidencia de Donald Trump, pero fueron achacadas a teor¨ªas especulativas marcadas por un sesgo antichino. Las dudas propagadas por el propio Trump provocaron graves roces entre Washington y Pek¨ªn, que se acusaron mutuamente de estar detr¨¢s del origen de la pandemia.
La OMS puso finalmente una investigaci¨®n en marcha, que se inici¨® en enero de este a?o con la llegada de 14 expertos internacionales a Wuhan, la primera ciudad china donde se detect¨® la enfermedad. El estudio concluy¨® en febrero sin dar con el origen del pat¨®geno, pero abonando la hip¨®tesis de que el virus pas¨® directamente de un animal al ser humano.
El informe de la OMS parec¨ªa zanjar la pol¨¦mica. Pero el debate se reabri¨® a mediados de mayo, cuando un grupo de cient¨ªficos de universidades estadounidenses tan prestigiosas como Harvard, Stanford o Yale defendieron p¨²blicamente la necesidad de revisar ¡°seriamente¡± la posibilidad de que el origen del virus fuera un accidente en un laboratorio antes de dar esa hip¨®tesis definitivamente por descartada.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se sum¨® casi de inmediato a la causa. Y consider¨® que mientras no haya pruebas fehacientes en un sentido u otro, ambas teor¨ªas deben ser tomadas como ¡°dos probables escenarios¡±. Biden pidi¨® adem¨¢s a sus servicios de inteligencia que le presentasen en un plazo de 90 d¨ªas un estudio lo m¨¢s concluyente posible.
Europa se hab¨ªa mantenido hasta ahora en un discreto segundo plano de un conflicto que parec¨ªa responder en parte a la continua tensi¨®n entre Estados Unidos y China, las dos grandes potencias que se disputan el dominio mundial en numerosos ¨¢mbitos. La presencia de Trump en la Casa Blanca exacerb¨® esa tensi¨®n, pero ni empez¨® con ¨¦l ni termin¨® con su salida. La Administraci¨®n dem¨®crata de Biden, como la anterior de Barack Obama, ve en China al verdadero rival geoestrat¨¦gico del siglo XXI, con un papel similar al que jug¨® la URSS durante la Guerra Fr¨ªa del siglo pasado.
La UE no comparte el esp¨ªritu de confrontaci¨®n total con Pek¨ªn y prefiere mantener lo m¨¢s abiertas posibles todas las v¨ªas de cooperaci¨®n. Pero en el caso del virus, algunos expertos creen que la propia China ha contribuido a alimentar la desconfianza internacional al haber limitado en exceso la capacidad de investigaci¨®n del equipo de la OMS.
Bruselas busca, adem¨¢s, congraciarse en la medida de lo posible con el nuevo Gobierno estadounidense. La cita del martes en Bruselas ser¨¢ la primera cumbre bilateral entre las autoridades comunitarias y el presidente de EE UU. Biden se re¨²ne con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, apenas cinco meses despu¨¦s de su llegada a la Casa Blanca. El encuentro se interpreta como la confirmaci¨®n de una nueva era en las relaciones transatl¨¢nticas despu¨¦s de los cuatro a?os tormentosos vividos con Donald Trump como presidente.
La salida del republicano no ha marcado el final de todas las discrepancias entre Bruselas y Washington. Pero ambas partes buscan acercar posiciones en todos los puntos en que sea posible como se?al de que han pasado p¨¢gina a la era Trump y que Estados Unidos y la UE est¨¢n dispuestos a liderar de manera conjunta la vuelta a un multilateralismo que pasa por la efectividad de organismos como la OMS.
A pesar de la buena sinton¨ªa recuperada, Biden chocar¨¢ con sus anfitriones europeos en el tema de la propiedad intelectual de las vacunas contra la covid-19 desarrolladas por empresas de ambas orillas del Atl¨¢ntico. Estados Unidos defiende en el seno de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) la liberaci¨®n de las patentes para facilitar su producci¨®n a escala mundial. Bruselas se ha mostrado dispuesta a estudiar la propuesta, todav¨ªa por concretar, pero ya contraataca con otra alternativa.
Michel y Von der Leyen defienden que la prioridad debe ser facilitar la exportaci¨®n, tal y como ha hecho la UE, que ha permitido la salida hacia terceros pa¨ªses del 50% de los 600 millones de dosis que ha producido. En cambio, Biden, al igual que Trump, mantiene el cerrojazo a las exportaciones para garantizarse las dosis necesarias para inmunizar primero a la poblaci¨®n estadounidense. El America First de Trump sigue en vigor en cuanto a la covid.
Los l¨ªderes comunitarios tambi¨¦n abogan por agilizar el sistema de licencias obligatorias previstas en las normas de la OMC para permitir que los pa¨ªses puedan forzar a las farmac¨¦uticas a autorizar a otras compa?¨ªas la fabricaci¨®n de sus vacunas y a aceptar una producci¨®n a precio de coste o con una m¨ªnima remuneraci¨®n.