Joe Biden afirma que la prohibici¨®n casi total del aborto en Texas viola la Constituci¨®n de EE UU
El presidente promete luchar por defender el derecho de las mujeres despu¨¦s de que el Estado prohibiera la interrupci¨®n del embarazo desde las seis semanas
El silencio del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha permitido que entre en vigor una de las m¨¢s restrictivas leyes contra el aborto en el pa¨ªs. Desde el primer minuto del mi¨¦rcoles la interrupci¨®n del embarazo queda prohibida en el Estado de Texas a partir de la sexta semana de gestaci¨®n. La pol¨¦mica iniciativa estatal 8, aprobada en mayo pasado por la mayor¨ªa republicana en las c¨¢maras locales, limita el papel de las autoridades en la vigilancia de la norma que, en cambio, permite a ¡°cualquier persona¡± demandar a mujeres, m¨¦dicos o a quien auxilie en la interrupci¨®n de un embarazo. El presidente Joe Biden ha se?alado la ma?ana del mi¨¦rcoles que esta nueva norma es ¡°una evidente violaci¨®n¡± a la Constituci¨®n y que su Administraci¨®n combatir¨¢ para defender el emblem¨¢tico fallo de Roe v. Wade, que desde 1973 da a las mujeres el derecho a decidir sobre sus cuerpos.
¡°La ley de Texas perjudicar¨¢ significativamente el acceso de las mujeres a la salud, particularmente en las comunidades de color y pobres¡±, ha comentado el mandatario dem¨®crata a trav¨¦s de un comunicado. La Casa Blanca critica el esp¨ªritu de persecuci¨®n de la norma, que se teme provoque una ola de denuncias en un Estado muy conservador. ¡°De forma atroz, delega a los ciudadanos la responsabilidad de denunciar a quienes crean que han auxiliado a otra persona a abortar, lo que puede incluir familiares, trabajadores de salud, secretarias o empleados en las cl¨ªnicas o extra?os sin relaci¨®n al individuo¡±, afirma el texto.
Texas Right to Life, la organizaci¨®n ultraconservadora m¨¢s grande del Estado del sur, ha celebrado la aprobaci¨®n de la norma y ha lanzado una p¨¢gina web que permite a cualquiera se?alar de forma an¨®nima a quien se cree ha estado vinculado con un aborto. El sitio fue derribado hace algunos d¨ªas por un ataque inform¨¢tico, pero ha sido recuperado por la asociaci¨®n, que ha recibido una orden de restricci¨®n de la Fiscal¨ªa de Dallas ante el c¨²mulo de demandas que estaba presentado en defensa de la vida.
Los responsables de las cl¨ªnicas de control de natalidad en Texas estiman que la nueva norma afectar¨¢ al 85% de los abortos que se hacen en el Estado y que muchas mujeres no saben a¨²n que est¨¢n embarazadas a las seis semanas de gestaci¨®n. Otro de los puntos pol¨¦micos de la norma, la m¨¢s severa en una avalancha de iniciativas de protecci¨®n a la vida que comenzaron a promulgarse hace casi una d¨¦cada, es que utiliza el t¨¦rmino ¡°latido fetal¡±. ¡°Un m¨¦dico no puede inducir un aborto en una mujer embarazada si detect¨® el latido fetal de un menor¡±, se?ala la norma. Diversos especialistas argumentaron desde el debate legislativo que los embriones no desarrollan las cuatro c¨¢maras del coraz¨®n hasta la semana nueve. Esta es la primera norma estatal que protege la vida desde un latido.
Planned Parenthood, la organizaci¨®n de derechos reproductivos m¨¢s grande de Estados Unidos, ha dicho que a¨²n no concluye la batalla legal por esta norma, que calific¨® de ¡°rid¨ªcula¡±. Alexis McGill, la directora nacional de la organizaci¨®n, afirm¨® que sus cl¨ªnicas en el Estado continuaban abiertas para ¡°ayudar a los tejanos a navegar esta peligrosa ley¡±. Esa no era la realidad para muchas otras cl¨ªnicas, que hab¨ªan recibido en los ¨²ltimos d¨ªas decenas de pacientes temerosas de que la ley entrara en vigor. La directora de otro centro, el Whole Woman¡¯s Health, se?al¨® que este mi¨¦rcoles comenzaron a mandar de vuelta a casa a muchas mujeres que buscaban interrumpir su embrazo por los miedos que despierta la nueva normativa. Algunas empleadas de la cl¨ªnica dudaban si seguir trabajando para el sitio ahora que se exponen a demandas civiles.
Hacia la medianoche el Supremo declin¨® pronunciarse sobre la ley. Fue un nuevo gesto de la mayor¨ªa conservadora de la Corte, que en las ¨²ltimas semanas ha dado severos varapalos a leyes progresistas abanderadas por la Administraci¨®n dem¨®crata. Entre estas decisiones estuvo el revivir un programa de la era de Donald Trump que obliga a los migrantes que claman asilo a esperar su proceso en M¨¦xico y a permitir nuevamente los desalojos en las comunidades afectadas por la pandemia. Los jueces a¨²n pueden aceptar solicitudes de emergencia de grupos de derechos humanos. La Uni¨®n Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), Planned Parenthood y el Centro de Derechos Reproductivos han emprendido una lucha legal para derribar la norma. Ser¨¢ una larga batalla contra una mayor¨ªa, que al menos hoy, parece consolidada.
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