Las nuevas t¨¢cticas antiaborto de la ultraderecha en Am¨¦rica
Una investigaci¨®n de EL PA?S en cinco pa¨ªses de la regi¨®n revela que centros afiliados a la organizaci¨®n estadounidense Heartbeat International utilizan estrategias que incluyen publicidad enga?osa, albergues para embarazadas y promesas falsas de adopci¨®n para convencer a mujeres vulnerables de que no interrumpan su embarazo
Las nuevas t¨¢cticas antiaborto de la ultraderecha en Am¨¦rica
Una investigaci¨®n de EL PA?S en cinco pa¨ªses de Am¨¦rica Latina encontr¨® que una red de centros afiliados a la organizaci¨®n conservadora estadounidense Heartbeat International (HI) se promueven en internet como sitios feministas y con lenguaje enga?oso a favor del aborto, pero funcionan en realidad como v¨ªas para manipular e institucionalizar a mujeres y tratar de que lleven su embarazo a t¨¦rmino. Cinco reporteras y un reportero acudieron a centros en Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador y M¨¦xico de manera encubierta entre 2019 y 2021, como seguimiento a una investigaci¨®n de OpenDemocracy sobre las operaciones de HI en la regi¨®n.
En esas visitas encontraron que estos centros operan de la misma manera: ofrecen informaci¨®n falsa sobre el aborto, proponen la adopci¨®n como alternativa y, en algunos casos, ofrecen temporalmente estancia y comida. Sus promesas de ayudar a encontrar un hogar para su hijo suelen ir en contra de las leyes en los pa¨ªses donde operan. Su estrategia forma parte de la nueva embestida del movimiento ultraconservador que trabaja en la regi¨®n para contener el avance de los derechos reproductivos de la mujer.
En tres de los cinco pa¨ªses incluidos en este reportaje, los portales utilizan publicidad enga?osa o se identifican como activistas feministas. En M¨¦xico, Colombia y Costa Rica ofrecieron a las reporteras ¡ªque se presentaron como mujeres embarazadas en condiciones de vulnerabilidad¡ª, un proceso de adopci¨®n por fuera de las instituciones legales.
Las expertas consultadas coinciden en que las ofertas de adopci¨®n que hacen no son reales, sino una manera de convencer a la madre de que lleve el embarazo a t¨¦rmino. ¡°Este es un tema s¨²per subterr¨¢neo¡±, asegura Susana Ch¨¢vez, directora ejecutiva del Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (Clacai), quien ha seguido la ofensiva de grupos pol¨ªticos ultraconservadores en la regi¨®n por d¨¦cadas. La adopci¨®n como alternativa a la interrupci¨®n del embarazo ¡°es una mentira¡±, asegura: ¡°En realidad lo que busca es desanimar a la ni?a, a la adolescente, a las mujeres, de abortar con una falsa promesa que no van a cumplir jam¨¢s¡±.
Heartbeat International no respondi¨® a dos solicitudes de comentarios sobre los hallazgos de este reportaje dirigidos a su equipo de comunicaci¨®n.
Marketing digital y desinformaci¨®n
Heartbeat International es una organizaci¨®n cat¨®lica fundada en 1971, en medio de la batalla judicial por el caso ¡°Roe vs. Wade¡± ¡ªque deriv¨® la legalizaci¨®n del aborto en todo el territorio estadounidense¡ª para ¡°ayudar a mujeres a escapar de la tentaci¨®n y la presi¨®n de abortar a sus preciosos beb¨¦s¡±. Con los a?os se fue convirtiendo en un paraguas institucional para todo tipo de organizaciones que trabajan contra los derechos reproductivos, con presencia en m¨¢s de 60 pa¨ªses y v¨ªnculos directos con pol¨ªticos del Partido Republicano, pero tambi¨¦n m¨¢s all¨¢ de las fronteras de Estados Unidos.
En El Salvador, por ejemplo, uno de los pa¨ªses con las leyes m¨¢s duras del mundo contra el aborto, Heartbeat tiene una influencia expl¨ªcita. Un representante de la organizaci¨®n, Ron Archer, ha visitado el pa¨ªs por lo menos tres veces para ofrecer conferencias y dirigirse directamente a la Asamblea Legislativa. En 2017, de acuerdo con Clacai, Archer reuni¨® a pastores de iglesias en ese pa¨ªs con el objetivo de reducir el ¨ªndice de abortos y se comprometieron a crear 16 albergues.
Seg¨²n su propia p¨¢gina, Heartbeat opera a trav¨¦s de 2.850 organizaciones afiliadas en todo el mundo. Dentro de Latinoam¨¦rica existen los Centros de Ayuda a la Mujer (CAM), que se dedican a recibir mujeres con embarazos no deseados, les ofrecen informaci¨®n falsa sobre el aborto y, en algunos casos, la oportunidad de vivir ah¨ª hasta que su embarazo termine. M¨¦xico es uno de los pa¨ªses con el mayor n¨²mero de CAM ¡ªtiene 70¡ª y le sigue Argentina con 32. EL PA?S estableci¨® contacto y visit¨® estos centros en Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador y M¨¦xico. En Estados Unidos los llaman ¡°centros de embarazos en crisis¡± (CPCs, en su sigla en ingl¨¦s) y funcionan de la misma manera.
Varios de estos sitios tienen publicidad enga?osa en redes sociales. En M¨¦xico posan como cl¨ªnicas de interrupci¨®n legal del embarazo. En Argentina se identifican como ¡°activistas feministas¡± y en Costa Rica utilizan colores e insignias del movimiento a favor del aborto y en contra de la violencia de g¨¦nero. Pero, al establecer contacto, los centros citan a las mujeres en persona, en donde les piden datos personales sensibles como el nombre y contacto de su pareja.
En 2019, la organizaci¨®n brit¨¢nica Privacy International denunci¨® que, por medio de sus miles de afiliados internacionales, Heartbeat se dedicaba a reunir datos de mujeres que buscaban informaci¨®n sobre el aborto, contactarlas de alguna manera e intentar convencerlas de que no interrumpieran su embarazo, a trav¨¦s de programas intrusivos y sistemas de marketing digital.
A las reporteras de EL PA?S que acudieron a los centros en M¨¦xico, El Salvador, Argentina y Costa Rica les mostraron videos y panfletos con informaci¨®n falsa sobre el aborto, como que podr¨ªa llevarlas al suicidio y podr¨ªan sufrir de s¨ªndrome post-aborto, una especie de impacto psicol¨®gico cuya existencia no est¨¢ probada. Dijeron que el uso de la pastilla de misoprostol puede llevar a un aborto ¡°incompleto¡± que puede generar una infecci¨®n; que un aborto puede ocasionar c¨¢ncer de pecho, hemorragia incontrolable, la muerte y hasta una posible amputaci¨®n de piernas. En todos los casos le dijeron que no estaban solas, ya que el centro podr¨ªa acompa?arlas durante todo el embarazo y ayudarles en el proceso de adopci¨®n del beb¨¦.
En Costa Rica, el centro se presenta en redes como una cl¨ªnica para abortar a trav¨¦s del portal quieroabortarcr.com, el cual tiene un logotipo en violeta y verde, as¨ª como la insignia ¡°Vivas nos queremos¡±. El portal habla de ¡°intervenci¨®n¡± del embarazo a trav¨¦s de pastillas abortivas. Y, a pesar de que en l¨ªnea se presentan como ¡°Mujer al poder¡±, el centro opera en realidad bajo el nombre Instituto Femenino de Salud Integral (IFEMSI).
En 2019, como parte de una primera investigaci¨®n realizada por la revista OpenDemocracy, una persona que recibi¨® a la reportera en el centro en San Jos¨¦ le dijo que ofrec¨ªan un proceso de adopci¨®n en el que se ¡°brincan al PANI¡±, que es el Patronato Nacional de la Infancia, organizaci¨®n del gobierno que lleva a cabo todas las adopciones legales. Le ofrecieron, incluso, que si quer¨ªa pod¨ªa ¡°seguir teniendo una relaci¨®n con los padres adoptivos¡±. En el pa¨ªs est¨¢ prohibido intervenir en procesos o intermediar entre madres biol¨®gicas y las personas interesadas en adoptar.
En respuesta a esta investigaci¨®n, el PANI present¨® una denuncia por trata de personas ante la Fiscal¨ªa Especializada contra el Crimen Organizado, seg¨²n inform¨® en un correo la vocera del patronato, Fanny Cordero. Al visitar el centro este a?o, una mujer le dijo a un reportero de EL PA?S que anteriormente se daba un acompa?amiento en el proceso de adopci¨®n en coordinaci¨®n con el PANI, pero ya no. El Patronato Nacional de la Infancia asegur¨® no tener relaci¨®n o conocimiento alguno de esta organizaci¨®n.
En El Salvador, a la reportera le ofrecieron tramitar una ¡°cesi¨®n de derechos de cuidado¡± una vez nacido el beb¨¦, y le aseguraron que el centro tiene ¡°gente esperando a una llamada¡± para adoptar un hijo con ellos. Por ley, ninguna organizaci¨®n civil puede promover la adopci¨®n en el pa¨ªs, y la cesi¨®n de tutela, en los art¨ªculos 206 y 207 del C¨®digo de Familia, no es un mecanismo que se pueda aplicar en caso de adopci¨®n.
En M¨¦xico, los portales aborto-mexico.com e interrumpir-embarazo.com ofrecen a primera vista orientaci¨®n para interrumpir el embarazo, que es legal hasta las 12 semanas de gestaci¨®n en cuatro Estados (y, desde septiembre, ninguna mujer puede ser criminalizada por abortar). Los portales ofrecen n¨²meros de Whatsapp de institutos afiliados a HI que, en el pa¨ªs, se llaman Vida y Familia A.C. (Vifac). En dos centros de Vifac, uno en Ciudad de M¨¦xico y otro en Monterrey, la reportera expres¨® su deseo de que no quedara rastro de su supuesto embarazo. Vifac le ofreci¨® como opci¨®n la ¡°cancelaci¨®n¡± del acta de nacimiento del beb¨¦, un tr¨¢mite que no existe.
En 2019, M¨¦xico pas¨® una reforma a la Ley General de los Derechos de Ni?as, Ni?os y Adolescentes, la cual proh¨ªbe expl¨ªcitamente a cualquier organizaci¨®n de la sociedad civil dar en adopci¨®n. Esto implica que ni los gobiernos estatales ni los municipales tienen la facultad de permitir a organizaciones civiles que lleven procesos de adopci¨®n. En un reportaje publicado hace algunos a?os, la reportera mexicana Thelma G¨®mez Dur¨¢n se?alaba que Vifac recib¨ªa fondos tanto de instituciones privadas como de familias con mucha influencia en el pa¨ªs.
Albergues y promesas de adopci¨®n
En junio de este a?o, EL PA?S visit¨® las instalaciones de la ¡°Casa azul¡± de Vifac, en Sat¨¦lite, al norte de la Ciudad de M¨¦xico. Mensualmente, seg¨²n contaron de manera informal durante la visita, reciben una docena de mujeres que tocan sus puertas ¡ªalgunas buscando un aborto, otras referidas por otras instituciones¡ª y tienen entre 8 y 10 ni?os en sus cuneros. Una vez que deciden quedarse en Vifac, le aseguraron a la reportera, las mujeres reciben un techo, alimentos, atenci¨®n m¨¦dica y acompa?amiento, y, la ¡°cereza¡±, como lo llamaron las coordinadoras, son talleres que supuestamente en un futuro las ayudar¨¢n a salir de su precaria situaci¨®n econ¨®mica. En las instalaciones, varias mujeres confeccionaban rosarios con cuentas de colores.
Algunas de estas mujeres, de acuerdo con su propio testimonio, estaban agradecidas de tener un lugar donde vivir y llevar a t¨¦rmino su embarazo; otras, de haber podido salir de una situaci¨®n de violencia dom¨¦stica. Durante la visita, una mujer sali¨® con un beb¨¦ en brazos, y una de las encargadas del centro dijo que se trataba de una abogada voluntaria que iba al juzgado porque ya estaba autorizada la adopci¨®n; asegur¨® que el proceso era muy r¨¢pido gracias a las buenas relaciones que ten¨ªan ¡°con la jueza¡±.
Seg¨²n Susana Vallina, encargada de comunicaci¨®n de Vifac, entre 90% y 92% de las mujeres terminan qued¨¢ndose con sus hijos. Sin embargo, reconoci¨® que no hay seguimiento a estas mujeres puesto que su misi¨®n es solamente el de apoyo a embarazadas. Vifac asegura que tiene fuertes lazos de colaboraci¨®n con la fiscal¨ªa y la procuradur¨ªa del Estado de M¨¦xico, y que colaboran con la lista de padres a los que se dan en adopci¨®n.
Al ser consultado sobre estos puntos, el Gobierno federal dijo que los procesos de adopci¨®n tramitados ante cualquier instancia que no sea la oficial ¡°son realizados de manera irregular¡±, y que esto incluye ¡°la promesa de adopci¨®n durante el proceso de gestaci¨®n¡±. El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (conocido como DIF) dijo adem¨¢s que ya desde agosto hab¨ªan constatado que Vifac no ha entregado a las autoridades la Constancia de Autorizaci¨®n para operar como Centro de Asistencia Social.
En su respuesta, el DIF detall¨® tambi¨¦n que, a partir de la consulta realizada por EL PA?S, este 20 de octubre la fiscal¨ªa y la procuradur¨ªa del Estado de M¨¦xico emprendieron diversas acciones para obtener informaci¨®n sobre si existe alg¨²n tipo de relaci¨®n institucional con Vifac, ¡°debido a que se advierte la posible realizaci¨®n de pr¨¢cticas il¨ªcitas en materia de adopciones¡±, y para ¡°indagar si se han tramitado adopciones en coordinaci¨®n con dicha instituci¨®n de asistencia privada¡±.
Dos a?os antes de esta visita, en un centro en el sur de Ciudad de M¨¦xico que entonces figuraba como afiliado a Heartbeat, una mujer le hab¨ªa ofrecido a una de las reporteras encubiertas ¡°canalizarla¡± a una organizaci¨®n independiente con la promesa de que ofrec¨ªan una alternativa diferente a la del DIF, ¨²nica organizaci¨®n autorizada para llevar a cabo adopciones por ley. En la sala de espera del centro, la reportera pudo ver a muchas mujeres j¨®venes con ni?os de brazos esperando recibir una despensa. Consultado por la forma de operar de estos centros, Miguel ?ngel Salazar, quien suele presentarse como asesor m¨¦dico de la red de CAMs en Am¨¦rica Latina, asegur¨® que ¡°estas instituciones trabajan en favor de la ni?ez y en favor de la mujer¡±, y que los cuestionamientos por la manipulaci¨®n a la que someten a mujeres embarazadas ¡°son mentiras¡± y tienen ¡°un sesgo ideol¨®gico¡±. Tambi¨¦n dijo que ten¨ªa ¡°forma de fundamentar¡± de que estas eran mentiras; pero, al pedirle m¨¢s detalles al respecto, cort¨® la comunicaci¨®n de manera abrupta.
¡°La institucionalizaci¨®n cada vez es una pr¨¢ctica menos recomendada¡±, explica Susana Ch¨¢vez, la directora del Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (Clacai), ¡°porque lo que cada vez queda m¨¢s claro, en las pol¨ªticas de adopci¨®n, es que los ni?os y ni?as deben ser insertados a hogares, a familias y esa es la tendencia mundial¡±. En la ¨²ltima d¨¦cada, estudios cient¨ªficos y organizaciones como Unicef han puesto sobre la mesa evidencias de que la institucionalizaci¨®n tiene un impacto negativo considerable sobre el desarrollo cognitivo y emocional de los ni?os. Por estos motivos, explica Ch¨¢vez, organizaciones como HI y sus afiliados no promueven abiertamente los albergues en donde institucionalizan a las madres y buscan otras maneras de captarlas.
Las promesas de facilitar o resolver la adopci¨®n, as¨ª sean falsas o ilegales, se han repetido de manera similar en los otros pa¨ªses. En un centro de Bogot¨¢, donde la reportera se present¨® como embarazada en condici¨®n de vulnerabilidad, le sugirieron recurrir a Fundaci¨®n Hogar Margarita: le aseguraron que all¨ª ten¨ªan listas de padres en espera en caso de que quisiera darlo en adopci¨®n y le dieron mensajes confusos diciendo que la fundaci¨®n se encargar¨ªa del proceso fuera del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ¨®rgano encargado de las adopciones en Colombia.
En ese pa¨ªs, al igual que en M¨¦xico, Costa Rica y El Salvador, hubo tambi¨¦n una similitud en el ofrecimiento de supuestas modalidades de adopci¨®n parcial en donde las madres pod¨ªan seguir en contacto con el beb¨¦ y de cancelaciones de actas de nacimiento o cesi¨®n de derechos paternales. En Argentina, la encargada del centro le asegur¨® a la reportera ¡ªquien se hizo pasar por una joven embarazada¡ª, que nunca ha conocido a una mujer que terminara dando en adopci¨®n a su beb¨¦ despu¨¦s de llevar el embarazo a t¨¦rmino.
Ese es, a fin de cuentas, el prop¨®sito real de las ofertas de adopci¨®n con procedimientos paralelos a la ley, seg¨²n pudieron determinar las reporteras: que las mujeres lleguen al parto y se queden con sus beb¨¦s. Y en esa l¨®gica funciona tambi¨¦n el ofrecimiento de estad¨ªa en un albergue para la madre y el beb¨¦ hasta uno o dos a?os despu¨¦s del nacimiento. Una oferta que hicieron los centros en M¨¦xico, El Salvador y Colombia.
¡°La idea de una especie de refugio para luego liberar a la mujer a que sea madre, esa es una pr¨¢ctica que nunca hab¨ªa visto en ning¨²n tipo de modelo hist¨®rico¡±, dice Gretchen Sisson, soci¨®loga experta en salud reproductiva en la Universidad de California en San Francisco. En Estados Unidos, por ejemplo, cuando una mujer avanza en su embarazo hasta el punto en que el aborto ya no es una opci¨®n, el 90% termina criando a su hijo, asegur¨® la acad¨¦mica. ¡°No estoy segura de que haya muchas mujeres interesadas en el aborto que luego recurran a la adopci¨®n a menos que se les d¨¦ una gran cantidad de informaci¨®n err¨®nea sobre la accesibilidad o la seguridad del aborto en s¨ª¡±, agrega Sisson.
Las periodistas que trabajaron en esta investigaci¨®n son Carla Perell¨®, Megan Janetsky, Jennifer ?vila y ?lvaro Murillo.
Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women¡¯s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa del programa Salud Reproductiva, Derechos y Justicia en las Am¨¦ricas.
- Cr¨¦ditos
- Texto: Isabella Cota y Stephania Corpi
- Edici¨®n: Eliezer Budasoff
- Fotograf¨ªa y edici¨®n visual: Teresa de Miguel
- Ilustraciones y animaciones: Fernanda Castro
- Gr¨¢fico: Jorge Galindo
- Dise?o y front-end: Alfredo Garc¨ªa