Los propagandistas cat¨®licos tachan de pandemia la correcci¨®n pol¨ªtica
El manifiesto de su congreso anual califica de ¡°totalitarismo blando¡± los tab¨²es del lenguaje
¡°Una pandemia recorre el mundo, la pandemia de la correcci¨®n pol¨ªtica¡±. Esta es la primera frase de las conclusiones con que la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas (ACdP) culmin¨® este domingo el 23 congreso Cat¨®licos y Vida P¨²blica, celebrado desde el viernes en la universidad CEU-San Pablo con el t¨ªtulo ¡°Correcci¨®n pol¨ªtica: libertades en peligro¡±. Las palabras dictadura, religi¨®n, cultura, dolor y perd¨®n han centrado los debates. El manifiesto cita en la segunda frase la pandemia que ataca al cuerpo y est¨¢ provocando en los dos ¨²ltimos a?os ¡°dolor y muerte¡±. Pero, en su opini¨®n, hay otro tipo de pandemia que ¡°provoca tambi¨¦n sufrimientos, as¨ª como otros tipos de muerte: la muerte civil, o la muerte del esp¨ªritu¡±. La ACdP achaca a la ¡°incursi¨®n de esta correcci¨®n pol¨ªtica¡± las crisis que padecen instituciones como la Uni¨®n Europea o la ONU.
Esta es la tesis sobre el nuevo fantasma que recorre el mundo: ¡°Desde muy diversas tendencias se le han aplicado [a esta pandemia] calificativos hist¨®ricos tales como nazismo, fascismo, neo-comunismo, o nueva Inquisici¨®n. En efecto, frente a los totalitarismos del siglo XX, que golpearon las libertades, las creencias y las vidas de millones de personas, este nuevo totalitarismo l¨ªquido o blando no golpea, pero s¨ª ahoga o asfixia. No mata el cuerpo, de momento, pero mata el intelecto libre y el esp¨ªritu¡±.
Con un millar de participantes, varios cientos de ellos de manera presencial en el paraninfo de la principal universidad de los propagandistas, la idea fuerza de los debates subraya el pesimismo arraigado en el catolicismo desde que, sobre todo en Europa, la v¨ªa latina se ha ido contaminando de culturas nada cristianas. ¡°Nuestra cultura actual est¨¢ atrapada en una suerte de perversi¨®n de la penitencia: tenemos confesiones por doquier y queremos que otros se confiesen y arrepientan. Sin embargo, no hay absoluci¨®n alguna, no existe el perd¨®n¡±, dijo el historiador R¨¦mi Brague, profesor em¨¦rito de la Sorbona, especialista en la filosof¨ªa medieval jud¨ªa y ¨¢rabe y autor de Europa, la v¨ªa romana y Ad¨®nde va la historia. Su conferencia, plato fuerte del congreso junto a la intervenci¨®n del actor Albert Boadella, se titul¨® ?La cultura de la cancelaci¨®n o la cancelaci¨®n de la cultura?
Lo que est¨¢ en juego, dijo, ¡°no es solo el problema concreto de la cultura occidental. Se trata de nuestra relaci¨®n con el pasado. Hemos de preguntarnos qu¨¦ tipo de actitud debemos adoptar ante aquello de lo que somos producto: para empezar, ante nuestros padres, nuestro pa¨ªs y nuestro idioma, entre otros. Debemos elegir entre perdonar o condenar¡±.
¡°Eres un canalla¡±
El dramaturgo Albert Boadella, fundador con 19 a?os del grupo Els Joglars, fue detenido y sometido a un consejo de guerra en 1977 por la obra teatral La Torna, en la que se recreaba la ejecuci¨®n a garrote vil del delincuente Heinz Chez el mismo d¨ªa (2 de marzo de 1974) en que la dictadura ajusticiaba tambi¨¦n el anarquista Salvador Puig Antich, condenado por matar a un polic¨ªa (Heinz Chez lo fue por asesinar a un guardia civil).. Boadella cree que entonces se comport¨® como un canalla. Lo ha dicho en el ¨²nico acto cultural del congreso de la ACdP, el s¨¢bado a ¨²ltima hora de la tarde, en el que el dramaturgo se dijo atado, como todos los artistas, por los tab¨²es de lo pol¨ªticamente correcto y por nuevas formas de censura y autocensura.
¡°Ten¨ªamos la raz¨®n porque dec¨ªamos la verdad, pero me arrepiento por regodearnos de las v¨ªctimas. Hab¨ªa muerto un guardia civil. Cuando iba al cuartel a firmar el parte de mi libertad provisional, ve¨ªa a los ni?os jugando en los patios, aquellos edificios, aquella manera de vivir, y me dije: ¡°Eres un canalla¡±. El actor se exili¨® entonces a Francia, despu¨¦s de una fuga espectacularmente teatral, y cree que el cantante Valt¨°nyc, condenado en firme y fugado ahora a B¨¦lgica, tambi¨¦n es un canalla por re¨ªrse de las v¨ªctimas del terrorismo.
La participaci¨®n de Boadella en el congreso, muy exitosa, ha sido pol¨¦mica porque a?os despu¨¦s de La Torna fue tambi¨¦n procesado, en 1983, por la obra Teled¨¦um, que el autor defini¨® entonces como ¡°una comedieta de sotanas y casullas¡±. Hab¨ªa nueve personajes en escena: un calvinista franc¨¦s, un testigo de Jehov¨¢ belga, un morm¨®n alem¨¢n, un anglicano brit¨¢nico, una cat¨®lica disidente ¨Ccism¨¢tica¨C norteamericana, un cat¨®lico integrista ¨Ccardenal italiano¨C, una monja cat¨®lica valenciana, un evangelista norteamericano y un monje cat¨®lico catal¨¢n, adem¨¢s de la voz de los t¨¦cnicos, uno de ellos Boadella, responsables de la supuesta retransmisi¨®n.
Fue un esc¨¢ndalo monumental, con la Iglesia en pie de guerra y una jueza empe?ada en encarcelar a todo el grupo teatral. Los absolvi¨® a?os m¨¢s tarde el Tribunal Supremo con el argumento de que la belleza del espect¨¢culo acallaba todo posible insulto.
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