Los propagandistas cat¨®licos resucitan la idea del ¡®cheque escolar¡¯
El congreso Cat¨®licos y Vida P¨²blica, de la ACdP-CEU, emite un manifiesto con duras cr¨ªticas a la izquierda educativa
La Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas (ACdP) y la Fundaci¨®n CEU San Pablo cerraron en septiembre pasado el programa de su congreso Cat¨®licos y Vida P¨²blica sobre el tema Libertad para educar, libertad para elegir. Pero el manifiesto final, despu¨¦s de dos d¨ªas de debates, es una larga respuesta, en 1.365 palabras, a lo dicho el jueves por la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, en el discurso inaugural del otro congreso cat¨®lico celebrado este fin de semana, el de las Escuelas Cat¨®lica. Sostuvo que la Constituci¨®n no avala la libre elecci¨®n de colegio, y los propagandistas, una potencia en el sector a trav¨¦s de CEU, le contestan con una bater¨ªa de reparos. La m¨¢s llamativa es la idea de resucitar el cheque escolar, un fantasma que recorre la disputa educativa desde que el ministro centrista Jos¨¦ Manuel Otero Novas lo plante¨® en 1980, en su poco duradera ley de Estatutos de Centros Escolares (LOECE).
Sostiene el congreso de Cat¨®licos y Vida P¨²blica: ¡°El sistema de conciertos no es perfecto; contribuye a desfigurar el car¨¢cter propio de muchos centros. Su tiempo limitado los sit¨²a en una permanente incertidumbre. Hay que pensar en f¨®rmulas de financiaci¨®n que pongan en el centro a las familias. El cheque escolar no puede ser un debate cerrado¡±. Fue la presidenta de Vox en Madrid, Roc¨ªo Monasterio, quien hab¨ªa puesto en la agenda el tema, en una mesa de partidos celebrada el viernes. ¡°La implantaci¨®n del denominado cheque escolar es la manera de defender la libertad y la igualdad de oportunidades¡±, dijo.
El manifiesto se ley¨® ayer poco despu¨¦s de la celebraci¨®n de la eucarist¨ªa a cargo del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. No fue casual. El texto es un declaraci¨®n sobre c¨®mo debe ser la escuela cat¨®lica, concertada o no, e incluso la p¨²blica, cargando obligaciones al Estado que la Constituci¨®n no contempla. En primer lugar, es un rosario de reproches. ¡°El intervencionismo, la falta de autonom¨ªa en los centros ¡ªen todos los centros, tanto en los de titularidad p¨²blica como en los concertados¡ª, supone un grave l¨ªmite a la libertad de ense?anza¡±.
Es, despu¨¦s, una declaraci¨®n confesional, que dejar¨ªa fuera de las aulas a las familias no cristianas, que son legi¨®n, y que, sin embargo, seg¨²n la tesis de la ACdP, tienen el amparo de la Constituci¨®n para tener derecho a cursar estudios en esos centros confesionales. Dice el manifiesto: ¡°La escuela cat¨®lica tiene la obligaci¨®n moral de atender a la que es adem¨¢s su misi¨®n espec¨ªfica: comunicar a Cristo. Para poder hacerlo, en el contexto de la familia del siglo XXI, la escuela cat¨®lica debe configurarse en clave de evangelizaci¨®n. Los padres tienen el derecho original, primario e inalienable a la educaci¨®n de los hijos y, por lo tanto, el Estado y los centros son subsidiarios de la familia¡±.
Las execraciones contra el Estado y la escuela p¨²blica inspiran otros p¨¢rrafos del manifiesto, como si los espa?oles no financiaran pac¨ªficamente, con 6.000 millones de euros cada curso, las escuelas concertadas cat¨®licas. Dice el manifiesto: ¡°Lo opuesto a la libertad de ense?anza o educaci¨®n es la escuela p¨²blica ¨²nica, pues supone la imposici¨®n de un ¨²nico modelo y, con ello, la imposibilidad de elegir. El derecho a la educaci¨®n no conlleva, en ning¨²n caso, que la Administraci¨®n sea quien deba prestar directamente todo el servicio educativo¡±.
Tampoco faltan los recelos sobre la llamada ideolog¨ªa de g¨¦nero. ¡°El adoctrinamiento ideol¨®gico de g¨¦nero es preocupante, pues tanto profesores como alumnos experimentan ya las imposiciones a trav¨¦s de cursos y talleres. Aunque muchos son conscientes, todav¨ªa algunos padres y profesores lo desconocen o lo han aceptado acr¨ªticamente. Por ello, urge fomentar la creaci¨®n de escuelas de padres en todo tipo de colegios, as¨ª como la formaci¨®n del profesorado en este tema¡±, proclaman.
El factor cat¨®lico
El sector educativo clama por un pacto nacional que ponga fin a la catarata de leyes que se suceden seg¨²n el Gobierno (una de UCD, cuatro del PSOE, dos del PP¡). Nadie est¨¢ dispuesto a ceder, y menos los obispos. El manifiesto de la ACdP es su modelo. Sobre esos principios, el acuerdo es imposible, a¨²n menos si entra en disputa el Estado vaticano, que at¨® el tema en 1976 y 1979 con los Acuerdos negociados por el propagandista Marcelino Oreja, m¨¢s ministro de la Santa Sede que de Espa?a en ese tema. Fue todo un Concordato; el t¨¦rmino quemaba teniendo en cuenta que los ¨²ltimos firmados fueron con Hitler, Mussolini y Franco.
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