¡°No pod¨ªa esperar indefinidamente la operaci¨®n y me fui a la privada¡±
El tiempo de espera para una cirug¨ªa creci¨® un 18% el primer a?o de la pandemia. Sanidad todav¨ªa no ha publicado cifras oficiales de la situaci¨®n en 2021, pero varios pacientes cuentan c¨®mo aguardan una intervenci¨®n que se retrasa hasta m¨¢s de un a?o
La cirug¨ªa de mu?eca de Mar¨ªa Isabel Ruiz no era urgente: lleva m¨¢s de un a?o esperando. La operaci¨®n de tobillo de Manuel Facal no era urgente: siete meses sin que le llamen. La de varices de Consolaci¨®n Crespo no era urgente: 16 meses de demora para una cita. Las intervenciones que no pon¨ªan en peligro la vida de los pacientes se pospusieron durante los momentos m¨¢s cr¨ªticos de la pandemia para que los equipos de los quir¨®fanos pudieran servir de UCI a los enfermos de covid. Ahora, ...
La cirug¨ªa de mu?eca de Mar¨ªa Isabel Ruiz no era urgente: lleva m¨¢s de un a?o esperando. La operaci¨®n de tobillo de Manuel Facal no era urgente: siete meses sin que le llamen. La de varices de Consolaci¨®n Crespo no era urgente: 16 meses de demora para una cita. Las intervenciones que no pon¨ªan en peligro la vida de los pacientes se pospusieron durante los momentos m¨¢s cr¨ªticos de la pandemia para que los equipos de los quir¨®fanos pudieran servir de UCI a los enfermos de covid. Ahora, la primaria se ha saturado y forma un embudo que repercute tambi¨¦n en las citas con los especialistas. Estos tres (y otros muchos) ciudadanos lo han pagado con meses de una espera en la que no pueden trabajar, caminar o hacer una vida normal. Nada urgente.
Facal, de 74 a?os, decidi¨® acudir a la privada despu¨¦s de tres meses esperando y 10 kilos ganados por no poder caminar. ¡°Yo no paraba en casa, hac¨ªa todos los d¨ªas 10 o 12 kil¨®metros¡±, relata este lucense de 74 a?os. Tras la intervenci¨®n sigue con muletas, pero va poco a poco mejorando. ¡°Me cost¨® 5.000 euros, pero se me estaba poniendo el tobillo como un elefante y ven¨ªa de un a?o de retraso en una colonoscopia, 16 meses para una revisi¨®n de coraz¨®n... No pod¨ªa esperar indefinidamente a esto tambi¨¦n¡±, relata. A d¨ªa de hoy todav¨ªa no lo han llamado de su hospital, siete meses despu¨¦s de que le pusieran en la lista de espera para la operaci¨®n de tobillo que ya no se realizar¨¢ en la p¨²blica. ¡°Ellos [se refiere al circuito p¨²blico] no saben que ya lo arregl¨¦¡±, explica por tel¨¦fono.
La sanidad p¨²blica parece lejos de reponerse del golpe de la pandemia, pese a que los hospitales ya trabajan en pr¨¢ctica normalidad, sin grandes lastres por culpa de la covid, que solo ocupa un 1,5% de las camas y un 4,3% de las unidades de cuidados intensivos. No existen datos recientes de las listas de espera en toda Espa?a: los ¨²ltimos, publicados en junio, son referidos a diciembre de 2020, cuando las cirug¨ªas se demoraban una media de 148 d¨ªas, 27 m¨¢s que un a?o antes (un 18% de aumento) y el tiempo medio para ser atendido por el especialista creci¨® de 88 a 99 d¨ªas (12,5% m¨¢s).
Como explicaba este peri¨®dico en un reportaje publicado el 5 de noviembre, estas cifras ocultan enormes diferencias entre comunidades y dentro de cada una de ellas, ya que cada hospital p¨²blico y ¨¢rea de salud de Espa?a tienen sus propios circuitos asistenciales: ¡°La espera quir¨²rgica, por ejemplo, oscilaba en diciembre de 2020 de los 60 d¨ªas en Asturias a los m¨¢s de 280 de Castilla-La Mancha¡±. Habr¨¢ que esperar previsiblemente unas semanas hasta que el Ministerio de Sanidad publique cifras m¨¢s actualizadas, aunque van siempre con seis meses de retraso: las pr¨®ximas mostrar¨¢n la situaci¨®n de junio.
En Castilla-La Mancha, en concreto en Calzada de Calatrava (Ciudad Real), vive Mar¨ªa Isabel Ruiz, de 32 a?os. Es peluquera, pero ha tenido que dejar de trabajar porque el dolor que tiene en el brazo izquierdo no le permite sujetar el secador. ¡°No puedo hacer un peinado, se me cae de la mano¡±, explica. Su problema empez¨® hace seis a?os: un dolor que iba desde el codo hasta la mu?eca le ha tenido desde entonces del neur¨®logo al traumat¨®logo, ida y vuelta. No consegu¨ªan dar con el problema y ha pasado incluso por el Hospital Nacional de Parapl¨¦jicos de Toledo, donde le hicieron ¡°doloros¨ªsimas¡± pruebas.
La decisi¨®n de los doctores lleg¨® en septiembre de 2020: hab¨ªa que abrir la mu?eca para tratar de aliviar un nervio da?ado. Desde entonces, no sabe nada y ha perdido su trabajo en la peluquer¨ªa porque no lo pod¨ªa seguir ejerciendo. ¡°Estoy cada vez peor, cada vez m¨¢s d¨¦bil, con la mano izquierda cada vez m¨¢s in¨²til. Y soy zurda¡±, lamenta. Lleva m¨¢s de un a?o esperando una llamada que no llega, con la esperanza de solucionar un problema que arrastra desde los 26 a?os. Su optimismo es relativo: los propios m¨¦dicos le confesaron que no sab¨ªan si podr¨ªan arreglar su problema. ¡°Me dijeron que mirar¨ªan en la mu?eca y que si no se solucionaba igual me ten¨ªan que operar el codo¡±, cuenta.
Marciano S¨¢nchez Bayle, m¨¦dico y portavoz de la Federaci¨®n de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad P¨²blica, asegura que hay un problema generalizado de acceso que va desde la atenci¨®n primaria hasta las cirug¨ªas, pasando por las citas con especialistas. ¡°Es un problema que lleva a?os increment¨¢ndose y que con la pandemia se ha desbocado. Hace falta m¨¢s personal: entre 20.000 y 30.000 sanitarios, y recuperar las camas que se han ido cerrando, que han sido 5.000 entre 2014 y 2019¡å, se?ala.
Las demoras est¨¢n echando a algunos pacientes del sistema p¨²blico: los seguros privados, que llevan una d¨¦cada creciendo en Espa?a, batieron su r¨¦cord en 2020, el primer a?o de la pandemia, con una subida de un 4,4%, la mayor en 10 a?os. Esto permiti¨® superar por primera vez los 11 millones de p¨®lizas contratadas, seg¨²n la patronal Unespa. ¡°No hay m¨¢s que ver los anuncios en televisi¨®n y radio para darse cuenta de que est¨¢n viendo una oportunidad con el deterioro de la p¨²blica. Pero, ojo, tambi¨¦n aqu¨ª se est¨¢ notando la saturaci¨®n porque no tienen medios suficientes para sustituirla¡±, apostilla S¨¢nchez Bayle.
Consolaci¨®n Crespo Gonz¨¢lez, de 59 a?os, est¨¢ sopesando esta posibilidad. ¡°No me dejan otra opci¨®n que buscarme un m¨¦dico de la sanidad privada¡±, dice esta mujer, que mitiga como puede en su domicilio de Quesada (Ja¨¦n) los dolores cada vez m¨¢s intensos que le producen las varices en su pierna izquierda. Pero, mientras tanto, ya empieza a buscar otras alternativas, despu¨¦s de que en octubre la Consejer¨ªa de Salud y Familias de la Junta de Andaluc¨ªa le enviara una cita para su especialista de cirug¨ªa vascular para el 21 de febrero de 2023, es decir, m¨¢s de 16 meses de espera.
¡°Esa cita es para que me vea el especialista en Ja¨¦n [a 100 kil¨®metros de distancia], pero mucho me temo que luego habr¨¢ que esperar a¨²n m¨¢s para la operaci¨®n¡±, asegura, un tanto desesperada, esta paciente, una m¨¢s de los miles que en Andaluc¨ªa est¨¢n recibiendo citas para atenci¨®n primaria y especialista con una espera de hasta un a?o y medio.
Tan inexplicable resulta esta situaci¨®n que Consolaci¨®n Crespo se?ala que hasta en el centro de salud de su pueblo le han sugerido que se vaya buscando un m¨¦dico privado. ¡°No me va a quedar otro remedio porque si espero la cita, m¨¢s el tiempo posterior para la operaci¨®n, qui¨¦n sabe c¨®mo tendr¨¦ la pierna, casi para cort¨¢rmela¡±, dice, un tanto perpleja, esta paciente que dice sentir verg¨¹enza ajena del estado de la sanidad p¨²blica andaluza, de la que ella es una gran defensora.
Infradiagn¨®stico de c¨¢ncer
Las operaciones oncol¨®gicas s¨ª se han mantenido durante la pandemia. Incluso en los peores momentos, eran algunas de las intervenciones que se consideraban ¡°no demorables¡±. Estas s¨ª eran urgentes. Pero para llegar a esa lista primero hay que detectar el tumor. Y los retrasos en los especialistas no ayudan al diagn¨®stico temprano, una de las mejores armas para curar el c¨¢ncer. Julieta, sevillana de 23 a?os, lleva siete meses esperando para una ecograf¨ªa de mama por un bulto que le detectaron en mayo. ¡°Ahora, tras estar dos meses con v¨®mitos, reflujo y perder cinco kilos, llevo dos meses esperando que me llamen para una gastroscopia¡±, explica.
Seg¨²n un estudio de varias sociedades cient¨ªficas espa?olas, los nuevos diagn¨®sticos oncol¨®gicos cayeron un 21% durante la primera ola. Y no precisamente porque haya menos c¨¢ncer: las pruebas para detectar posibles tumores, como las citolog¨ªas, bajaron hasta un 30%. La Organizaci¨®n Europea del C¨¢ncer calcula que alrededor de un mill¨®n de casos han podido quedar sin diagnosticar en el continente. Adem¨¢s de la saturaci¨®n, el miedo a ir a los hospitales tambi¨¦n tiene un papel en estas demoras, seg¨²n apuntan los expertos. Es un temor que ya se est¨¢ perdiendo. Pero las listas de espera contin¨²an.
Ser¨¢ una de las facturas que la pandemia pasar¨¢ con retraso. Una vez pasada la inmediatez de la urgencia, la saturaci¨®n de las UCI y las muertes causadas directamente por el coronavirus, habr¨¢ que seguir evaluando durante a?os el efecto domin¨® que deja en forma de falta de prevenci¨®n con una primaria maltrecha, infradiagn¨®sticos, ingentes listas de espera, p¨¦rdida del seguimiento de enfermedades cr¨®nicas o problemas en la salud mental. Los suicidios, sin ir m¨¢s lejos, repuntaron en 2020 con un crecimiento de un 7,4% con respecto al a?o anterior, seg¨²n cifras publicadas esta misma semana por el INE.