Los expulsados por el volc¨¢n: ¡°No sabes cu¨¢nto me duele irme de La Palma¡±
La crisis social desatada por la erupci¨®n empuja a algunos palmeros fuera de su isla, ya sea por la escasez de viviendas o por los empleos perdidos
¡°La platanera no es un ¨¢rbol, es una hierba¡±, explica Antonio R¨ªos (42 a?os), mientras escarba en la ceniza para descubrir un peque?o tallo que crece a los pies de la planta principal, ¡°la madre¡±. ¡°Y esa que est¨¢ seca al lado es la abuela, que es la que dio pl¨¢tanos el a?o pasado¡±. Habla con pasi¨®n del fruto que le ha permitido construir una vida en La Palma: lleg¨® hace 13 a?os procedente de C¨¢diz, cuando su hija mayor ten¨ªa seis meses, y aqu¨ª naci¨® su hijo peque?o. ¡°Es 100% palmero¡±. R¨ªos trabajaba en una planta de empaquetado de pl¨¢tanos y regentaba dos fanegas de plataneras, ...
¡°La platanera no es un ¨¢rbol, es una hierba¡±, explica Antonio R¨ªos (42 a?os), mientras escarba en la ceniza para descubrir un peque?o tallo que crece a los pies de la planta principal, ¡°la madre¡±. ¡°Y esa que est¨¢ seca al lado es la abuela, que es la que dio pl¨¢tanos el a?o pasado¡±. Habla con pasi¨®n del fruto que le ha permitido construir una vida en La Palma: lleg¨® hace 13 a?os procedente de C¨¢diz, cuando su hija mayor ten¨ªa seis meses, y aqu¨ª naci¨® su hijo peque?o. ¡°Es 100% palmero¡±. R¨ªos trabajaba en una planta de empaquetado de pl¨¢tanos y regentaba dos fanegas de plataneras, pero el volc¨¢n le ha cambiado la vida. Su empresa le despidi¨® (como a la mayor parte de la plantilla), una de sus fanegas ha sido devorada por la lava y la otra est¨¢ aislada, rodeada de piedras incandescentes. ¡°No quiero, ni mi familia tampoco, pero me voy de La Palma¡±, dice.
Cuando se pregunta a los palmeros si conocen a alguien que est¨¦ plante¨¢ndose abandonar la isla por la crisis social desatada por el volc¨¢n, la mayor¨ªa contesta afirmativamente. ¡°Es como para pens¨¢rselo, ?no? ?Con la que nos est¨¢ cayendo encima!¡±, dice Roc¨ªo P¨¦rez (40 a?os), que descansa en uno de los bancos de la plaza del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane.
Otra cosa es conocer a alguien que de verdad se marche: muchos contestan negativamente, pero a otros s¨ª les consta que hay personas en esas circunstancias, a pesar de que no han pasado ni dos meses desde que empez¨® la erupci¨®n. Los que est¨¢n al tanto de m¨¢s casos son quienes tratan con muchas personas en su d¨ªa a d¨ªa: los camareros de los bares m¨¢s concurridos, las enfermeras de los centros de salud, los docentes de los colegios... Es una pregunta inc¨®moda, que hace torcer el gesto a muchos vecinos. ¡°No me gusta que haya gente que se vaya justo ahora. Por otro lado, les entiendo. Si esto te deja sin casa o sin trabajo, pues yo qu¨¦ s¨¦¡±, a?ade P¨¦rez.
R¨ªos fue de los que se qued¨® sin empleo. De los 190 trabajadores que hab¨ªa en su empresa antes de la erupci¨®n, quedan 65. ¡°Algunas empresas se han acogido a los ERTE, pero otras han hecho recortes de plantilla. Ning¨²n otro compa?ero se ha ido de la isla, que yo sepa, aunque me consta de varios que se lo est¨¢n pensando¡±, afirma. En octubre, 483 empleados se fueron al paro en La Palma. En octubre de 2019 (obviando 2020, un a?o condicionado por la pandemia), el desempleo solo creci¨® en 60 personas. Y, adem¨¢s, 1.100 personas est¨¢n en ERTE.
El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane, el principal municipio de la zona, a¨²n no tiene datos consolidados como para conocer cu¨¢ntos vecinos se han quitado del padr¨®n. Y ni siquiera esta cifra dimensionar¨ªa el fen¨®meno con exactitud, ya que muchos vecinos pueden haber acudido a otras zonas de la isla o haberse marchado sin realizar ese tr¨¢mite.
¡°El resto de compa?eros que se han quedado en la calle est¨¢n como yo, fatal. Est¨¢n a la espera, mirando a ver qu¨¦ hacen en funci¨®n de las ayudas. No es normal lo que est¨¢n tardando en ponerse en marcha, la burocracia deber¨ªa ser m¨¢s ¨¢gil¡±, critica. R¨ªos se va de La Palma, pero no deja el archipi¨¦lago: ¡°Mi mujer es profesora de Historia en un instituto. Es interina y este curso le sali¨® plaza en Gran Canaria. La idea era vivir en La Palma y que ella fuese y volviese. Sin embargo, en cuanto estall¨® el volc¨¢n decidimos que se fuera con los ni?os y los matricul¨® all¨¢¡±. El despido de R¨ªos ha sellado el traslado de toda la familia a la otra isla canaria.
En el caso de R¨ªos, sin v¨ªnculos familiares en la isla (su mujer tambi¨¦n es gaditana) y sin trabajo, las circunstancias empujaban a la mudanza. Sin embargo, ese no es el escenario de todos los que abandonan la isla. Tahiry Concepci¨®n (15 a?os) se marcha a Tenerife porque las viviendas de varios familiares quedaron sepultadas bajo la lava. Esto ha conducido a una situaci¨®n habitacional insostenible: ¡°Somos cinco en una casa con dos habitaciones¡±. Parte de la familia se queda en La Palma y el resto (ella, su prima y su abuela) se marcha a la capital provincial. ¡°Es que mi familia no ha encontrado ni un piso de alquiler en Los Llanos o en alg¨²n pueblo cercano. Hemos visto algo en la otra punta de La Palma, pero para eso nos vamos a Tenerife, donde tambi¨¦n tenemos familia. Est¨¢ bien comunicado, vendremos siempre que podamos¡±, explica.
Siempre ha vivido en la isla bonita, pero la crisis del volc¨¢n la ha expulsado: ¡°As¨ª desconectamos un poco de todo esto, de este aire que no se puede respirar. Cuando sal¨ªa con mis amigas nos ¨ªbamos a Santa Cruz [en el otro lado de La Palma] para no estar hasta arriba de ceniza. Me da mucha pena irme¡±, dice esta alumna de primero de Bachillerato. ¡°Me da un poco de cosa el cambio de instituto. Aqu¨ª, con todo esto, no hemos avanzado nada el curso. Casi todo ha sido online y a ver c¨®mo van all¨ª¡±, a?ade.
¡°Yo dec¨ªa que no me iba ni aunque se partiera la isla en dos¡±
Tambi¨¦n se marcha a Tenerife Germ¨¢n Rodr¨ªguez (38 a?os), a una vivienda en ruinas de su padre, despu¨¦s de que la lava devorase la suya y la de los familiares con los que podr¨ªa haberse quedado. Termin¨® en la casa del padre de un amigo: ¡°Fuimos hasta ocho personas¡±. Al poco tiempo, el avance del magma tambi¨¦n desaloj¨® esa vivienda. ¡°Me vi con mi mujer, mis cuatro perros y mis dos tortugas sin saber d¨®nde ir. Pregunt¨¦ si pod¨ªamos entrar en los hoteles para desalojados, pero no permiten animales y no me quiero separar de ellos. E intent¨¦ alquilar algo, pero no soy tonto. Est¨¢n pidiendo barbaridades por pisos en los que tienes el v¨¢ter al lado de donde fr¨ªes un huevo¡±.
Se qued¨® sin opciones: pas¨® varias noches durmiendo en su coche, con su pareja y los animales. ¡°Es duro y fr¨ªo. Yo he dormido a la intemperie en d¨ªas de pesca, pero esto es diferente. Yo no s¨¦ c¨®mo nos ha podido hacer tanto da?o¡±, dice mirando al volc¨¢n. Un amigo de su hermano se enter¨® de su situaci¨®n y le ofreci¨® vivir en su pensi¨®n de forma gratuita. ¡°Yo soy una persona que se muere de sed antes de pedirte agua. No me gusta pedir nada, pero no entiendo qu¨¦ est¨¢n haciendo las Administraciones. No puede ir todo tan lento, no podemos esperar¡±, critica. ¡°Intento quitarle hierro al asunto, pero hay mucho hierro¡±, prosigue.
La Palma es su tierra. ¡°Es una isla en la que se puede vivir en paz, de verdad; no sabes cu¨¢nto me duele irme, abandonar esta tranquilidad. Hemos sido muy felices aqu¨ª. No hay ni una parte de m¨ª que quiera irse¡±. Su foto de perfil en WhatsApp es la playa del Callejoncito, en el norte, la zona m¨¢s verde y rec¨®ndita. ¡°Yo era de los que dec¨ªa que no abandonaba el barco, que no me iba de la isla ni aunque el volc¨¢n la partiera en dos, pero es que no me queda otra¡±, a?ade entre l¨¢grimas. ¡°Eso s¨ª, te digo yo que vuelvo. Yo muero en La Palma¡±.