Benedicto XVI pide perd¨®n a las v¨ªctimas de abusos sexuales en la Iglesia pero niega haberlos encubierto
El papa em¨¦rito expresa su ¡°profunda verg¨¹enza y dolor¡± y se defiende de las acusaciones de que tuvo conocimiento y ocult¨® casos de pederastia cuando era arzobispo de M¨²nich
Benedicto XVI ha pedido perd¨®n a las v¨ªctimas de abusos sexuales en la Iglesia, por los que dice sentir ¡°profunda verg¨¹enza y dolor¡±, pero niega rotundamente haber encubierto los casos de los que le acusa un demoledor informe independiente encargado por la archidi¨®cesis de M¨²nich y hecho p¨²blico en enero pasado. El papa em¨¦rito prometi¨® una respuesta detallada, y la ha dado este martes en forma de carta personal acompa?ada de un informe t¨¦cnico en el que sus colaboradores, expertos en derecho can¨®nico, desmontan las acusaciones de inacci¨®n.
Joseph Ratzinger asegura en la carta que nunca conoci¨® el caso de un sacerdote abusador que fue alojado en la archidi¨®cesis de M¨²nich bajo su autoridad como arzobispo y que el cambio de su declaraci¨®n ante los investigadores de los abusos se debi¨® a un ¡°error no intencionado¡±. El prelado, de 94 a?os y que vive retirado en un monasterio en el Vaticano desde su renuncia en 2013, pide disculpas por las agresiones. ¡°No puedo m¨¢s que expresar a todas las v¨ªctimas de abusos sexuales mi profunda verg¨¹enza, mi profundo dolor y mi sincera petici¨®n de perd¨®n¡±, y reconoce que se cometieron ¡°errores¡± bajo su mandato.
Joseph Ratzinger fue arzobispo entre 1977 y 1982, antes de convertirse en prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio) en el Vaticano. El 20 de enero pasado la archidi¨®cesis de M¨²nich y Frisinga hizo p¨²blico un contundente informe de 1.700 p¨¢ginas en el que un despacho de abogados recopila pruebas de 497 casos de abusos cometidos entre 1945 y 2019 por al menos 235 perpetradores, entre ellos 173 sacerdotes, y apunta a que el n¨²mero podr¨ªa ser mucho mayor. Los abogados lo describieron como ¡°balance del horror¡± durante la rueda de prensa en la que presentaron el trabajo.
Los investigadores acusan al papa em¨¦rito de haber tenido conocimiento y no haber actuado en cuatro de esos casos, especialmente en el de un sacerdote que fue trasladado a M¨²nich desde otra di¨®cesis en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, donde ya hab¨ªa cometido abusos. En su nuevo destino volvi¨® a ejercer labores pastorales y cometi¨® nuevas agresiones sexuales por las que fue condenado penalmente. El informe acusa a Ratzinger de mentir porque en sus alegaciones dijo no haber participado en una reuni¨®n en la que se trat¨® ese caso, cuando las actas permiten comprobar que s¨ª estuvo presente.
Unos d¨ªas despu¨¦s de que estallara la bomba del informe de M¨²nich, Benedicto XVI reconoci¨® a trav¨¦s de su secretario personal, el arzobispo Georg G?nswein, que no hab¨ªa dicho la verdad en la declaraci¨®n de 82 p¨¢ginas que envi¨® al despacho de abogados, pero lo atribuy¨® a un ¡°error sin mala intenci¨®n¡±. Ahora ofrece una explicaci¨®n m¨¢s detallada de c¨®mo se produjo ese ¡°error de transcripci¨®n¡± e insiste en que desconoc¨ªa que el sacerdote, al que la prensa alemana se refiere como Peter H., hubiera cometido abusos en su di¨®cesis de origen. La reuni¨®n en la que se trat¨® el traslado del religioso se produjo el 15 de enero de 1980 y es una de las principales pruebas que esgrimen los investigadores para acusar de inacci¨®n al papa em¨¦rito.
Ratzinger lamenta en la carta, hecha p¨²blica en varios idiomas por la oficina de prensa del Vaticano, haber sido tildado de ¡°mentiroso¡± y achaca el error al ¡°arduo trabajo¡± que supuso para su equipo dar respuesta a las preguntas del despacho de abogados. ¡°Me result¨® profundamente doloroso que este descuido se utilizara para poner en duda mi veracidad e incluso para etiquetarme de mentiroso¡±, asegura. A?ade que tambi¨¦n ha recibido muchos mensajes de apoyo, como el del actual Pont¨ªfice: ¡°Estoy particularmente agradecido por la confianza, el apoyo y la oraci¨®n que el papa Francisco personalmente me expres¨®¡±, asegura.
¡°He tenido grandes responsabilidades en la Iglesia cat¨®lica¡±, contin¨²a el papa em¨¦rito. ¡°Tanto mayor es mi dolor por los abusos y los errores ocurridos en distintos lugares durante el tiempo de mi mandato. Cada caso de abuso sexual es espantoso e irreparable. Mi profunda compasi¨®n se dirige a las v¨ªctimas de abuso sexual y lamento todos y cada uno de los casos¡±. La misiva concluye: ¡°Pronto me enfrentar¨¦ al juez definitivo de mi vida. Aunque mirando hacia atr¨¢s en mi larga vida puedo tener muchos motivos de temor y miedo, tengo un estado de ¨¢nimo alegre porque conf¨ªo firmemente en que el Se?or no solo es el juez justo, sino tambi¨¦n el amigo y hermano que ya ha sufrido ¨¦l mismo mis carencias y es, por tanto, como juez, al mismo tiempo mi abogado¡±.
Adem¨¢s de la carta personal, el Vaticano ha difundido un informe firmado por los expertos que redactaron la respuesta de 82 p¨¢ginas al equipo de abogados encargados de redactar el informe sobre los abusos de M¨²nich. Se titula An¨¢lisis de los hechos por los colaboradores de Benedicto XVI y en ¨¦l cuatro expertos en derecho can¨®nico explican punto por punto c¨®mo se produjo el descuido que seg¨²n su interpretaci¨®n ha provocado las acusaciones contra Benedicto XVI.
Los autores detallan que uno de los colaboradores del papa em¨¦rito tuvo que analizar en un corto espacio de tiempo m¨¢s de 8.000 p¨¢ginas de documentaci¨®n e incurri¨® en un ¡°error de transcripci¨®n¡±. Se fio de una anotaci¨®n y no pregunt¨® directamente a Ratzinger si hab¨ªa estado presente o no, a?aden. Y este, ¡°debido a las prisas con las que tuvo que verificar el documento en pocos d¨ªas, dados los l¨ªmites impuestos por los expertos, no se dio cuenta del error¡±.
El equipo legal atestigua, por tanto, que el papa em¨¦rito s¨ª estuvo presente en la controvertida reuni¨®n de 1980, pero subraya que all¨ª no se habl¨® de que el sacerdote estuviera acusado de abusos y tampoco se discuti¨® si iba a desarrollar actividad pastoral. ?nicamente, afirman, se valor¨® darle alojamiento en M¨²nich porque era all¨ª donde iba a someterse a terapia. El motivo por el que necesitaba terapia no se mencion¨®, seg¨²n su relato. En todo caso, insiste el informe, no puede decirse que Benedicto XVI mintiera o que diera falso testimonio conscientemente.
Los colaboradores de Benedicto XVI desmienten el resto de sospechas a las que apunta el despacho de abogados muniqu¨¦s. Su informe hablaba de otros tres casos de los que el papa em¨¦rito tuvo conocimiento y que encubri¨® al no actuar contra los abusadores. Seg¨²n el equipo legal de Ratzinger, no hay pruebas de que fuera as¨ª y afirman que las acusaciones se basan en ¡°la opini¨®n subjetiva de los peritos, que dicen que es altamente probable¡±. Tampoco aceptan la acusaci¨®n de que el entonces arzobispo minimizara ¡°el exhibicionismo¡± de uno de los sacerdotes bajo sospecha. Aseguran que sus palabras fueron malinterpretadas.
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