Boris Johnson elimina el aislamiento obligatorio de los positivos por covid y el resto de restricciones en Inglaterra
El primer ministro brit¨¢nico anuncia que las limitaciones por el coronavirus terminan este jueves y que el 1 de abril se acaban los test gratuitos
El primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, ha confirmado este lunes su plan de adelantar un mes el fin de las restricciones por la covid-19 en Inglaterra, un territorio que este jueves se convertir¨¢ en un laboratorio de pruebas sobre c¨®mo convivir con el virus. La pol¨ªtica sanitaria del resto del Reino Unido la deciden los Gobiernos de cada naci¨®n. En Inglaterra, tras casi dos a?os de pandemia, por primera vez no ser¨¢ obligatorio aislarse tras dar positivo, si bien el primer ministro ha subrayado la necesidad de ¡°mostrar consideraci¨®n¡±, por lo que permanecer en casa tras un contagio pasar¨¢ a ser la recomendaci¨®n, al menos, hasta el 1 de abril, cuando pasar¨¢ a ser una decisi¨®n personal. Ese d¨ªa, adem¨¢s, acabar¨¢n los test gratuitos a gran escala, y las pruebas solo se ofrecer¨¢n sin coste alguno para casos sintom¨¢ticos entre los sectores de mayor edad y los colectivos m¨¢s vulnerables.
El Reino Unido detect¨® el primer caso de coronavirus el 31 de enero de 2020. 18,5 millones de diagn¨®sticos despu¨¦s, el Gobierno cree que actualmente hay ¡°suficiente nivel de inmunidad para depender de las vacunas y de los tratamientos como primera l¨ªnea de defensa¡±, por lo que el jueves, junto al fin de la cuarentena obligatoria, tambi¨¦n termina el programa para rastrear los contactos de personas contagiadas y las compensaciones econ¨®micas de 500 libras (600 euros) por baja laboral para los trabajadores de menores ingresos.
La apuesta no est¨¢ exenta de pol¨¦mica, como qued¨® de manifiesto cuando Johnson la avanz¨® hace 10 d¨ªas y como este lunes le ha recordado la oposici¨®n. Colectivos sanitarios han catalogado el fin de la cuarentena obligatoria como prematura y la comunidad cient¨ªfica, en su mayor¨ªa, coincide en que es un riesgo. Organizaciones sindicales han denunciado la dif¨ªcil dicotom¨ªa ante la que se encontrar¨¢n los trabajadores, cuando tengan que elegir entre acudir a sus empleos con covid o perder ingresos.
El ¨®rdago mantiene la l¨ªnea de laxitud adoptada por el primer ministro brit¨¢nico durante gran parte de la crisis, pero contiene tambi¨¦n un componente de c¨¢lculo pol¨ªtico en el que las esencias m¨¢s libertarias de los conservadores brit¨¢nicos se mezclan con la necesidad de Johnson de complacer a unos diputados tories de quienes depende su supervivencia. ¡°Aprendamos a vivir con este virus y continuemos protegi¨¦ndonos a nosotros y otros sin cortapisas a nuestras libertades¡±, ha declarado este lunes en el Parlamento, donde formaliz¨® su plan de sustituir ¡°restricciones gubernamentales por la responsabilidad individual¡±. El mes pasado, las mascarillas dejaron de ser obligatorias en los espacios interiores, con contadas excepciones, como algunos transportes p¨²blicos.
Para Johnson, ha sido la propia evoluci¨®n del virus la que ha decantado la balanza: las cifras de muertes este invierno han estado en l¨ªnea con las habituales en esta ¨¦poca del a?o, pese a los contagios r¨¦cord registrados; las estad¨ªsticas de casos presentan el menor nivel desde que la variante ¨®micron fuese detectada en noviembre y los n¨²meros que m¨¢s preocupan en Downing Street, las hospitalizaciones, est¨¢n por debajo de las 10.000, lo que equipara el coronavirus a otros virus estacionales. Por ello, el Gobierno ha dejado de percibir la covid-19 como una amenaza extraordinaria, para considerarla al nivel de infecciones como la gripe, lo que demanda una aproximaci¨®n similar, fundamentada en la inmunizaci¨®n de los m¨¢s vulnerables y el uso de antivirales.
De ah¨ª que una de las decisiones clave ante el inminente fin de las restricciones haya sido recoger el guante del comit¨¦ asesor en materia de vacunaci¨®n y ofrecer, a partir de primavera, una cuarta dosis de refuerzo transcurridos seis meses de la anterior para los mayores 75 a?os y aquellos mayores de 12 a?os con inmunidad reducida.
El otro gran pilar es c¨®mo controlar la evoluci¨®n del virus sin la herramienta m¨¢s eficaz hasta ahora: los test a gran escala, que llegar¨¢n a su fin el 1 de abril, excepto para los mayores y los m¨¢s vulnerables. En un escenario en el que el coronavirus ya no se considera letal y el Ejecutivo quiere reestructurar prioridades, el coste resulta excesivo. Boris Johnson ha dicho este lunes en el Parlamento que el programa de test ha alcanzado los 15.700 millones de libras (18.500 millones de euros), una cantidad que sumada a la de la campa?a de vacunaci¨®n, la mayor emprendida en la historia del Reino Unido, supera el presupuesto total del Ministerio del Interior.
Con todo, el primer ministro ha concedido que hay una ¡°considerable incertidumbre¡± y ha admitido que sus propios asesores cient¨ªficos ¡°est¨¢n convencidos de que habr¨¢ nuevas variantes y es posible que sean peor que la ¨®micron¡±. Por ello, para aplacar las cr¨ªticas por una potencial anticipaci¨®n, garantiz¨® el mantenimiento del dispositivo para ¡°gestionar y responder¡± ante estos riesgos, incluyendo los estudios de infecci¨®n acometidos peri¨®dicamente por la Oficina Nacional de Estad¨ªstica para identificar potenciales picos de contagio.
Con su intervenci¨®n, el mandatario espera cerrar un cap¨ªtulo clave, no solo en la batalla contra el virus, sino en su propia lucha por la supervivencia, tras semanas de controversia por las fiestas en Downing Street en pleno confinamiento. Su comparecencia, sin embargo, se ha visto precedida por el desconcierto, un fen¨®meno cada vez m¨¢s usual en la corte de Johnson, despu¨¦s de que la divisi¨®n entre pesos pesados de su Gobierno obligase a retrasar el consejo de ministros en el que esperaba recabar la aprobaci¨®n de su gabinete a la estrategia dise?ada para ¡°convivir con el virus¡±.
La brecha responde a diferencias en materia de financiaci¨®n del dispositivo de test y, aunque se ha resuelto a favor del Ministerio de Finanzas, que rechaza facilitar los fondos adicionales reclamados por el de Sanidad, sirve como f¨¢bula moral para otros Ejecutivos sobre los riesgos ineludibles de clausurar la pandemia.
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