?Est¨¢n preparados los j¨®venes de 16 a?os para votar?
La neurociencia habla de un cerebro inmaduro demasiado emocional, en el que calan con facilidad los mensajes extremos y negativos. En cambio, el razonamiento l¨®gico funciona de manera similar al de un adulto. Igual que solucionan problemas matem¨¢ticos o f¨ªsicos, est¨¢n capacitados para valorar qu¨¦ candidatura pol¨ªtica les encaja m¨¢s. Espa?a vuelve a abrir el debate
J¨®venes activistas contra el cambio clim¨¢tico (Greta Thunberg), contra el racismo (Zyahna Bryant) o contra las armas (Emma Gonz¨¢lez). Los adolescentes que salen a las calles para ser escuchados marcan la agenda. Pero, ?acaso no es el voto, en democracia, la forma m¨¢s efectiva para que te tengan en cuenta? Reducir el voto a los 16 a?os es tendencia, en m¨¢s de 16 pa¨ªses es ya una realidad.
?Est¨¢n preparadas sus mentes para esa decisi¨®n? Pues algunas m¨¢s que otras, pero la neurociencia habla de un cerebro inmaduro demasiado emocional, en el que calan con facilidad los mensajes extremos y negativos. Por otra parte, desde el campo de la psicolog¨ªa diferentes estudios muestran que a los 16 el razonamiento l¨®gico o la argumentaci¨®n funcionan de manera similar a la de un adulto. Igual que solucionan problemas matem¨¢ticos o f¨ªsicos, est¨¢n capacitados para valorar qu¨¦ candidatura pol¨ªtica les resulta m¨¢s interesante.
Los polit¨®logos ven clave adelantar a los 16 el voto para engancharles antes y reducir la abstenci¨®n: los 18 a?os son una etapa de cambio radical en la que salen de casa y empiezan la universidad (el 17% se mud¨® de autonom¨ªa en el curso 2018-1019 y el 30% de provincia), es complicado que con tanto est¨ªmulo den prioridad al voto. A los 16 siguen protegidos en casa y tienen m¨¢s tiempo para reflexionar y adquirir ese h¨¢bito.
Rebajar la edad del voto a los 16 a?os vuelve a estar sobre la mesa. Este marzo se presenta la nueva estrategia de juventud del Ministerio de Derechos Sociales y esta es una de las medidas de cambio. Adem¨¢s, la subcomisi¨®n del Congreso de los Diputados que analiza la reforma de la LOREG (la ley electoral) debatir¨¢ de forma inminente ese punto. En 2016, ERC llev¨® la propuesta a debate en el Congreso (no se aprob¨® por el rechazo de PP, Ciudadanos y PNV), y en 2019 Unidas Podemos lo incluy¨® en su programa electoral, porque ¡°si pueden trabajar, deben poder votar¡±.
El experimento
Charlamos con cuatro adolescentes de 16 y 17 a?os para que nos cuenten si les apetece y si se ven capaces de votar. Adem¨¢s, les pasamos un cuestionario que se utiliz¨® en un experimento en Estados Unidos para medir su grado de ¡°buena ciudadan¨ªa¡± para participar de ¡°forma responsable¡± en futuras elecciones.
Parte emocional
La investigaci¨®n muestra que la corteza prefrontal del cerebro, que se encarga de gestionar el control emocional para poder tomar decisiones, no termina de formarse hasta los 21 a?os
¡°Los j¨®venes votan con las tripas¡±, opina Cristina del Barrio, catedr¨¢tica de psicolog¨ªa evolutiva de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Diferentes investigaciones muestran que la toma de decisiones es uno de los procesos m¨¢s complejos que se dan a nivel cerebral y aunque la creencia popular es que tiene m¨¢s peso la parte racional, el neurocient¨ªfico portugu¨¦s Ant¨®nio Dam¨¢sio demostr¨® que a la hora de tomar las decisiones resultan m¨¢s importantes las emociones.
¡°La parte emocional del cerebro est¨¢ muy activa cuando tomamos una decisi¨®n a cualquier edad, la gran diferencia con los adolescentes es que tienen menor capacidad para gestionarlo¡±, apunta David Bueno, director de la c¨¢tedra de neuroeducaci¨®n de la Universidad de Barcelona y genetista. Hay una explicaci¨®n: la zona del cerebro que genera las emociones, la am¨ªgdala, es ¡°hiperreactiva¡± durante la adolescencia, lo que quiere decir que reacciona con mayor rapidez y virulencia ante cualquier situaci¨®n. ¡°A eso se suma que la zona que regula el estado emocional (la corteza prefrontal) est¨¢ en pleno proceso de cambio de las conexiones neuronales y, por lo tanto, pierde eficiencia en su funcionamiento¡±. El resultado: un programa electoral que apele mucho a sus emociones les llamar¨¢ m¨¢s la atenci¨®n.
¡°Si el d¨ªa antes de las elecciones aparece un bulo es f¨¢cil que sesgue su criterio, a esa edad son m¨¢s influenciables y manipulables y sienten una mayor atracci¨®n por mensajes extremos y negativos¡±, se?ala el neuropsic¨®logo ?lvaro Bilbao. El 50% de los j¨®venes de 16 a 24 a?os utilizan las redes sociales para informarse de pol¨ªtica, mientras que el 44% acuden a la tele.
Seg¨²n la evidencia disponible en el campo de la neurociencia, a los 16 a?os la parte del cerebro que se encarga de gestionar las emociones para evitar actuar de forma impulsiva (la ya mencionada corteza prefrontal) todav¨ªa no est¨¢ en su punto ¨®ptimo de maduraci¨®n. Bilbao pone un ejemplo. ¡°Si le preguntas a un chaval qu¨¦ har¨ªa si en un botell¨®n se cruza con una persona que le da un empuj¨®n, te dir¨¢ que pasar¨ªa de largo, que prefiere no meterse en follones. Esas decisiones en fr¨ªo las gestionan bien. La cosa cambia cuando eso sucede en la vida real: al recibir el golpe, los circuitos emocionales se activan y la respuesta va a ser mucho m¨¢s impulsiva¡ los adolescentes suelen tener una gesti¨®n muy pobre cuando tienen que tomar decisiones en caliente¡±, explica el tambi¨¦n autor del libro El cerebro del ni?o explicado a los padres, traducido a 24 idiomas.
La historia de los contras no termina ah¨ª. En el funcionamiento del cerebro tambi¨¦n juegan un papel importante los niveles hormonales, que a los 16 est¨¢n disparados. Otro factor m¨¢s que afecta a la impulsividad. ¡°Es una dualidad que les lleva a vivir las historias de forma extrema, o sienten que est¨¢n contigo o contra ti, les cuesta m¨¢s ver los matices¡±, indica Bueno. Adem¨¢s, se sienten atra¨ªdos por todo lo que tiene que ver con el riesgo. ¡°Eso tiene una funci¨®n evolutiva, en esos a?os tienen que aprender a tomar decisiones en situaciones dif¨ªciles, es pura supervivencia de cara a su futuro¡±, zanja Bilbao.
Francisco Mora, doctor en Medicina y Neurociencia, no duda ni en segundo cuando le preguntamos:
-?Est¨¢n preparados los de 16 para votar?
-No.
Unas horas antes de dar esta respuesta, ha preguntado a sus compa?eros de departamento en la Universidad Complutense de Madrid su parecer; menos uno todos piensan como ¨¦l. ¡°Despu¨¦s de la pubertad (de los 9 a los 13 a?os) viene un reajuste cerebral que es la adolescencia, este periodo es uno de los m¨¢s convulsos que tiene el cerebro en su desarrollo¡±. Mora describe una transformaci¨®n f¨ªsica y qu¨ªmica que implica tambi¨¦n un cambio en las redes neuronales, que son las que se encargan de codificar la informaci¨®n para lo que se considera m¨¢s humano: la ¨¦tica y la moralidad. ¡°Lo que no tiene ning¨²n otro animal¡±, a?ade. La mielina, una sustancia blanca que es la que permite que la informaci¨®n pase con nitidez de unas neuronas a otras, no termina de codificarse hasta, aproximadamente, los 21 a?os. ¡°En esa etapa sigue activa la poda sin¨¢ptica en la corteza prefrontal: algunas neuronas mueren y otras se reajustan para la edad adulta¡±, detalla el autor del libro Neuroeducador: una nueva profesi¨®n.
Conclusi¨®n: ¡°Es un cerebro muy inmaduro para tomar decisiones que tengan una repercusi¨®n social importante¡±. Las ideas del adolescente son inestables, pasa muy r¨¢pidamente de A a B y a C. Aunque Mora alberga una esperanza. ¡°Esto no son matem¨¢ticas, depende de qu¨¦ chaval de 16 a?os se nos ponga delante. El entorno familiar, escolar¡ la estructura psicosocial es tambi¨¦n determinante¡±.
En el a?o 2003, la Comisi¨®n Electoral de Reino Unido ¨Dun organismo independiente financiado con fondos p¨²blicos que supervisa los procesos de votaci¨®n y la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos en el pa¨ªs¨D realiz¨® una consulta sobre la pertinencia de bajar el voto a los 16 a?os. En su informe Age of Electoral Majority, recomendaba mantener el corte en los 18 a?os conscientes de la ¡°dificultad de medir¡± el grado de madurez necesario para participar en democracia. Aunque en ese documento se reconoc¨ªa que se est¨¢ discriminando de forma arbitraria a los j¨®venes de 16 que poseen capacidades, motivaci¨®n y entendimiento de las cuestiones que son relevantes para el voto igual que lo hace un adulto, recalcaba que son menos consistentes en sus actitudes, y menos estables en sus decisiones a corto plazo.
Parte intelectual
Diferentes estudios conducidos desde el campo de la psicolog¨ªa muestran que a los 16 se han desarrollado las habilidades necesarias para el razonamiento y la toma de decisiones aut¨®noma
?Se est¨¢ preparado intelectualmente a los 16 para votar? ¡°Igual que pueden resolver problemas matem¨¢ticos o f¨ªsicos, su razonamiento est¨¢ listo para analizar programas electorales y ver pros y contras¡±, asegura Cristina del Barrio, catedr¨¢tica de psicolog¨ªa evolutiva de la UAM. ¡°El cerebro est¨¢ preparado, pero sin los est¨ªmulos adecuados el razonamiento abstracto no se activa: tiene que haber informaci¨®n que les haga pensar, que les mueva a hacerse preguntas¡±. Para Del Barrio, el mayor inconveniente est¨¢ en los h¨¢bitos. ¡°No leen peri¨®dicos, se informan a trav¨¦s de fuentes poco fiables y en las aulas no abunda el clima de debate, ese puede ser el problema¡±.
Carles Feixa, catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa Social en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, lo secunda: ¡°Los estudios recientes de neurobiolog¨ªa en la adolescencia no muestran diferencias cognitivas importantes en comparaci¨®n con los adultos. Les falta maduraci¨®n en los aspectos emocionales, pero no en los intelectuales¡±.
El estudio Too inmature to vote? A philosophical and psychological argument to lower the voting age, publicado en 2021 por un investigador de la Universidad de Oxford, defiende esa misma l¨ªnea. Tras revisar diferentes experimentos conducidos desde el campo de la psicolog¨ªa, el autor Tommy Peto concluye que hay suficiente evidencia de que a los 16 a?os se han desarrollado las habilidades para ejecutar el razonamiento l¨®gico, la toma de decisiones, la argumentaci¨®n y el razonamiento moral de forma muy similar a como lo hace un adulto, por lo que est¨¢n capacitados para votar. ¡°Los expertos en psicolog¨ªa evolutiva son claros al afirmar que en lo que respecta a las habilidades cognitivas generales, la diferencia entre un adolescente de 14 o 15 a?os y un adulto es pr¨¢cticamente imperceptible¡±.
La investigaci¨®n reconoce que los adolescentes de 16 son m¨¢s impulsivos y emocionales, pero subraya que el acto de votar no suele darse en un contexto ¡°emocionalmente intenso¡± con el que los adolecentes s¨ª tienen que lidiar en otras situaciones, como cuando tienen que tomar una decisi¨®n sobre una intervenci¨®n m¨¦dica (en Espa?a, pueden hacerlo desde los 16). ¡°El razonamiento implica procesar argumentos y saber reaccionar con cr¨ªticas, evaluar los consejos de otras personas como puede ser un m¨¦dico y ponderarlos para tomar una decisi¨®n lo m¨¢s acertada posible¡±, se?ala Peto.
En 2009, un experimento de la Universidad de Temple (Estados Unidos) compar¨® la capacidad de tomar decisiones importantes de car¨¢cter legal entre m¨¢s de mil adolescentes y adultos j¨®venes. Se analizaron indicadores cognitivos como el lenguaje que empleaban y la memoria. Observaron c¨®mo la puntuaci¨®n aumentaba de los 11 a los 16 a?os, y c¨®mo a partir de esa edad no se registraban mejoras. Los resultados de ese estudio se utilizaron para defender la conveniencia de que a los 16 a?os se tomen decisiones relevantes sobre los tratamientos m¨¦dicos.
A la hora de valorar qu¨¦ grupo de edad est¨¢ capacitado para votar, otro factor es el grado de ¡°ciudadan¨ªa¡±. Ese fue el foco de la investigaci¨®n del estadounidense Robert Atkins, de la Universidad de Rutgers, en 2011. El estudio American sixteen and seventeen years old are ready to vote, publicado por la Academia Americana de Ciencias Pol¨ªticas y Sociales, muestra que el desarrollo de las cualidades para ser un ¡°buen ciudadano¡± ¨Dentre ellas, mostrar preocupaci¨®n por los derechos civiles¨D son muy similares entre adolescentes y adultos. En su experimento, en el que participaron 4.217 j¨®venes de 14 a 18 a?os, Atkins analiz¨® a trav¨¦s de un cuestionario sus niveles de tolerancia, conocimiento social, su inter¨¦s por la pol¨ªtica y sus habilidades de comunicaci¨®n. Al comparar los resultados con los recopilados para los adultos en una encuesta nacional, concluy¨® que no existe evidencia de que a los 16 a?os se est¨¦ menos preparado para votar de forma responsable.
?Qu¨¦ pueden hacer los j¨®venes espa?oles a los 16?
- Emanciparse Pueden regir su persona y bienes como si fueran mayores de edad. Pero con limitaciones: para pedir pr¨¦stamos, vender bienes inmuebles o establecimientos comerciales necesitar¨¢n el permiso de sus padres o tutor.
- Participar en las elecciones sindicales o en las del comit¨¦ de empresa en una compa?¨ªa Siempre que tengan al menos la antig¨¹edad de un mes. No podr¨¢n ser elegibles hasta los 18 a?os y una antig¨¹edad de al menos seis meses.
- Trabajar Pueden trabajar, pero para firmar un contrato necesitan autorizaci¨®n de sus padres o tutores, o estar emancipados. No pueden realizar trabajos nocturnos. Tampoco pueden realizar horas extraordinarias (m¨¢ximo de 40 horas semanales).
- Mantener relaciones sexuales con adultos A partir de los 16 a?os pueden hacerlo. Seg¨²n el art¨ªculo 183 del C¨®digo Penal, cuando un adulto mantenga relaciones sexuales con un menor de 16 a?os ¡°ser¨¢ castigado¡± con pena de prisi¨®n de dos a seis a?os.
- Obtener el permiso de conducir Pueden obtener el permiso de conducci¨®n A1, que autoriza a llevar motocicletas de hasta 125 cc (a los 15 ya pueden conducir ciclomotores).
- Contraer matrimonio Pueden casarse a partir de los 16 a?os con consentimiento paterno o con la emancipaci¨®n dictada por un juez. A los 18 ya pueden hacerlo libremente.
- Dar consentimiento para tratamiento m¨¦dico La Ley de Autonom¨ªa del Paciente otorga a los mayores de 16 a?os capacidad para decidir sobre intervenciones quir¨²rgicas o tratamientos.
- Usar armas Los mayores de 16 a?os y menores de 18 podr¨¢n utilizar (aunque no poseer) exclusivamente para la caza o para el tiro deportivo armas de la categor¨ªa 3.1 siempre que cuenten con el permiso especial de uso de armas para menores y est¨¦n acompa?ados de un adulto con licencia de armas.
- Contraer responsabilidad penal Si cometen un delito pueden tener responsabilidad penal, aunque no es la misma que se aplica a un adulto. Les juzgar¨¢ un juez de menores y se les podr¨¢n imponer medidas privativas de libertad en centros de menores. A partir de los 16 se reconoce la responsabilidad civil del infractor para reparar el da?o causado a la v¨ªctima (si ese joven no tiene recursos econ¨®micos ni bienes se har¨¢n cargo sus padres).
?Qu¨¦ sabemos de los pa¨ªses que ya han adelantado el voto?
Dos investigadores de la Universidad de Edimburgo analizaron en 2021 los pa¨ªses que ya han aprobado el voto a los 16 a?os (ya son, al menos, 16) y detectaron una tendencia que sorprende: los de 16 y 17 votan m¨¢s que los de 18 y 19. Escocia ¨Dque lo permiti¨® en 2014 para el refer¨¦ndum de independencia y lo extendi¨® en 2015 a las nacionales¨D es uno de los pa¨ªses donde m¨¢s claro se ha visto ese efecto. Un 75% de participaci¨®n de los adolescentes de 16 y 17 a?os frente a un 60% de los j¨®venes entre 18 y 24 a?os en los comicios para el refer¨¦ndum.
?Cu¨¢l es la explicaci¨®n? Hay dos claves: el hecho de que a los 16 a¨²n viven con sus padres y la red escolar. ¡°Si la primera vez que tienes la oportunidad de votar, te encuentras en un entorno m¨¢s estable, es m¨¢s f¨¢cil que accedas a la informaci¨®n pol¨ªtica y te ense?en c¨®mo funciona el proceso, lo que aumentar¨¢ la probabilidad de que votes¡±, indica la polit¨®loga de la Universidad Carlos III Gema Garc¨ªa Albacete. En cambio, a los 18: ¡°una persona est¨¢ en una edad muy transicional de su vida porque est¨¢ dejando los estudios en el instituto, se va a la universidad o a trabajar, puede que se desplace de su casa familiar, que vaya a otra ciudad¡ y puede que est¨¦ m¨¢s pendiente de otras cosas, el voto puede no ser una prioridad¡±.
?Acudo o no a votar? ?A qui¨¦n voto? ?C¨®mo me informo? Son las preguntas que cuando llega el momento de acudir a las urnas un joven puede hacerse. Aqu¨ª entra la funci¨®n de la escuela: ayuda a reflexionar sobre cuestiones pol¨ªticas a las que no hubiera llegado por s¨ª solo. Aunque lo mismo puede suceder en la universidad, no todos deciden emprender una carrera y su efecto, se?alan los estudios, es m¨¢s marginal. M¨¢s importante que incluir clases espec¨ªficas sobre sistemas pol¨ªticos parlamentarios, apunta Garc¨ªa Albacete, ¡°es que haya discusiones abiertas en el aula y los estudiantes se sientan libres de decir lo que piensan, hablar sobre los temas que les interesan y sus ideales pol¨ªticos. Eso hace que luego quieran participar¡±.
En Escocia y Austria ¨Deste fue el primer pa¨ªs en Europa que se atrevi¨® en 2008 a aprobar el voto a los 16¨D se ha demostrado el efecto positivo de los centros educativos a la hora de motivar a los adolescentes a votar. Los j¨®venes escoceses que se movilizaron para conseguir que se redujera la edad del voto utilizaron los colegios como puntos donde organizar campa?as y recoger firmas. ¡°Es importante que esas acciones se hagan donde est¨¢ la gente, a los 16 est¨¢n en las escuelas. Muchas tienen clubes, ONG, grupos de amnist¨ªa internacional, de Greenpeace... el comportamiento pol¨ªtico es colectivo¡±, explica Jan Eichhorn, investigador de la Universidad de Edimburgo y coautor del estudio Lowering the vote age to 16 in practice: processes and outcomes compared (publicado en 2021).
¡°La ampliaci¨®n del voto a las personas de 16 y 17 a?os es una reivindicaci¨®n hist¨®rica del Consejo de la Juventud de Espa?a, que considera que es el momento para que el pa¨ªs se sume a la ola democratizadora europea y avance en la equiparaci¨®n de derechos y obligaciones de distinta ¨ªndole como trabajar, tomar decisiones m¨¦dicas o pagar impuestos¡±. considera la vicepresidenta del organismo, Margarita Guerreo.
Los h¨¢bitos adquiridos en los ¡°a?os impresionables¡±
Adem¨¢s del entorno educativo, la familia es clave en el comportamiento pol¨ªtico que desarrolla una persona. ¡°Si tus padres debaten sobre temas de actualidad, es muy probable que desarrolles un inter¨¦s por la pol¨ªtica¡±, se?ala Garc¨ªa Albacete. Seg¨²n el informe Juventud en Espa?a 2020, es hasta un 35% m¨¢s probable que un joven discuta sobre pol¨ªtica si uno de los progenitores tiene estudios universitarios. Es decir, estar en casa afecta al inter¨¦s de participar en las urnas (dependiendo del contexto), y las conversaciones de sobremesa importan.
Rafa Guerrero, psic¨®logo especializado en adolescentes, coincide: ¡°En aquellas familias donde se dan narrativas coherentes, es f¨¢cil abrir las puertas de un mundo que ellos no conocen. El hecho de que yo informe a mi hijo de que nadie tiene derecho a tocarle el pene ni ¨¦l a hacerlo, evitar¨¢ que sufra abusos sexuales o que ¨¦l los ejerza¡±. Y as¨ª con todo: si en la familia se habla de f¨²tbol, resonar¨¢ en los o¨ªdos del ni?o cuando crezca, lo mismo con el cine, la m¨²sica, la religi¨®n¡ o la pol¨ªtica.
Generar un h¨¢bito a una edad temprana. Eso importa y puede evitar un ¡°me quedo en casa¡± a los 30 el d¨ªa de las elecciones, ¡°total nunca he votado¡±. La imitaci¨®n y la repetici¨®n funcionan. Si en casa los padres leen, el ni?o lo entender¨¢ como algo habitual y tender¨¢ a imitarlo. Si acuden, cuando toca, a las urnas, el adolescente habr¨¢ crecido normalizando ese comportamiento. Guerrero advierte: ¡°No es lo mismo crear un h¨¢bito que cambiar un h¨¢bito. No es lo mismo comer bien desde el principio que comer comida procesada y luego pasarse a la comida sana¡±. Algo parecido ocurre con los comportamientos pol¨ªticos. En Espa?a, el porcentaje de participaci¨®n de los j¨®venes de 18 a 29 a?os es un 6% menor que el resto de adultos.
Las actitudes pol¨ªticas que se adquieren durante los llamados ¡°a?os impresionables¡± tienen una gran persistencia a lo largo de la vida. As¨ª es como denominan los polit¨®logos a esa etapa, entre los 14 y los 25 a?os, en la que los j¨®venes se hacen preguntas, intentan entender el mundo, discernir qu¨¦ les parece bien, qu¨¦ les parece mal. Es en esos a?os cuando se desarrollan los h¨¢bitos pol¨ªticos. Garc¨ªa Albacete utiliza el s¨ªmil de una estanter¨ªa ¡°en la que puedes ir colocando libros, pero llega un momento que se llena, y no es que luego no puedas seguir aprendiendo, pero ya casi todo lo que introducimos depende de lo que ya tengamos en nuestras baldas¡±. Nuestros intereses ya estar¨¢n condicionados.
En 2011, el Consejo de Europa ya aconsejaba ampliar el voto a los 16 para acabar con la alta abstenci¨®n entre los j¨®venes de entre 18 y 24 a?os: ¡°Cu¨¢nto m¨¢s tiempo esperan los j¨®venes para participar en pol¨ªtica, menos comprometidos estar¨¢n cuando sean adultos¡±, dice una resoluci¨®n de 2011.
M¨¢s dinero para la juventud
?Supondr¨ªa abrir la puerta del voto a los de 16 un cambio de mirada de los pol¨ªticos para darles m¨¢s bombo? El polit¨®logo Pablo Sim¨®n no es muy optimista. ¡°Las generaciones j¨®venes que est¨¢n entrando al sistema son muy pocas num¨¦ricamente. Y es complicado que con un peque?o aporte de votos vayamos a ver un efecto dram¨¢tico en las pol¨ªticas p¨²blicas¡±. Sin embargo, Eichhorn subraya que concederles el voto ¡°tendr¨¢ un efecto importante sobre las pol¨ªticas¡±. En Escocia, m¨¢s j¨®venes se han afiliado a partidos pol¨ªticos, lo que quiere decir que sus puntos de vista son escuchados en las reuniones internas de los grupos. Tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n les prestan m¨¢s atenci¨®n. En el ¨²ltimo debate televisivo para las elecciones de 2014, las personas del p¨²blico que hac¨ªa preguntas a los candidatos ten¨ªan entre 16 y 17 a?os. ¡°Esto tiene un efecto en la conciencia de los pol¨ªticos, que est¨¢n pensando en los j¨®venes de forma diferente¡±, concluye Eichhorn.
En 2012 en Espa?a, el Estado invirti¨® un 113% m¨¢s en mayores de 65 que en menores hasta 19 a?os, seg¨²n el estudio Los equilibrios del Estado del Bienestar (2021) del Observatorio Social de La Caixa. Una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida y una sociedad que tiende a favorecer el estado de bienestar de los mayores antes que el de los j¨®venes. Concepci¨® Patxot, coautora del informe, explica que ¡°mientras que el coste de garantizar los recursos necesarios para vivir durante la jubilaci¨®n se socializa mediante las transferencias p¨²blicas, el coste de la infancia es asumido por parte de las familias¡±. La infancia y la gente joven son, de hecho, el colectivo m¨¢s empobrecido.
En el informe Youth and satisfaction with democracy (2020), la Universidad de Cambridge detalla que en Norte Am¨¦rica, Gran Breta?a, Australia y el sur de Europa, los j¨®venes ¡°tienen cada vez m¨¢s dificultades para encontrar un empleo, un seguro, una vivienda, formar una familia, salir adelante en la vida independientemente de la riqueza y los privilegios heredados¡±.
Este es solo el comienzo del debate. El polit¨®logo brit¨¢nico David Runciman aboga por reducir la edad de voto a los seis, cuando los ni?os pueden leer un enunciado y ¡°poner una cruz en una casilla o pulsar un bot¨®n en una m¨¢quina de votaci¨®n¡±, con el objetivo de que ¡°los pol¨ªticos les pregunten lo que piensan y tengan en cuenta lo que dicen para construir sus programas pol¨ªticos¡±. John Wall ¨Dautor de Give Children the Vote: On Democratizing Democracy y cofundador de una plataforma internacional que aboga por el derecho de los ni?os a participar en pol¨ªtica (Children?s Voting Colloquium)¨D, aboga por ceder ese derecho a voto a los padres hasta que los ni?os est¨¦n listos. Eso mismo defiende el ge¨®grafo norteamericano Lymman Stone, quien reclama que la edad de voto sea: cero. Pero esa ya es otra conversaci¨®n.