Carta de una mujer que ha recibido la eutanasia: ¡°He sido feliz, pero mi amor por la vida ya no encaja con esta vida¡±

Me llamo Estrella L¨®pez ?lvarez. Desde hace 34 a?os padezco una esclerosis m¨²ltiple y hoy, tras cuatro meses de un aut¨¦ntico calvario de ensa?amiento administrativo, habr¨¦ conseguido hacer realidad mi derecho a dejar de vivir en sufrimiento. Hoy me aplicar¨¢n la eutanasia.

He vivido 57 a?os. He sido feliz y me gusta la vida. Quiero a mi marido y adoro a mi hijo. Tengo buena gente a mi alrededor. No me pesa la vida, pero desde un a?o para ac¨¢ mi vida ya no es vida. Mi amor por la vida no encaja con ¡®esta¡¯ vida.

Durante muchos a?os he convivido con mi enfermedad, con rachas mejores y peores. Pero desde hace m¨¢s de un a?o, soy incapaz de valerme por m¨ª misma, voy de la cama al sof¨¢, necesito ayuda para las actividades de la vida diaria y no puedo disfrutar de ninguna actividad satisfactoria, como pasear, pintar, leer, escuchar la radio, ver la televisi¨®n. Ni siquiera puedo mantener una conversaci¨®n por tel¨¦fono con mis seres queridos. Mi vida se ha convertido en una experiencia de sufrimiento constante e intolerable.

Llevaba m¨¢s de un a?o esperando que se aprobara la Ley de Eutanasia y cuando en junio del a?o pasado entr¨® en vigor ten¨ªa la intenci¨®n de solicitar la ayuda para morir. Tuve que esperar varios meses porque la Junta de Andaluc¨ªa incumpli¨® los plazos legales para habilitar la prestaci¨®n efectiva de este derecho, a pesar de estar ya legalmente reconocido. Por fin en noviembre pude presentar la solicitud, aunque aparentemente nadie en la administraci¨®n sab¨ªa ni c¨®mo registrarla ni c¨®mo tramitarla. El proceso se inici¨® m¨¢s o menos normalmente, pero muy pronto empiezan a aparecer una serie de indecisiones y una sucesi¨®n de demoras s¨®lo explicables por la incompetencia y la falta de humanidad de una Administraci¨®n, seguramente no ajenas a su falta de voluntad pol¨ªtica. Ser¨ªa muy prolijo entrar en detalles, pero el resultado ha sido que el plazo de poco m¨¢s de un mes que la ley prev¨¦ para hacer efectiva la aplicaci¨®n de la eutanasia, en mi caso se ha prolongado m¨¢s de cuatro meses.

Y no es s¨®lo el retraso. Tomar la decisi¨®n de morir no ha sido nada f¨¢cil, ni para m¨ª ni para mi familia. Pero, una vez tomada y asumida, haber tenido que sortear una aut¨¦ntica carrera de obst¨¢culos y dilaciones, cuando no vejaciones o intromisiones en la intimidad de mi pena y de la de los m¨ªos, ha sido a?adir sufrimiento al sufrimiento. Durante estos cuatro meses me he sentido juzgada reiteradamente, he tenido que soportar que se pusiera en duda mi experiencia de sufrimiento, me he tenido que someter a un examen psiqui¨¢trico injustificado, he tenido que presentar diversas reclamaciones administrativas por malas pr¨¢cticas. En definitiva, que mis ¨²ltimas semanas de vida han sido todo lo contrario de la experiencia de paz, sosiego y afectos que imagin¨¦ desde el momento de mi decisi¨®n.

Finalmente se salv¨® el ¨²ltimo tr¨¢mite y el pasado d¨ªa 22 de marzo me comunicaron la aceptaci¨®n de mi solicitud de ayuda para morir. Por fin se iban a hacer realidad mis deseos de tener una muerte digna. Organic¨¦ la despedida y puse fecha. Vendr¨ªa mi hijo, que vive en el extranjero, estar¨ªamos una semana todos juntos y el 7 u 8 de abril ir¨ªamos al Hospital Virgen del Roc¨ªo. Pero a¨²n faltaba el ¨²ltimo desprop¨®sito. El d¨ªa 28 la Direcci¨®n M¨¦dica del hospital nos hace saber: 1) que la eutanasia tiene que ser un s¨¢bado (??!?); 2) que no puede ser ni el anterior a la Semana Santa ni el de la Semana Santa (??!?); 3) que o es el pr¨®ximo d¨ªa 2 o tendr¨ªa que ser el 23 de abril. Propongo recibir la ayuda m¨¦dica a morir en mi propia casa en una fecha menos precipitada, pero en esa opci¨®n no podr¨ªa contar con una asistencia facultativa. Sin comentarios.

Para finalizar, quiero dejar constancia de mi satisfacci¨®n como ciudadana por vivir en un pa¨ªs que me reconoce por ley la libertad de decidir sobre mi propia vida en situaciones de sufrimiento extremo. Sin esta ley, seguramente me hubiera visto obligada a tomar una decisi¨®n completamente an¨®mala, tal como han tenido que hacer otras personas en el pasado reciente. Pero las leyes necesitan voluntad y medios para aplicarlas. Y en este asunto, se requiere, adem¨¢s, de una especial sensibilidad humana que desgraciadamente ha estado ausente en mi caso, a excepci¨®n de mis m¨¦dicas, la de cabecera y la de paliativos. Parad¨®jicamente una ley que trataba de paliar el llamado ensa?amiento terap¨¦utico ha acabado enredada en otro tipo de ensa?amiento, el ensa?amiento administrativo.

Espero que mi testimonio ayude a quienes vengan detr¨¢s. Buena suerte.

Estrella L¨®pez ?lvarez

Sevilla, 2 de abril de 2022