?Por qu¨¦ al movimiento Me Too le preocupa la sentencia del caso Johnny Depp y Amber Heard?

Las mujeres eran la gran mayor¨ªa de la multitud que un d¨ªa tras otro aclamaba a Johnny Depp fuera del juzgado de Fairfax (Virginia) en el que se enfrentaba a su exesposa, Amber Heard, en una demanda por difamaci¨®n. Tambi¨¦n entre quienes celebraron la victoria del actor el mi¨¦rcoles. Este caso, el espect¨¢culo que se ha generado en torno a ¨¦l, y la sentencia, han reabierto heridas en el feminismo que no estaban bien cerradas y ha generado algunas nuevas. Solo cinco a?os despu¨¦s de la explosi¨®n del movimiento Me Too ¡ªese que provoc¨® el principio del fin del silencio de millones de mujeres en el mundo sobre la violencia a la que se hab¨ªan visto sometidas alguna vez¡ª, las ¨²ltimas seis semanas han sido una especie de viaje en el tiempo, a unos cuantos a?os atr¨¢s. Muchas expertas interpretan el veredicto y las circunstancias como un retroceso en la batalla contra la violencia machista y la cultura patriarcal. Sobre todo, por la humillaci¨®n, la ridiculizaci¨®n y el acoso que ha sufrido la actriz en medios de comunicaci¨®n y redes sociales. Ahora, esas especialistas creen que estos pasos atr¨¢s han podido opacar todo el trabajo del movimiento en los ¨²ltimos a?os y pueden disuadir a otras mujeres de denunciar.

Desde el mismo Estado de Virginia donde se ha celebrado el juicio, Diana Ortiz, presidenta ejecutiva de Doorways, organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro de acogida y apoyo a v¨ªctimas de violencia machista y agresiones sexuales, asegura que los casos de gran relieve tienen un impacto que repercute en la decisi¨®n de llamar o pedir ayuda: ¡°La violencia dom¨¦stica y el abuso sexual ya son cr¨ªmenes con un bajo nivel de denuncia, y ahora, con este precedente, lo que puede pasar es que haya a¨²n m¨¢s silencio¡±, advierte. ¡°El temor del feminismo es que las mujeres dejen de denunciar despu¨¦s de haber visto c¨®mo Heard era expuesta p¨²blicamente, a trav¨¦s de las redes¡±, coincide Teresa Vald¨¦s, investigadora y coordinadora del Observatorio de G¨¦nero y Equidad de Chile.

Amber Heard, de 36 a?os, ha sido condenada a pagar 10,35 millones de d¨®lares (9,6 millones de euros) a Johnny Depp, de 58, por tres afirmaciones que un jurado popular compuesto por cinco hombres y dos mujeres ha considerado difamatorias. Las afirmaciones no citaban a Depp, pero el jurado ha entendido que la actriz se refer¨ªa a ¨¦l al presentarse como una figura que representaba a las v¨ªctimas de maltrato. El jurado tambi¨¦n ha condenado al actor a pagar dos millones de d¨®lares (1,87 millones de euros) a la actriz por una afirmaci¨®n que hizo uno de sus abogados anteriores ¡ªque la actriz y sus amigos prepararon un escenario con pruebas simuladas¡ª, pero no ha visto difamatorio que dijera que las acusaciones de violencia sexual eran ¡°falsas¡± y las de maltrato, ¡°un bulo¡±. A pesar de que un juez dio por probados 12 episodios de violencia cuando Depp demand¨® a The Sun en Londres.

En cuanto se conoci¨® el veredicto, Depp cant¨® victoria y Heard expres¨® su dolor y decepci¨®n. La sentencia, dijo Heard, ¡°hace retroceder el reloj a una ¨¦poca en la que una mujer que hablaba y denunciaba pod¨ªa ser avergonzada y humillada p¨²blicamente¡±.

?Es un golpe al Me Too? Tarana Burke, la neoyorquina que acu?¨® en 2006 esa expresi¨®n que una d¨¦cada despu¨¦s se popularizar¨ªa como forma de denunciar abusos y agresiones sexuales, trata de desvincular la fortaleza del movimiento del sentido de una sentencia u otra. ¡°Este movimiento est¨¢ muy vivo. Todos quer¨¦is jugar al pimp¨®n a vuestra manera con el hashtag porque no significa nada para vosotros, as¨ª que intent¨¢is matarlo cada dos por tres. Pero significa algo para millones y millones de personas. Significa libertad. Significa comunidad. Significa seguridad. Significa poder. No pod¨¦is matarnos. Estamos m¨¢s all¨¢ del hashtag. Somos un movimiento¡±, escrib¨ªa en su cuenta de Twitter al d¨ªa siguiente de conocerse la decisi¨®n del jurado.

En la misma l¨ªnea se manifiestan desde el sitio oficial del movimiento. ¡°La forma en que Me Too ha sido cooptado y manipulado durante el juicio de Johnny Depp contra Amber Heard es una cat¨¢strofe t¨®xica y una de las mayores difamaciones del movimiento que hemos visto¡±, se?alaban en un comunicado. Y a?ad¨ªan: ¡°Lo que hemos vivido en el juicio Depp-Heard ha sido un relato p¨²blico de violencia de pareja entre dos celebridades blancas privilegiadas. Y los relatos son igual de desgarradores que la humillaci¨®n y el acoso p¨²blicos frustrados contra Heard. Es un caso de estudio sobre c¨®mo los movimientos sociales y pol¨ªticos son mal utilizados y convertidos en armas contra las mismas personas a las que deben servir¡±.

Luisa Posada, fil¨®sofa, escritora y te¨®rica feminista espa?ola, considera que ¡°ha habido un juicio popular que ya de antemano se ha posicionado en la exculpaci¨®n del actor y en la condena a Heard¡±. En su opini¨®n, hay que leerlo ¡°en el contexto de una contrarreacci¨®n patriarcal en nuestros d¨ªas para desempoderar a las mujeres y debilitar el movimiento de masas contra la violencia sexual del feminismo despu¨¦s del Me Too y de las masivas movilizaciones a partir de la huelga feminista de 2018¡å, se?ala Posada, profesora titular de Teor¨ªa del Conocimiento, Est¨¦tica e Historia del Pensamiento de la facultad de Filosof¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid. Y concluye: ¡°En suma, m¨¢s all¨¢ del veredicto, este juicio se ha utilizado para enviar el mensaje a la sociedad de que a las mujeres hay que volver a meterlas en cintura¡±.

Tambi¨¦n Montserrat Boix, investigadora, consultora y formadora en comunicaci¨®n y g¨¦nero, comparte esa opini¨®n: ¡°Estamos en un momento en que se intenta retroceder en los derechos de las mujeres, y veo una contradicci¨®n: la sociedad se hace m¨¢s sensible a la violencia, pero muchas instituciones miran hacia otro lado. Las judicaturas son los espacios m¨¢s conservadores y refractarios a los derechos de las mujeres¡±.

Boix, creadora de Mujeres en Red, destaca tambi¨¦n ¡°c¨®mo se ha espectacularizado el juicio, y c¨®mo subyace que en los medios de comunicaci¨®n los derechos de las mujeres no son considerados derechos preferentes¡±. ¡°Ha funcionado una campa?a muy preparada para defender a Depp. La percepci¨®n de la gente no es natural, en esa percepci¨®n ha mediado mucho inter¨¦s, dinero y energ¨ªa, y creo que los medios de comunicaci¨®n deber¨ªamos hacer autocr¨ªtica¡±, a?ade Boix.

La abogada de Amber Heard se ha quejado amargamente de esa percepci¨®n del juicio como espect¨¢culo que, en su opini¨®n, puede haber contaminado al jurado. ¡°Es como el Coliseo Romano, ?sabes? C¨®mo ve¨ªan todo este caso. Yo estaba en contra de las c¨¢maras en la sala y as¨ª lo hice constar y argument¨¦ en contra por lo delicado del asunto. Pero eso lo convirti¨® en un zool¨®gico¡±, dijo Elaine Bredehoft el jueves en una entrevista en la NBC.

Bredehoft cree que los miembros del jurado no pudieron evitar verse contaminados, aunque la jueza les pidiese que se aislasen. ¡°Se fueron a casa todas las noches. Tienen familias. Las familias est¨¢n en las redes sociales. Tuvimos una pausa de 10 d¨ªas en medio debido a una conferencia judicial. Es imposible que no les haya influido¡±, ha declarado. Curiosamente, aunque el jurado se hubiera aislado, un perito llamado por la propia defensa de Heard declar¨® en el juicio sobre la constante hostilidad hacia la actriz en las redes. La retransmisi¨®n convert¨ªa cada foto, cada clip de v¨ªdeo, en carne de meme y manipulaci¨®n. Una lapidaci¨®n virtual que se ha extendido por decenas de pa¨ªses durante semanas.

¡°Hace un rato me han enviado un meme¡±, dec¨ªa el jueves Mar Venegas, soci¨®loga e investigadora experta en feminismo, ¡°hab¨ªa una imagen de Johnny Depp y pon¨ªa: ¡®Es la primera vez que un hombre tiene raz¨®n en una discusi¨®n con una mujer¡¯. Y es que en el fondo est¨¢ ese imaginario. Claro que hay un rechazo a los avances y al feminismo, a que la violencia sexual haya cogido relevancia, y ocurre sobre todo entre la gente m¨¢s joven¡±, argumenta. Cuando esa reacci¨®n coge forma en una cuesti¨®n concreta, como ha sido este caso, crece y se refuerza, se expande. Y Boix insiste en que hay una ¡°enorme responsabilidad de los medios ah¨ª¡±.

La jueza admiti¨® que el juicio se retransmitiese porque no era un caso penal, no se estaban juzgando delitos. Se trataba de una demanda civil presentada por Depp contra Heard por difamaci¨®n y de la respuesta de la actriz contra Depp. De hecho, ni siquiera era el primer juicio al respecto. Depp demand¨® en Londres previamente al peri¨®dico The Sun por referirse a ¨¦l como ¡°maltratador de esposas¡±, pero perdi¨® y se qued¨® sin indemnizaci¨®n.

Bredehoft lament¨® no haber podido usar en este juicio una serie de pruebas que s¨ª se presentaron en Londres. ¡°El tribunal determin¨® all¨ª ¡ªy no se nos ha permitido dec¨ªrselo al jurado¡ª que el se?or Depp hab¨ªa cometido al menos 12 actos de violencia dom¨¦stica, incluida la violencia sexual, contra Amber. ?Y qu¨¦ aprendi¨® el equipo de Depp de esto? A demonizar a Amber y a suprimir las pruebas¡±, subray¨®.

Los abogados de Depp prefirieron presentar su demanda en Fairfax, Virginia, donde tiene sus rotativas y servidores inform¨¢ticos The Washington Post, el medio donde Heard public¨® el art¨ªculo que se ha considerado difamatorio pese a no citar a Depp, en lugar de hacerlo en California, donde ambos viven. Los juristas creen que lo hicieron porque en Virginia era m¨¢s probable que el caso acabase en manos de un jurado, como as¨ª ocurri¨®. Y ah¨ª entra la popularidad.

En general, la defensa de Depp ha sido m¨¢s h¨¢bil en el manejo del jurado. En la vista de conclusiones, mientras la abogada presentaba el caso como una cuesti¨®n de credibilidad (o subliminalmente como un concurso de popularidad), el abogado de la actriz parec¨ªa no terminar de creerla ¨¦l mismo, al argumentar que bastaba con que hubiera habido un ¨²nico abuso emocional o financiero. Parec¨ªa lo de menos que el relato de la violaci¨®n y las agresiones f¨ªsicas fuera verdad o no.

Seg¨²n Teresa Vald¨¦s, investigadora y coordinadora del Observatorio de G¨¦nero y Equidad de Chile, ¡°el juicio y todo lo que ha sucedido alrededor pone al descubierto la complejidad del tema y refleja que a¨²n est¨¢ en disputa¡±. Vald¨¦s se?ala que ¡°la exigencia estadounidense sobre la verdad es r¨ªgida¡±, que eso ¡°es parte de la complejidad¡±, el hecho de que consideren ¡°que ella no ha sido totalmente veraz¡±.

Dora Barrancos, investigadora, soci¨®loga e historiadora feminista argentina, profesora de la Universidad de Buenos Aires, piensa que ¡°ha sido un juicio de desbalance completo, sobre todo respecto a la estrategia de la defensa de ella¡±. Cree que la de ¨¦l ¡°ha sido habilidosa¡±, pero m¨¢s all¨¢ de eso, considera que ¡°existe una enorme complicidad patriarcal con Depp¡±. En esa complicidad entra en juego la figura de la v¨ªctima, de c¨®mo ha de ser.

¡°En los seres humanos no hay v¨ªctimas perfectas. La gente se burl¨® de c¨®mo se re¨ªa o de si era cre¨ªble su relato, siempre buscando esa v¨ªctima perfecta que tenemos en nuestro imaginario colectivo¡±, explica Ortiz, de Doorways. ¡°Si no tienes la v¨ªctima perfecta, se te cae el caso, eso demuestra que tenemos mucho que entender del tema patriarcal¡±, apunta la chilena Vald¨¦s.

Pero Heard no solo no era la v¨ªctima perfecta, sino que su arquetipo, seg¨²n explica Mar Venegas y comparten el resto de expertas, la expon¨ªa a¨²n m¨¢s por el deleite que les produce a muchos ver caer el privilegio: guapa, rubia, famosa. ¡°En que Heard sea una mujer conocida, blanca y rica, hay una cuesti¨®n de denostaci¨®n proyectiva¡±, explica la soci¨®loga Barrancos, es decir, en c¨®mo se pone el foco en denostar a alguien a trav¨¦s de una estructura y unas bases muy delimitadas por el patriarcado. ¡°Es la victimizaci¨®n de la interseccionalidad: que a una mujer pobre, negra, discapacitada, siempre se la va a ver mucho m¨¢s como una v¨ªctima¡±, frente al imaginario social que subyace a la figura de Heard.

Enfrente, Depp, el pirata Jack Sparrow, idolatrado como h¨¦roe cultural y con la complicidad y blindaje que eso le supone no solo entre los hombres, sino tambi¨¦n con las mujeres. ¡°Esa alegor¨ªa de celebrity popular, es todo un blindaje, y eso obnubila y opaca y ciega y justifica¡±, se?ala Barrancos, que pone el ejemplo de Maradona en Argentina o Pl¨¢cido Domingo en Espa?a. Esto no sucede solo con seguidores del actor o con una sociedad civil tendente a proteger a personajes conocidos; Depp no solo ha recibido apoyos an¨®nimos.

Celebr¨® la sentencia con un comunicado en el que dice que espera que se recupere lo de ¡°inocente hasta que se demuestre lo contrario, tanto dentro de los tribunales como en los medios de comunicaci¨®n¡±. Lo subi¨® a Instagram y en la lista de 18,5 millones de me gusta y m¨¢s de un mill¨®n de comentarios hay multitud de famosos. Y de famosas: Jennifer Aniston, Naomi Campbell, Bella Hadid, Juliette Lewis, Zoe Salda?a, Paris Hilton, Sophie Turner, Ashley Benson y Shannen Doherty son solo algunas de ellas. Tambi¨¦n est¨¢ Gina Carano, despedida de The Mandalorian por unos comentarios muy desafortunados. Hay muchos hombres, pero llama la atenci¨®n que est¨¦ Jason Momoa, compa?ero de reparto de Heard en Aquaman.

¡°Es un caso que ha generado mucha controversia. Todo el mundo est¨¢ reflejando sus juicios de valor¡±, explica Ortiz. Desde quienes consideran que la sentencia ha sido injusta a quienes la dan por buena y culpan a Heard de perjudicar a las verdaderas v¨ªctimas de maltrato, poni¨¦ndose as¨ª del lado de Depp sin sentir que por ello perjudican la causa feminista. Ortiz se?ala que junto al miedo a que m¨¢s mujeres callen, la sentencia ¡°puede tener un efecto positivo en los hombres que antes se sent¨ªan juzgados antes de poder contar su historia¡±.

Glenda Hatchett, la televisiva jueza Hatchett, jurista y comentarista legal, cree que ¡°el hecho de que no se haya acusado a Depp penalmente ni se le haya declarado culpable puede haber jugado un papel importante¡±. Heard nunca present¨® cargos contra Depp, nunca se lo juzg¨® por un posible delito. Y a?ade: ¡°Pero no creo, a fin de cuentas, que esto sea un gran golpe contra las mujeres. No lo creo. Creo que este es un caso. No creo que esto diga sumariamente que las mujeres van a estar en desventaja a la hora de presentar este tipo de casos contra hombres que son famosos o poderosos¡±.

Muchas feministas opinan lo contrario. El temor es que se abra una v¨ªa para que las denuncias de abusos sean autom¨¢ticamente contrarrestadas por demandas por difamaci¨®n. Hay algunos casos que ya est¨¢n en los tribunales, con demandas tanto de v¨ªctimas como de victimarios. Lo habitual es llegar a un acuerdo fuera de juicio, pero esta sentencia puede animar a algunos a emularla.

Las feministas tambi¨¦n hacen algo de autocr¨ªtica. ¡°Quiz¨¢s desde las organizaciones de mujeres se haya bajado la guardia¡± en Estados Unidos, admite Boix. Teresa Vald¨¦s opina que tras la sentencia, ¡°en el Me Too se vuelve m¨¢s exigente el trabajo frente al sistema patriarcal. El jurado fueron cinco hombres y dos mujeres, no es casualidad pensar que ah¨ª el sistema de justicia est¨¢ permeado por ese sistema. Esto va a hacer m¨¢s exigente al movimiento y no tiene por qu¨¦ ser malo¡±, explica. ¡°Hay que ver d¨®nde y c¨®mo nos obliga a ser m¨¢s rigurosas, a tener m¨¢s acompa?amiento a las mujeres que denuncian, a identificar y analizar [la violencia]¡±, a?ade.

La casualidad quiso que al d¨ªa siguiente de conocerse la sentencia sobre el caso Depp contra Heard, un tribunal de apelaciones de Nueva York confirmase la condena del depredador sexual Harvey Weinstein. El productor de Hollywood fue sentenciado en 2020 a 23 a?os de c¨¢rcel por violaci¨®n y abusos, justo en el caso que desencaden¨® el movimiento Me Too. Las denuncias no fueron en vano.