El Gobierno quiere garantizar comedores escolares en escuelas e institutos en 2030 para luchar contra la obesidad infantil
El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil presenta un plan para dar la vuelta a los malos datos de sobrepeso en Espa?a en ocho a?os
El Gobierno quiere dar la vuelta al alarmante dato de obesidad infantil de Espa?a: afecta a 2 de cada 10 ni?os de entre seis y nueve a?os, y otros dos tienen sobrepeso, el tercer peor dato de la Uni¨®n Europea. El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil ha presentado este viernes un plan para revertirlo de aqu¨ª a 2030 con 200 medidas (algunas m¨¢s concretas que otras). Entre ellas est¨¢ garantizar el comedor escolar en todas las etapas edu...
El Gobierno quiere dar la vuelta al alarmante dato de obesidad infantil de Espa?a: afecta a 2 de cada 10 ni?os de entre seis y nueve a?os, y otros dos tienen sobrepeso, el tercer peor dato de la Uni¨®n Europea. El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil ha presentado este viernes un plan para revertirlo de aqu¨ª a 2030 con 200 medidas (algunas m¨¢s concretas que otras). Entre ellas est¨¢ garantizar el comedor escolar en todas las etapas educativas, servicio con el que ni siquiera cuentan hoy por hoy numerosas escuelas de primaria. Es una iniciativa que precisar¨ªa la implicaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, que tienen las competencias.
El plan, en el que han participado 15 ministerios, establece metas concretas de aqu¨ª a 2030: bajar el sobrepeso infantil al 20%-25%; reducir en un 40% la brecha social de la obesidad, que afecta el doble a los ni?os de familias con rentas m¨¢s bajas; incrementar un 10% la actividad f¨ªsica; reducir en un 25% el sedentarismo; aumentar en un 10% las horas de sue?o o incrementar en un 50% la adherencia a la dieta mediterr¨¢nea.
Para conseguir estas metas, la estrategia pasa por promover el deporte, la alimentaci¨®n sana, el bienestar emocional y el descanso, reforzar los sistemas p¨²blicos para fomentar estilos de vida saludables y garantizar la protecci¨®n de la salud de la infancia.
Uno de los pilares para conseguir estos cambios est¨¢ en el ¨¢mbito educativo. Por un lado, en los planes de estudio y los contenidos de las materias: propone aumentar la actividad f¨ªsica, tanto en clase como en las actividades extraescolares; incorporar educaci¨®n sobre nutrici¨®n y gastronom¨ªa; incluir el cuidado de la salud mental en el curr¨ªculo educativo y aumentar las actividades escolares en el entorno natural.
La otra vertiente est¨¢ en los comedores escolares, con la promesa de garantizar las becas para la infancia en situaci¨®n de vulnerabilidad y la oferta de comedor escolar en todas las etapas educativas. El jueves, la ONG Educo present¨® un estudio que concluye que ofrecer las comidas gratis a todos los alumnos de primaria de los centros p¨²blicos, como hacen ya en pa¨ªses como Finlandia, Suecia y Estonia, costar¨ªa en Espa?a unos 1.664 millones de euros al a?o.
Lo que defienden tanto esta organizaci¨®n como muchas otras del sector educativo es que los comedores escolares tienen un componente que va mucho m¨¢s all¨¢ del mero hecho de dar de comer a los ni?os. Si est¨¢n bien gestionados, pueden servir para mejorar h¨¢bitos nutricionales y prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil, que es precisamente lo que persigue el plan.
Pero esto est¨¢ hoy por hoy lejos de ser una realidad. El informe de Save the Children Garantizar comedor escolar sano y gratuito a toda la infancia en riesgo de pobreza reflej¨® en mayo el agujero negro que existe en la ense?anza p¨²blica. Un 27% de los colegios p¨²blicos de infantil y primaria carecen de comedor, y el porcentaje se dispara al 90% en los institutos. En la ense?anza privada y concertada el porcentaje se invierte: 9 de cada 10 centros que ofertan simult¨¢neamente infantil, primaria y secundaria, la tipolog¨ªa m¨¢s com¨²n en esta red, disponen de ¨¦l. No solo faltan comedores, sino que un mill¨®n de alumnos que necesitar¨ªan becas para usar este servicio no las reciben, seg¨²n este documento.
?lvaro Ferrer, especialista en educaci¨®n de Save the Children, admite que extender el servicio de comedor a los institutos p¨²blicos representa un gran desaf¨ªo. ¡°Pero Euskadi y Galicia, donde s¨ª existen, son una muestra de que se puede. Y ahora, con la ca¨ªda de natalidad, van a quedar espacios libres en muchos centros¡±.
La organizaci¨®n escolar, incluido el servicio de comedor, es competencia auton¨®mica. Ferrer cree aun as¨ª que el Gobierno tiene margen para actuar, tanto aportando recursos (¡°cabe recordar que el Ministerio de Educaci¨®n no pone ni un euro para la financiaci¨®n de los comedores escolares¡±) como cambiando la normativa. ¡°El Estado podr¨ªa regular las ayudas al comedor, como ha hecho con las becas en otras etapas educativas. Fijar que todos los ni?os y ni?as que est¨¦n bajo el umbral de la pobreza tengan beca de comedor ser¨ªa un paso enorme¡±, se?ala.
Si fuera necesario priorizar, la entidad apuesta por empezar aumentando la cobertura de las becas en infantil y primaria y extendiendo el servicio a los colegios que ahora no disponen de ¨¦l. ¡°Y despu¨¦s podr¨ªa aplicarse un criterio de renta. Sabemos que hay una relaci¨®n entre los problemas de exceso de peso y el nivel de ingresos, as¨ª que podr¨ªa optarse por una pol¨ªtica que lo tenga en cuenta. Por ejemplo, asegurando que todos los centros que est¨¢n en contextos de vulnerabilidad tengan comedor escolar¡±.
¡°Tenemos que ver c¨®mo se concreta, pero como objetivo nos parece perfecto¡±, afirma Mari Carmen Morillas, portavoz de la confederaci¨®n de asociaciones de madres y padres de la escuela p¨²blica Ceapa, ¡°porque ahora hay ni?os que no pueden ir al comedor, y sobre todo la mayor¨ªa de adolescentes pierden el derecho cuando llegan a la secundaria¡±.
Miguel Dengra, que dirige un instituto p¨²blico en Granada y preside la asociaci¨®n andaluza de directores de centros p¨²blicos de secundaria, advierte: ¡°Nosotros no tenemos cocina, ni comedor, ni tampoco espacio para habilitarlos. Habr¨ªa que gastarse un dineral para adaptar los edificios para poner un comedor en cada instituto¡±. Una decena de alumnos del centro de Dengra, de un total de 650 matriculados, acude al comedor escolar de un colegio de primaria del barrio, donde funciona un turno para chavales de secundaria de tres institutos de la zona.
Fuera de la escuela
Adem¨¢s del ¨¢mbito educativo, el plan incide en otros. Pretende establecer una fiscalidad saludable, lo que podr¨ªa incluir un aumento de impuestos a alimentos insanos o desarrollar la regulaci¨®n del marketing de alimentos y bebidas. Esto va en la l¨ªnea de lo que ya ha propuesto el ministro de Consumo, Alberto Garz¨®n, para vetar la publicidad de alimentos no saludables en horario infantil.
Como sucede con cualquier plan estrat¨¦gico gubernamental, se trata de una hoja de ruta que no siempre es f¨¢cil de desarrollar. Los ministerios implicados tendr¨¢n que amoldar presupuestos y desarrollar normativas para conseguirlo, y lo tendr¨¢n que hacer de la mano de las comunidades. Aunque el plan no tiene una memoria financiera, esboza c¨®mo ser¨¢ su financiaci¨®n: ¡°Las actuaciones tendr¨¢n una consideraci¨®n prioritaria en los Presupuestos Generales de Estado y se promover¨¢ que tambi¨¦n la tengan en los auton¨®micos y locales. Se fomentar¨¢ la utilizaci¨®n de fondos europeos y el impulso de la colaboraci¨®n p¨²blico-privada para el desarrollo de las medidas contempladas en el plan, incluyendo la declaraci¨®n del plan como Acontecimiento de Excepcional Inter¨¦s P¨²blico¡±.
Hay ocho a?os para comprobar cu¨¢les de las metas propuestas se consiguen.