Mensaje de los hepat¨®logos para cuidar el h¨ªgado: tres d¨ªas seguidos a la semana sin probar el alcohol (al menos)
Los expertos reunidos en el congreso internacional sobre enfermedades de este ¨®rgano piden menos consumo, menos publicidad y m¨¢s precio para las bebidas alcoh¨®licas
La cantidad m¨¢s saludable de consumo de alcohol es cero. Pero los hepat¨®logos creen que es una recomendaci¨®n poco realista para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. En el Congreso Internacional del H¨ªgado, que reuni¨® a algunos de los mayores expertos del mundo en la materia la semana pasada en Londres, quisieron lanzar un mensaje para cuidar este ¨®rgano esencial a las personas que no est¨¢n dispuestas a renunciar por completo a la bebida: al menos, tres d¨ªas seguidos a la semana sin probar el alcohol. Y una advertencia: no es una indicaci¨®n aislada. Tiene que venir acompa?ada de moderaci¨®n y buena alimentaci¨®n el resto de los d¨ªas.
Detr¨¢s de estos consejos hay una realidad epidemiol¨®gica preocupante: Europa padece la mayor tasa de consumo de alcohol del mundo y m¨¢s de la mitad de las enfermedades hep¨¢ticas terminales tienen que ver con la bebida, seg¨²n un informe conjunto de la Asociaci¨®n Europea de Estudio del H¨ªgado (EASL, por sus siglas en ingl¨¦s) y la revista The Lancet. Cada a?o mueren en el continente 287.000 personas por enfermedades hep¨¢ticas, mayoritariamente prevenibles con h¨¢bitos saludables, y la tendencia va en aumento: es un incremento del 25% con respecto a 1990.
Las enfermedades del h¨ªgado, adem¨¢s, tienen una caracter¨ªstica que las diferencia de otras: se ceban con personas j¨®venes y de mediana edad, especialmente entre la poblaci¨®n socialmente m¨¢s vulnerable. ¡°Contrasta con las enfermedades causadas por el tabaco y la obesidad, como el c¨¢ncer de pulm¨®n y la diabetes tipo 2, que causan fallecimientos t¨ªpicamente entre sexagenarios y septuagenarios¡±, dice el documento. Los datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) muestran que las enfermedades del h¨ªgado son la segunda causa de a?os de trabajo perdidos en Europa, solo por detr¨¢s de las coronarias.
Con esta realidad en mente, Aleksander Krag, vicesecretario general de EASL, pide una decidida reducci¨®n en el consumo de alcohol, en su promoci¨®n y un alza en sus precios. ¡°No es que le digamos a la gente que no puede beber nada; [se pueden seguir] muy buenas reglas: mantener tres d¨ªas sin beber cada semana, nunca consumir m¨¢s de cinco unidades de alcohol de una vez y no m¨¢s de 10 a la semana [una unidad no se corresponde a una bebida: una copa de vino llena equivale a tres unidades; una cerveza de 333 mililitros (una lata), son 1,5; un chupito de una bebida de alta graduaci¨®n, una unidad]¡±, explica Krag.
Krag matiza que estas cantidades, desde el punto de vista de la enfermedad hep¨¢tica, pueden ser tolerables, ya que el h¨ªgado es un ¨®rgano con alta capacidad de regeneraci¨®n, pero eso no quiere decir que sean recomendables. ¡°No debes beber una copa de vino pensando que es sano, sino porque te gusta¡±.
Lo cierto es que hay asociados incrementos en el riesgo de padecer ciertos c¨¢nceres a partir de cualquier cantidad de alcohol, que no solo es t¨®xico, sino tambi¨¦n adictivo. Por eso, muchos profesionales de la salud son muy contrarios a hacer recomendaciones distintas a que se procure beber lo menos posible. Y si no se consume nada, mejor.
Juan Revenga, consultor en alimentaci¨®n y salud, explica que ¡°l¨®gicamente es mejor beber menos¡± y descansar tres d¨ªas que no hacerlo, pero cree que promover el ¡°consumo moderado¡± es una ¡°entelequia¡±. ¡°Vale que a lo mejor una cerveza o una copa de vino al d¨ªa no te va a machacar el h¨ªgado, pero tiene otros riesgos. El alcohol es adictivo y te produce una sensaci¨®n de bienestar que, a poco que tomas, sueles querer un poquito m¨¢s. Y, a la vez, genera una habituaci¨®n, porque para encontrar esa sensaci¨®n cada vez necesitas m¨¢s. En el alcohol, la mejor cantidad es cero¡±, resume.
Aunque hay diferencias de opini¨®n sobre c¨®mo lanzar el mensaje para reducir el consumo, existe una clara unanimidad entre los expertos en la conveniencia de hacerlo. Y para eso, hay dos herramientas muy efectivas: subir el precio y bajar la promoci¨®n. ¡°Est¨¢ muy documentado que el precio del alcohol importa. En Gales y Escocia pusieron un precio m¨ªnimo y de la noche a la ma?ana baj¨® el consumo¡±, explica Krag. Esto no solo deber¨ªa aplicar a las bebidas alcoh¨®licas, sino tambi¨¦n a la comida insana, en opini¨®n del vicesecretario de EASL, para lo cual pide a los pol¨ªticos impuestos diferenciados: ¡°Sabemos que las verduras son buenas, pero muchos de nuestros pacientes no pueden permit¨ªrselas y van directamente a la comida r¨¢pida¡±.
El otro frente que puede ayudar a cambiar h¨¢bitos es regular la promoci¨®n de ambos, tanto alcohol como alimentos poco saludables. ¡°Hay una raz¨®n por la cual las compa?¨ªas tienen un enorme presupuesto en publicidad. Pero ?por qu¨¦ es legal anunciar alcohol?¡±, se pregunta Krag. Lo compara con el tabaco, para el que la promoci¨®n est¨¢ prohibida desde hace a?os en casi todos los pa¨ªses occidentales y en cuyos envases se advierte sobre los peligros para la salud de su consumo. ¡°?Por qu¨¦ no implementar estas medidas sencillas? A la industria del alcohol no le gustar¨¢, pero se trata de proteger a la ciudadan¨ªa¡±, razona.
Una enfermedad que no avisa
Uno de los problemas de las enfermedades hep¨¢ticas es que a menudo son silenciosas y no avisan hasta que resulta demasiado tarde. ¡°La mayor¨ªa de personas con cirrosis sin diagnosticar tiene test sangu¨ªneos normales¡±, asegura el informe de la EASL y The Lancet.
La OMS present¨® en el congreso de Londres, al que EL PA?S acudi¨® invitado por la organizaci¨®n, una nueva l¨ªnea estrat¨¦gica para luchar contra las enfermedades hep¨¢ticas con el foco en la prevenci¨®n. ¡°Necesitamos llevar cerca de la comunidad el diagn¨®stico y el tratamiento. Hay que hacer m¨¢s accesibles esc¨¢neres m¨®viles [de h¨ªgado] y test sangu¨ªneos [destinados a marcadores hep¨¢ticos]¡±, dijo Philippa Easterbrook, experta del programa de hepatitis del organismo. Quieren que sea m¨¢s f¨¢cil detectar los problemas cuando surgen, que no sea necesario ir a un especialista o al hospital, sino que se pueda resolver en el centro de salud o incluso en unidades itinerantes que vayan por los barrios.
Es algo que hace desde hace un lustro British Liver Trust (BLT), una organizaci¨®n no gubernamental del Reino Unido centrada en las enfermedades hep¨¢ticas. Con unas unidades m¨®viles que escanean el h¨ªgado pueden saber con bastante precisi¨®n su estado de salud. Se trata de una m¨¢quina que se invent¨® para conocer la curaci¨®n del queso hace tres d¨¦cadas. Puede medir si el interior est¨¢ todav¨ªa blando y eso determina si necesita m¨¢s reposo. Llevado al h¨ªgado, puede calcular el grado de fibrosis del ¨®rgano. Si est¨¢ por encima de ciertos niveles, es muy probable que necesite una revisi¨®n m¨¦dica para confirmarlo.
En el tiempo que lleva en marcha, han hecho m¨¢s de 300.000 pruebas pr¨¢cticamente aleatorias, en lugares concurridos del Reino Unido. En un 20% de todos ellos el resultado no era ¨®ptimo y les han mandado una carta recomend¨¢ndoles que fueran a su m¨¦dico: no se trata de un m¨¦todo diagn¨®stico, insisten sus promotores, sino en una forma f¨¢cil, r¨¢pida y barata de aproximarse a lo que pasa en el h¨ªgado.
¡°El 90% de las enfermedades hep¨¢ticas son prevenibles, y lo que incrementa el riesgo son dos cosas: primero, el alcohol y, segundo, los riesgos metab¨®licos asociados con el sobrepeso y la diabetes tipo 2¡å, asegura Vanessa Hebditch, portavoz de la BLT. ¡°Sabemos que si localizamos la enfermedad pronto podemos evitar que el da?o progrese y en algunos casos incluso revertirlo¡±.
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