¡®Transporte ECMO¡¯: el grupo de WhatsApp que salva vidas
Solo un pu?ado de hospitales tiene capacidad para realizar esta t¨¦cnica de oxigenaci¨®n para enfermos cr¨ªticos. Los especialistas reclaman coordinaci¨®n entre las administraciones para llegar a todo el que la necesite
Norma tiene hoy 12 a?os y est¨¢ viva por casualidad. El intensivista que la trat¨® cuando padeci¨® una bronquitis aguda provocada por la leucemia conoc¨ªa a la m¨¦dica de uno de los pocos equipos en Espa?a que realizan ECMO. Son las siglas en ingl¨¦s para la ¡°oxigenaci¨®n por membrana extracorp¨®rea¡±, una compleja terapia de soporte org¨¢nico que oxigena la sangre cuando el paciente no es capaz de respirar por s¨ª mismo y los ventiladores de las UCI ya no son suficientes....
Norma tiene hoy 12 a?os y est¨¢ viva por casualidad. El intensivista que la trat¨® cuando padeci¨® una bronquitis aguda provocada por la leucemia conoc¨ªa a la m¨¦dica de uno de los pocos equipos en Espa?a que realizan ECMO. Son las siglas en ingl¨¦s para la ¡°oxigenaci¨®n por membrana extracorp¨®rea¡±, una compleja terapia de soporte org¨¢nico que oxigena la sangre cuando el paciente no es capaz de respirar por s¨ª mismo y los ventiladores de las UCI ya no son suficientes.
Sin esta t¨¦cnica, Norma, que estaba siendo tratada en Salamanca, no habr¨ªa sobrevivido. Y, probablemente, no la habr¨ªa recibido si no fuera por el contacto de su pediatra con Sylvia Belda, la especialista de la Unidad de Cuidados Intensivos Pedi¨¢tricos (UCIP) del Hospital 12 de Octubre de Madrid que finalmente la trat¨®, despu¨¦s de superar toda la burocracia entre autonom¨ªas e improvisar un traslado ¡ªel de un ni?o tratado con ECMO¡ª que hasta entonces no se hab¨ªa hecho en Espa?a.
Han pasado 10 a?os. Y el panorama no ha cambiado mucho. Salvo alguna excepci¨®n, como la Comunidad Valenciana, son los propios m¨¦dicos quienes, de forma improvisada y en chats de WhatsApp (Transporte ECMO, se llama uno de ellos), se coordinan por puro voluntarismo para atender casos en los lugares donde no se realiza esta t¨¦cnica; los que organizan los traslados y los que tienen que lidiar con los tr¨¢mites en caso de que haya que cambiar de comunidad aut¨®noma.
La Sociedad Espa?ola de Medicina Intensiva, Cr¨ªtica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y la Sociedad Espa?ola de Cuidados Intensivos Pedi¨¢tricos (SECIP) han elaborado un documento de consenso para disminuir la variabilidad en el abordaje de la atenci¨®n a los pacientes cr¨ªticos que necesitan de este tipo de soporte. Pretenden ¡°contribuir a la estandarizaci¨®n de los cuidados, lo que permitir¨ªa obtener un importante beneficio cl¨ªnico para estos enfermos¡±. Es algo que el Ministerio de Sanidad asegura estar estudiando con las comunidades aut¨®nomas en la Comisi¨®n de Prestaciones, Aseguramiento y Financiaci¨®n.
No hay estad¨ªstica oficial en Espa?a, pero un estudio cuantific¨® el n¨²mero de estas intervenciones en 2019 en algo m¨¢s de medio millar; una cifra que en ni?os se reduce a no m¨¢s de unas decenas al a?o, seg¨²n los especialistas. En la pandemia ha salvado cientos de vidas de pacientes cr¨ªticos cuando ya nada funcionaba.
Los especialistas piden protocolos unificados entre las administraciones para coordinar a los hospitales. Eduard Argudo, del Grupo de Trabajo de Transporte Cr¨ªtico de la SEMICYUC, cree que deber¨ªa existir un sistema similar al de los trasplantes, con un organismo que funciona perfectamente en toda Espa?a para que los ¨®rganos lleguen de un punto a otro de forma organizada y eficaz. ¡°Ahora hay autonom¨ªas que lo tienen m¨¢s estructurado y otras que menos. Hemos ido a Huesca, Menorca, Mallorca o Ibiza porque nos han llamado compa?eros diciendo que un paciente se estaba muriendo y nadie les daba respuesta. Existen un mont¨®n de trabas burocr¨¢ticas y demoras para recibir el ok entre comunidades¡±, se?ala este m¨¦dico del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Vall d¡¯Hebr¨®n de Barcelona.
Sylvia Belda recuerda un s¨¢bado en el que celebraba el cumplea?os de su hija en la monta?a cuando recibi¨® uno de estos avisos. ¡°Hay un neonato, tiene hipoxemia refractaria. Empez¨® a las seis horas de vida... antes todo bien¡±, le cont¨® un compa?ero por tel¨¦fono. El ni?o estaba en Ciudad Real; el centro m¨¢s cercano especializado en ECMO para tratarlo, en Madrid. Y los miembros del equipo necesario, dispersos en otras tareas. O descansando, como Belda. Porque no hay guardias organizadas ni coordinaci¨®n entre la quincena de hospitales que realizan la t¨¦cnica en Espa?a.
¡°Decido hacer el desayuno y esperar a ver a mi hija, mientras le digo a Manu [su compa?ero] que estar¨¦ en la UCIP en un rato y le doy instrucciones de lo que tiene que mandar y pedir en el hospital de origen. Que pida la UCI m¨®vil y un veh¨ªculo o ambulancia para recogernos a todos y todos los cachivaches¡±, relata en unas notas que tom¨® aquel d¨ªa.
El equipo para una ECMO lo forman al menos cuatro personas: un m¨¦dico de UCI, una enfermera con experiencia en ECMO, una enfermera perfusionista (especializadas en mantener la circulaci¨®n en pacientes intervenidos por lesiones cardiocirculatorias en los cuales es necesario sustituir la funci¨®n cardiaca o pulmonar) y un cirujano card¨ªaco. Se podr¨ªa pensar que lo ideal es que cada hospital tuviera el suyo, o al menos que cada provincia contase con uno. Pero los expertos aseguran que esto no tiene mucho sentido, ya que al realizarse tan pocos, es mejor que haya menos equipos muy especializados. Eso s¨ª, siempre que haya la coordinaci¨®n que piden.
Belda mand¨® al grupo de WhastApp un mensaje pidiendo manos para atender este caso. Consigui¨® todo el plantel y faltaba enfermera. ¡°A mi chat de enfermer¨ªa empiezan a llegar mensajes... varios explicando por qu¨¦ no pueden. Por lo privado, un mensaje de Sonia: ¡®Sylvia, salgo de noche. Cuenta conmigo. Me acuesto, pero dejo el m¨®vil encendido. Ll¨¢mame¡¯. Aviso tambi¨¦n a Dani, un enfermero que estuvo en la UCIP del 12 [de Octubre], que ya no trabaja ah¨ª... pero que viene a todos los que puede, que siempre contesta. Tiene turno de trabajo en el Samur en el orgullo gay. Lo intenta cambiar, pero hay amenaza terrorista y es julio... S¨¦ que hace lo imposible, como siempre. Otra vez ser¨¢¡±.
Finalmente es Sonia, sin casi dormir, la que va con ellos. Re¨²nen a un grupo con dos especialistas en UCIP, una enfermera, dos perfusionistas y dos cirujanos cardiovasculares. Preparan la ambulancia y, despu¨¦s de toda la ma?ana de organizaci¨®n, salen a las 13.00 para Ciudad Real. En dos horas llegan y ven a Marco, que tiene solo unas horas de vida. ¡°Est¨¢ all¨ª, peque?ito, en su incubadora. Un vistazo y veo todos los datos m¨¦dicos, el monitor, la asistencia respiratoria, las v¨ªas, las dosis a las que le pasan las drogas, el ¨®xido n¨ªtrico, el aspecto, pero sobre todo, veo a esa peque?a, min¨²scula personita... La vida colgando de un hilo, el sonido de la alta frecuencia, le veo entre todos los ruidos y la tecnolog¨ªa y, por un segundo, me paro ah¨ª, en esa peque?a vida luchando¡±, relata la m¨¦dica.
Un procedimiento complejo
El procedimiento no es sencillo. ¡°En los neonatos se entra con la c¨¢nula venosa por la vena yugular derecha, que entra al lado derecho del coraz¨®n y coge ah¨ª la sangre. Se saca a la bomba que la propulsa, pasa por la oxigenadora y la devuelve a la aorta, que distribuye la sangre por todo el cuerpo¡±.
Pero antes de eso, tienen que sacarle de la incubadora, ponerlo encima de la camilla y girarlo para que los cirujanos tengan acceso al cuello. ¡°Es la parte m¨¢s delicada, porque est¨¢ muy inestable y tenemos que hacerlo bien, a poder ser sin interferir con la ventilaci¨®n de alta frecuencia y sin que se desestabilice¡±, narra Belda. ¡°Lo pienso un momento, decidimos qui¨¦n va a ayudar, d¨®nde y qu¨¦ movimientos vamos a hacer. Yo dar¨¦ los comandos. Somos cinco personas para sujetar y levantar al beb¨¦ sin que se doblen las asas del respirador. Se hace un silencio. Poco a poco, levantamos a Marco, con cuidado, sujetando las v¨ªas y todos los dispositivos. Lo alzamos para que puedan sacar la incubadora por debajo. Luego lo giramos y, por un lado, deslizan la camilla. Lo bajamos despacito, despacito, con cuidado. Una vez en la camilla, colocamos el cuello y giramos la cabecita. Apenas lo ha percibido, ya est¨¢, colocadito¡±.
A partir de ah¨ª comienza el procedimiento de ECMO, que acab¨® con final feliz: ¡°La saturaci¨®n va subiendo, coge ritmo, cada vez un poco m¨¢s r¨¢pido y en apenas unos segundos, ah¨ª est¨¢, 100% en el monitor y Marco, aunque no se le ve bajo los pa?os, deja su color cian¨®tico y morado y se vuelve a poner rosa¡±.
Despu¨¦s del procedimiento fue trasladado al 12 de Octubre con el transporte especial que prepararon para ello. Llegan a las once de la noche, tras un d¨ªa de tensi¨®n m¨¢xima. All¨ª se qued¨® unos d¨ªas bajo la supervisi¨®n de los especialistas, hasta que, ya recuperado, pudo volver a casa para hacer una vida normal. Todo, por la voluntad de un grupo de sanitarios que se coordinan por WhastApp. Si no fuera por ellos, ni Marco, ni Nora ni otros muchos beb¨¦s y adultos que necesitaron ECMO estar¨ªan hoy vivos.