Faltan vacunas para la viruela del mono: Espa?a solo tiene garantizadas 18.500 dosis para todo el a?o
La Agencia Europea del Medicamento estudia aprobar una t¨¦cnica ya usada en Estados Unidos que permite extraer inyecciones para cinco personas de cada dosis del suero
Nadie sabe qui¨¦n recibi¨® la primera vacuna para la viruela del mono en Espa?a. No hubo un acto televisado, como sucedi¨® con la de la covid, a finales de 2020. Como entonces, ahora faltan dosis para inyectar a todo el que lo necesita. Pero, a diferencia de la crisis del coronavirus, no est¨¢ previsto que lleguen muchas m¨¢s a corto o medio plazo. A Espa?a le corresponden a trav¨¦s del mecanismo de compra europeo solamente 18.500 dosis, lo que en principio solo da para 9.250 pautas completas, ya que son necesarios dos pinchazos para su total efectividad.
El Ministerio de Sanidad recibi¨® el jueves 7.110 vacunas, que se agregan a 5.300 que ya hab¨ªa y que se estaban inyectando sobre todo en Madrid y Catalu?a, las dos comunidades que copan dos tercios de los 5.162 casos en Espa?a. Provienen de una compra conjunta de la UE de 109.090, a las que se sumar¨¢n hasta final de a?o otras 54.530, que se distribuir¨¢n, seg¨²n el Ministerio de Sanidad, en el ¨²ltimo trimestre de 2022. De estas, corresponden a Espa?a algo m¨¢s de 6.100. Todo sumado da esas 18.500.
Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s afectado de Europa por la viruela del mono ¡ªy el primero del mundo en diagn¨®sticos por 100.000 habitantes¡ª, pero el reparto va por poblaci¨®n, no por casos. Sanidad asegura que se ha habilitado un mecanismo para la donaci¨®n de vacunas entre Estados miembros, en caso de ser necesario. Es un cauce por el que podr¨ªan llegar m¨¢s, aunque dada la escasez mundial del producto, es complicado que sean muchas. El ministerio tampoco ha intentado una compra fuera del mecanismo comunitario, seg¨²n ha confirmado a este diario.
?Cu¨¢ntas dosis ser¨ªan necesarias? Es dif¨ªcil de calcular. Los potenciales receptores son los contactos cercanos a los infectados y el grupo considerado de riesgo: hoy por hoy, el de los hombres que mantienen relaciones sexuales con m¨²ltiples parejas masculinas que tengan menos de 45 a?os (a los mayores se les supone ya vacunados contra la viruela). Aunque no se considera una enfermedad de transmisi¨®n sexual, el contacto ¨ªntimo durante el sexo est¨¢ siendo la principal v¨ªa de contagio: m¨¢s del 80% de los casos. Quien se sienta incluido en este grupo puede pedir cita, aunque escasean y es complicado acceder a una.
Para calcularlo, Toni Poveda, activista LGTBI y director de Cesida, toma como base las aproximadamente 14.000 personas que reciben PrEP, un tratamiento profil¨¢ctico que evita el contagio del VIH (no otras enfermedades) y que usan personas con un perfil muy similar a las que tienen pr¨¢cticas de riesgo para la viruela del mono. Esos 14.000 es un n¨²mero del que partir, pero la cifra final es muy superior: hay, por ejemplo, muchos hombres que con estas mismas pr¨¢cticas no toman esa medicaci¨®n. ¡°A todos ellos habr¨ªa que a?adir a los contactos de los contagiados, a una porci¨®n de las 140.000 personas con VIH [que no toman PrEP y tienen varias parejas sexuales], a los sanitarios que trabajan con afectados, personal de laboratorio¡ Y eso si no sigue creciendo y se hace necesario vacunar a m¨¢s grupos, como personas heterosexuales con varias parejas¡±, enumera Poveda, que urge a Sanidad a conseguir m¨¢s dosis.
De momento, lo que se est¨¢ haciendo para llegar al mayor n¨²mero de personas que sea posible es inocular una sola dosis. La vacuna que se usa para la viruela del mono no est¨¢ dise?ada espec¨ªficamente para esta enfermedad, sino para la viruela convencional. Aunque faltan estudios m¨¢s espec¨ªficos, se calcula que un pinchazo puede tener una efectividad de en torno a un 30%, que sube a alrededor del 80% con la pauta completa.
Estados Unidos ha aprobado una nueva t¨¦cnica para inyectar la vacuna que permite aprovechar cinco pinchazos de cada dosis. Un estudio con 200 personas muestra una respuesta inmunitaria similar con una quinta parte de la sustancia si se aplica de forma subcut¨¢nea en lugar de intrad¨¦rmica, como se hace ahora. Espa?a ha pedido a la Agencia Europea del Medicamento que estudie aprobar esta posibilidad, lo que multiplicar¨ªa por cinco el alcance de su compra.
Am¨®s Garc¨ªa Rojas, presidente de la Sociedad Espa?ola de Vacunolog¨ªa, cree que es una decisi¨®n que llegar¨¢ m¨¢s pronto que tarde: ¡°Es una medida excepcional para una situaci¨®n excepcional y cuenta con evidencia cient¨ªfica que la avale¡±. Mientras esto sucede, Garc¨ªa Rojas considera que lo sensato es limitarse a poner solamente primeras dosis: ¡°Es mejor tener a mucha gente algo protegida que a poca completamente vacunada¡±.
Otra opci¨®n para maximizar las existencias ser¨ªa limitar las vacunas al grupo de riesgo y no ponerla a los contactos de los infectados, tal y como sugieren los autores de un estudio espa?ol que confirmaba que el periodo de incubaci¨®n del virus es de unos siete d¨ªas, frente a los 15-22 que se demoraban los brotes anteriores en los pa¨ªses end¨¦micos. Esto, explican los investigadores, es muy poco tiempo para generar una respuesta inmunitaria suficiente tras un contacto, por lo que no tendr¨ªa mucho sentido gastar dosis en estas personas. En cualquier caso, la dificultad del rastreo de contactos, debido en buena parte al estigma que acarrea todav¨ªa la enfermedad, est¨¢ produciendo que las vacunas a contactos est¨¦n siendo mucho menos empleadas que las de preexposici¨®n: solo una de cada cinco, seg¨²n la Comunidad de Madrid, que tambi¨¦n asegura que el 20% de las personas que pide cita luego no acude a vacunarse.
Una vacuna que estaba en desuso
La escasez de dosis se debe a que la capacidad de producci¨®n de esta vacuna contra la viruela convencional es muy limitada. La ¨²nica empresa que produce la de tercera generaci¨®n, que es la que se usa, es la danesa Bavarian Nordic, que hasta ahora vend¨ªa pocas unidades al a?o a Canad¨¢ y a Estados Unidos. Era una medida preventiva ante un posible ataque biol¨®gico, ya que la viruela est¨¢ erradicada desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. ¡°Cuando empez¨® todo en mayo, pr¨¢cticamente no ten¨ªamos existencias disponibles¡±, explica a EL PA?S Thomas Duschek, portavoz de la compa?¨ªa.
Aunque en 2019 las autoridades sanitarias autorizaron el medicamento para prevenir la viruela del mono, hasta ahora ha sido un empleo testimonial. ¡°Ha sido imposible conseguir un mercado suficientemente grande. Solo nos la requer¨ªan muy espor¨¢dicamente los pa¨ªses occidentales donde surg¨ªan casos dispersos de personas que hab¨ªan viajado a ?frica¡±, justifica Duschek.
La compa?¨ªa tiene un encargo de siete millones de dosis de Estados Unidos y hasta el final del a?o son capaces de producir dos millones para el resto de pa¨ªses. Para conseguir incrementar la capacidad de fabricaci¨®n ya est¨¢ en negociaciones con otras farmac¨¦uticas con las que pueda colaborar para ampliar la producci¨®n. ¡°En teor¨ªa nosotros podr¨ªamos fabricar 30 millones de dosis al a?o, pero para eso tendr¨ªamos que parar todos nuestros dem¨¢s productos, y no es realista¡±, justifica el portavoz.
Los colectivos LGTBI han pedido al Gobierno de Espa?a que vaya m¨¢s all¨¢ del mecanismo de compra europeo y adquiera sus propias dosis, teniendo en cuenta que es de largo el pa¨ªs m¨¢s afectado. Pero el Ministerio de Sanidad no se plantea otra v¨ªa, algo que s¨ª han hecho otros pa¨ªses comunitarios: Alemania, por ejemplo, se ha asegurado 40.000 vacunas en junio y 200.000 hasta finales de a?o, seg¨²n ha confirmado la organizaci¨®n de transparencia Civio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.