Viruela del mono: ¡°Al escuchar la primera noticia me borr¨¦ de las aplicaciones de citas¡±
El 80% de los contagios en Espa?a se producen entre hombres que tienen sexo con hombres. En la comunidad hay temor, pero no p¨¢nico, y muchos aseguran que ya est¨¢n reduciendo el n¨²mero de parejas
¡°La paranoia que he cogido con la viruela del mono no la tuve con la covid ni de lejos. En cuanto escuch¨¦ la primera noticia me borr¨¦ de Grindr y del resto de aplicaciones de citas¡±, dice Carles, un joven que esta semana se ha vacunado en el BCN Checkpoint, una ONG de la capital catalana dedicada a la detecci¨®n de VIH y otras infecciones de transmisi¨®n sexual dirigida a la comunidad gay.
En Espa?a, ocho de cada diez casos se han detectado entre hombres que practican sexo con hombres, una comunidad con tantas reacciones a este brote como personas la forman. Desde el principio, cuando se descubri¨® que los primeros casos en Espa?a se transmitieron en una sauna gay, la comunidad LGTBI se ha situado en el punto de mira. Algunos, incluida la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y m¨¢s (FELGTBI+), aseguran sentirse se?alados y estigmatizados, especialmente desde que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomend¨® a los hombres que tienen sexo con hombres que redujeran el n¨²mero de parejas sexuales como medida para contener el brote. Tanto la federaci¨®n como la OMS insisten en que la orientaci¨®n sexual no tiene nada que ver con el riesgo de transmisi¨®n; el hecho de que avance entre la comunidad gay se debe a que el virus encontr¨® casualmente en ella una v¨ªa de transmisi¨®n, pero tambi¨¦n puede llegar a cualquier otra persona. Y ya lo est¨¢ haciendo.
EL PA?S ha hablado con m¨¢s de una veintena de personas de este colectivo, incluidos algunos activistas. Muchas coinciden en que el mensaje de la OMS no fue adecuado, pero tambi¨¦n piensan que es necesario que la comunidad sea consciente de lo que est¨¢ pasando. ¡°Al final, somos nosotros entre los que se est¨¢ transmitiendo m¨¢s, es bueno que nos llegue la informaci¨®n¡±, dice Antonio que, como la mayor¨ªa de los que han querido participar en este reportaje, prefiere no identificarse con apellidos.
?l, Carles y muchos otros de los consultados ya est¨¢n limitando el n¨²mero de parejas sexuales para reducir el riesgo. La viruela del mono no es lo que se conoce como una enfermedad de transmisi¨®n sexual: aunque se estudia todav¨ªa si se puede contagiar por fluidos sexuales, no es su principal v¨ªa. Pero se transmite por contacto muy estrecho, a menudo piel con piel, y las relaciones sexuales son un medio propicio para su expansi¨®n. De hecho, es el que hay detr¨¢s de m¨¢s del 80% de los casos de los que se tiene esa informaci¨®n en Espa?a, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad.
Las ¨²ltimas cifras, publicadas el viernes, elevaban a 4.942 los diagn¨®sticos y a dos los fallecimientos por viruela del mono en Espa?a, lo que lo mantiene como el pa¨ªs que m¨¢s casos por habitante ha reportado. En t¨¦rminos absolutos solo est¨¢ por detr¨¢s de Estados Unidos (7.102), que este jueves declar¨® el brote emergencia sanitaria nacional.
Adem¨¢s de Catalu?a, Madrid, Pa¨ªs Vasco y Andaluc¨ªa ya han comenzado las vacunaciones para personas de grupos de riesgo. Pero el muy limitado n¨²mero de dosis hace imposible alcanzar a todo el colectivo: en una primera remesa llegaron 5.300, a las que se suman 7.000 m¨¢s esta semana, que siguen siendo insuficientes. Est¨¢n destinadas a contactos de personas infectadas y a hombres que tienen sexo con distintas parejas sexuales masculinas, quienes necesitan mucha suerte y paciencia para conseguir recibirla. ¡°No hay disponibilidad de cita, vuelva a intentarlo en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, es el mensaje m¨¢s frecuente que aparece en la web de la Comunidad de Madrid que, sin embargo, asegura que un 20% de quienes la solicitan luego no aparecen.
El colectivo LGTBI pide m¨¢s vacunas con urgencia. ¡°Es la mayor preocupaci¨®n de la gente, que no hay suficientes¡±, asegura Toni Poveda, activista LGTBI y director de Cesida. ¡°Todo el mundo quiere vacunarse. Estamos muy sensibilizadas con la salud y lo que decimos es que si no llegan vacunas de la Uni¨®n Europea [que ha hecho una compra conjunta de 110.000 dosis para todos los pa¨ªses miembros], nos vamos a movilizar para que las compren por otras v¨ªas¡±, se?ala.
El doctor ?ngel Rivero, responsable m¨¦dico de Checkpoint y uno de los que recibe a los 200 hombres que diariamente se dirigen al centro, reconoce que existe ¡°mucha alarma¡± con la viruela del mono, pero ¡°no hay un p¨¢nico terrible entre el colectivo y s¨ª mucha desinformaci¨®n¡±. Checkpoint ha recibido 660 dosis de vacunas que est¨¢n poniendo a usuarios contagiados de VIH e inmunodeprimidos y a aquellos que utilizan habitualmente el PrEP (profilaxis prexposici¨®n), un medicamento que evita la transmisi¨®n del VIH aunque se mantengan relaciones sin protecci¨®n. 660 dosis son totalmente insuficientes y si no llegan m¨¢s, se les agotar¨¢n el martes. Adem¨¢s, advierte Rivero, por el momento solo est¨¢n poniendo la primera dosis, que se calcula que tiene una efectividad de alrededor de un 30%. ¡°Hasta que no podamos poner la segunda dosis, y no sabemos cu¨¢ndo ser¨¢, no alcanzaremos el 80% de la protecci¨®n¡±, advierte.
Los contagios siguen sumando y muchos consultados advierten de que el verano es una ¨¦poca muy propicia para el contacto sexual. Entre el 6 y el 14 de agosto Barcelona celebra el Circuit Festival, donde miles de hombres gais se re¨²nen de fiesta y donde es m¨¢s que habitual que ¡°mantengan m¨²ltiples relaciones¡±, aseguran. El plato fuerte del Circuit es una fiesta en una piscina de Isla Fantas¨ªa donde se re¨²nen entre 10.000 y 15.000 hombres. ¡°El Circuit puede ser una tormenta perfecta para que se contin¨²e propagando la infecci¨®n y tenemos que hacer mucha pedagog¨ªa para que adem¨¢s no se estigmatice m¨¢s al colectivo. Lo que no puede ser, y nos est¨¢ pasando m¨¢s de lo permisible, es que estemos llamando a usuarios y nos digan que no tienen ni idea de qu¨¦ es la viruela del mono¡±, lamenta Rivero.
En pleno verano, Jos¨¦ Vela, del Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid, cree que el mensaje de reducir el n¨²mero de parejas sexuales no es realista. ¡°T¨² dices que vas a tener menos relaciones cuando en fr¨ªo lees lo que est¨¢ pasando, pero cuando est¨¢s excitado se va el miedo y pasan cosas. Eso sucede tambi¨¦n con el VIH, que le tenemos much¨ªsimo miedo, pero no est¨¢s 24 horas al d¨ªa pensando en eso, sales, te tomas un vino y tienes impulsos, como todo el mundo¡±, se?ala.
Dificultades de rastreo
Uno de los problemas para frenar los brotes est¨¢ siendo la dificultad del rastreo. La OMS tambi¨¦n pidi¨® a los hombres que mantienen sexo con hombres que identifiquen a sus parejas. Pero el estigma que mencionan los colectivos LGTBI lo pone m¨¢s dif¨ªcil. Fuentes sanitarias aseguran que se han registrado casos en los que un hombre, contagiado tras mantener una relaci¨®n con otro hombre, ha llegado a amenazar al m¨¦dico que lo atend¨ªa para guardar su identidad, temeroso de que su mujer se pudiera enterar. Aunque la ley y el c¨®digo deontol¨®gico garantizan el secreto de la identidad del paciente, ese temor evidencia obst¨¢culos que no presentan otras enfermedades libres de estas connotaciones, como puede ser la covid, que a nadie averg¨¹enza.
Jordi, uno de los primeros en recibir la vacuna, se siente estigmatizado. ¡°He tenido miedo a la hora de mantener relaciones. Te dicen que antes de acercarte a otro chico revises a ver si tiene lesiones, pero no puedes inspeccionar a todos los hombres con quienes est¨¢s¡±, descarta. Tras la vacuna se siente seguro, pese a que la efectividad solo es del 30% en esta primera dosis.
Pablo, nombre ficticio, ya no recibir¨¢ la vacuna. Mantuvo una relaci¨®n sexual con un chico hace 23 d¨ªas. ¡°Una noche comenc¨¦ a tener escalofr¨ªos y fiebre. Pens¨¦ que incluso me hab¨ªan salido hemorroides y me mir¨¦ con un espejo. Enseguida vi las llagas y me entr¨® p¨¢nico¡±, recuerda. Fue a Checkpoint y pronto sali¨® de dudas. Le hicieron una PCR, tomaron muestras de las lesiones y le confirmaron que ten¨ªa viruela del mono: ¡°Tres semanas de aislamiento e ibuprofeno¡±.
En una conversaci¨®n telef¨®nica y mientras sigue su aislamiento, Pablo describe c¨®mo ha sido su d¨ªa a d¨ªa desde entonces: ¡°Afortunadamente, teletrabajo, pero no estaba dispuesto a llamar a pedir la baja para tres semanas. Todos tenemos miedo porque esto es estigmatizante. Da la sensaci¨®n de que hemos cogido la enfermedad por viciosos o por no haber tomado medidas, pero la viruela del mono no es una enfermedad sexual. Esto se contagia con el roce. Aun as¨ª, ahora viene el Circuit, luego el Matrix en Torremolinos¡¡±. No es el ¨²nico de los entrevistados que menciona esta localidad tur¨ªstica de la Costa del Sol, visitada en verano por miles de personas y con una gran presencia de la comunidad gay. ¡°Esto no va a haber quien lo pare¡±, lamenta. ¡°Y lo peor es que me da verg¨¹enza. Solo se lo he contado a mi hermano porque me da la sensaci¨®n de que si lo sabe mucha gente me tratar¨¢n como un apestado¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.