Ocho hospitales ensayan el primer plan piloto nacional para reducir los intentos de suicidio en adolescentes: ¡°Es alarmante el pico en chicas¡±

El incremento de los intentos de suicidio entre los j¨®venes es alarmante. En Espa?a, se han triplicado los casos desde 2006. El perfil mayoritario es el de una mujer por intoxicaci¨®n con medicamentos. Solo en Catalu?a, 900 chicas menores de 25 a?os lo intentaron en 2020, una cifra que ascendi¨® hasta las 1.900 en 2021. Para enfrentarse al problema, se ha puesto en marcha en Espa?a el proyecto Survive, que incluye un ensayo cl¨ªnico pionero liderado por ocho hospitales p¨²blicos espa?oles, que lleva abierto desde 2019, con el objetivo de dise?ar el primer plan para prevenir y reducir el intento de suicidio en adolescentes de 13 a 18 a?os, financiado por el Instituto de Salud Carlos III (el proyecto tiene varias l¨ªneas de investigaci¨®n, una de ellas centrada en adultos, y un presupuesto total para tres a?os de 800.000 euros). Con los resultados del ensayo, que esperan tener en enero, el objetivo es dise?ar un plan a escala nacional. Es la primera vez que ocho hospitales p¨²blicos se al¨ªan para dise?ar un programa efectivo basado en datos.

El plan que se est¨¢ probando consiste en dar seis sesiones de psicoterapia, una a la semana, a 300 j¨®venes que han intentado suicidarse. La terapia se inicia durante los 10 d¨ªas siguientes al intento de suicidio e incluye un seguimiento del paciente a los 3, 6 y 12 meses. Es un programa presencial, que incluye contenido psicoeducativo sobre la depresi¨®n, los factores de riesgo y protectores de la conducta suicida, y busca entrenar habilidades para un adecuado manejo del estr¨¦s y el comportamiento suicida en adolescentes. V¨ªctor P¨¦rez, director del Instituto de Neuropsiquiatr¨ªa y Adicciones del Hospital del Mar, en Barcelona, es el investigador principal del proyecto, y precisa que el suicidio en adolescentes es muy diferente al de los adultos: ¡°No hay tanta planificaci¨®n ni frecuencia de enfermedad mental grave diagnosticada, son conductas muy impulsivas. Estamos muy preocupados por el pico en mujeres¡±.

Otro de los pilares clave de la intervenci¨®n es el llamado plan de seguridad. ¡°Es un documento que rellenamos con el adolescente y le ayuda a detectar qu¨¦ s¨ªntomas presenta cuando empieza a encontrarse mal, identificamos qu¨¦ puede hacer en ese momento (salir a dar un paseo, escuchar m¨²sica relajante, hacer deporte...) o a qu¨¦ persona de referencia puede acudir (un profesor, un hermano... si es menor de edad, se tiene que asignar a un adulto como persona de contacto). En adultos este plan ha demostrado bastante eficacia. En los pr¨®ximos meses vamos a medir si todas estas acciones se pueden convertir en un plan de acci¨®n para todos los centros hospitalarios¡±, zanja Teresa Bobes, psic¨®loga cl¨ªnica del servicio asturiano de salud y profesora asociada de la Universidad de Oviedo, centro que est¨¢ coordinando la parte de adolescentes del proyecto Survive.

La idea es, a partir de los resultados del ensayo, dise?ar un plan para prevenir y abordar el suicidio en la adolescencia. ¡°En Espa?a no contamos con una estrategia nacional que oriente sobre c¨®mo debemos atajar el problema, como s¨ª sucede, por ejemplo, con el plan nacional sobre drogas. Cada comunidad est¨¢ librando esta guerra como puede y sin una gu¨ªa central¡±, critica Bobes, que a?ade que algunas autonom¨ªas s¨ª han creado protocolos de prevenci¨®n para la poblaci¨®n general.

El proyecto Survive, cuyos resultados se publicar¨¢n a principios de 2023, es una adaptaci¨®n de una investigaci¨®n europea con 11.000 alumnos de 15 a?os que realiz¨® el Karolinska Institutet (Suecia) durante m¨¢s de una d¨¦cada ¡ªlos resultados se publicaron en 2010 y se han ido actualizando¡ª en 12 pa¨ªses, 11 europeos (Alemania, Austria, Eslovenia, Espa?a, Estonia, Francia, Hungr¨ªa, Irlanda, Italia, Rumania y Suecia) e Israel, con el objetivo de reducir el suicidio entre adolescentes a trav¨¦s de la psicoeducaci¨®n en el ¨¢mbito escolar. Esa intervenci¨®n mostr¨® que los j¨®venes que no siguieron las sesiones mostraron un 50% m¨¢s de ideaciones suicidas y un 45% m¨¢s de probabilidades de llevar a cabo un intento de suicidio. ¡°En lugar de hacer el ensayo cl¨ªnico en las escuelas como nuestros colegas europeos, lo realizamos en el contexto sanitario con 300 j¨®venes que ya han intentado quitarse la vida. Usamos el juego de roles para que aprendan herramientas para hacer frente al acoso escolar o para que puedan atajar escaladas de violencia en casa. Las sesiones est¨¢n muy enfocadas a ense?arles a manejar sus emociones en una crisis suicida¡±, explica Bobes.

Seg¨²n los datos que manejan los centros hospitalarios participantes ¡ªLa Paz de Madrid, el Hospital del Mar de Barcelona y el Universitario Central de Asturias¨CUniversidad de Oviedo, entre otros¡ª, los seis meses posteriores al primer intento de suicidio de un adolescente son cr¨ªticos, ya que en ese periodo se producen nuevas tentativas. Si se tiene en cuenta a la poblaci¨®n en general, hay 20 tentativas por cada suicidio consumado. En sus cuatro primeros meses de funcionamiento, el tel¨¦fono 024, la L¨ªnea de Atenci¨®n a la Conducta Suicida puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad, atendi¨® 34.000 llamadas, deriv¨® 1.500 casos a los servicios de emergencia 112 e identific¨® 585 suicidios en curso, seg¨²n inform¨® el mi¨¦rcoles el Gobierno.

V¨ªctor P¨¦rez se?ala que las muertes de j¨®venes por suicidio han aumentado, pero que lo que m¨¢s les preocupa son las tentativas y las ideaciones suicidas. De los 628 intentos en 2006 en la poblaci¨®n de 10 a 24 a?os, se pas¨® en 2020 a 2.092, m¨¢s del triple. De ellos, 1.511 fueron de chicas. Mientras, las hospitalizaciones por autolesiones ¡ªconsideradas en muchos casos el pre¨¢mbulo del suicidio¡ª casi se han cuadruplicado en las ¨²ltimas d¨¦cadas: de las 1.270 en el a?o 2000 se pas¨® a 4.048 en 2020, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad. En 2020, el suicidio fue la segunda causa de fallecimiento entre los j¨®venes de 15 a 29 a?os (300) por detr¨¢s de los tumores (330). Hasta ese a?o nunca se hab¨ªa alcanzado una cifra tan alta en menores de 15 a?os (14 se quitaron la vida, siete ni?os y siete ni?as). En 2020, se suicidaron 3.941 personas en Espa?a, el m¨¢ximo hist¨®rico, seg¨²n el Observatorio del Suicidio. En septiembre de 2022, el ministerio incorporar¨¢ por primera vez 20 plazas MIR en la especialidad de Psiquiatr¨ªa Infantil y de la Adolescencia.

?Qu¨¦ lleva a un adolescente a intentar quitarse la vida? Arancha Ortiz, coordinadora de la unidad de psiquiatr¨ªa infanto-juvenil del Hospital La Paz, explica que la adolescencia es un ¡°momento terrible¡±, una etapa caracterizada por la confusi¨®n. ¡°Es un periodo en el que se reorganiza nuestro funcionamiento mental. El cerebro adolescente se desborda f¨¢cilmente porque hay desequilibrios entre sus regiones... Si existen eventos traum¨¢ticos previos y silenciados, van a irrumpir en esa etapa¡±. Antes de los 10 a?os el intento de suicidio es muy poco frecuente y apenas se dedica investigaci¨®n a esa franja de edad.

Su colega, la jefa del servicio de psiquiatr¨ªa de La Paz, Mar¨ªa Fe Bravo, reconoce que todav¨ªa no tienen datos suficientes para conocer por qu¨¦ afecta m¨¢s a las mujeres j¨®venes que a los hombres. ¡°No tenemos la respuesta, la estamos buscando¡±, dijo la semana pasada en el seminario ?Qu¨¦ hacer ante la epidemia de conductas suicidas en los j¨®venes?, organizado por la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo en Santander y codirigido por ella.

Ortiz achaca la subida de los intentos, entre otras causas, al confinamiento. ¡°Aumentaron las conductas de abuso y maltrato intrafamiliares, se agudiz¨® la soledad y se dispers¨® la red de apoyo, los m¨¢s j¨®venes perdieron el contacto con adultos de referencia, como profesores de instituto. Todo eso est¨¢ ligado al proceso suicida. Con la covid los chavales dejaron de acudir a los centros sanitarios por miedo a contagiarse, es muy importante conseguir que el adolescente pida ayuda¡±. Al servicio de urgencias de La Paz cada vez llegan con menos edad, antes era muy frecuente que lo hicieran con 16 y 18 a?os, ahora con 13 y 14.

Manuel, que ahora tiene 27 y vive en Madrid, intent¨® quitarse la vida por primera vez a los 18 tomando m¨¢s de 20 pastillas. En ese momento se le identificaba con una chica (se someti¨® a la operaci¨®n de cambio de sexo hace cuatro a?os). ¡°La muerte de mi padre me afect¨® mucho, est¨¢bamos muy unidos, ¨¦l era el que organizaba los planes, el que te animaba... llevaba a?os enfermo porque de joven le pegaron la hepatitis y beb¨ªa¡±. Desde ese primer intento, ha estado hospitalizado en m¨¢s de 10 ocasiones por nuevas tentativas, en una de las cuales pas¨® m¨¢s de tres d¨ªas en la UCI. Con 12 a?os comenz¨® a autolesionarse, se cortaba en los brazos. Lo que m¨¢s da?o le hace a Manuel es no tener un grupo de amigos, y esa soledad lo llev¨® a intentar quitarse la vida de nuevo hace 10 d¨ªas. Su psic¨®loga explica que su madre es la que le ha salvado la vida en todos esos intentos, que de no ser por ella esta entrevista no se estar¨ªa produciendo. ¡°Estoy muy pendiente, ahora me aseguro de que los medicamentos est¨¢n bien escondidos. Nadie imagina la dureza de vivir con esto¡±, explica su madre.

Madrid es una de las regiones donde se ve que las mujeres son las m¨¢s afectadas por este grave problema. Los ingresos por intento de suicidio en adolescentes menores de 16 a?os fueron 123 en 2019 (97 mujeres y 26 hombres); 170 en 2020 (143 mujeres y 27 hombres) y 215 en 2021 (160 mujeres y 55 hombres). La alarma es tan potente que la autonom¨ªa prev¨¦ crear 21 equipos de prevenci¨®n de suicidio en los hospitales dentro de su plan 2023-2024. Mercedes Nav¨ªo, coordinadora de la oficina de salud mental y adicciones de la Comunidad de Madrid, cree que la pandemia ha roto uno de los momentos clave en la vida de los j¨®venes, cuando los padres dejan de ser el referente y ese rol lo asumen los amigos. ¡°Dos a?os en la vida de un adulto no tienen esa entidad. La socializaci¨®n por v¨ªas virtuales ha modificado de forma radical la experiencia de los adolescentes y ha magnificado los factores da?inos del acoso entre iguales¡±, indica.

Un reciente estudio de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) ha analizado los posibles motivos del incremento en las tentativas de suicidio entre j¨®venes, que tambi¨¦n se han registrado all¨ª. La epidemi¨®loga Katherine Keyes y su equipo han intentado cruzar esos datos con los del aumento de casos de ansiedad y depresi¨®n para detectar patrones. Detectaron que entre 1960 y 1990 no hubo cambios significativos en los niveles de enfermedad mental en esa poblaci¨®n, la prevalencia se mantuvo estable. En 2011 empezaron a subir los episodios de depresi¨®n en chicas j¨®venes, a?o en el que tambi¨¦n comenzaron a subir los comportamientos suicidas. Centraron su investigaci¨®n en tratar de detectar qu¨¦ hab¨ªa podido generar esa depresi¨®n.

Encuestaron a un grupo significativo de j¨®venes estadounidenses y les preguntaron por el uso que hac¨ªan de los smartphones, por el bullying, por la p¨¦rdida de conexi¨®n con la comunidad, por el aislamiento... Los chavales no reportaron que el acoso se produjera en mayor medida de forma digital. El cambio m¨¢s significativo que encontraron con respecto a los j¨®venes de d¨¦cadas anteriores (los datos ya figuraban en la estad¨ªstica p¨²blica) era el estilo de vida. ¡°En los noventa, el 40% de los j¨®venes aseguraba acudir a fiestas con frecuencia, participar en actividades deportivas colectivas, socializar en diferentes eventos. En 2020, ese porcentaje baj¨® al 20%. Vimos claro que ahora socializan menos y esa puede ser una de las causas de la depresi¨®n¡±, explica Keynes.

Desde el Hospital La Paz, la psiquiatra Arancha Ortiz se?ala que hay tres factores de riesgo fundamentales para que el adolescente haga una tentativa: los individuales (ansiedad, depresi¨®n, baja autoestima, o consumo de sustancias); los familiares (maltrato, excesivos castigos, abuso de sustancias por parte de los padres, relaciones paterno-filiales pobres, discusiones, o problemas de salud mental en los padres), y los sociales (dificultades en establecer relaciones interpersonales, acoso escolar, acceso f¨¢cil a m¨¦todos lesivos ¡ªpor ejemplo, intoxicaci¨®n por paracetamol¡ª, o efecto contagio con otros amigos). ¡°Nunca hay que pensar que lo hacen para llamar la atenci¨®n, hay que ponerse en su piel, escucharlos. En la adolescencia cualquier evento puede ser un disparador de malestar, por ejemplo, si el joven detecta un ambiente enrarecido en el instituto, o el amigo que siempre lo acompa?aba a casa ha dejado de esperarlo¡±.

El trauma es otro de los posibles desencadenantes. ¡°Los seres humanos nacemos programados para la conexi¨®n. Cuando la relaci¨®n de apego con los progenitores o cuidadores no ha generado seguridad, o si el cuidador es una cara amenazante, se genera un apego desorganizado¡±, explica Beatriz Rodr¨ªguez, jefa de la secci¨®n de psiquiatr¨ªa de La Paz. Pone un ejemplo: ¡°El adolescente escucha un portazo y se retrotrae a cuando su padre llegaba a casa borracho¡±. ¡°El trauma est¨¢ en el cuerpo y en el sistema nervioso, es tu organismo el que reacciona y para deshacer esa respuesta adaptativa hace falta una intervenci¨®n terap¨¦utica, ya que esa reacci¨®n est¨¢ codificada en su mente a trav¨¦s de la memoria¡±, concluye.