La masculinidad cl¨¢sica en jaque: el 41% de los hombres j¨®venes no se identifica con los roles de g¨¦nero tradicionales
Un 63,8% de los varones que se ajustan a la masculinidad cl¨¢sica afirma haber sufrido problemas psicol¨®gicos en el ¨²ltimo a?o, frente al 46,5% de los que est¨¢n m¨¢s alejados de ese molde, seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n Fad
Ser fuerte, grande y rudo. El garante de la seguridad, estabilidad y manutenci¨®n de una familia. El que resuelve todos los problemas desde la racionalidad, porque el car¨¢cter emocional de ellas es voluble y empeora la soluci¨®n. El que no debe llorar en p¨²blico para no mostrar debilidad. El que no puede llorar, en general. As¨ª es el hombre que los roles de g¨¦nero han definido tradicionalmente como un ¡°hombre de verdad¡±. Pero los j¨®venes se han cansado. El 41% de los hombres de entre 15 y 29 a?os no se ...
Ser fuerte, grande y rudo. El garante de la seguridad, estabilidad y manutenci¨®n de una familia. El que resuelve todos los problemas desde la racionalidad, porque el car¨¢cter emocional de ellas es voluble y empeora la soluci¨®n. El que no debe llorar en p¨²blico para no mostrar debilidad. El que no puede llorar, en general. As¨ª es el hombre que los roles de g¨¦nero han definido tradicionalmente como un ¡°hombre de verdad¡±. Pero los j¨®venes se han cansado. El 41% de los hombres de entre 15 y 29 a?os no se identifican con los valores de la masculinidad tradicional, asociada al ¨¦xito y la val¨ªa, seg¨²n indica un estudio llevado a cabo por la Fundaci¨®n Fad Juventud publicado este jueves.
El informe, para el que han sido encuestados 1.700 chicos y chicas, pretende concienciar de que la masculinidad, tal y como la hemos visto representada en libros, pel¨ªculas y nuestra propia familia, tiene efectos perjudiciales para toda la sociedad. Est¨¢ relacionada con conductas machistas, como ¡°la negaci¨®n de la violencia de g¨¦nero o las conductas t¨®xicas y de control en la pareja¡±, afirma Stribor Kuric, director del estudio. Solo uno de cada diez j¨®venes est¨¢ conforme con los valores tradicionales del g¨¦nero, aunque la distancia llama la atenci¨®n cuando se diferencia entre hombres y mujeres: el 5,8% de las mujeres dice cumplirlos frente a un 14% de los hombres.
Sin embargo, quien m¨¢s preocupa a los directores del estudio no son los j¨®venes que validan al completo la masculinidad cl¨¢sica. Una cosa es rechazar, otra muy distinta que en la pr¨¢ctica no se cumpla con las actitudes machistas asociadas a la masculinidad tradicional. La mayor parte de los encuestados, un 45%, se encuentra en un limbo intermedio entre el repudio y la aceptaci¨®n. Pueden ser j¨®venes que est¨¢n dejando atr¨¢s las ideas aprehendidas, o pueden tratarse de lo que el estudio define como ¡°j¨®venes con planteamientos posmachistas¡±.
¡°Son hombres que no se consideran machistas y que defienden la igualdad, pero que sienten que est¨¢n en una situaci¨®n de desventaja¡±, explica Kuric. Algunos de estos perfiles opinan que el movimiento feminista les ha convertido en v¨ªctimas, otros que la igualdad ya est¨¢ conseguida, por lo que carece de sentido seguir peleando por ella. Tambi¨¦n aluden a la violencia de las mujeres contra los hombres, a las denuncias falsas. ¡°Ponen en tela de juicio muchos aspectos de la masculinidad tradicional, pero al mismo tiempo comparten muchas opiniones, lo que hace saltas las alarmas¡±, aclara Anna Sanmart¨ªn, tambi¨¦n directora del estudio. ¡°Son mecanismos m¨¢s sutiles que, al final, siguen favoreciendo el status quo actual, el patriarcal¡±, a?ade el director.
Jorge Garc¨ªa, que estudia un grado en f¨ªsica, lo pas¨® mal cuando sus compa?eros de instituto le recriminaban no haber mantenido relaciones sexuales antes de empezar la universidad, o cuando le ense?aban pornograf¨ªa y ten¨ªa que fingir estar contento. ¡°Siempre ha habido comentarios sobre lo ¡®buena¡¯ que estaba esa chica¡±, recuerda. El joven de 21 a?os viv¨ªa en un pueblo de Guadalajara, y ampliar los grupos de amigos cuando se mud¨® a estudiar a Madrid fue un soplo de aire freso. ¡°Empezaron a corregirme comentarios, y yo vi que hac¨ªa cosas mal. Ahora estoy m¨¢s a gusto¡±, asegura. A Juanma Rodr¨ªguez, periodista y webmaster de 28 a?os, tambi¨¦n le pas¨® factura no poder expresar sus emociones y sensibilidad. ¡°Tener que demostrar que eres m¨¢s fuerte, que tienen que gustarte ciertas cosas¡ Eso se paga¡±, expresa el malague?o.
¡°Esas presiones tienen consecuencias de muchos tipos, y en la salud mental y el estado an¨ªmico tienen una gran afectaci¨®n¡±, explica Sanmart¨ªn. Un 63,8% de los casos cercanos a la masculinidad afirman haber sufrido problemas psicol¨®gicos o de salud mental a lo largo del ¨²ltimo a?o, frente al 46,5% de los que est¨¢n m¨¢s alejados seg¨²n los par¨¢metros del informe. Tambi¨¦n est¨¢ relacionado a las conductas de riesgo, que ellos llevan a cabo para encajar en ese rol de persona segura, determinada y valiente. Un 16,6% de los chicos que se reconocen en los valores masculinos tradicionales se considera ¡°muy poco feliz¡±, el doble que entre los j¨®venes que rechazan la masculinidad.
La mayor¨ªa de hombres y mujeres han crecido con ideas establecidas de lo que supone ser ¡°un hombre de verdad¡± y ser ¡°una mujer de verdad¡±: dos de cada tres j¨®venes han escuchado desde la infancia en su entorno cercano que los hombres o las mujeres se comportan (o se tienen que comportar) de una determinada manera. Para combatirlo, Kuric incide en la importancia de la educaci¨®n transversal en valores vinculados a la igualdad durante todas las etapas de la vida. ¡°Los referentes son muy importantes¡±, recalca. ¡°Generar modelos alternativos a la masculinidad de siempre es un reto enorme. Para que los adolescentes quieran encarnar un modelo de masculinidad igualitaria, tiene que ser un modelo muy mol¨®n¡±, apunta Sanmart¨ªn.
¡°He crecido en los noventa, cuando el tema no estaba tan en boca de la sociedad. Me han dicho la t¨ªpica frase de ¡®s¨¦ un hombre y no llores¡¯. Me la he cre¨ªdo y la he interiorizado. El azul y el f¨²tbol para los ni?os. Es la educaci¨®n que recibes, aunque luego creces y entiendes m¨¢s cosas y te deconstruyes¡±, cuenta Juanma Rodr¨ªguez. Aunque parezca extra?o, no hay mucha diferencia de opini¨®n entre los j¨®venes de m¨¢s de 25 a?os y los m¨¢s adolescentes. Los porcentajes de conformidad con la masculinidad son pr¨¢cticamente iguales. ¡°En la poblaci¨®n adolescente puede estar incluso m¨¢s acentuado. El sentimiento de querer pertenecer a un grupo, de encajar, hace que muchos chicos quieran acercarse a estos ideales masculinos y, por ejemplo, muscularse¡±. A Garc¨ªa le sale la risa inc¨®moda cuando se acuerda de los comportamientos que ha visto en el colegio. ¡°Luego, cuando creces, te vas colocando en tu sitio¡±, afirma. El joven admite que le cuesta trabajo, y que todav¨ªa cae en micromachismos. ¡°Nos tiramos la vida intentando quit¨¢rnoslo¡±, expresa.
A¨²n as¨ª, ha habido una evoluci¨®n. Desde el feminismo y la literatura se ha advertido de los perjuicios de la masculinidad, y se la ha puesto en tela de juicio. ¡°Estamos viendo que ahora existen grupos de hombres igualitarios a nivel internacional, nacional y local que ponen el foco en esta problem¨¢tica y que tienen un discurso sobre trabajar para mejorarlo, como por ejemplo las ¨²ltimas campa?as de concienciaci¨®n¡±, cuenta el director del estudio. ¡°El sector m¨¢s joven veo que est¨¢ cambiando y no est¨¢ tan anclado en valores antiguos. Incluso gente mayor de mi alrededor¡±, a?ade Juanma Rodr¨ªguez. ¡°Y aunque no tan r¨¢pido como me gustar¨ªa, empiezo a ver muchos cambios en m¨ª mismo y mi alrededor¡±, concluye Garc¨ªa.