¡°No deber¨ªa pasar, pero pasa¡±: cinco razones por las que la campa?a del 25-N de la Xunta de Galicia falla
Las expertas consultadas creen que responsabiliza a las mujeres de la violencia, ven estereotipos, un enfoque err¨®neo y situaciones que no se corresponden con la realidad
La Xunta de Galicia colg¨® el mi¨¦rcoles por la tarde en su cuenta oficial de Twitter uno de los carteles de su campa?a para el 25-N de este a?o. Mujer joven corriendo en top y mallas cortas al atardecer. ¡°Se pone unas mallas deportivas. Va a correr por la noche. ?Qu¨¦ pasa ahora? No deber¨ªa pasar, pero pasa¡±. No era el ¨²nico cartel. Hab¨ªa un segundo: mujer joven con un m¨®vil en la mano. ¡°Le env¨ªan una foto ¨ªntima. ?l est¨¢ con sus amigos. ?Qu¨¦ pasa ahora? No deber¨ªa pasar, pero pasa¡±. Un tercero: mujer joven en la barra de un pub. ¡°Una discoteca. Una copa desatendida. ?Qu¨¦ pasa ahora? No deber¨ªa pasar, pero pasa¡±. Y una cuarta: mujer joven sola en una calle de noche. ¡°Una joven camina sola de noche. Lleva las llaves en la mano. ?Qu¨¦ pasa ahora? No deber¨ªa pasar, pero pasa¡±.
Uno de los miles de mensajes que han recibido esas im¨¢genes era: ¡°?Qu¨¦ pretende esta campa?a? ?Meter m¨¢s miedo a las mujeres?¡±. Aunque la carteler¨ªa, que cost¨® 300.000 euros, llevaba un mes en redes, no fue hasta que la Xunta la public¨® de manera oficial en Twitter que empez¨® el aluvi¨®n de cr¨ªticas. La Administraci¨®n dijo que no retirar¨ªa la campa?a porque la da por finalizada, a pesar de la petici¨®n de que lo hiciera por parte de sindicatos, asociaciones, organizaciones feministas y tambi¨¦n desde el ¨¢mbito pol¨ªtico.
?Por qu¨¦? ?Cu¨¢les son los problemas que plantean estas im¨¢genes? ?En qu¨¦ han fallado? Varias expertas explican los errores de estos cuatro carteles.
Un foco mal colocado
¡°Al final la responsabilidad pesa sobre la mujer, se est¨¢ poniendo todo el foco en qu¨¦ hace ella: salir a correr de noche, salir a discotecas, ir sola por la calle. Ella es seg¨²n esas im¨¢genes la responsable de lo que le ocurra¡±, explica Bego?a Leyra, directora de la Unidad de G¨¦nero de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid y doctora en Antropolog¨ªa. A?ade que hay que cambiar ese foco: ¡°Es la idea de que todav¨ªa ni la calle ni la noche son nuestras. Son reivindicaciones de los a?os setenta y parece que no hemos logrado a¨²n esos espacios que tambi¨¦n nos pertenecen¡±.
Una idea que no se corresponde con la realidad
El informe en el que Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, trabaj¨® para el Consejo General del Poder Judicial sobre sentencias sobre delitos sexuales dictadas por el Tribunal Supremo en 2020 reflejaba que en el 65,7% de los casos el agresor era una persona conocida. El m¨¦dico forense ahonda en que ¡°con esas im¨¢genes se est¨¢ diciendo a las mujeres que si no hacen ninguna de esas cosas no les va a pasar nada, pero son cuestiones que no influyen en la realidad de la violencia sexual, que es una violencia m¨¢s circunstancial (los agresores aprovechan las circunstancias)¡± que meditada.
Repetici¨®n de estereotipos
Tambi¨¦n Lorente apunta a que el mensaje que se desprende fija estereotipos: ¡°Si eres buena chica, no te va a ocurrir nada¡±. ¡°Buena chica¡±, seg¨²n la carteler¨ªa, puede ser no salir a correr ni a bailar ni volver sola a casa. Mar Venegas, profesora de Sociolog¨ªa en la Universidad de Granada y experta en g¨¦nero, a?ade el ¡°c¨®mo se vistan¡± las mujeres como motivo responsable de los delitos sexuales: ¡°Recuerdo campa?as de los a?os ochenta del Instituto Andaluz de la Mujer contra las violaciones que hablaban del pantal¨®n estrecho y la falda corta, de eso hace 40 a?os¡±.
Invisibilizaci¨®n de la responsabilidad
¡°?De qui¨¦n es la responsabilidad de agredir? De quien agrede, en esa campa?a desaparece el responsable de las agresiones: los hombres que lo hacen. Tambi¨¦n la sociedad patriarcal en la que se dan y quienes son c¨®mplices, porque la complicidad tambi¨¦n te hace responsable¡±, espeta Leyra, que compara la campa?a gallega con la campa?a de este a?o del Ministerio de Igualdad. Un v¨ªdeo en el que aparecen hombres en situaciones que remiten a la realidad y conocidas.
Al streamer de Twitch El Txokas, que emiti¨® un directo en el que contaba que sus amigos ¡°se divert¨ªan mucho llev¨¢ndose a pibas que estaban colocadas¡±; a los hombres del Colegio Mayor El¨ªas Ah¨²ja y su c¨¢ntico ¡°?Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas!¡±; los hinchas del f¨²tbol que corean a sus ¨ªdolos, acusados o condenados por violencia machista; o presentadores de televisi¨®n, como Pablo Motos, que preguntan a sus entrevistadas por su ropa interior.
Durante la presentaci¨®n esta semana de esa campa?a bajo el lema ¡°Si ni t¨² ni yo hemos sido, entonces qui¨¦n¡±, la secretaria de Estado de Igualdad, ?ngela Rodr¨ªguez, explicaba por qu¨¦ se decidi¨® que se dirigiese fundamentalmente a los agresores: ¡°Llevamos d¨¦cadas lanzando mensajes a las mujeres, que son necesarios, como ¡®no est¨¢s sola¡¯ o que ¡®hay salida¡¯, pero hab¨ªa un mensaje que flotaba en el aire. Si una de cada dos hemos sufrido violencia machista, d¨®nde est¨¢n los agresores, c¨®mo es posible que nunca estuvi¨¦ramos hablando de ellos y cu¨¢l es el papel de los hombres, sin ellos no se va a poder acabar con la violencia sobre las mujeres¡±.
El llamado terror sexual
La doctora en Feminismos y G¨¦nero Nerea Barjola teoriz¨® sobre este concepto en 2018, en el libro Microf¨ªsica sexista del poder. El caso Alc¨¤sser y la construcci¨®n del terror sexual (Virus, 2018), donde puso sobre la mesa c¨®mo la desaparici¨®n forzada, la violaci¨®n y el asesinato de M¨ªriam, To?i y Desir¨¦e marc¨® a varias generaciones. ¡°Las representaciones sobre el peligro sexual contenidas en los relatos son formas de castigo que tratan de aleccionar, corregir y coaccionar a las mujeres¡±, escribi¨®. Adem¨¢s, ahond¨® en los patrones de vigilancia, que defini¨® como un ¡°sistema punitivo social¡± por el cual ¡°las mujeres corrigen comportamientos, amoldan su cuerpo, se niegan espacios, controlan horarios, coartan movimientos y gestos¡±.
Ocurri¨® en Espa?a y en diversas partes de Europa este pasado verano, cuando se sucedi¨® una oleada de pinchazos que, al menos en Espa?a, no se asociaron a delitos sexuales, pero que sin embargo provocaron miedo entre las mujeres. Para la soci¨®loga Leyra es necesario ¡°educar y reeducar, cualquiera deber¨ªa ser libre para hacer lo que quiera sin la amenaza de que va a ocurrir algo¡±.
Trasfondo pol¨ªtico y consecuencias sociales
Tanto Venegas como Leyra coinciden en algo, que hay ¡°un sesgo de interpretaci¨®n¡± en qui¨¦n encarga y da el visto bueno a la campa?a. ¡°Si realmente crees que la violencia machista es un problema estructural, si est¨¢s implicado y conoces c¨®mo funciona y la problem¨¢tica, no diriges una campa?a a las mujeres¡±, dice Venegas, que reflexiona sobre que ¡°no es solo esto, sino lo que viene pasando¡±.
Se refiere a los discursos de la ultraderecha, negacionistas de la violencia de g¨¦nero, y el silencio de la derecha ante esos discursos en muchas ocasiones. ¡°Pol¨ªticamente hay una cuesti¨®n ¨¦tica que no preocupa, y ese discurso est¨¢ calando en parte muy joven de la poblaci¨®n, y esos partidos movilizan voto muy joven, y poco a poco ganan terreno¡±.
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