Un estudio no halla menor bienestar en los hijos por reproducci¨®n asistida sin conexi¨®n gen¨¦tica

Tras 20 a?os de estudio, la mayor investigaci¨®n longitudinal hasta la fecha ha concluido que los ni?os nacidos por reproducci¨®n asistida sin v¨ªnculo gen¨¦tico con alguno de sus progenitores ¡ªya sea por donaci¨®n de ¨®vulos o semen (gametos), o por vientre de alquiler¡ª tienen los mismos niveles de bienestar y relaciones similares con sus familias que los gestados de manera natural. Tambi¨¦n sugiere que la adaptaci¨®n es mejor si los padres revelan a los ni?os sus or¨ªgenes biol¨®gicos en torno a los siete a?os que si se hace m¨¢s tarde o no se desvela.

La publicaci¨®n, revisada por pares e incluida este jueves en la revista Developmental Psychology, ratifica las conclusiones de seis entregas anteriores en un seguimiento continuado que empez¨® al a?o de vida y sigui¨® a los 2, 3, 7, 10, 14 y, finalmente, 20. Durante estas dos d¨¦cadas observ¨® el desarrollo de 117 familias mediante cuestionarios estandarizados a los padres y, si ¨¦ticamente era posible, tambi¨¦n a los hijos ¡ª65 nacidos tras donaci¨®n de esperma, ¨®vulos o vientre de alquiler, y 52 de manera natural¡ª, para comprobar si la falta de v¨ªnculo gen¨¦tico pod¨ªa alterar de alguna forma el desarrollo emocional. Los investigadores no hallaron diferencias significativas entre unos y otros a lo largo de su desarrollo ni a la llegada a la edad adulta (20 a?os, en este caso).

¡°A pesar de las preocupaciones de la gente, las familias con ni?os nacidos a trav¨¦s de reproducci¨®n asistida con participaci¨®n de terceros llegan bien a la edad adulta¡±, asegura Susan Golombok, directora del estudio, profesora em¨¦rita de Family Research y exdirectora del Centro de Investigaci¨®n Familiar de la Universidad de Cambridge.

Uno de los objetivos de la investigaci¨®n era averiguar si en estos casos de reproducci¨®n asistida se ve¨ªan problemas similares a los que ocurren con m¨¢s frecuencia en las adopciones, en las que ¡°los padres enfrentan desaf¨ªos espec¨ªficos cuando sus hijos llegan a la adolescencia¡±. ¡°Se ha encontrado mayor conflicto entre padres adoptivos y adolescentes adoptados que entre padres no adoptivos y adolescentes no adoptados. Adem¨¢s, la mala comunicaci¨®n sobre la adopci¨®n se ha asociado con relaciones m¨¢s negativas entre los padres adoptivos y sus hijos¡±, explica la investigaci¨®n.

Uno de los motivos por los que esto ocurre, razona Montse Lapastora, directora de Psicoveritas (un gabinete especializado en el tema), es que cuando el ni?o adquiere pensamiento abstracto y entiende lo que es ser adoptado, ¡°comprende tambi¨¦n que hay una familia que previamente lo ha abandonado¡±, y esto se traduce en ocasiones en ¡°agresividad¡±.

Esto no ocurre, seg¨²n la nueva investigaci¨®n, en los ni?os nacidos por reproducci¨®n asistida con material gen¨¦tico de terceros. Sin embargo, las conclusiones no son definitivas. Pese a cumplir con buenos est¨¢ndares de calidad, los propios investigadores reconocen como una de sus debilidades que la muestra es peque?a. Gloria Bellido, psicolog¨ªa especializada en infancia y vocal de la Sociedad Espa?ola de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica-ANPIR, cree que aunque es un an¨¢lisis ¡°interesante¡±, tiene un n¨²mero peque?o de familias y que para sacar conclusiones m¨¢s s¨®lidas habr¨¢ que basarse en metaan¨¢lisis (que incluyen muchas investigaciones). ¡°Esto no deja de ser un estudio hecho en unas condiciones muy concretas, como que se limita a un pa¨ªs: Reino Unido¡±, matiza.

Otra de las limitaciones que analiza esta profesional es que a lo largo de los a?os fueron cay¨¦ndose de la investigaci¨®n una veintena de familias (algo normal en las investigaciones que son tan largas), la mayor¨ªa de las cuales rechazaba revelar al ni?o sus or¨ªgenes. La propia publicaci¨®n muestra que contarlo o no, y cu¨¢ndo, puede ser importante para el bienestar del ni?o, as¨ª que si se incluyesen estas familias que dejaron de contestar el cuestionario, el resultado podr¨ªa ser distinto. ¡°Lo que nos da una informaci¨®n interesante de cara a poder ayudar a estos ni?os es la parte que concluye que conocer tus or¨ªgenes es importante para la salud mental, algo que vemos tambi¨¦n en cl¨ªnica. Los secretos intrafamiliares son algo muy pernicioso, y en las familias que hay una comunicaci¨®n clara se favorece la salud mental de los ni?os y los adultos¡±, se?ala.

¡°Mi padre es mi padre y mi madre es mi madre¡±

La publicaci¨®n incluye reflexiones de los j¨®venes sobre sus or¨ªgenes biol¨®gicos, algo que generalmente no les preocupa. ¡°No me desconcierta, las personas nacen de distintas maneras y si yo nac¨ª un poco diferente, est¨¢ bien, lo entiendo¡±, dice uno. ¡°Mi padre es mi padre, mi madre es mi madre, nunca he pensado que no sea as¨ª, realmente no me importa¡±, expresa otro. Algunos afirmaron incluso sentirse especiales: ¡°Creo que fue incre¨ªble, que todo es absolutamente incre¨ªble. No tengo nada negativo que decir al respecto en absoluto¡±.

De nuevo, hay que tener en cuenta que solo se pudo recabar la opini¨®n de los hijos que conoc¨ªan sus or¨ªgenes. Entre los participantes en el estudio que no lo abandonaron, solo el 42% de quienes recibieron donaci¨®n de esperma lo revelaron antes de los 20 a?os, en comparaci¨®n con el 88% de la de ¨®vulos y el 100% de los gestados en vientres de alquiler.

Entre los dos primeros s¨ª se hallaron peque?as diferencias. Las madres receptoras de donaci¨®n de ¨®vulos reportaron relaciones familiares menos positivas que las receptoras de donaci¨®n de esperma. Los investigadores sugieren que esto podr¨ªa deberse a las inseguridades de algunas madres sobre la ausencia de una conexi¨®n gen¨¦tica con su hijo. Pero esto no se reflej¨® en las percepciones de sus hijos sobre la calidad de las relaciones familiares.

Los que recibieron donaci¨®n de esperma, sin embargo, reportaron una comunicaci¨®n familiar m¨¢s pobre que los concebidos por donaci¨®n de ¨®vulos. ¡°Esto podr¨ªa explicarse por el mayor secretismo en torno a la donaci¨®n de esperma que a la donaci¨®n de ¨®vulos, a veces impulsado por una mayor reticencia de los padres que de las madres a revelar a sus hijos que no son sus padres gen¨¦ticos, y menor predisposici¨®n a hablar de ello una vez que lo han revelado¡±, se?ala el estudio.

Respecto a los vientres de alquiler, seg¨²n opina Bellido, ¡°la discusi¨®n tiene que ver con la salud mental de las madres [gestantes] mucho, much¨ªsimo m¨¢s que la de los hijos¡±.