Mascarillas en farmacias y centros sanitarios: ?ha llegado el momento de levantar la ¨²ltima restricci¨®n de la pandemia?

En una farmacia de Madrid, el cliente frena en seco en la entrada. Ve a la dependienta con la mascarilla puesta y recuerda que se le ha olvidado la suya. Desde el mostrador, la boticaria le hace con la mano una se?al para que entre: ¡°Adelante, no pasa nada¡±. ¡°Cada vez m¨¢s clientes vienen sin ella y no vamos a dejar de atenderlos a todos¡±, justifica pidiendo anonimato. Lo hace porque, t¨¦cnicamente, est¨¢ incumpliendo el Real Decreto 65/2023, de 7 de febrero, que estipula que todav¨ªa es obligatorio llevar el cubrebocas en centros sanitarios, sociosanitarios (los trabajadores y visitantes) y oficinas de farmacia. La utilidad de la medida, ¨²ltimo reducto de la pandemia y cuyo seguimiento se va diluyendo con el paso del tiempo, es cada vez m¨¢s cuestionada. Portugal, que manten¨ªa hasta ahora una norma similar, acaba de eliminarla.

Un art¨ªculo de opini¨®n en la revista cient¨ªfica Annals of Internal Medicine, firmado por ocho expertos en enfermedades infecciosas de algunas de las universidades m¨¢s prestigiosas de Estados Unidos, ped¨ªan este martes acabar con ella, bajo el t¨ªtulo Uso universal de la mascarilla en centros sanitarios: una estrategia pand¨¦mica cuyo tiempo ha terminado, por ahora.

Consideran que las mascarillas fueron ¡°cr¨ªticas¡± para proteger a la poblaci¨®n en un contexto de inmunidad limitada, escasa capacidad para hacer pruebas y falta de medicamentos, como las vacunas. Pero creen que con la situaci¨®n actual ya no tiene sentido mantenerlas en los centros sanitarios de forma generalizada, sin tener en cuenta otras variantes: ¡°Los requisitos de uso de las mascarillas en la atenci¨®n m¨¦dica han continuado durante m¨¢s tiempo que en la comunidad, porque estos entornos tienen una mayor proporci¨®n de personas con alto riesgo de complicaciones de infecci¨®n. Sin embargo, el contexto y las condiciones de la pandemia han cambiado radical y favorablemente desde que se adoptaron inicialmente estos requisitos, y la pol¨ªtica de salud p¨²blica basada en evidencia tambi¨¦n debe adaptarse en respuesta¡±.

Los firmantes reconocen que puede evitar algunos contagios en este tipo de dependencias, pero apuntan que esto tiene costes: ¡°Las mascarillas impiden la comunicaci¨®n, una barrera que se impacta de manera desigual en los pacientes, como aquellos para quienes el ingl¨¦s no es su idioma materno y los que tienen problemas de audici¨®n y dependen de la lectura de labios y otras se?ales no verbales. El aumento del esfuerzo auditivo que se requiere cuando se usan m¨¢scaras en los encuentros cl¨ªnicos se asocia con una mayor carga cognitiva para los pacientes y los m¨¦dicos. Las m¨¢scaras oscurecen la expresi¨®n facial, contribuyen a sentimientos de aislamiento; e impactan negativamente la conexi¨®n humana, la confianza y la percepci¨®n de empat¨ªa¡±.

Aunque la situaci¨®n en Estados Unidos (y la controversia con la mascarilla) no es id¨¦ntica a la espa?ola, el debate est¨¢ abierto, y es f¨¢cil encontrar a m¨¦dicos con posturas a favor y en contra. La respuesta no es f¨¢cil, en opini¨®n de Pedro Gull¨®n, de la Sociedad Espa?ola de Epidemiolog¨ªa: ¡°Los entornos sanitarios son de mucho riesgo y no tengo claro si deber¨ªa mantenerse para ¨¦pocas de gripe o virus respiratorios. Tengo dudas tanto para el s¨ª como para el no. Parece muy buena idea de primeras, porque son sitios donde es f¨¢cil de implantar y el seguimiento puede ser bueno, pero la relaci¨®n m¨¦dico paciente puede complicarse, como dice el art¨ªculo. Las evaluaciones emp¨ªricas de su utilidad son complicadas de hacer, as¨ª que es una medida dif¨ªcil de evaluar¡±.

¡°Independientemente de que haya covid¡±

Preguntado por EL PA?S sobre la posibilidad de revisar la norma en Espa?a, el Ministerio de Sanidad responde: ¡°Se debe de tratar de usar las mascarillas en centros y servicios sanitarios como norma general, independientemente de que haya covid o no y que a partir de ah¨ª se pueden hacer excepciones o valorar situaciones particulares. En todo caso, en esta cuesti¨®n, para la toma de decisiones, la Ponencia de Alertas tiene claro que debe primar el beneficio para los pacientes¡±.

En Portugal ha entrado en vigor esta semana la derogaci¨®n de la norma que obligaba a llevarla en centros sanitarios y residencias. La normativa, publicada el martes en el Diario de la Rep¨²blica, reconoce que el uso de la mascarilla ¡°contin¨²a siendo una importante medida de prevenci¨®n¡± de contagio, pero ¡°se considera oportuno cesar en la obligatoriedad¡± de utilizarla en los citados entornos. El Gobierno luso levanta as¨ª la ¨²ltima restricci¨®n sanitaria que segu¨ªa en vigor con motivo de la covid, si bien sigue recomendando el cubrebocas para personas vulnerables en situaciones de riesgo.

Desde que comenz¨® la pandemia, algunos especialistas en salud p¨²blica la vieron como una oportunidad para concienciar a la poblaci¨®n sobre una buena utilizaci¨®n de esta herramienta, que fuera un recurso que emplear en adelante en poblaci¨®n vulnerable que vaya a espacios de riesgo en ¨¦pocas de alta transmisi¨®n, para aquellas personas sanas que tienen s¨ªntomas de alguna infecci¨®n respiratoria (tos, estornudos...) o en los propios hospitales como medida de precauci¨®n. En definitiva, alejarse de la dicotom¨ªa mascarillas obligatorias siempre o nunca, y amoldarlas a circunstancias, personas y momentos concretos.

Rafael M. Ort¨ª Lucas, presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Preventiva, Salud P¨²blica e Higiene (Sempsph), opina que es momento de analizar las situaciones concretas donde s¨ª puede ser ¨²til, en lugar de mantener el uso generalizado. ¡°Lo que hay que hacer es establecer criterios, actualizar protocolos y usarlos de manera estricta, pero todo en el ¨¢mbito sanitario. Ahora tiene poco sentido que en ¨¢mbitos administrativos, en despachos, que donde no hay pacientes, tengamos que comportarnos de manera diferente que, por ejemplo, en un tren¡±, sostiene Ort¨ª Lucas, quien cree que en otros ambientes sanitarios s¨ª se deber¨ªa mantener: ¡±Bien porque trabajas con vulnerables, pacientes en aislamientos con los que est¨¢ indicado, con covid u otras enfermedades... En una consulta de infecciosas, por ejemplo, el personal tendr¨ªa que llevarlas siempre, pero igual en la sala de espera de traumatolog¨ªa, no¡±.

?Y qu¨¦ hay de las farmacias? No es raro que hagan la vista gorda cuando el cliente no la lleva, como la que iniciaba este art¨ªculo. En otras es frecuente que los dependientes se acerquen a la puerta a dispensar los medicamentos y a cobrar para no infringir la ley. El Consejo General de Colegios Farmac¨¦uticos responde que aunque ¡°afortunadamente¡± la situaci¨®n no es la de hace un a?o, es necesario seguir todav¨ªa alerta. ¡°En especial en todos los centros sanitarios y establecimientos sanitarios, incluidas las farmacias, ya que todav¨ªa vemos a diario casos positivos y sospechosos. En este sentido, y como establecimientos sanitarios, desde la red de farmacias seguiremos los par¨¢metros e indicaciones de las autoridades sanitarias competentes en este tema, como siempre lo hemos hecho¡±, se?ala un portavoz.