La adopci¨®n en Espa?a, tr¨¢mites largos y requisitos exigentes: ¡°Nunca sabes cu¨¢ndo va a acabar la espera¡±
La lentitud del proceso se explica, en parte, porque muchos futuros padres se centran en ni?os sanos menores de tres a?os. Las adopciones internacionales caen en picado desde 2004
Cristina Calder¨®n est¨¢ esperando desde hace a?os la llamada que la convierta en madre. Una foto acompa?ada de un nombre, y su vida dar¨¢ un vuelco. Ella y su pareja, Joan Manel Arg¨¹elles, de 46 y 43 a?os respectivamente, quisieron tener un hijo y no pudieron. As¨ª que optaron por la adopci¨®n hace ya cinco a?os y medio; hicieron el curso formativo, se sometieron a una evaluaci¨®n para que la Administraci¨®n los declarara aptos. Eligieron Hait¨ª e iniciaron los tr¨¢mites. ¡°Quiz¨¢s de aqu¨ª a tres meses o medio a?o haya, por fin, una asignaci¨®n¡±, a?ade esta barcelonesa. Cuando eso se produzca empezar¨¢n a conocerse, durante unos meses con videollamadas, hasta que puedan viajar para recoger a su hijo. ¡°Yo hubiese hecho ya mil cosas, pero no s¨¦ si vamos a tener un ni?o o una ni?a, ni su edad. Cuando lo sepamos, y descubramos qu¨¦ colores y qu¨¦ dibujos le gustan, prepararemos todo. Tengo la sensaci¨®n de que, desde que lo asignen, voy a cuidarle ya desde aqu¨ª¡±.
En Espa?a, al final de 2021 hab¨ªa 1.437 familias que hab¨ªan sido declaradas aptas para adoptar en el extranjero y que estaban esperando la asignaci¨®n que tanto anhelan Cristina y Joan Manel, seg¨²n los ¨²ltimos datos publicados por el Ministerio de Derechos Sociales. Otras 1.572 familias aguardaban por lo mismo para hacerlo en Espa?a. Es posible que haya personas inscritas en ambas listas, pues los dos procesos son compatibles.
Teniendo en cuenta que en 2021 hubo 171 adopciones internacionales y 675 nacionales, se puede concluir que hay m¨¢s familias queriendo adoptar que menores para ser adoptados. Las preferencias se inclinan por ni?os y ni?as peque?os, de hasta tres a?os (a nivel nacional, en 2021 fueron m¨¢s de la mitad de todas las adopciones), y que est¨¦n sanos (cuando hacen su ofrecimiento, las familias deben especificar las edades y caracter¨ªsticas ¡ªpor ejemplo, si padecen enfermedades,...¡ª que se ven capaces de acoger). Es m¨¢s dif¨ªcil encontrar un hogar para quienes tienen una discapacidad grave, son mayores o forman parte de grupos de hermanos. Aun as¨ª, muchos de los ni?os que se adoptan tienen necesidades especiales. Por ejemplo, en Andaluc¨ªa el 70% de las guardas con fines de adopci¨®n (figura transitoria hasta el el juez dicta una sentencia de adopci¨®n) concedidas el a?o pasado fue de menores con estas caracter¨ªsticas.
¡°Si una familia se ofrece para adoptar a un beb¨¦ sano, hay listas de espera de hasta nueve a?os¡±, estima Ana Linares, coordinadora general de Cora, que agrupa a 19 asociaciones de familias adoptantes y acogedoras en Espa?a. Depende de la comunidad aut¨®noma de la que se trate, pero son procesos largos. ¡°Si el ofrecimiento es para menores con necesidades especiales, por ejemplo, un grupo de tres o cuatro hermanos, los tiempos se acortan¡±, a?ade. Linares explica que muchas familias recurren a esta opci¨®n al no poder tener hijos biol¨®gicos, pero matiza: ¡°Esta es una medida de protecci¨®n. Los ni?os tienen una historia, tienen derecho a conocer sus or¨ªgenes. Muchos vienen de entornos desestructurados, o de embarazos en los que no hubo cuidados adecuados. Las familias tienen que ser conscientes¡±. Los menores y sus necesidades est¨¢n en el centro del proceso, ellos y su derecho a crecer en una familia, y no el deseo de los padres de tener hijos.
No hay una cifra exacta de cu¨¢ntos menores en Espa?a est¨¢n a la espera de ser asignados a una familia adoptiva. Preguntadas 22 administraciones (autonom¨ªas, diputaciones forales y consejos insulares competentes), hay al menos 125 (en algunas regiones no hay ninguno, como en Arag¨®n o Navarra). Aunque probablemente la cifra ronde los dos centenares, teniendo en cuenta que una comunidad desconoce el dato (Galicia) y que otras no disponen del n¨²mero actual, aunque s¨ª de a?os anteriores: a final de 2022 eran 32 en Asturias y cinco en Canarias, y a final de 2021 hab¨ªa 75 ni?os esperando en Castilla y Le¨®n.
¡°Es doloroso pensar que puedes estar excluyendo a un ni?o [por tener necesidades especiales, como una discapacidad grave], pero hemos de ser muy sinceros y decir qu¨¦ nos vemos capaces de afrontar, de lo contrario, tampoco ser¨ªa bueno para los ni?os¡±, afirma Cristina Calder¨®n.
Ella tambi¨¦n recalca que los ni?os tienen que estar en el centro del proceso y que los menores adoptados se han enfrentado a la adversidad desde peque?os. ¡°Cuando nace un hijo biol¨®gico, conoce la calidez del abrazo, el saber que alguien le quiere mucho. Pero a estos ni?os el abandono les ha pasado y esto marca de alguna manera. Tenemos que demostrarles que con nosotros eso no les va a volver a pasar¡±, dice. As¨ª se prepara para el futuro. Mientras, aguarda. ¡°Es la espera que desespera, como digo yo. Nunca sabes cu¨¢ndo va a acabar. Hace muchos a?os que queremos esto. Seguimos con nuestra vida y, si termina pasando, ser¨¢ fant¨¢stico. Ver a otros en nuestra misma situaci¨®n ayuda¡±, sostiene. Ella forma parte de la Asociaci¨®n de Adoptantes en Hait¨ª, que un grupo de familias constituy¨® en 2020 despu¨¦s de que el Gobierno decidiera cerrar la posibilidad de que nuevas familias adoptaran all¨ª, debido a la inseguridad del pa¨ªs. ¡°A nosotros no nos afecta, pero queremos que se reabra el pa¨ªs¡±. Algo que Derechos Sociales no contempla, aunque no descarta revisar la situaci¨®n en el futuro, ¡°si se produjera una mejora¡±.
La adopci¨®n se regula en el C¨®digo Civil. Los adoptantes deben ser mayores de 25 a?os, tener una diferencia de edad de al menos 16 a?os con el menor y, como m¨¢ximo, de 45. En caso de que sea una pareja la que se embarca en este proceso, al menos uno de los dos miembros debe cumplir estos requisitos. Todos deber¨¢n ser evaluados para certificar su idoneidad. Se ¡°requerir¨¢ una valoraci¨®n psicosocial sobre la situaci¨®n personal, familiar, relacional y social de los adoptantes, as¨ª como su capacidad para establecer v¨ªnculos estables y seguros, sus habilidades educativas y su aptitud para atender a un menor en funci¨®n de sus singulares circunstancias¡±. Las comunidades aut¨®nomas, competentes en la materia, son las encargadas de certificar esta idoneidad. Fuentes de Derechos Sociales precisan que, aunque puede haber peque?as variaciones entre autonom¨ªas, por ejemplo en el n¨²mero de horas de las sesiones formativas o en los plazos, todas cuentan con las mismas fases: informaci¨®n, formaci¨®n, valoraci¨®n y resoluci¨®n.
Catalu?a es una de las comunidades en las que m¨¢s familias se ofrecen para adoptar. ¡°En la sesi¨®n informativa se explican los perfiles de los chicos y chicas susceptibles de ser adoptados, qu¨¦ requerimientos hacen los pa¨ªses, por ejemplo, si exigen que las parejas est¨¦n casadas o si aceptan familias homosexuales¡±, apunta Josep Maria Forn¨¦, director del Instituto Catal¨¢n de Acogimiento y Adopci¨®n. ¡°Pasada esa primera sesi¨®n, si las familias deciden continuar, deben rellenar un formulario en el que especifican la edad de los ni?os que quieren adoptar, si aceptan grupos de hermanos o menores con necesidades especiales, que pueden ser discapacidad f¨ªsica, ps¨ªquica o trastorno de conducta¡±, contin¨²a.
El proceso se adapta al tipo de adopci¨®n, si es nacional o internacional, o si las familias se ofrecen a acoger a ni?os con necesidades especiales, explica Forn¨¦. ¡°La formaci¨®n consta de cuatro sesiones de una hora cada una, espaciadas por una semana entre ellas. Aqu¨ª se explican experiencias, se hacen juegos de rol¡ Si se sigue adelante, viene la valoraci¨®n. Nosotros tenemos instituciones colaboradoras de integraci¨®n familiar, que como m¨ªnimo realizan dos entrevistas, una de ellas en el domicilio. Las entidades hacen un informe y un comit¨¦ t¨¦cnico de la Administraci¨®n lo estudia y certifica si efectivamente existe esa idoneidad. Este proceso dura un a?o y medio aproximadamente¡±, se?ala. Luego, una vez declarados aptos, toca esperar. A los tres a?os, ha de renovarse el certificado de idoneidad. Forn¨¦ recalca que adem¨¢s deben tenerse en cuenta otras cuestiones: los ni?os que se adopten siempre tienen que ser m¨¢s peque?os que los hijos biol¨®gicos, como ocurrir¨ªa en cualquier familia con la llegada de un ni?o nuevo. Y cuando se tiene un hijo biol¨®gico, el proceso para adoptar se para durante un a?o. En resumen: ¡°Lo que hacemos es encaje de bolillos: cruzar las necesidades de los ni?os con las de las familias¡±.
Cuando Cristina Calder¨®n y su pareja quisieron inscribirse en la lista de adopci¨®n nacional en Catalu?a, estaba cerrada: hab¨ªa tantas parejas inscritas, que la Administraci¨®n decidi¨® hacer una suspensi¨®n transitoria. Por eso optaron por la adopci¨®n internacional. Estas ¨²ltimas han ca¨ªdo en picado en los dos ¨²ltimos decenios. En 2004 se alcanz¨® el m¨¢ximo, con 5.541, cuando Espa?a era el segundo pa¨ªs del mundo con mayor n¨²mero de adopciones tras Estados Unidos, seg¨²n recalca Beatriz San Rom¨¢n, profesora del departamento de psicolog¨ªa social de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona e investigadora del grupo Afin. La bajada hasta las 171 de 2021 ha sido del 97%. En ese mismo periodo, la situaci¨®n de las nacionales fue mucho m¨¢s estable, la disminuci¨®n ha sido del 18%. El objetivo del sistema de protecci¨®n, es decir, cuando la Administraci¨®n asume la tutela de un menor, es que vuelva con su familia biol¨®gica, siempre y cuando pueda repararse el problema que llev¨® al ni?o a estar en desamparo. Solo cuando se agotan esas posibilidades un ni?o puede ser adoptado.
Consuelo Ibarra trabaja en adopci¨®n internacional. Es abogada en Cune, que agrupa a cuatro organismos acreditados para estas adopciones, son entidades que median entre las familias y los pa¨ªses de origen de los ni?os para facilitar los tr¨¢mites, como env¨ªo de documentaci¨®n, traducciones, etc¨¦tera. ¡°La adopci¨®n internacional es una medida subsidiaria, de ¨²ltimo recurso, as¨ª que los pa¨ªses de origen intentan que los ni?os se queden en su familia biol¨®gica y, si no, en adopci¨®n nacional. En los ¨²ltimos a?os, los pa¨ªses donde m¨¢s adopciones hab¨ªa, como China, Rusia, Etiop¨ªa, han ido modificando sus pol¨ªticas sociales para favorecer la adopci¨®n nacional frente a la internacional¡±, a?ade. El coste del proceso para las familias puede oscilar entre los 15.000 y los 30.000 euros. ¡°Para ni?os de hasta cuatro a?os en un estado de salud recuperable, el tiempo de espera pueden ser unos cuatro a?os¡±, prosigue.
Benedicto Garc¨ªa, vicepresidente de la asociaci¨®n Atlas y activista de la adopci¨®n, se?ala que en los a?os del bum ¡°se detectaron irregularidades¡±, aunque afirma que ahora Espa?a es ¡°uno de los pa¨ªses con legislaci¨®n m¨¢s avanzada y garantista¡±. Cuenta que la creencia de que el proceso es farragoso es err¨®nea. ¡°Hay que esperar, porque somos muchas m¨¢s las familias que los menores que se pueden adoptar, pero ese es un ¨¦xito¡±, insiste. ?l, ingeniero de telecomunicaciones de 62 a?os, y su mujer adoptaron en India a una ni?a que hoy tiene 27 a?os, y en Espa?a a un ni?o que ahora tiene 24.
Vandita Garc¨ªa es su hija. Es trabajadora social y est¨¢ empleada en un servicio de intermediaci¨®n familiar llamado Aparan¨¢ que atiende a menores adoptados y acogidos. ¡°A las personas que van a ser adoptadas no se nos prepara adecuadamente, el cambio es enorme y se espera que nos adaptemos bien¡±, explica. Recalca que ¡°es preciso un tipo de crianza que implica reparar¡± y que la sociedad no est¨¢ preparada. Reclama m¨¢s formaci¨®n. ¡°No se puede generalizar, no todos los casos son graves, pero tampoco todo es algod¨®n de az¨²car. Hasta hace muy poquito no hemos ligado trauma y adopci¨®n, nos hemos quedado con una visi¨®n de que la adopci¨®n es amor, y no solo es eso, es una medida de protecci¨®n para menores que tienen derecho a tener una familia¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.