El racismo en Espa?a no termina en el f¨²tbol
La repercusi¨®n de la ¨²ltima agresi¨®n a Vinicius Jr. eleva el debate sobre la discriminaci¨®n m¨¢s all¨¢ de los estadios
La en¨¦sima agresi¨®n racista sufrida este domingo por el delantero del Real Madrid, Vinicius Jr., en Mestalla, el estadio del Valencia, ha resucitado una pregunta recurrente: ?Es Espa?a un pa¨ªs racista? ?Representa un se?or que grita ¡°mono¡± el sentir de parte de un pa¨ªs?
El jugador, que acumula 10 denuncias por hechos parecidos, ha dejado meridianamente clara su opini¨®n en las redes sociales: ¡°Lo siento por los espa?oles que no est¨¢n de acuerdo, pero hoy, en Brasil, Espa?a se conoce como un pa¨ªs de racistas¡±. La repercusi¨®n de ese episodio, que ha reverberado incluso en la campa?a electoral del 28-M y hasta en el G-7 (el presidente Lula da Silva aludi¨® a ¨¦l en su comparecencia), invita a elevar el debate sobre el racismo en Espa?a m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol. La discriminaci¨®n, ya sea sutil o expl¨ªcita, consciente o inconsciente, est¨¢ presente a diario en las calles, en el mercado del alquiler, en las actuaciones policiales, en las empresas, en la Administraci¨®n. En el plano individual y en el institucional.
El diagn¨®stico del racismo en Espa?a parte de un problema: c¨®mo se mide, la calidad de los datos ¡ªo la ausencia de ellos¡ª y la dificultad para encontrar expertos dedicados al tema. En Espa?a no hay estad¨ªsticas sobre la etnia o la raza de sus habitantes y tampoco muchos estudios dedicados a profundizar en si ciertos colectivos sufren discriminaci¨®n y de qu¨¦ tipo. ¡°Tradicionalmente, no ha habido estudios de racismo, a excepci¨®n del antigitanismo¡±, explica Mercedes Fern¨¢ndez, coautora del estudio Evoluci¨®n del racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia, que dej¨® de publicarse en 2017.
Tambi¨¦n hasta 2017, el CIS preguntaba a los espa?oles si se consideraban racistas. Y la ¨²ltima encuesta reflej¨® que en una escala del 1 al 10, los entrevistados se situaban en el 2,2. La cifra es positiva, pero tiene un valor relativo porque si algo repiten los expertos es que determinadas preguntas no pueden hacerse de una forma tan directa, porque el encuestado no responder¨¢ lo que piensa, sino lo que cree que debe contestar. Es el llamado ¡°sesgo de deseabilidad social¡±.
Los estudios sobre inmigraci¨®n y las actitudes hacia ella s¨ª son m¨¢s abundantes y, aunque no responden a la complejidad del fen¨®meno ¡ªni tienen en cuenta el racismo que sufren tambi¨¦n los espa?oles no blancos¡ª, dan algunas pistas. ¡°La sociedad espa?ola identifica a las personas no blancas como inmigrantes y aunque no sean la herramienta ideal, las encuestas que miden las actitudes hacia la inmigraci¨®n pueden tambi¨¦n reflejar el racismo¡±, mantiene Fern¨¢ndez, que es tambi¨¦n directora del Instituto de Migraciones de la Universidad de Comillas.
Racismo aversivo
Para Fern¨¢ndez, seg¨²n el an¨¢lisis de las encuestas, Espa?a no muestra un racismo asociado a un sentimiento de superioridad basado en el color de la piel o los rasgos. Pero s¨ª revela el llamado ¡°racismo aversivo¡± o sutil, por el que un individuo puede mostrarse aparentemente a favor de la diversidad y la multiculturalidad y niega ser racista, pero muestra rechazo por la cultura, la participaci¨®n o el uso de servicios de personas no blancas. ¡°Con los datos que tenemos no me atrevo a decir que Espa?a es racista, pero los estudios s¨ª vienen a decirnos que se ve al inmigrante como competidor. En el imaginario colectivo pesan m¨¢s estereotipos sobre el uso de servicios p¨²blicos o el acceso a subvenciones que una superioridad motivada por el color de la piel¡±, afirma.
Una encuesta de 2020 dirigida por el proyecto EASIE (Explicando Actitudes Sosegadas hacia los Inmigrantes en Espa?a) pregunt¨® sobre la simpat¨ªa o antipat¨ªa que generaban determinados colectivos. Los marroqu¨ªes (13%) y los subsaharianos (6%) fueron los que m¨¢s a menudo fueron encuadrados en la categor¨ªa ¡°muy antip¨¢ticos¡±. Serigne Fall, un senegal¨¦s de 55 a?os que trabaja como mediador social y jur¨ªdico en el hospital madrile?o Ram¨®n y Cajal, nunca se sinti¨® agredido en sus 15 a?os en Espa?a, pero observa con preocupaci¨®n algunas tendencias: ¡°Jam¨¢s he querido decir que Espa?a es un pa¨ªs racista, porque solo he visto algunos comportamientos aislados. Pero hace meses que observo episodios racistas con mucha frecuencia. Para m¨ª es muy sorprendente¡±. Fall los achaca a los discursos de odio de la extrema derecha.
¡°Desgraciadamente, como en todas las sociedades, todav¨ªa existe racismo en nuestro pa¨ªs¡±, afirma la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro. ¡°Aunque debemos precisar que la situaci¨®n de racismo en Espa?a respecto a hace 20 a?os es, sin lugar a duda, mejor y el compromiso de todas las instituciones ha redundado en un desarrollo legislativo espec¨ªfico para combatir este tipo de incidentes¡±, abunda.
El ¨²ltimo informe sobre la evoluci¨®n de los delitos de odio, publicado en 2021, ofrece una panor¨¢mica sobre el fen¨®meno. De los 1.802 casos registrados, m¨¢s del 35% eran por ataques racistas, los m¨¢s numerosos. El estudio muestra tambi¨¦n que los delitos de odio asociados al racismo han crecido casi un 32% del 2019 al 2020. El an¨¢lisis tambi¨¦n es parcial porque el 90% de las v¨ªctimas no denuncia.
¡®Subasta¡¯ en Twitter
El discurso de odio en redes sociales tiene tambi¨¦n un componente racista, xen¨®fobo, antisemita, antigitano e islam¨®fobo. El Observatorio Espa?ol del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), que monitoriza desde 2017 este contenido en internet, reflej¨® en su ¨²ltimo bolet¨ªn, del 1 de enero al 28 de febrero, 695 casos. Era ataques principalmente dirigidos a personas originarias del norte de ?frica. Las plataformas retiraron apenas un 38% de esos contenidos, una respuesta ¡°insuficiente¡±, seg¨²n el organismo.
Al periodista Moha Gerehou, nacido en Huesca de padres gambianos, lo subastaron en Twitter hace ya siete a?os. ¡°A ra¨ªz de una publicaci¨®n, recib¨ª varios mensajes simulando una subasta como si fuese un esclavo¡±, recuerda. ¡°Yo por este pago 1.000 euros y si viene desparasitado, 1.200¡å, escribieron los internautas. Gerehou denunci¨® y el proceso judicial tard¨® seis a?os en traducirse en una condena de a?o y medio de c¨¢rcel y 3.000 euros de indemnizaci¨®n, aunque los condenados han llevado el caso hasta el Supremo.
El periodista celebra el impacto internacional que ha tenido el ¨²ltimo episodio racista contra Vinicius Jr. ¡°?Espa?a es racista?¡±, se pregunta. ¡°S¨ª. Aunque si es mucho o poco es una pregunta que se hace m¨¢s quien se beneficia del racismo que quien lo sufre. A m¨ª me da igual que alguien considere que Espa?a es m¨¢s o menos racista que Francia, lo importante es que lo sufrimos¡±, explica. ¡°Ojal¨¢ que el caso de Vinicius abra un debate m¨¢s all¨¢ de los campos de f¨²tbol y se enfoque en el racismo estructural que hay en Espa?a, en el acceso a la vivienda, en el racismo en redes sociales, en la segregaci¨®n escolar que se da sobre todo en colegios p¨²blicos, en el acceso a puestos de trabajo o en la participaci¨®n de muchos espacios de la vida p¨²blica¡±, a?ade.
El acceso a la vivienda ha servido en los ¨²ltimos a?os de term¨®metro para medir la discriminaci¨®n que afecta a un ¨¢mbito fundamental para el ciudadano. Un estudio del a?o pasado elaborado por OBERAXE con Provivienda conclu¨ªa que el mercado privado del alquiler es ¡°discriminante y excluyente hacia la poblaci¨®n perteneciente a los grupos ¨¦tnicos y poblacionales que sufren con m¨¢s asiduidad la discriminaci¨®n racial¡±. Las causas se asocian a prejuicios de los propietarios sobre la precariedad econ¨®mica o el mal uso del inmueble. Cuando la canaria Limin Chen busc¨® piso tras el confinamiento, uno de los caseros le pregunt¨® de d¨®nde era. ¡°Les dije que era espa?ola y me dijeron que no lo parec¨ªa¡±, recuerda. El trato se cerr¨® con la sentencia del propietario: ¡°No alquilamos a extranjeros¡±.
Chen, de 24 a?os, relata experiencias de racismo en la calle, en el colegio, en el metro y en eventos de moda. ¡°He crecido teniendo que renegar de mi parte china porque mi entorno siempre me ha hecho pensar que estaba mal¡±, lamenta. Describe tambi¨¦n c¨®mo la observaron durante la adolescencia: ¡°Los chicos de mi colegio me han dicho varias veces que soy muy guapa y muy lista, pero que nunca tendr¨ªan nada conmigo porque soy china¡±. Para Chen s¨ª hay racismo, ¡°pero es por pura ignorancia¡±, se?ala.
Mahmoud Assy, consultor de Diversidad e Inclusi¨®n en Eufonia Diversity, cree que es injusto ¡°simplificar el contexto de un pa¨ªs entero para decir si es o no racista¡±. Este refugiado egipcio de 25 a?os s¨ª se?ala los estereotipos que acaban limitando la vida de las personas, como la b¨²squeda de vivienda. Tambi¨¦n apunta a esos microrracismos disfrazados de humor. ¡°A veces incluso mis amigos hacen bromas relacionadas con el terrorismo. Repetidas muchas veces perpet¨²an la asociaci¨®n del estereotipo a la persona¡±, asegura. ¡°No es lo m¨¢s violento, pero es lo m¨¢s com¨²n y hace m¨¢s da?o porque no se habla tanto de ello¡±.
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