La Iglesia no abri¨® una investigaci¨®n al cura detenido tras conocer la existencia de los v¨ªdeos de violaciones y lo traslad¨®
El Obispado de M¨¢laga le retir¨® las licencias ministeriales este lunes, dos semanas despu¨¦s de su detenci¨®n. Los vecinos de los pueblos a los que fue destinado, Yunquera y El Burgo, muestran estupor por lo ocurrido
El pasado mes de enero, la pareja del sacerdote de 34 a?os detenido en V¨¦lez-M¨¢laga acusado de cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad acudi¨® a la vicar¨ªa de Melilla. Lo hizo para comunicar la relaci¨®n que manten¨ªa con el cura y, tambi¨¦n, seg¨²n el relato policial, para explicar que hab¨ªa encontrado varios v¨ªdeos de contenido pornogr¨¢fico en los que ¨¦l era protagonista. No era, sin embargo, pornograf¨ªa, sino la grabaci¨®n de c¨®mo violaba a sus v¨ªctimas, seg¨²n la informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional. La di¨®cesis de M¨¢laga, de la que depende, tom¨® entonces la decisi¨®n de trasladarlo desde Melilla hasta la provincia malague?a y le asign¨® las parroquias de El Burgo y Yunquera, dos peque?os pueblos escondidos en la Sierra de las Nieves. No tom¨® ninguna medida y ni siquiera inici¨® un proceso can¨®nico ¡ªun procedimiento jur¨ªdico en el seno de la iglesia para aclarar lo que ocurr¨ªa¡ª, y solo este lunes le han retirado las licencias ministeriales. Fuentes del obispado malague?o aseguran que en enero la mujer solo comunic¨® la relaci¨®n que manten¨ªan, que fue ¡°posteriormente¡± cuando ¡°cont¨® lo de los v¨ªdeos¡± y que la mudanza del p¨¢rroco se produjo ¡°por motivos de salud¡±.
El domingo 10 de septiembre el p¨¢rroco F. J. C. ofreci¨® una misa en la iglesia de la Encarnaci¨®n, en El Burgo, un peque?o municipio que no llega a los 2.000 habitantes. Horas despu¨¦s, durante la madrugada, fue detenido por la Polic¨ªa Nacional en su vivienda en V¨¦lez-M¨¢laga, a m¨¢s de 100 kil¨®metros, justo la ciudad donde hab¨ªa nacido. Su madre, Francisca, fue monja y perteneci¨® a la congregaci¨®n de las clarisas. ?l sigui¨® tambi¨¦n el camino religioso y con 22 a?os entr¨® al seminario de M¨¢laga; fue ordenado sacerdote en junio de 2017.
Participaba en actividades y campamentos religiosos, donde se hizo un grupo de amigos con los que viajaba de vez en cuando. Era ah¨ª, en esas excursiones, cuando aprovechaba para drogar a sus v¨ªctimas, todas mujeres adultas, con una sustancia que a¨²n se desconoce y que las dejaba completamente inconscientes. Entonces las violaba y realizaba ¡°todo tipo de pr¨¢cticas sexuales¡±, seg¨²n la informaci¨®n publicada por la Polic¨ªa Nacional. Durante los hechos realizaba fotos y grababa v¨ªdeos que acumulaba en un disco duro. Es el que encontr¨® su pareja, con la que conviv¨ªa en un piso en Melilla, donde estaba destinado durante aquel periodo.
Ella observ¨® que en los v¨ªdeos las mujeres estaban semidesnudas y completamente inconscientes. Entendi¨® que todo ocurr¨ªa sin el consentimiento de las v¨ªctimas, as¨ª que hizo una copia para denunciarlo. Fuentes policiales aseguran que acudi¨® primero a la vicar¨ªa de Melilla para contar lo ocurrido, donde le animaron a denunciarlo en comisar¨ªa. Fue en julio cuando avis¨® a la Polic¨ªa Nacional. La Unidad de Familia y Atenci¨®n a la Mujer (UFAM) analiz¨® al material y consigui¨® identificar a cinco de las v¨ªctimas, que declararon que no ten¨ªan ¡°ni la m¨¢s remota idea¡± de lo que les hab¨ªa ocurrido, seg¨²n explican las mismas fuentes.
Desde la di¨®cesis de M¨¢laga confirman que la mujer avis¨® a los sacerdotes melillenses de que eran pareja, pero que el Obispado no ten¨ªa constancia del resto de material ni los hechos y que ning¨²n eclesi¨¢stico hab¨ªa accedido a los v¨ªdeos. Solo despu¨¦s, cuando supieron de su existencia, la incitaron a interponer una denuncia. Este lunes, tras conocer por la prensa la detenci¨®n del p¨¢rroco, le han retirado las licencias ministeriales, ¡°el primer paso en un posible proceso can¨®nico¡±, indican fuentes de la di¨®cesis malague?a, que en un comunicado ha lamentado ¡°profundamente el da?o que esta situaci¨®n implica¡±.
¡°Vaya con lo que nos han tra¨ªdo¡±, dice Mar¨ªa, vecina de El Burgo, que sosten¨ªa que la relaci¨®n del religioso con los vecinos era m¨ªnima. ¡°Apenas le conoc¨ªamos, no hac¨ªa mucha vida social m¨¢s all¨¢ de las misas¡±, subrayaba cerca del bar El Porras, justo donde sol¨ªa desayunar muchas ma?anas del verano. All¨ª el tema de conversaci¨®n en las mesas de la terraza estaba relacionado con el sacerdote.
¡°Le hab¨ªamos visto en la procesi¨®n de San Agust¨ªn [patr¨®n de la localidad] y alguna vez en misa, pero no era demasiado conocido¡±, contaban dos mujeres que tomaban caf¨¦. Aseguraban que solo se quedaba a dormir en las dependencias de la casa parroquial del pueblo de manera puntual. El Ayuntamiento emiti¨® un comunicado para mostrar ¡°su m¨¢s en¨¦rgica condena¡± ante lo ocurrido.
¡°Se estaba integrando porque llevaba pocos meses en la parroquia¡±, afirm¨® a Efe la alcaldesa de El Burgo, Mar¨ªa Dolores Narv¨¢ez. ¡°Es un palo¡±, a?ad¨ªa el regidor de Yunquera, Jos¨¦ Mar¨ªa Rodr¨ªguez. A esta localidad tambi¨¦n hab¨ªa llegado la estupefacci¨®n despu¨¦s de escuchar a mediod¨ªa el telediario. ¡°Un d¨ªa apareci¨® escuchando heavy metal y me sorprendi¨® mucho. No hablaba mucho, solo saludaba y dec¨ªa la misa. Luego se iba, rara vez se quedaba aqu¨ª a dormir¡±, relata otra vecina, Bel¨¦n, desde su tienda de moda en la calle Calvario.
Decenas de periodistas recorrieron durante toda la jornada esta v¨ªa, la principal del municipio, ante la expectaci¨®n de los residentes. ¡°Hace dos semanas el cura no apareci¨® para la misa y nos extra?¨® mucho. D¨ªas despu¨¦s vino el arcipreste de Ronda a decirnos que hab¨ªa pasado algo fuerte y que mandar¨ªan otro cura. Lo que no imagin¨¢bamos es que se refiriese a algo tan grave¡±, a?ade. ¡°La verdad es que no esperas jam¨¢s algo as¨ª¡±, a?ad¨ªa Juan, que, como buena parte de los hombres del pueblo, trabaja en el sector de la construcci¨®n en la Costa del Sol. ¡°Quien lo hace, que lo pague¡±, dec¨ªa otra residente, Victoria, que acud¨ªa a misa ¡°de vez en cuando¡± durante las tardes de los viernes. ¡°Anda que voy a ir yo a la iglesia ahora¡±, a?ad¨ªa Luisa. ¡°Cualquiera se f¨ªa¡±, conclu¨ªa antes de llamar a su familia para avisar de que no se acercaran a la calle Calvario: ¡°Esto est¨¢ lleno de c¨¢maras¡±.
Los v¨ªdeos facilitados por la pareja del sacerdote a la Polic¨ªa Nacional corresponden a agresiones sexuales ocurridas en 2017, 2018 y 2019. Fuentes policiales no descartan que puedan existir m¨¢s v¨ªctimas ¡ªsobre todo de M¨¢laga, Melilla, C¨®rdoba y Madrid, de donde proced¨ªan sus grupos de amigos¡ª, puesto que tras la detenci¨®n intervinieron m¨¢s material inform¨¢tico durante el registro de su vivienda. Lo que no conocen todav¨ªa en la Polic¨ªa Nacional es la sustancia que utilizaba con sus v¨ªctimas. ¡°Solo sabemos que el estado de inconsciencia en el que quedaban era bestial porque ninguna de las v¨ªctimas ten¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo recuerdo de lo ocurrido¡±, se?alan. Las mujeres s¨ª ubicaban la fecha o el lugar, pero no el momento en el que podr¨ªa haber ocurrido, lo que dificulta la investigaci¨®n. Tampoco lo sab¨ªa el resto del grupo que viajaba con ellas. ¡°Solo ¨¦l ten¨ªa conocimiento de lo que hac¨ªa¡±, a?aden desde la investigaci¨®n.
Los agentes creen que no distribuy¨® las im¨¢genes grabadas, que solo eran para autoconsumo y que tampoco hay v¨ªctimas menores de edad. En 2014, en una entrevista concedida a La Opini¨®n de M¨¢laga, un periodista pregunt¨® al sacerdote sobre los episodios de pederastia que afectaban a la Iglesia, el propio cura asegur¨® que esos esc¨¢ndalos eran ¡°una verg¨¹enza¡±. ¡°Es importante que la Iglesia haya tomado la decisi¨®n de ponerlos en manos de la justicia¡±, a?ad¨ªa. ¡°No puedes reivindicar hacia fuera lo que no haces de puertas adentro. Atajar los problemas es algo muy importante para la Iglesia de hoy¡±, sentenciaba. Ahora, tras pasar a disposici¨®n judicial, ha ingresado en prisi¨®n provisional acusado de cuatro delitos de agresi¨®n sexual bajo sumisi¨®n qu¨ªmica y cinco delitos contra la intimidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.