La agencia de protecci¨®n ambiental de EE UU propone sustituir todas las tuber¨ªas de plomo del pa¨ªs en una d¨¦cada
La medida, destinada a proteger a la poblaci¨®n infantil del metal neurot¨®xico, supondr¨ªa la renovaci¨®n de m¨¢s de nueve millones de conductos en el pa¨ªs
Sustituir la red de abastecimiento de agua potable en EE UU no parece tarea f¨¢cil, pero s¨ª la ¨²nica medida para evitar la contaminaci¨®n por plomo, presente en muchas tuber¨ªas. La grave crisis de salud p¨²blica de Flint (M¨ªchigan), hace ahora una d¨¦cada, con decenas de miles de casos de envenenamiento, demostr¨® que la posibilidad real de beber agua del grifo contaminada aumenta en vecindarios y comunidades de rentas bajas y tradicionalmente marginadas: afroamericanos, latinos, etc¨¦tera. Y tambi¨¦n que el estado de infraestructuras b¨¢sicas en la primera superpotencia global deja bastante que desear, de ah¨ª el empe?o del presidente Joe Biden en remozar las existentes con su primer paquete legislativo de importancia, la Ley de Infraestructuras.
Ahora, la Agencia de Protecci¨®n Ambiental de EE UU (EPA, en sus siglas inglesas) aspira a eliminar totalmente las tuber¨ªas de plomo para evitar los estragos del metal neurot¨®xico especialmente entre la poblaci¨®n infantil, mucho m¨¢s vulnerable. La propuesta, la m¨¢s restrictiva desde que se establecieron las normas federales al respecto hace 30 a?os, obligar¨ªa a los sistemas de abastecimiento de agua de todo el pa¨ªs a sustituir las tuber¨ªas que conducen el agua potable al grifo de hogares, escuelas y oficinas. En total, m¨¢s de nueve millones de conductos.
La ¡°gran mayor¨ªa¡± de las tuber¨ªas deber¨ªan ser reemplazadas en un plazo de diez a?os bajo las mejoras propuestas en la nueva Acta de Plomo y Cobre, ha anunciado este jueves la EPA. La iniciativa de la agencia exige que se reemplace un m¨ªnimo del 10% de las tuber¨ªas anualmente con el objetivo de sustituir el 100% en todo el pa¨ªs en la pr¨®xima d¨¦cada, lo que actualiza dr¨¢sticamente una normativa de la era Trump que entr¨® en vigor en 2021. Bajo el mandato del republicano, la sustituci¨®n se redujo a un 3% al a?o, frente al 7% de la norma original sobre el uso de plomo y cobre, adoptada en 1991.
El objetivo primordial es reducir el nivel de plomo en el agua potable de 15 microgramos por litro a 10. Eso significa que las empresas de suministro de agua tendr¨¢n que notificar al p¨²blico cuando las muestras de agua detecten un nivel igual o superior al nuevo m¨¢ximo. La Ley de Infraestructuras, adoptada en 2021, destina una partida de 15.000 millones de d¨®lares para la renovaci¨®n, aunque el coste final se estima entre 20.000 y 30.000 millones, pagaderos por las empresas de suministro e indirectamente los consumidores. Mediante un comunicado, la Asociaci¨®n de Agencias Metropolitanas del Agua declar¨® que sus miembros necesitar¨¢n tanto ayuda t¨¦cnica como m¨¢s asistencia financiera de Washington para aplicar la normativa, a la vista de obst¨¢culos tales como el aumento de los costes, los problemas de la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y registros de construcci¨®n de trazados incompletos o inexistentes.
Seg¨²n la EPA, la sustituci¨®n de tuber¨ªas supondr¨¢ ¡°mejoras muy significativas para la salud p¨²blica¡±. El nuevo baremo ¡°obligar¨¢ a un n¨²mero significativo de redes de abastecimiento de agua a tomar medidas provisionales como el control de la corrosi¨®n, incluso aunque el objetivo sea eliminar por completo las tuber¨ªas de plomo¡±. La propuesta, abierta los pr¨®ximos 60 d¨ªas a enmiendas y comentarios del p¨²blico, se debatir¨¢ el 16 de enero.
El grave precedente de la crisis del agua de Flint
El esc¨¢ndalo del agua contaminada de Flint fue una de las peores crisis de salud p¨²blica de EE UU. Afect¨® entre 2014 y 2015 a una comunidad marginada, mayoritariamente afroamericana, cuyos vecinos se abastec¨ªan hasta entonces de agua proveniente de Detroit. Como medida de ahorro, el entonces gobernador republicano decidi¨® en 2014 surtir a la localidad de agua del r¨ªo Flint, m¨¢s dura y corrosiva. La falta de un tratamiento adecuado hizo que al pasar por las tuber¨ªas del pueblo se desprendiera plomo, integr¨¢ndose en la corriente del agua y, posteriormente, en la sangre de los consumidores. Se calcula que los afectados fueron 30.000 de los aproximadamente 100.000 vecinos. El entonces presidente Barack Obama declar¨® el estado de emergencia, pero ya era tarde: hasta 8.000 menores de cinco a?os podr¨ªan haberse visto expuestos a sufrir da?os cerebrales permanentes debido al alto nivel en plomo, especialmente da?ino en la primera infancia. A finales de 2021, tras m¨¢s de un lustro de pleitos y negociaciones, la justicia otorg¨® una indemnizaci¨®n de 626 millones de d¨®lares para los residentes.
Entre los casos detectados en Flint se hallaron plomo y cobre en la sangre, el cerebro, los huesos y ¨®rganos internos. Los metales que conten¨ªa el agua tambi¨¦n causaron lesiones en la piel, ca¨ªda del cabello, hipertensi¨®n, convulsiones, p¨¦rdida de la visi¨®n y de la memoria. Asimismo, se registraron numerosos episodios de depresi¨®n, ansiedad cr¨®nica y estr¨¦s. Durante meses, los vecinos tuvieron que cocinar y lavarse con agua embotellada.
¡°Esta propuesta y estas mejoras garantizan que en un futuro no muy lejano no vuelva a haber otra ciudad ni otro ni?o envenenado por las tuber¨ªas¡±, dijo Mona Hannah-Attisha, pediatra de Flint, en una llamada con periodistas de funcionarios de la EPA.
Pero la contaminaci¨®n del agua por plomo no es patrimonio ¨²nicamente de la Am¨¦rica profunda. En julio un informe alert¨® del riesgo potencial de beber agua contaminada para uno de cada cinco neoyorquinos, aunque las tuber¨ªas de ese material se prohibieron en los cinco condados de la ciudad hace m¨¢s de 60 a?os. Aunque seg¨²n el Departamento de Protecci¨®n Medioambiental la ciudad trata el agua para evitar la corrosi¨®n, la reacci¨®n qu¨ªmica por la que el plomo se desprende de las tuber¨ªas y llega al suministro de agua, la investigaci¨®n hall¨® que casi la mitad de los edificios de Manhattan y Brooklyn reciben el suministro a trav¨¦s de tuber¨ªas potencialmente pl¨²mbeas. Un distrito de Staten Island present¨® la mayor proporci¨®n de conductos da?inos.
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