Biden logra un respiro con la aprobaci¨®n por el Congreso de su gran plan de infraestructuras de 1,2 billones
El paquete de medidas destinado a modernizar el pa¨ªs supone una de las mayores inversiones p¨²blicas desde los tiempos de la Gran Depresi¨®n y llega tras meses de debate en el partido dem¨®crata
La semana, una de las peores vividas por Joe Biden desde su llegada a la Casa Blanca, le ten¨ªa reservado un consuelo in extremis al presidente de Estados Unidos. Al filo de la medianoche del viernes, el Congreso aprob¨® en una decisi¨®n bipartita, tras una jornada ag¨®nica y un retraso de varios meses, su plan de infraestructuras, cifrado en 1,2 billones de d¨®lares (1,03 billones de euros), una de las grandes apuestas econ¨®micas de su mandato. Prev¨¦ medidas para reconstruir y modernizar carreteras, v¨ªas de ferrocarril, aer¨®dromos o puertos anticuados, as¨ª como la mejora de las conexiones a internet, la calidad del agua, la seguridad del transporte p¨²blico o las l¨ªneas el¨¦ctricas de un pa¨ªs en muchos sentidos obsoleto y necesitado de est¨ªmulo.
El paquete, que supone una de las mayores inversiones p¨²blicas desde los tiempos de la Gran Depresi¨®n y tiene un claro precedente en la creaci¨®n en 1956 del sistema de autopistas interestatales en tiempos de Eisenhower, ha salido adelante en Washington con 228 votos a favor y 206 en contra, y ha contado con el apoyo de 13 congresistas republicanos. Seis dem¨®cratas del ala m¨¢s progresista del partido, entre ellas Alexandra Ocasio-Cortez (Nueva York) y Cori Bush (Misuri), se han opuesto.
La oposici¨®n de ese pu?ado de legisladores se debi¨® a la decisi¨®n de retrasar la votaci¨®n del otro gran plan de Biden, que prev¨¦ un gasto de 1,75 billones de d¨®lares destinados a mejorar la protecci¨®n social y a luchar contra el cambio clim¨¢tico. Con apuestas por la sanidad y la educaci¨®n infantiles, el control del precio de los medicamentos o una menguada baja de maternidad de cuatro semanas, est¨¢ pensado para sacar a Estados Unidos del largo t¨²nel de la pandemia. La intenci¨®n de los dem¨®cratas era haber aprobado ambos planes a la vez, pero la facci¨®n moderada exigi¨® m¨¢s tiempo para que una auditor¨ªa de la Oficina Presupuestaria del Congreso refrendase la viabilidad econ¨®mica de ese segundo plan, as¨ª como su impacto en el d¨¦ficit estadounidense.
El acuerdo del viernes, que cabe interpretar como un triunfo para Biden, pone fin a semanas de idas y venidas en el seno de su partido, despu¨¦s de que el Senado diera el visto bueno a la iniciativa en verano, con votos de ambas formaciones, un hecho ciertamente ins¨®lito que auguraba una tranquila tramitaci¨®n. Nada m¨¢s lejos de la realidad: las reticencias de dos senadores, Joe Manchin (Virginia Occidental) y Kyrsten Sinema (Arizona), han tenido en vilo no solo a la formaci¨®n pol¨ªtica, sino a todo el pa¨ªs, y han obligado a rebajar las expectativas de gasto.
La noticia supone un consuelo para el presidente, que registra los peores niveles de aprobaci¨®n (42%) desde que lleg¨® a la Casa Blanca en enero. Esta ha sido una de las semanas m¨¢s complicadas de nueve meses que no le han dado demasiada tregua. El martes, el partido dem¨®crata asisti¨® impotente a la p¨¦rdida del Estado de Virginia, que fue clave en el triunfo en las elecciones de noviembre de 2020, y al susto de ver en peligro Nueva Jersey, un feudo que parec¨ªa fuera de duda.
Ambos reveses se han le¨ªdo como se?ales de alarma sobre lo que podr¨ªa pasar en las elecciones legislativas del pr¨®ximo a?o, que marcar¨¢n para bien o para mal la era Biden. Los comentaristas pol¨ªticos de Washington debat¨ªan el s¨¢bado sobre qu¨¦ habr¨ªa pasado de haber salido adelante este plan de infraestructuras antes de la cita en las urnas. Esos mismos analistas consideran que el espect¨¢culo ofrecido durante estos meses por los dem¨®cratas en el Congreso ha hecho cundir el desencanto entre sus bases. Parece claro que esos toques de atenci¨®n contribuyeron a acelerar el acuerdo entre los congresistas.
Cambio de idea
El viernes fue de v¨¦rtigo en el Capitolio. La historia tuvo final feliz gracias a la decisi¨®n de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi (California), que cambi¨® su idea inicial y disoci¨® la votaci¨®n de este plan de infraestructuras del otro paquete que ser¨¢ decisivo para asegurar a la Administraci¨®n de Biden su lugar en la posteridad, un viaje para el que ya tienen eslogan: la iniciativa se conoce como Build Back Better (Reconstruir mejor). ¡°Cuando se recuerde este d¨ªa, la gente mirar¨¢ hacia atr¨¢s y sabr¨¢ que Estados Unidos gan¨® la partida econ¨®mica del siglo XXI¡±, dijo Biden en un comunicado para saludar que su plan de infraestructuras se hab¨ªa desatascado en el Capitolio.
Fue tambi¨¦n la expresi¨®n de un profundo alivio. Durante varias horas dio la impresi¨®n de que los miembros m¨¢s progresistas del partido dem¨®crata no votar¨ªan a favor. Y hasta tuvo que intervenir a golpe de tel¨¦fono el propio Biden, que retras¨® su viaje de fin de semana a su casa de Wilmington, en Delaware, para trabajar en convencer a sus correligionarios de la necesidad de sacar adelante la iniciativa.
Entre otras partidas de gasto, se destinar¨¢n 110.000 millones de d¨®lares a carreteras y puentes; 73.000 millones, a actualizar la red el¨¦ctrica; 55.000 millones, a mejorar la calidad del agua; 42.000 millones, a los obsoletos puertos y aeropuertos; o 15.000 millones, a incentivar el uso de los veh¨ªculos que no empleen combustibles f¨®siles. El conjunto tiene adem¨¢s un marcado car¨¢cter verde: muchas de las inversiones est¨¢n destinadas a mejorar las infraestructuras m¨¢s contaminantes. E incluye una partida de 55.000 millones para contribuir a la ¡°resiliencia clim¨¢tica¡± de regiones afectadas habitualmente por huracanes, inundaciones y otras cat¨¢strofes asociadas al calentamiento global.
La votaci¨®n del paquete social se ha pospuesto unos 15 d¨ªas. Llegar¨¢, presumiblemente, no m¨¢s tarde que en la semana del 15 de noviembre.
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