Por qu¨¦ se pueden vender y promocionar con total impunidad pseudoterapias que no sirven para nada
Aunque hay legislaci¨®n y planes para hacer frente a estas pr¨¢cticas que pueden atentar contra la salud de la ciudadan¨ªa, no se suelen perseguir ni aplicar
Fernando Cervera, divulgador esc¨¦ptico, se propuso hace 10 a?os demostrar lo f¨¢cil que resultaba vender cualquier terapia inventada, por absurda que fuera. Se invent¨® una que consist¨ªa en la curaci¨®n de diversos males con restos de heces humanas, la llam¨® fecomagnetismo y comenz¨® a promocionarla por circuitos esot¨¦ricos y de terapias naturales. De ah¨ª sali¨® el libro El arte de vender mierda, en el que demostr¨® c¨®mo era muy sencillo que en esos ¨¢mbitos le tomaran bastante en serio, si bien no lleg¨® a comercializar su invento para no enga?ar realmente a ning¨²n enfermo ni incurrir en un de...
Fernando Cervera, divulgador esc¨¦ptico, se propuso hace 10 a?os demostrar lo f¨¢cil que resultaba vender cualquier terapia inventada, por absurda que fuera. Se invent¨® una que consist¨ªa en la curaci¨®n de diversos males con restos de heces humanas, la llam¨® fecomagnetismo y comenz¨® a promocionarla por circuitos esot¨¦ricos y de terapias naturales. De ah¨ª sali¨® el libro El arte de vender mierda, en el que demostr¨® c¨®mo era muy sencillo que en esos ¨¢mbitos le tomaran bastante en serio, si bien no lleg¨® a comercializar su invento para no enga?ar realmente a ning¨²n enfermo ni incurrir en un delito.
La duda razonable que se plantea es: ?habr¨ªa tenido alguna consecuencia legal para ¨¦l haberla vendido realmente? Lo cierto es que hay decenas de pseudoterapias casi igual de absurdas que se comercializan y promocionan sin ning¨²n tipo de problema ni sanciones; curanderos que da?an la salud de personas desesperadas desplazando a los tratamientos que les podr¨ªan beneficiar y que no reciben reproche penal, ni siquiera administrativo; promociones de todo tipo de artilugios que supuestamente mejoran la salud con mecanismos inveros¨ªmiles sin prueba alguna de eficacia.
La cama de plasma fr¨ªo de una cl¨ªnica de bienestar de Alicante que ha promocionado recientemente en sus redes el presentador Pablo Motos es solo un ejemplo m¨¢s, que se une a una larga lista de pseudoterapias muy f¨¢ciles de encontrar tanto en internet como en el mundo f¨ªsico. Como dijo la ministra de Sanidad, M¨®nica Garc¨ªa, en el mejor de los casos, muchas de ellas solo da?an el bolsillo; pero en otros, pueden ¡°poner en riesgo la salud¡±.
Y aqu¨ª surgen m¨¢s preguntas: si las autoridades sanitarias son conscientes de lo que sucede, ?por qu¨¦ no hacen nada?, ?no existen leyes que permitan perseguir este tipo de pr¨¢cticas? Fernando Fr¨ªas, abogado experto en pseudoterapias, responde que s¨ª existen, que bastar¨ªa con aplicarlas para solucionar buena parte del problema: ¡°Pero por falta de medios o de voluntad pol¨ªtica es algo que no se persigue. En algunos casos no hay muchos incentivos porque hay much¨ªsima gente que las usa¡±. Una encuesta de 2017 mostraba que dos millones de espa?oles han sustituido tratamientos m¨¦dicos por pseudoterapias.
Fr¨ªas pone el ejemplo de cuando Carmen Mont¨®n fue consellera de Salud en la Comunidad Valenciana (entre 2015 y 2018): ¡°Quiso meterle mano a esto y vio que no hab¨ªa ninguna estructura para hacerlo, no hab¨ªa capacidad de inspecci¨®n, y a nivel nacional parece que sucede algo parecido¡±.
Pero tambi¨¦n hay excepci¨®n a la regla: esta misma semana, la Generalitat de Catalu?a ha vuelto a multar al agricultor Josep P¨¤mies por promocionar y publicitar los presuntos beneficios para la salud del llamado MMS (Miracle Mineral Supplement), un compuesto ilegal en Espa?a al que este divulgador pseudocient¨ªfico atribuye propiedades terap¨¦uticas contra el autismo y otras enfermedades. Suma una sanci¨®n de 1,2 millones de euros. ¡°Aqu¨ª se demuestra que cuando algo se persigue, puede tener consecuencias importantes¡±, se?ala Fr¨ªas.
Para avanzar en este terreno, el Ministerio de Sanidad y el de Ciencia aprobaron conjuntamente el Plan para la protecci¨®n de la salud frente a las pseudoterapias en 2018 (ConPrueba). Se propon¨ªa publicar informes detallados de todas las pseudoterapias (o al menos, las m¨¢s frecuentes) que analizaran sus fundamentos y si ten¨ªan alg¨²n sentido; difundir estas evaluaciones; ejecutar campa?as informativas que concienciaran a la ciudadan¨ªa sobre los peligros de las pseudoterapias; realizar una serie de modificaciones legislativas para que fuera m¨¢s f¨¢cil perseguir la promoci¨®n y venta de terapias o artilugios con reclamos para la salud que realmente no sirvieran para nada; y reforzar las garant¨ªas para que todas las actividades sanitarias se realicen por parte profesionales con la titulaci¨®n oficialmente reconocida; adem¨¢s de eliminar las pseudoterapias de los centros sanitarios.
Sanidad identific¨® 73 pseudoterapias, lanz¨® alguna campa?a ¨Dcomo aquella en la que un curandero trataba de arreglar un tel¨¦fono sin tocarlo¨D y fue publicando informes sobre estas pr¨¢cticas, hasta un total de 16. La pandemia ralentiz¨® mucho todo este proceso y durante pr¨¢cticamente dos a?os, el plan qued¨® en suspenso. El departamento de M¨®nica Garc¨ªa asegura que est¨¢ ultimando los informes que quedan: se publicar¨¢n otros 16 en pr¨®ximas fechas, que el ministerio no concreta.
Este camino fue una senda ¡°muy interesante¡±, en opini¨®n de Emilio Molina, uno de los fundadores de la Asociaci¨®n para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocient¨ªficas (APETP), pero con el tiempo se ha visto que ¡°los mismos charlatanes que estaban ah¨ª, siguen ah¨ª¡±. ¡°Estamos viendo que es papel mojado. A veces se dice que hay un limbo con las pseudoterapias, pero no es as¨ª, lo que sucede es que no se cumple la ley, que est¨¢ ah¨ª y es clara¡±, dice Molina.
Ya existe en vigor un Real Decreto de 1996 por el que ¡°queda prohibida cualquier clase de publicidad o promoci¨®n directa o indirecta, masiva o individualizada, de productos, materiales, sustancias, energ¨ªas o m¨¦todos con pretendida finalidad sanitaria¡±. Entre los casos que cita la norma, uno es este: ¡°Que pretendan aportar testimonios de profesionales sanitarios, de personas famosas o conocidas por el p¨²blico o de pacientes reales o supuestos, como medio de inducci¨®n al consumo¡±. Seg¨²n Molina, aplicando este Real Decreto, ¡°se solventar¨ªan el 99% de los problemas¡±, y pone como ejemplo el caso Motos. ¡°No se pueden usar testimonios y en todas las webs de terapias de todo tipo est¨¢n llenas de ellos, no hace falta buscar mucho¡±.
Uno de los problemas de esta norma es que ha quedado desfasada y no es expl¨ªcita en cuanto a nuevas formas de comunicar, como internet y las redes sociales, que no exist¨ªan cuando se redact¨®. Existe un borrador de un nuevo real decreto que s¨ª lo hace, actualmente en tr¨¢mite de audiencia p¨²blica.
Es una de las reclamaciones de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC): que haya una norma que explicite que los influencers no puedan hacer ning¨²n tipo de promoci¨®n de productos sanitarios o terapias. ¡°Hay personas con verdadera patolog¨ªa que nos preguntan por esas t¨¦cnicas prometedoras que ven por ah¨ª, que por qu¨¦ no las ofrecemos o no est¨¢n en la cartera del Servicio Nacional de Salud. Con nuestro c¨®digo ¨¦tico no podemos crear expectativas con algo que no tiene evidencias. Incitar al consumo de servicios m¨¦dicos hace mucho da?o a la ciudadan¨ªa, sobrecarga el sistema, medicaliza la sociedad¡±, lamenta Rosa Arroyo, coordinadora del Observatorio contra las Pseudociencias de la OMC.
El problema es que, a menudo, son los propios m¨¦dicos los que respaldan las pseudoterapias. En el caso de Motos, era una doctora la que le acompa?aba narrando una serie de propiedades inveros¨ªmiles sobre la cama de plasma fr¨ªo. ¡°En estos casos corresponde a los colegios provinciales tomar medidas disciplinarias¡±, dice Arroyo. Preguntado por EL PA?S, el de Alicante (donde est¨¢ la c¨ªnica en cuesti¨®n), no ha respondido si har¨¢ algo al respecto.
?Se pueden considerar estafas?
Vender productos que no hacen lo que dicen hacer podr¨ªa ser considerado una estafa. Pero los tribunales no suelen verlo as¨ª. ¡°En primer lugar, en ocasiones es muy dif¨ªcil demostrar la supuesta estafa. Y, para seguir, suelen considerar que si una persona con todas sus facultades mentales rechaza la medicina y se pone en manos de un curandero, por ejemplo, es cosa suya. En un caso en Valencia relacionado con grupo sectario lo resumi¨® bien un fiscal: ¡®El derecho penal no ampara a incautos¡±, explica Fr¨ªas.
Esto que cuenta Fr¨ªas se puede comprobar con un caso que sucedi¨® tambi¨¦n en Valencia. Un joven de 21 a?os dej¨® su tratamiento contra la leucemia tras ponerse en manos de un curandero sin formaci¨®n sanitaria que se presentaba como especialista en ¡°medicina naturista y ortomolecular¡±. Falleci¨®, y su padre denunci¨® al pseudoterapeuta por intrusismo y homicidio por imprudencia grave. En 2018 sali¨® absuelto por no considerar el tribunal probado que el fallecimiento estaba directamente vinculado al curandero. Tampoco estim¨® que hubiera intrusismo. ¡°No constituye el objeto de este procedimiento (...) si la denominada ¡®medicina natural¡¯ es una alternativa real y eficaz a los tratamientos me?dicos actualmente existentes contra el ca?ncer¡±, defendi¨® el juez.
Tambi¨¦n a esta tendencia de los tribunales hay excepciones. Una denuncia del Colegio de Fisioterapeutas de Murcia acab¨® con una condena del Supremo a una cl¨ªnica en Torre Pacheco (Murcia) en la que se realizaban actividades osteop¨¢ticas, quiropr¨¢cticas y quiromasajistas sin contar con la autorizaci¨®n sanitaria de funcionamiento. Lo que sancion¨®, en este caso, es la falta de autorizaci¨®n, no las pr¨¢cticas en s¨ª, que, curiosamente, tambi¨¦n son realizadas en centros de fisioterapia acreditados.
Sin embargo, en opini¨®n de Fr¨ªas, la v¨ªa penal no es la ¨²nica, ni siempre la mejor, para perseguir estas pr¨¢cticas. Insiste con el ejemplo de P¨¤mies y con la idea de que, si realmente se persiguieran y se pusieran multas similares a otras pseudoterapias, estar¨ªan mucho menos extendidas.