Una s¨¦ptima v¨ªctima denuncia a Sean Combs por violarla en cuatro ocasiones en los a?os noventa
April Lampros asegura que el m¨²sico la agredi¨® repetidamente entre 1995 y hasta principios de los 2000. Su demanda se une a la de cinco mujeres y un hombre que relatan los mismos patrones de haber sido drogados y amenazados por el artista con destrozar sus carreras y sus vidas si no segu¨ªan sus mandatos
Por s¨¦ptima vez en seis meses, y por segunda en esta semana, Sean Combs ha sido denunciado por violencia sexual. A primera hora del viernes se hac¨ªa p¨²blica la demanda que una mujer llamada April Lampros ha interpuesto contra el m¨²sico ¡ªtambi¨¦n conocido como Puff Daddy o Diddy¡ª por haberla agredido en cuatro ocasiones desde mediados de los a?os noventa y hasta principios de los 2000. El pasado martes otra mujer, ...
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Por s¨¦ptima vez en seis meses, y por segunda en esta semana, Sean Combs ha sido denunciado por violencia sexual. A primera hora del viernes se hac¨ªa p¨²blica la demanda que una mujer llamada April Lampros ha interpuesto contra el m¨²sico ¡ªtambi¨¦n conocido como Puff Daddy o Diddy¡ª por haberla agredido en cuatro ocasiones desde mediados de los a?os noventa y hasta principios de los 2000. El pasado martes otra mujer, una exmodelo llamada Crystal McKenney, le denunci¨® por el mismo motivo, en su caso, en 2003. Y la semana pasada se hac¨ªa p¨²blica una dura grabaci¨®n en la que Combs aparec¨ªa propin¨¢ndole una paliza por los pasillos de un hotel a quien fue su novia durante m¨¢s de una d¨¦cada, la modelo Casandra Ventura, que ya le hab¨ªa denunciado en noviembre.
En la nueva demanda, la denunciante afirma que el artista la agredi¨® cuando era una joven estudiante en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, una de las instituciones m¨¢s prestigiosas para aprender moda a nivel global. Seg¨²n se lee en los documentos, Lampros y Combs se conocieron en 1995, no se aclara en qu¨¦ circunstancias o a trav¨¦s de qui¨¦n. Ella le explic¨® que su deseo era trabajar en el mundo de la moda y ¨¦l ¡ªen un patr¨®n que se repite con otras denunciantes¡ª le asegur¨® que intentar¨ªa ayudarla en todo lo posible, present¨¢ndole a ejecutivos del sector y ayud¨¢ndola a encontrar trabajo.
Eso desemboc¨® en una serie de agresiones por parte del m¨²sico y empresario que, seg¨²n ha sabido ahora la denunciante, ¨¦l lleg¨® a grabar y ense?¨® a diversas personas. Adem¨¢s de demandarle a ¨¦l, tambi¨¦n entran en la denuncia tres discogr¨¢ficas: Bad Boy Records (propiedad de Combs), Arista Records (donde ella era becaria y que, asegura ¡°permiti¨® los abusos al poner a Combs en una posici¨®n de poder y no proteger a Lampros¡±) y Sony Music Entertainment (la matriz de Arista y tambi¨¦n de Bad Boy)
¡°Lo que el se?or Combs mostraba como gestos amables se manifest¨® r¨¢pidamente en una relaci¨®n agresiva, coercitiva y abusiva basada en el sexo¡±, se lee en la actual demanda. ¡°Ella sent¨ªa que, si le desobedec¨ªa, ¨¦l le quitar¨ªa sus sue?os de lograr una carrera en su mundo. Combs tambi¨¦n la amenazaba con ponerla en la lista negra de la industria si intentaba meterlo en alg¨²n tipo de problema. Los sue?os de Lampros y todo por lo que hab¨ªa trabajado duro estaban en sus manos¡±.
Los hechos desvelan c¨®mo era la t¨®xica din¨¢mica de Combs con Lampros, y resultan muy similares a los relatados por otras denunciantes. La primera vez, en 1995, ambos quedaron a tomar una copa en un bar en Nueva York ¡ª¨¦l la instig¨® a beber y a hacerlo r¨¢pido¡ª y lo siguiente que ella recuerda es ¡°estar en una cama de un hotel con el se?or Combs tumbado a la fuerza encima de ella¡± y con ella ¡°suplic¨¢ndole que parara¡±. Lampros asegura que la viol¨®, y que la ma?ana siguiente ¡°estaba desnuda, dolorida y confusa¡±.
Esa no fue la ¨²ltima vez que se vieron, seg¨²n explican los documentos, ni que ¨¦l la agredi¨®. Cuando ella intentaba alejarse de ¨¦l, ¨¦l cambiaba su forma de acercarse a ella ¡°y se enfadaba, la amenazaba y hac¨ªa uso de la fuerza¡±, por lo que ella ¡°ten¨ªa miedo de ¨¦l¡±. Una vez en un aparcamiento cerca del apartamento del artista en Manhattan ¨¦l la agarr¨® y la oblig¨® a practicarle sexo oral mientras hab¨ªa otra persona dentro del garaje. ¡°La se?ora Lampros estaba en shock, moralmente agotada, avergonzada y f¨ªsicamente destrozada a causa de que Combs la puso violentamente de rodillas y le tir¨® del pelo¡±, se puede leer en los documentos.
Otra noche en 1996, la oblig¨® a acudir a su casa junto a otra exnovia (de la que no ha trascendido el nombre), a ingerir ¨¦xtasis y a mantener sexo entre ellas, y la amenaz¨® con que si no lo hac¨ªa pod¨ªa ¡°perder el trabajo¡±. ?l se masturb¨® y despu¨¦s la viol¨®. ¡°Ella se sent¨ªa asqueada, avergonzada y abochornada y no pod¨ªa creer lo ocurrido¡±, afirman los papeles presentados por los abogados de Lampros.
La v¨ªctima trat¨® de poner un final a su relaci¨®n con Combs en 1998, y estuvieron un par de a?os sin verse, pero entre finales de 2000 y principios de 2001 se encontraron otra vez y ¨¦l la oblig¨® a besarle y la toquete¨® sin su consentimiento. Todo ello caus¨® en ella ¡°heridas f¨ªsicas, angustia emocional grave, humillaci¨®n y ansiedad¡±.
En la demanda, que seg¨²n CNN ¡ªque ha tenido acceso a ella en exclusiva¡ª a¨²n no ha sido examinada por el secretario del condado, se acusa a Combs de delitos de agresi¨®n, asalto, imposici¨®n de angustia emocional y violaci¨®n de la ley de protecci¨®n de las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. ¡°Conf¨ªo en que la justicia prevalezca y en que el velo sea retirado para que ninguna otra mujer tenga que soportar lo que yo sufr¨ª¡±, ha declarado la denunciante a la cadena de televisi¨®n estadounidense. Tanto los abogados de Combs como los de las discogr¨¢ficas no han respondido a las alegaciones.
La demanda de Lampros se une a la ristra de procedimientos legales que inici¨® la artista llamada Casandra Ventura (o Cassie) en noviembre, cuando le demand¨® por multitud de agresiones cometidas, pero que apenas un d¨ªa despu¨¦s retir¨® la denuncia tras un acuerdo extrajudicial. A ellas se sumaron a finales de ese mes las de Joi Dickerson-Neal (le acus¨® de violarla y grabarlo todo en 1991, cuando ella ten¨ªa 19 a?os) y la de Liza Gardner (que afirmaba que la agredi¨®, a ella y a una amiga en 1990).
En diciembre lleg¨® la que puede ser la m¨¢s grave, la de una cuarta mujer, an¨®nima, que lo acusa de violarla ¡°entre la primavera y el oto?o de 2003¡å cuando ella era menor de edad, y de que el presidente de su discogr¨¢fica la traslad¨® en un avi¨®n privado desde Detroit, Michigan, hasta Nueva York para que ¨¦l y otras dos personas la violaran. Eso puede suponer un delito de tr¨¢fico sexual, adem¨¢s, con menores. Las dos ¨²ltimas demandas hasta ahora hab¨ªan sido las de Rodney Jones Jr., productor habitual de Combs que asegur¨® en febrero que este le someti¨® a tocamientos no consentidos, y el pasado martes la de Crystal McKinney, en la que acusa a Combs de agredirla en 2003, algo que acab¨® con su carrera como modelo. Adem¨¢s, tiene abierta una investigaci¨®n federal al respecto de la que, por el momento, han trascendido pocos detalles.